domingo, 9 de diciembre de 2012

Capítulo 008


Alex y Dani seguían en el despacho, la conversación no había terminado, aunque ella pensara lo contrario.

DANI: Bien, si ya no tiene más que decirme, me retiro (Estaba a punto de salir por la puerta, cuando Alex la agarró del brazo)
ALEX: Espera, no he terminado.
DANI: Ah ¿no?
ALEX: No.
DANI: ¿Y qué más quiere decirme? Ya me dijo que no había conseguido el puesto.
ALEX: No me trates de usted, porque vamos a ser compañeros de trabajo.
DANI: ¿Qué? No le entiendo.
ALEX: Ya te dije que no me trataras de usted.
DANI: Está bien, pero ¿me quieres decir qué es eso de que vamos a ser compañeros?
ALEX: Encantado te lo digo. No vas a ser mi ayudante, pero si vas a ser la fotógrafa de mi equipo.
DANI: ¿Cómo?
ALEX: Lo que oyes, despedí a Darío.
DANI: Pero ¿por qué?
ALEX: Porque ya me tenía cansado con sus caprichos y de no ser por ti, el último trabajo no se podría haber llevado a cabo. Además, me encantó tu labor.
DANI: No se qué decir. Gracias.
ALEX: Te acepto las gracias, pero tú me aceptas salir a cenar el viernes.
DANI: No estaría bien que me fuera a cenar con mi jefe.
ALEX: Ya no soy tu jefe, sino tu compañero de trabajo.
DANI: En ese caso, acepto.
ALEX: Bien (Se le acercó y la besó)

No sabía lo que tenia para que siempre la dejara sin respiración y con la mente nublada, lo único que pudo pensar fue “esto es una locura”. Sin aliento, hundió los dedos en el pelo de Alex para atraerlo hacia sí. Todo su cuerpo se concentró en el beso, en el calor, en el peligro y en la promesa. Un beso suave y tierno que se fue intensificando. Cuando las rodillas de Dani amenazaban con fallarle, Alex la cogió de la cintura y la sentó en el escritorio sin dejar de besarla. Con un movimiento rápido, le bajó la chaqueta por los hombros, dejándole los brazos aprisionados. La mirada alarmada de Dani, hizo hervir su sangre y aumentar su deseo. Cuando ella pensaba que la iba a tomar allí mismo, llamaron a la puerta. Esto hizo reaccionar a la fotógrafa, que se apartó de él, se subió la chaqueta y se retocó el cabello. Sólo se miraron sin decir palabra. Cuando Alex vio que todo estaba en su sitio, dio la orden de pasar. Era Andreina, que al ver que tardaban mucho, quiso interrumpir. Cuando ella entró, Alex estaba sentado detrás de su escritorio y Dani enfrente de él.

ALEX: ¿Qué se te ofrece, Andreina?
ANDREINA: Quisiera saber cuando tengo que firmar el contrato.
ALEX: Hoy mismo lo pueden firmar.
ANDREINA: ¿Pueden?
ALEX: Sí, pueden, ustedes dos (Señalando a ambas)
ANDREINA: Pero si me había dicho que yo tenía el puesto.
ALEX: Y lo tienes.
ANDREINA: ¿Entonces?
ALEX: Pues, resulta que la señorita Daniela, no va a ser mi ayudante, si no la fotógrafa de mi equipo.

Andreina se quedó maldiciendo para sus adentros, cuando Alex le dijo que el puesto era de ella pensó que se iba a librar de Dani, pero no fue así y eso la ponía de malas.

En el edificio El Palacio, Nau hablaba por teléfono con su prima Maru, que le contaba que en un tiempo, estaría de vuelta en la isla.

NAU: ¿Te va muy mal en Argentina?
MARU: No, pero ya no consigo trabajo y además echo de menos a la familia. Extraño muchísimo a mis padres y a los abuelos. Por cierto, ¿cómo están?
NAU: La abuela sigue como siempre, esa mujer no cambia y que no cambie nunca, y el abuelo ha estado más o menos por lo de su rodilla, pero bien.
MARU: Extraño sus consejos y verlos reír como sólo ellos saben hacerlo.
NAU: Pues vente pronto. ¿Dónde te vas a quedar cuando vengas?
MARU: Tenía pensado quedarme en casa de mis padres hasta que encuentre algún sitio. ¿Cómo está tío Alberto?
NAU: Perfecto, de viaje, se fue a visitar a mis tíos a La Palma.
MARU: ¿Y cómo están Dani y Jadel?
NAU: Jadel estudiando como loco para entrar a la universidad, porque en un mes presenta los exámenes y Dani trabajando y cuidando a Jana.
MARU: Seguro que Jadel consigue entrar a la universidad, es muy listo. La Niña de Dani tiene que estar súper grande. Los extraño mucho.
NAU: Si está grandísima y hecha una golfa. Nosotros también te extrañamos mucho y ya deseamos tenerte de vuelta.
MARU: Me imagino. Y en menos que canta un gallo ya estoy incordiando por ahí (Se ríe) Bueno, ya te dejo porque tengo que ir a arreglar unos papeles, me encantó hablar contigo, primito. Nos vemos.
NAU: Eso espero. Hasta pronto.

La semana había pasado con los preparativos pertinentes por la incorporación de Dani al equipo de trabajo de Alex. Andrés no se había pasado en toda la semana por la oficina, pero el viernes decidió ir a ver a su amigo del alma y de paso, intentar reencontrarse con esa preciosura que le quitaba el sueño. Sam salía del edificio, era su hora de comer y como Dani estaba organizándose en su nuevo puesto de trabajo, no la pudo acompañar. Se reuniría con ella más tarde. Alguien la saludó.

ANDRÉS: Hola
SAM: Hola
ANDRÉS: ¿Cómo estás?
SAM: Bien (Lo mira) ¿Te conozco?
ANDRÉS: Me llamo Andrés, encantado de conocerte. Ahora si me conoces. (Sam le dedicó una sonrisa)
SAM: Encantada, Andrés.
ANDRÉS: Ya que ahora si nos conocemos, ¿me aceptarías un café?
SAM: ¿Por qué no? Vamos.

En el despacho de Alex se encontraban él, Dani y Rubén, el director de arte. Estaban eligiendo la foto para la próxima campaña publicitaria. Les costó un poco porque todas las fotos eran geniales, pero al final dieron con la indicada.

RUBÉN: Entonces queda esta ¿no?
ALEX: Si, esta queda… ¿Se la llevas a Jesús?
RUBÉN: Claro, ahora mismo se la llevo y nos ponemos a trabajar. ¿Queda algo más?
ALEX: No, eso era todo.
RUBÉN: Adiós. (Se va)

Alex y Dani se quedaron a solas en la oficina, tranquilos y sin moscas molestas porque Andreína se había ido a su descanso.


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