Capítulo 012

En Argentina, Maru esperaba en la calle, con el carro en marcha: Giselle la llamó desesperada y le pidió que pasara por ella, que se quería ir lo más pronto posible de su casa. Aunque el viaje a España no fuera de inmediato, necesitaba salir de ese ambiente que tanto daño le hacía. En el auto, Mari se comenzaba a impacientar, pero su amiga apareció y se subió de sopetón...

MARU: ¡Me asustaste, boba!

GISELLE: No te asustes, ya estoy aquí ¿nos vamos?

MARU: (Arranca) ¡No me lo digas dos veces, porque no hace falta!

GISELLE: Gracias, no sabes cómo estaba mi mamá...

MARU: ¿Loca?

GISELLE: Loca es poco, me dijo que yo no me iba a ninguna parte, que no la podía abandonar así y por eso te llamé, no aguantaba un minuto más...

MARU: ¡Hasta que te decidiste, burra! Ya era hora, condenada...

GISELLE: Si no me salía, me iba a volver más loca que mi mamá, menos mal que dentro de nada viajamos...

MARU: Y hasta que viajemos, te quedas conmigo. ¿Tienes tu pasaporte y demás documentos?

GISELLE: Todo listo, lo tengo listo desde hace semanas

MARU: ¡Muy bien! Pasamos a buscar algo de comer y a casa...

GISELLE: Ándale, chamaca, jajajaja...

A esa misma hora, del otro lado del Atlántico y en una isla muy conocida, Alex hacía una pregunta difícil de formular y que ocultaba una gran cobardía de parte un hombre, pero que demostraba en cuerpo y alma, de lo que puede ser capaz una mujer. De ahí en más, la noche sería maravillosa…

DANI: Adelante, pregunta

ALEX: ¿Cuál es tu historia, Daniela? Me refiero a la de tu hija, ¿cómo se llama?

DANI: Mi historia se resume a que fui una ilusa. Tenía 21 años, estaba en mi segundo año de carrera, cuando conocí al padre de mi hija. Nos enamoramos, o eso pensaba yo, estuvimos seis meses saliendo y quedé embarazada. Cuando se lo conté, me dijo que no era de él, que yo era una cualquiera y que no se iba a hacer cargo de un niño que no era suyo, así que se largó y no he sabido más nada. Lo único bueno que hizo fue darme a Jana, así se llama mi princesa. Me costó salir a delante, pero lo logré y bueno, esa es mi historia

ALEX: (Se pone de pie y lleva la silla junto a la de Dani. Le agarra la mano y le besa tiernamente) Sigo sin entender que existan hombres como ese y francamente, a pesar de lo que debes haber sufrido, creo que las dos están mejor sin él... (La mira) Ahora entiendo ese recelo a sentir, y si ya te admiraba antes, ahora, lo hago más profundamente. (Le acaricia el rostro) Eres fantástica, Daniela Villalta y pase lo que pase con nosotros, a mí, desde ya te lo firmo, no me vas a perder nunca. Desde hoy y toda la vida, vas a contar conmigo o como hombre o como alguien que siempre va a querer ayudarte...

DANI: No quiero dar lástima, pero gracias. ¿Quieres saber algo más?

ALEX: ¿Lástima? A mí no me das lástima, me provocas admiración y otras cositas, pero ninguna es lástima, nunca vuelvas a decir eso... Quiero saberlo todo.

DANI: Pues pregunta y yo respondo

ALEX: Si encontraras a un hombre que te amara y por supuesto que quiera y respete a tu hija, ¿te darías una oportunidad con él?

DANI: Puede que sí, pero no creo que exista ese hombre, porque no sólo me tiene que amar, sino que también yo lo tengo que amar

ALEX: ¿No crees que puedas volver a enamorarte?

DANI: Lo veo complicado, pero no imposible…

ALEX: No se si nos hemos presentado correctamente... (Le ofrece la mano, como saludo) Hola, soy Alejandro Zavala...

DANI: (Se ríe) No seas payaso

ALEX: No lo soy... Daniela, si no soy ese hombre ahora, lo seré muy pronto, pero tú me vas a amar y vas a ver que seremos muy felices los cuatro.

DANI: ¿Por qué tan seguro, licenciado?

ALEX: Porque esto que siento por ti, no puede estar destinado al fracaso o al olvido, hermosa, no... Esto nació en mí para encontrar su par en ti, lo se...

DANI: ¿Y si no funciona? ¿Y si no te llego a amar?

ALEX: ¿Y si sí llegas a amarme?

DANI: Si llego a amarte, será una bendición... (Bebe de su copa un trago)

ALEX: (Le quita la copa) ¿Y si ya me amas?

DANI: Si ya te amo, no me he dado cuenta

ALEX: Yo creo que sabes exactamente lo que sientes y tus defensas tan altas, no te dejan admitirlo... Pero, no me importa, te voy a esperar hasta que te des cuenta que conmigo todo va a ser diferente

DANI: Estás muy seguro de ti mismo... Por cierto, es de mala educación quitarle su copa a una mujer...

ALEX: No es seguridad en mí mismo, es seguridad por lo que siento... (Bebe de la copa de Dani, a propósito)

DANI: Eres un grosero...

ALEX: ¿Lo soy?

DANI: Si

ALEX: No, sólo bebí de tu copa para que no andes diciendo que te quiero emborrachar... ¿Siempre evades las cosas así?

Antes que ella responda al "agravio", provocado deliberadamente por Alex, él le buscó la boca y la besó con mucha profundidad, como si ese beso le desnudara el alma y, de algún modo, así fue, porque Daniela, lejos de resistirse, se dejó envolver por ese hombre. Estuvieron así largos momentos, hasta que, con la respiración entrecortada, Alejandro habló con su corazón en la mano

ALEX: No espero que digas algo para lo que no estás preparada, sólo pretendo que no te lo niegues a ti misma. (Otro beso, pero esta vez intenso y corto) Se sincera contigo y enfrenta tus sentimientos, porque si te lo sigues negando, si sigues mintiéndote, vas a terminar por creerte tu propia mentira y ahí sí que estarías cometiendo un error. No hables si no quieres, Dani, sólo siente...

Ella lo miró y no pudo hacer otra cosa más que volver a besarlo y reconocer para sí misma que sentía lo mismo que Alex.

ALEX: Se que no es el momento, hermosa, pero no te cierres a sentir conmigo, porque a mi lado, no corres riesgos de salir herida. Te lo juro por mi hijo, lo que existe en mí es real, puro y honesto...

DANI: Quiero confiar en ti, no me falles...

ALEX: No podría fallarte, ¿no te das cuenta?

DANI: ¿Cómo me doy cuenta si acabo de conocerte? Para mí es más importante que me lo demuestres a que me lo digas con palabras…

ALEX: (Sonríe levemente y agacha la cabeza. Respira y vuelve a levantarla) Mírame bien y a los ojos... (Ella lo hace) Tienes razón, las cosas se demuestran con hechos y quiero hacerlo, pero necesito que me dejes, porque tengo la impresión que a la primera oportunidad, vas a salir corriendo y, Daniela, eso va a ser un problema, porque ahora que te encontré, no pienso dejarte ir...

DANI: ¿Cómo vas a impedir que me aleje?

ALEX: Mmmm... ¿Acechándote? (Se ríe) Haciendo que comprendas que soy distinto al imbécil que te lastimó tanto y dándote lo único que tengo en la vida, Daniela...

DANI: Voy a confiar en ti, pero a la primera, no te prometo quedarme...

ALEX: ¿A la primera qué?

DANI: A la primera que hagas algo que no me guste, no se si me voy a quedar a tu lado

ALEX: (La sonrisa le ocupó todo el rostro) ¿Dijiste "a tu lado"?

DANI: Si, pero todavía no tenemos nada

ALEX: Pero esa "nada" es a mi lado...

DANI: Si no la fastidias, si, pero, por ahora, somos amigos

ALEX: ¿Amigos como Sam y tú o amigos que se (La besa) besan?

DANI: Amigos como Sam y yo...

Alejandro la miró, sin poder creer ni querer creer lo que escuchaba…

Como una hora más tarde, la fugitiva llegaba a casa de Maru y mientras Giselle se acomodaba en un cuarto para pasar los días previos al viaje, la dueña del hogar, se daba un baño. Al salir, Gise tenía la mesa servida...

MARU: ¿Cómo te sientes?

GISELLE: Súper bien, soy una mujer nueva (Le sonríe)

MARU: Me alegro, niña tonta, deberías haberte salido de ahí desde hace siglos...

GISELLE: Lo sé, pero es difícil dejar a tu familia...

Maru la abrazó y comieron en silencio, para las dos, el cambio era definitivo, permanente y había comenzado a marcar el futuro de ambas

En un resto bar de España, el licenciado Zavala, no podía contentarse con la idea de ser solamente amigo de Daniela…

ALEX: ¿Por qué? Yo no quiero ser tu amigo nada más. Si lo nuestro no funcionara, sería el mejor amigo para ti, pero antes de eso, quisiera tratar de ser el hombre que te ame y te haga feliz... ¿De verdad no te das cuenta?

DANI: Si me doy cuenta, pero no quiero ir rápido y a las relaciones se les dedica tiempo para conocer a tu futura pareja. Es lo que te ofrezco, lo tomas o lo dejas

ALEX: Dani, has a un lado tu cabeza un momento. No pienses en Jana, en tu trabajo, ni en tu pasado y dime honestamente: si fuéramos solamente tú y yo, ¿seríamos nada más que amigos?

DANI: Sabes que no, pero no somos sólo tú y yo y eso lo cambia todo

ALEX: Tienes razón, hermosa, lo cambia todo, pero para bien, ¿sabes por qué? (Ella niega) Porque sentimos como un par de adolescentes y pensamos como dos adultos con responsabilidades y esa, es la combinación perfecta. Claro, mientras no dejemos que una cosa interfiera con la otra. Creo que los dos, tenemos que aprender a fusionar eso y a fusionarnos nosotros. O sea que, acepto tus condiciones, si tú aceptas las mías... Bueno, la mía, porque es sólo una

DANI: ¿¿Qué condición??

ALEX: Que me dejes besarte... Si me concedes eso, todo lo demás lo haremos a tu modo, con tus tiempos.

DANI: No se...

ALEX: ¿No sabes?

DANI: Eso puede ser muy peligroso

ALEX: Me tienes perdido, amor, ¿peligroso?

DANI: (Optó por obviar lo de amor) Si, tus besos son embaucadores y seductores, me vas a confundir y eso es peligroso

ALEX: (Ni se dio cuenta del apodo, fue completamente natural) Mis besos no quieren embaucarte, sino demostrarte lo que siento, pero, evidentemente no vas a ceder, así que, volvamos a "nada"... (Toma su silla y la acomoda en su sitio) ¿Quieres un trago más? Al fin que este grosero, se lo bebió

DANI: ¿Te enojaste? No te dije que no y lo de grosero era irónico, hermoso, pide otra copa para los dos

ALEX: No me enojé, sólo sigo tus reglas... (Llama al camarero y pide una copa para Dani)

DANI: ¿Tú no quieres?

ALEX: No, gracias... (Mira hacia el mar)

DANI: ¿Qué te pasa? Y no me digas que nada

ALEX: Intento entenderte, Dani y no me lo pones fácil

DANI: (Ahora es ella la que se sienta a su lado y le coge la mano) ¿Qué no entiendes?

ALEX: Tu actitud. Tus palabras me ponen un muro infranqueable, pero tu cuerpo me dice lo contrario. Hace rato me preguntaste cuándo iba a olvidar el mundo y cuando quise hacerlo, de nuevo ese muro, entonces, no se qué quieres de mí.

DANI: Quiero que estés a mi lado, ayudándome a afrontar mis miedos. Si es mucho pedir, entenderé que no lo intentes

ALEX: Es lo que más deseo, Daniela, que juntos, afrontemos nuestros miedos, pero tienes que ser clara, concreta, amor. No quiero hacer algo que te aleje de mí por no comprender tus "mensajes encriptados"...

DANI: (Se levanta y va hasta la barandilla) Tengo una guerra interior, mi corazón me dice una cosa y mi cabeza otra, no consigo que se pongan de acuerdo...

ALEX: (Va con ella y se queda a su lado, ambos mirando hacia el horizonte) ¿Has intentado alguna vez pintar con un serrucho o serruchar con un pincel?

DANI: Es lo mismo que pasa con mi corazón y mi cabeza, no puedo amar con la cabeza y no puedo razonar con el corazón

ALEX: No lo hagas, ama con tu corazón y razona con tu cabeza. (Respira) Durante muchos años, desde que Laura murió y hasta hace muy poco tiempo atrás, yo hacía lo mismo, porque era la única manera que encontraba para evitar que mis "intentos amorosos" perjudicaran a Gabriel, pero, ¿sabes qué creo que perjudica más a mi hijo?

DANI: ¿Qué?

ALEX: Que el papá no sea feliz, porque no lo soy... (Se vuelve a sentar) Lo amo con locura y vivo para él, pero como hombre, no soy feliz y Gabriel lo ve. Muchas veces me preguntaba que por qué estaba serio o por qué no me reía y hace un tiempo, eso cambió. Pero, bueno, cada uno con sus problemas, ¿no? Las reglas son las que son y yo acepté tus condiciones, Daniela. Haremos las cosas a tu modo y si no funciona, seremos amigos, te lo prometo...

DANI: Y me alegra, eso dice mucho de ti, pero no te he dicho nada sobre tu condición

ALEX: Si dijiste, que era un embaucador y peligroso...

DANI: Pero no te dije si acepto o no…