Capítulo 031

Para Alejandro, las confesiones sobre su pasado, eran muy dolorosas, pero él quería que, de a poco, Daniela fuera conociendo su historia y, de alguna manera, lo que estaba por contarle, le daría a su novia, un poco de contexto a la dulzura con la que él había tratado a Jana.

DANI: ¿Qué nombre le ibas a poner?

ALEX: (Se van a la sala y se sientan) Te cuento bien, para que comprendas... (Sonríe y le toma la mano) Poco después de aquel accidente que te conté, el del surf, decidí viajar un poco y mi primer destino fue Argentina. Cuando llegué, en vez de irme a buscar un hotel, salí a caminar y fui a parar a una peatonal. Allí, había un hombre con su guitarra y junto a él, estaba su hija: una preciosura de unos cuatro o cinco años. Me detuve y apenas me vio, el tipo comenzó a tocar y su niña, a cantar. Esa canción fue mi destino y por esa misma canción, decidí que algún día, cuando tuviera una niña, le pondría el nombre de la pequeña cantante, que dicho sea de paso, es el mismo nombre del tema... ¿Lo quieres escuchar?

DANI: Claro...

ALEX: (Saca su celular, sonriendo) Vas a ver porque te digo que mi destino estaba irremediablemente y felizmente ligado a ti, desde siempre, mi amor... (Puso a reproducir la canción?

♪♪♫Ella decide cuándo es de día, ella maneja el sol...

Anda pintando toda la casa con trozos de crayón.

Rojo a los muros, verde al oscuro sillón del comedor

y un poquitito de azul celeste, aquí en mi corazón.

El amarillo tiñe los vidrios y ella no entiende bien

cómo es que pierde sus hojas verdes el paraíso aquel...

Píntame un árbol que no envejezca, pinta en mi habitación,

un árbol verde con hojas frescas, pinta con tu crayón...

Que necesito, dulce Daniela, alguien que pinte aquí,

un muro nuevo, píntalo nena, pinta dentro de mí.

Que necesito, dulce Daniela, alguien que pinte aquí,

un muro nuevo, píntalo nena, pinta dentro de mí...

Pinta dentro de mí, pinta dentro de mí...♫♪♫

DANI: ¿Se llamaba Daniela?

ALEX: Si, como una mujer hermosa que Dios me puso en el camino porque Él sabe que sólo a su lado puedo ser feliz.

DANI: Es una señal

ALEX: Tú eres mi señal, hermosa... Bueno, creo que es hora de irme, si me quedo un momento más contigo, no podré contenerme.

DANI: No te contengas...

ALEX: ¿No? (Ella niega y él la reclama con un beso asesino) Te deseo, amor...

DANI: Y yo a ti (Lo lleva hasta el cuarto y cierra la puerta con llave)

ALEX: (Se van acercando a la cama y le quita la bata) Mi camisa se te ve espectacular... (La desabotona) Y lo que hay debajo, ufff...

DANI: Lo que hay debajo es todo tuyo

ALEX: Uyyy, exijo que me den lo que me pertenece, pues... (Mira hacia abajo) ¡Qué buena idea fue la de darte mis calzones! Hazme el amor

DANI: (Lo tumba en la cama y se sube sobre él) Te amo (Ataca sus labios)

ALEX: (Le quita la camisa del todo, acariciándole la espalda y cuando llega a la cintura, la toma con firmeza, presionando hacia abajo, para que ella pueda sentirlo) Dame lo que es mío, hermosa, o atente a las consecuencias...

DANI: ¿Me estás amenazando? Jajajaja

ALEX: Exactamente...

DANI: No te tengo miedo.... (Paró de besarlo)

ALEX: No es para que tengas miedo... (La gira, dejándola debajo de él y se desabrocha el cinturón, bajándolo lo necesario. Se coloca en posición de ataque, pero antes de hacer lo suyo, besa a Daniela como desesperado) Estás a tiempo de detenerme...

DANI: No quiero detenerte (Pone sus manos por el cuello de Ale y busca su boca)

ALEX: (Se besan y entra en Dani, pasiva, pero efectivamente) Contigo todo es nuevo...

DANI: ¿Nuevo? Nada nuevo, es como si te conociera de toda la vida...

ALEX: (Lo hacían despacio, disfrutando cada segundo) No, mi amor, lo que siento cuando estoy contigo es nuevo, lo que despiertas en mí, este fuego...

DANI: Me dejas sin palabras, pero no sin ideas, Cosito

ALEX: (Penetró profundamente y mantuvo la postura) ¿Qué ideas?

DANI: Muchas...

ALEX: (Se recuesta sobre ella, besando todo a su paso y le traba la espalda para que no tenga escapatoria. Entra nuevamente) ¿Cuáles?

DANI: Ya las irás viendo....

ALEX: (Sale de ella y se sienta en la cama) ¿Vienes aquí?

DANI: (Sube sobre él) Ahora me toca mandar a mí (Se movía sin prisa, pero sin pausa)

ALEX: Eso, amor, me tienes como quieres, Dani, te amo...

La semana laboral empezó muy relajada, la ausencia de Andreína se notaba en el ambiente y todo mundo estaba más que contento.

Daniela tenía una locación en la playa y Alex estaba reunido con unos inversionistas fuera de la empresa, por lo tanto, no se habían podido ver en el transcurso del día.

La fotógrafa, recibió varios mensajes de su novio y al llegar a su casa, lo llamó, platicaron un largo rato y sin haber podido encontrarse, cada uno se fue a dormir. Esa misma noche, en Buenos Aires, Maru y Giselle, tenían una plática sobre qué hacer al llegar a San Cristóbal.

MARU: En principio, buscar trabajo, mamita, ¡no hay otra! Estuve hablando con un viejo compañero del liceo y él tiene una radio, podemos empezar ahí

GISELLE: Ojala y tengamos suerte

MARU: (Le arroja un almohadón) ¡Nada de ojala, puerca! La suerte nos la labramos nosotras

mismas y ya, con cambiar de tierra, sales ganando...

GISELLE: En eso si, tienes mucha razon, mensa (Le tiira de nuevo el almohadón) Jajajaja

MARU: (Se ríe, pero de pronto, se queda pensativa) Tengo mucha razón, si, claro...

GISELLE: ¿Por qué te quedaste pensativa? ¿En qué piensas?

MARU: No le he dicho nada a Rodrigo, Gise. No tiene idea que me voy y que lo nuestro se va a terminar.

GISELLE: ¿Cómo no le has dicho nada? Deberías de habérselo dicho hace días

MARU: Lo se, pero no sabemos cuándo nos vamos, por eso he estado evitando hablar con él, pero ayer, todo cambió, amiga, no sabes lo que pasó...

GISELLE: ¿Qué paso? ¿Qué te dijo o hizo?

MARU: (Se sienta junto a Giselle) Pues, empezó con que llevamos mucho tiempo juntos y que aunque no quisimos, ya sabes, nos enamoramos y armamos una relación sólida y pues, hizo la pregunta del millón...

GISELLE: ¿Te pidió que te casaras con él?

MARU: (Afirma con la cabeza) No sabes lo que fue y para colmo, hicimos el amor, pero yo no me debo casar con él, no puedo casarme

GISELLE: ¡Pues, dile! Si te vas sin decírselo, vas a hacerle mucho daño, mucho más que sincerándote

MARU: Ya se, Gise, ¡ya se! ¿Lo llamo ahora?

GISELLE: No lo llames, ve a verlo y si hay rollo de despedida, mejor, ¡jajajaja!

MARU: ¡No lo digas así! Rodrigo es hermoso, un tipazo y estoy a punto de romperle el corazón, bruta...

GISELLE: Ya, lo siento, ve a verlo, no pierdas más tiempo

MARU: Pues, al mal paso, darle prisa... (Saluda y se va. Llega a casa de su novio, una media hora después. Toca el timbre y le responden por el portero eléctrico) ¿Rodrigo? Soy yo, Maru

RODRIGO: Esperá, amor, ya te abro

MARU: (Rodrigo baja, le abre y le da un besote) Hola, necesitamos hablar, Ro...

RODRIGO: ¿Qué pasa, bombón?

MARU: (Junta voluntad y habla como puede) Me voy a España, Rodrigo, no puedo casarme

RODRIGO: (La miraba con la cara desencajada) ¿Te vas a España?

MARU: Si. Me llegó la hora de volver a mi casa, con mi familia, ellos me necesitan y yo a ellos.

RODRIGO: ¿Y qué pasa conmigo?

MARU: No me lo hagas más difícil, no te das una idea de lo que me está costando estar aquí, no quiero despedirme de ti, hermoso, pero mi camino va por otro lado

RODRIGO: Y en ese otro lado, yo no estoy (La suelta) Comprendo...

MARU: No, no estás. Debí hablar antes, pero no pude y ayer quería decirte esto, pero me hiciste esa pregunta y yo... ¡Dios! Tengo tantas ganas de tenerte en mi vida para siempre, que seas el compañero de mi existencia, pero tú no te vas a ir y yo no puedo quedarme, amor, perdóname

RODRIGO: Andate... (No la miraba)

MARU: Está bien, hermoso, de verdad lo siento, adiós

RODRIGO: Adiós (Unas lágrimas corrieron por la cara de aquel hombre, que se había entregado al amor y lo había perdido todo, de un plumazo)

MARU: (Se detuvo y se viró) No quiero hacerte este daño, pero no puedo quedarme, te pido que me perdones, pero te dije que esto iba a pasar (Le caen lágrimas a ella también) ¡Te lo dije mil veces! Tú y yo, no debimos enamorarnos nunca, Rodrigo. Te supliqué que me dejaras, que te fueras y mira ahora, en vez de ser dos buenos recuerdos, vamos a ser dos extraños, maldiciendo por habernos encontrado, sobre todo tú a mí...

RODRIGO: No te maldigo, pero andate, no quiero que estés acá, me hacés mal...

MARU: Aunque no me lo creas, te amo, eres el primer hombre que despierta eso en mí, pero no puedo quedarme

RODRIGO: Si me amaras, te quedarías (Se giró y se secó las lágrimas) Andate y no vuelvas más, no quiero verte, no quiero saber nada de vos, porque creí en nosotros, creí en esto que teníamos, pero te vas y lo mandás todo a la mierda... Así que, tomatela y no vuelvas nunca, no existo para vos...

MARU: No me voy porque no te ame, me voy porque mi familia me necesita y si dudas de mi amor por ti, esto en lo que duces haber creído tanto, es una fantasía, Rodrigo. Hasta nunca... (Dio media vuelta y se fue llorando)