Capítulo 011

Volviendo a la “primera cita”…

ALEX: (Baja y le abre la puerta del carro a ella. Le da mano para ayudarla a bajar y siente cómo se le enchina la piel) Ajá... (La miraba muy embobado)

DANI: Ajá, ¿qué?

ALEX: (Las ganas de besarla lo estaban volviendo loco, pero no quería meter la pata) Eh...

DANI: ¿Qué te pasa? Estás raro, Alejandro…

ALEX: (Se pone nervioso) Es que si te digo lo que estoy pensando, puede que te lo tomes a mal y es lo último que quiero...

DANI: Dímelo, prometo no tomármelo mal, pero una cosa, ¿cuándo piensas olvidarte del mundo?

ALEX: ¿Qué?

DANI: Alejandro, ¿dónde estás?

ALEX: (Le miraba los labios) En tu boca...

DANI: Entremos... (Se adelantó unos pasos)

ALEX: Espera, Dani, no quise ofenderte, es que estoy un poco desbordado, lo siento...

DANI: (Alex la alcanza) No me ofendiste, pero me pones nerviosa...

ALEX: ¿Nerviosa? ¿Por qué?

DANI: Porque se lo que pretendes y eso me pone nerviosa, ¿sabes cuánto hace que no tengo una cita?

ALEX: No, pero por lo que te conozco y por lo que hemos hablado, supongo que, desde que fuiste mamá, o no has salido o te fue muy mal y llevas años de no aceptar una, ¿me equivoco?

DANI: No, no te equivocas, por eso me pones nerviosa...

ALEX: Pensé que el objetivo de esta salida era conocernos más y ver cómo nos sentimos juntos

DANI: Ese sigue siendo el objetivo, pero me lo pones bien difícil, caray...

ALEX: ¿Caray? Jajajaja, esa es mi palabra... (La mira y le toma una mano) Cierra los ojos...

DANI: ¿Tu palabra?

ALEX: Si, ya te darás cuenta, ¿puedes cerrar los ojos?

DANI: ¿Me vas a besar?

ALEX: Si

DANI: No

ALEX: ¿No quieres que te bese?

DANI: Si, no, no se...

ALEX: Daniela, no te estoy pidiendo que hagas el amor conmigo. Es un beso, bueno, tengo esperanzas que me dejes besarte bastante, pero ahora mismo es un beso, para demostrarte que estás luchando con las armas equivocadas... Imagina que un beso nos hace sentir de nuevo lo que hicieron los anteriores, ¿te lo vas a perder?

DANI: ¿Por qué me tientas?

ALEX: Porque quiero que te dejes llevar por lo que deseas... (Se le vuelve a poner cara a cara, casi rozando sus labios) Deja que sean las sensaciones las que nos guíen, de otro modo, todo esto es una pérdida de tiempo. Los dos (Le besa una mejilla) queremos saber qué sentimos (Beso en la otra mejilla) y creo que un beso, nos puede aclarar el panorama más que miles de palabras...

DANI: ¿Uno solo? Porque si es uno solo, sí...

ALEX: Es uno ahora, más tarde, tú dirás si no quieres seguir besándome...

Sin esperar respuesta, le da un beso suave, pero bien intenso y siente como ella se resiste al principio, pero después, Daniela lo tomó de la cintura y Alex aprovechó para envolverla entre sus brazos. Para la fotógrafa, era un peligro dejarse besar por ese hombre, pero no era el momento de pensar... Alex la abrazaba de manera que ella se sintiera tranquila, protegida, él no quería hacerle daño, al contrario, independientemente de cómo resultaran las cosas, Alejandro sentía respeto y admiración por Daniela y quería cuidarla, pero lo que esa mujer tan divina le provocaba, lo hacía rendirse a ella.

Los labios no dejaban de juntarse y eso los fue perdiendo a los dos, que comenzaban a entender qué era lo que les estaba sucediendo...

DANI: Para...

ALEX: (Deja de besarla, pero no de abrazarla) Dime...

DANI: No podía respirar...

ALEX: Ni yo, pero no me importa...

DANI: A mí sí, no quiero morir tan joven (Le sonríe y le da un beso) Entremos... (Se adelanta unos pasos hacia el local)

ALEX: (La alcanza) Para morir de amor, no hay edad, Daniela...

DANI: ¿De amor?

ALEX: De amor, si... (Ve que Dani se va a asustar) Espera, espera, es una manera de decir. Ojala y lo nuestro sea amor, el más grande y maravilloso del mundo, pero no quiero decir que ya nos amemos, aunque eso puede suceder, la cosa es averiguarlo, ¿no?

DANI: Poco a poco, pero eres adictivo (Le da otro beso y se gira a mirar si hay alguna mesa libre, dándole la espalda a Alex a propósito)

ALEX: (Le mira todo) Más hermosa, imposible... (Le toma la mano y la entrelaza) Ven, este lugar es muy lindo, pero arriba, es mágico y como sabía que me aceparías un trago, reservé una mesa muy especial...

DANI: ¿Que reservaste una mesa?

ALEX: Claro... (Se acerca a un hombre, conversa con él y los lleva hasta la terraza. Había una única mesa, con vista al mar) ¿Te gusta? Un día ayudé al novio de mi hermana a darle una sorpresa y vi este sitio, es lindo, ¿no?

DANI: Es precioso (No podía dejar de mirar al horizonte)

ALEX: (La lleva hasta el borde y se apoyan en la barda, pero Alex no mira al océano, sino a su acompañante) La vista es maravillosa...

DANI: Es espectacular. Me encanta ver las luces de la ciudad y el mar a la vez...

ALEX: (Seguía mirándola a ella) A mí me encanta el color de tu cabello y tus ojos, eres magnífica, Dani, nunca conocí a nadie como tú.

DANI: (Se giró a mirarlo) No, Alejandro, por favor...

ALEX: ¿Qué? Es lo que siento, eres distinta y no me refiero a las mujeres, sino a la gente en general. Mira, cuando estás en la posición en la que estoy yo, la sinceridad no abunda. Y me gusta que seas honesta, directa y que digas las cosas. Dani, me encantas, me tienes loco por ti, pero esto no es en plan de conquista. Necesito conocerte y que me conozcas más. Aunque no lo creas, no pretendo que de aquí, nos vayamos a una cama, yo se que eres mucho más que eso

DANI: Pues no me digas esas cosas, hermoso, porque si no me voy a tener que ir, tus palabras me inquietan...

ALEX: No te inquietes y no te vayas... (Ahora si mira al horizonte) ¿Sabías que cuando tenía 18 años casi muero ahogado?

DANI: ¿Por qué?

ALEX: Fuimos con mis amigos a surfear y el mar estaba muy bravo. Todos querían volver, pero yo no... Cogí mi tabla y me metí. Al principio estuvo bien, pero de golpe, las olas se hicieron gigantes, me tumbaron y mi tabla me dio en la cabezota. Me sacaron, pero estuve bastante mal.

DANI: ¿Por qué hiciste esa estupidez?

ALEX: Por estúpido, supongo... No se, era un poco inconsciente. La llegada de Gabo me puso en tierra. Antes de mi hijo, la vida se me iba de las manos y yo quería seguirla.

DANI: Eras un acelerado… (Hace una pausa) ¿Te puedo preguntar algo?

ALEX: Si, claro

DANI: ¿Qué pasó con tu mujer?

A miles de kilómetros y un océano de distancia, una pareja mayor, hablaba sobre un viaje muy próximo y sobre la idea de dejar a una adolescente en su tierra natal, volver a ver a sus dos hijos y a su pequeño nieto…

CARMEN: Viejo, entiende que Ari va a estar mejor con sus tíos y su primo, la situación aquí se está complicando demasiado...

EDUARDO: No es que no lo entienda, Carmen, pero siento que Alejo no tiene por qué cargar con semejante responsabilidad...

CARMEN: No va a estar solo, la princesa también está allá, estoy segura que entre los dos sabrán cuidarla, además sabes que tu nieta adora a sus tíos

EDUARDO: No dudo que sean capaces de criarla y cuidarla... Pero algo me da mala espina, no se qué es...

CARMEN: ¿Mala espina? ¿Tienes un presentimiento que algo malo va a pasar?

EDUARDO: Llevo días enteros soñando con Alejandro, vieja y está feliz, pero de golpe desaparece y me despierto inquieto. Quizás deberíamos quedarnos más tiempo allá.

CARMEN: ¿Tú crees?

EDUARDO: Definitivamente, Carmen. No se por qué, pero tengo clavada en el pecho esta sensación de que mi campeón y mi princesa, nos van a necesitar cerca...

CARMEN: Pues estás decidido, nos quedaremos más tiempo allá, ¡estoy tan feliz viejo!...

EDUARDO: (Se abrazan) Lo se, mi amor y se que ellos se van a poner felices también...

Al ver a sus abuelos abrazados y celebrando, Ari no puede con su genio y se les tira encima...

ARI: ¿Por qué tan contentos ustedes dos?

CARMEN: Tenemos algo que contarte, mi niña, ven, acércate...

ARI: (Se sienta en el regazo de su abuelo) ¿Qué tienen, par de viejitos cachondientos?

EDUARDO: ¿Qué es esa manera de hablar, Ariianis?

ARI: Perdón, viejito, era una broma...

EDUARDO: Esas bromas tuyas... Bueno, la noticia que te tenemos es que cuando vayamos a España, no vamos a quedarnos una semana...

ARI: ¿No? ¿Van a dejarme y se van?

CARMEN: No, mi niña, tu abuelo y yo decidimos quedarnos más tiempo allá...

ARI: ¿¿¿¿¿¿¿¿DE VERDADDDD??????

CARMEN: Si, de verdad, ¿qué te parece?

ARI: ¡Me encantaaaa! Y los tíos y el renacuajo van a estar felices, ellos los extrañan mucho...

De nuevo en la isla, Daniela había hecho una pregunta y esperaba que Alex pudiera darle la respuesta sin que eso le generara dolor o tristeza…

ALEX: Murió al dar a luz. Tuvo una hemorragia y no pudieron detenerla. Fue todo muy raro y la verdad que estaba tan aferrado a Gabriel, que casi no recuerdo lo demás, Andreína se hizo cargo de eso, yo no pude hacerlo.

DANI: Andreína, claro...

ALEX: Ella era prima de Laura... (Hace un gesto de desagrado) No es santo de mi devoción, pero ellas se querían. Estuve años sin volver a verla. De hecho, el día que se presentó para el trabajo, fue la primera vez que la vi después del funeral.

DANI: Tampoco es santo de la mía... Alejandro, ¿te puedo preguntar algo sin que te molestes ni nada?

ALEX: Dispara, hermosa...

DANI: Si no hubieras echado a Darío, ¿a quién habrías contratado?

ALEX: ¿De asistente? A ella, aunque no me cae bien, está calificada para el puesto. De todos modos, hubiera encontrado la manera de darte un buen trabajo, Daniela. Además de encontrarte sumamente atractiva, tu actitud en la entrevista, me encantó.

DANI: Quería ponerte a prueba y la superaste con un  nueve... Bueno, ya me callo que ya he preguntado bastante

ALEX: Pregunta lo que quieras, a mí no me molesta. Al contrario, cuanto más sepas de mí, mejor. Así me tendrás confianza y podré entrar en tu corazón como tú has entrado en el mío, desde que te vi por primera vez...

DANI: (Le agarra la cara y lo besa) No empieces otra vez...

ALEX: (La retiene) ¿Me estás amenazando? Porque si el castigo van a ser tus besos, tengo toda una perorata para decirte...

DANI: Era para hacerte callar, pero fue peor el remedio que la enfermedad...

ALEX: (La besa) Según desde dónde lo mires, desde mi perspectiva, salgo ganando con tus besos... (Otro besote) ¿Nos sentamos?

DANI: Te estás aprovechando, Alejandro Zavala (Se sientan)

ALEX: Obviamente que me aprovecho... ¿Puedo preguntar yo? Siente la libertad de no responder si no quieres...

Se miraron un largo momento, hasta que el licenciado se animó a preguntar…