Capítulo 024

Una vez salió de recursos humanos, Andreína pasó por el despacho de Daniela para reclamarle.

ANDREINA: (Entra sin llamar) Eres una desgraciada, por tu culpa me suspendieron de empleo y sueldo, eres una basura

DANI: ¡Para, Andreina! No sigas, no me interesa lo que tengas que decir…

ANDREINA: Pues me vas a escuchar, lo único que buscas en esta empresa es encontrarle un padre a la bastarda de tu hija...

DANI: (Sin aviso, le dio una bofetada) Conmigo todo lo que tú quieras, pero a mi hija, ni nombrarla, ¿me escuchaste?

ANDREÍNA: (Le iba a devolver la cachetada, pero una mano la detuvo) ¡Tú no te metas, vieja loca!

SUSANA: (Le da otra bofetada) Bastarían dos palabras mías para que Alejito te despida y si no las digo es porque Daniela me lo pidió. Pero no tires de la cuerda, porque subo ya mismo a contarle a Alejandro que andas diciendo que te acuestas con él, cosa que, por cierto, no te cree nadie. Eliges ahora, víbora, o te vas tranquilita y regresas con la cabecita limpia o en este preciso instante, busco a Alejo y le cuento todo lo que me callé hace rato...

DANI: (Andreína salió maldiciendo) Gracias, Susi (Le da un abrazo) Esa tipa está loca…

SUSANA: Es una serpiente, Dani... ¿Le vas a decir a Alejandro?

DANI: No tiene sentido, es un asunto entre Andreína y yo, el jefe no tiene nada que hacer en este problema...

SUSANA: Como desees, corazón, pero creo que lo mejor para todos es que esa tipa salga de esta empresa. (La ve nerviosa) ¿Estás bien? Vine a buscarte porque el jefe quiere verte ya, dice que es importante, pero si te ve así, se va a dar cuenta que algo pasa...

DANI: Estoy bien, gracias, dile que subo en cinco minutos, ¿si? Y, de nuevo, gracias (Susana se fue y a los cinco minutos, Dani subió al despacho de Alejandro. Tocó la puerta) ¿Se puede?

ALEX: Pasa, amor... ¡Perdón, Daniela! (Alex sonreía plenamente)

DANI: (Sonreía, pero la discusión con Andreína la había dejado mal) ¿Qué pasó? (Termina de entrar y cierra la puerta) ¿Qué es eso tan importante?

ALEX: Siéntate, por favor... ¿Qué tienes?

DANI: (Se sienta) Nada (Le sonríe para disimular) Dime ¿qué es eso que me quieres decir?

ALEX: No me mientas, algo tienes, tus ojos te delatan. Habla conmigo, ¿pasa algo con Jana?

DANI: No, Ale no pasó nada, dime lo que me querías decir...

ALEX: (Le pareció raro que Dani le conteste así, pero prefirió darle su espacio) Está bien, Dani, pero sabes que estoy para lo que sea... ¿Recuerdas que te dije que este fin de semana, o sea, mañana sábado tenía un evento?

DANI: Si, e ibas a ir con tu hermana, ¿no?

ALEX: Exacto. Bueno, va a ir Rubén con su esposa porque yo tengo que viajar de urgencia a Madrid. ¿Quieres venir conmigo?

DANI: No puedo dejar a Jana con Sam, lo siento...

ALEX: ¿De verdad? Pensé que quizás tus hermanos o tu papá podrían... (Se le nota lo desilusionado) Sería sólo hasta el domingo por la mañana, antes de mediodía estaríamos de regreso.

DANI: Se que te hace ilusión, amor, pero desde que Jana nació, no me he separado de ella ni una sola vez, no puedo, lo siento...

ALEX: Ni yo de Gabo, pero bueno... Si cambias de parecer, aquí tienes. (Le da un voucher) Con esto retiras tu ticket para el vuelo. Sale esta noche a las diez. (Susana golpea) Pasa, Susi...

SUSANA: Alejito, te esperan abajo, por lo de Cotex, bombón.

ALEX: (Va con la secretaria y le besa la frente) Gracias, hermosa. Con permiso (Sale)

DANI: (Quedó mirando el voucher) ¿Qué hago?

SUSANA: ¿Con el viaje? Yo que tú, voy. Es la primera vez que Alejandro acepta viajar, es muy importante para él y si quiere que vayas, es por lo que te dije ayer, Daniela, a ese señorito bello, le importa lo que piensas. Es una bomba lo de Madrid, enorme paso para la empresa...

DANI: (No se había dado cuenta de que Susana seguía en la puerta) Me asustaste, Susi (Le sonríe) Me gustaría ir, pero no puedo, mi hija está primero que la empresa y que todo... (Se levanta) Pero gracias por el consejo (Salió dejando a Susana sola)

SUSANA: (Se asomó por la puerta y le habló a Dani) Tu hija va a estar bien, para ella va a ser como una aventura, pero, ¿tú, Daniela? No creo que puedas estar con tu hija por más que te quedes, eh...

Daniela miró a Susana y supo de inmediato que ella o sospechaba lo que existía con Alex o ya lo sabía directamente. Le sonrió, le guiñó un ojo y subió al elevador.

Mientras tanto, Sam, en su lugar de trabajo, recibía un detalle de Andrés, que evidentemente estaba decidido a reivindicarse.

SAM: ¿Qué es esto? (Lo mira sin entender nada)

ANDRÉS: Te dije que con hechos te iba a probar que lo que siento es real... (Le da unas rosas y un estuche con un dije que tenía dos partes, una era un corazón y la otra, la llave) Verás que algún día, Sam, me dejarás entrar... (Le besa la mano y se miran)

SAM: ¿Vas a seguir con lo mismo?

ANDRÉS: Hasta que entiendas. Se que estuve muy mal, me porté como el peor de los patanes y, la verdad es que lo era, pero tú me haces querer cambiar, ser distinto y aunque no creas ni una palabra, ya te lo dije, morena preciosa, te lo voy a demostrar.

SAM: ¿Mal por qué? Tú y yo no teníamos ni tenemos nada, así que no tienes que disculparte, ya deja la ridiculez, no soy como las descerebradas a las que acostumbras a conquistar (Le devuelve todo)

ANDRÉS: ¡Exacto! Tú eres distinta, la única que me ha demostrado que vale la pena y vas a ver, Sam, que te voy a probar, que yo también la valgo. Sólo te pido una oportunidad, déjame intentar mostrarme de nuevo, cambiar esa imagen que yo mismo te di. Me equivoqué, lo reconozco, pero, ¿no puedo redimirme?

SAM: Poder puedes, que sirva de algo, es otra cosa... Ahora, por favor, vete, tengo que trabajar...

ANDRÉS: (Se le acerca y deja las cosas sobre el escritorio) Va a servir, ya lo verás. (Sam levanta la vista para mirarlo y él le da un besote) Mmmmm, más hermoso y dulce de lo que pensé... (Se hace para atrás y se queda en la puerta) Te voy a conquistar como tú me conquistaste, Sam, con honestidad...

SAM: Yo no hice nada, Andrés y no vuelvas a besarme...

ANDRÉS: Mmmmmmm... Sí que hiciste, entrar en mi vida y hacerme enamorar como un adolescente y no pienso dejar de besarte, cada vez que pueda, lo voy a hacer... (Llega Dani) Hola, bonita, ¡buen día! ¿Sabes dónde anda el futuro dueño de Cotex? Mejor dicho, ex Cotex, próximo Frama... (Sonríe y se da cuenta que ninguna entiende) ¿No lo saben?

DANI: ¿Qué tenemos que saber?

ANDRÉS: Hoy Alejo iba a finiquitar la adquisición de "Cotex enterteinment", la empresa de Estados Unidos, pero lo llamaron para decirle que lo harían en Madrid. Lleva años queriendo hacer ese negocio y los tipos lo eligieron por encima de otros diez candidatos. Supuse que te lo iba a contar, Dani...

DANI: No, no me dijo nada, no le habrá encontrado el sentido a contármelo y si lo vi, está en su oficina...

ANDRÉS: Lo dudo, Daniela, estaba más que entusiasmado por decírtelo. Enojado y todo como estaba conmigo, me llamó para pedirme que arreglara las cosas de modo que viajaran los dos. ¿No te dio el voucher?

DANI: Si, sólo me dio el voucher, pero no me contó nada. Bueno, da igual, ve a verlo...

ANDRÉS: Comprendo, no vas a ir con él y yo acabo de meter la pata hasta el fondo... Sam, no tomes en cuenta esto para lo de mi redención. Dani, ¿me permites un momento?

DANI: (No sabía a qué se refería, pero igual le dio un momento, se apartó) Adelante...

ANDRÉS: No es gran cosa, pero ayer te puse mala cara en la oficina de mi compadre y sólo quería disculparme. Y algo más, Alex no decía nada a nadie lo de Cotex, yo lo se porque soy su abogado y Rubén porque tendrá un cargo jerárquico en Madrid, es decir, él se va a ir y por ende, quien asumirá la dirección artística y creativa de Frama, vas a ser tú. Era una sorpresa y bueno, si la voy a regar, la riego completa. No se por qué no vas, pero es algo gigante y creo que mi amigo se merece el esfuerzo, ¿no?

DANI: ¿Están todos ayudándolo? No puedo ir, pero gracias por decírmelo...  Ahora vete a ver a tu amigo, yo te disculpo por lo de ayer (Le sonríe)

ANDRÉS: Está bien, pero estás mal. Adiós, Dani. (Se asoma a ver a Sam) Chau, morenita hermosa... (Se va)

DANI: (Miró a Sam) ¿Qué fue eso? ¿Morenita hermosa?

SAM: Está en plan de redención porque dice que está enamorado de mí, puras sandeces... ¿Me explicas qué sucede con Madrid y ese viaje?

DANI: ¿No escuchaste a tu enamorado?

SAM: Si, ahora quiero escucharte a ti y entender por qué no te vas con Alejandro. Doy vueltas en mi cabeza y no encuentro una razón...

DANI: Única e importante razón, Jana, mi hija, por si no te acuerdas tengo una hija y tengo que cuidar de ella...

SAM: ¿Y te vas un año de safari a África?

DANI: No, pero...

SAM: Pero, ¿qué? A ver, Daniela, ¿qué te pasa? Dime la verdad y no pongas a la niña de excusa.

DANI: No es una excusa, es por Jana, sabes que no la he dejado desde que nació, si me voy de viaje, me va a faltar algo...

SAM: ¿Me estás hablando en serio, gatita? No seas mensa, Dani, por Dios, ¡mujer! ¿Cuántos días te vas? ¿Dos mil?

DANI: Un día

SAM: (Lanza una carcajada) Déjame ver si entiendo bien. ¿Me estás diciendo que llevas casi siete años siendo sólo madre y no puedes dejar de serlo por un día para ser novia? Te lo voy a poner así, mamacita, si te vas, Jana ni se va a enterar, yo me encargo de eso. Pero si no te vas, un buen hombre que te lo ha dado todo y al que amas con locura, va a resentir tu ausencia profundamente.

DANI: Pues es lo que hay, al que no le guste, ¡qué se aguante! Mi hija es lo primero y es mi última palabra...

SAM: Ya veo, Daniela, pero si después las cosas te salen como el demonio, ¡no rezongues! Porque ese es el carácter que te cargas, ¡del demonio! Me tengo que ir a hacer un trámite, señorita quejona, con tu permiso... (Se levanta, toma un folder y se va)

Alejandro subió a su despacho, conversó con Andrés un momento y se retiró a su casa, para preparar el viaje. Pasó a despedirse de Dani, le dio un beso, le dijo que la amaba y sin dejarla hablar, se fue, despidiéndose de ella hasta el lunes siguiente…