martes, 25 de diciembre de 2012

Capítulo 026


Allí estaban los amantes, mirándose fijamente, desafiándose a duelo, pero a un duelo de pasión, de deseo... Daniela sentía que el fuego la consumía por entregarse a Alex y él, no se quedaba atrás…

DANI: No quiero irme (Lo besa apasionadamente) Quiero quedarme (Le besa el cuello) Y quiero que hagas conmigo lo que quieras (Le quita la remera) ¿Te acuerdas de lo que dije en el avión? (Él asiente) Olvídalo, no me respetes...
ALEX: (La agarra bien de las pompas por debajo de la bata y presiona su pelvis contra ella, demostrando su erección) Ni loco te dejo ir (La baja y le abre la bata con euforia, besando el torso de su novia, mientras le quita el sujetador y acaricia sus senos) Si no venías tú, iba a ir yo...
DANI: ¿Y por qué me recibiste serio? (Se dejaba besar por su novio)
ALEX: Porque no me gusta que pienses lo que no es... (Estaba agitado) Obviamente que quiero pasar la noche contigo, pero si no quisieras, no te forzaría...
DANI: Si te digo ahora que no, ¿pararías? (Nunca le iba a decir que no: ese hombre sabía lo que hacía y cómo lo hacía, la llevaba a perder la cabeza de placer, ni loca le iba a decir que parara)
ALEX: (Se detiene) Si no quieres, por supuesto. Si no lo disfrutamos los dos, no tiene sentido... (Se aleja unos pasos) Puedes irte a tu cuarto si eso pretendes...
DANI: ¿Quién dijo que pares? (Lo atrae otra vez hasta su cuerpo) Sólo era una pregunta (Lo besa desenfrenadamente, con ansias: ansias de ese hombre, de su piel, de sus besos) Si paras, dejo a Gabriel sin papá...
ALEX: (Se enloquece con ella, la deseaba más que antes de haberla poseído por primera vez: Daniela era adictiva) Menos mal, hermosa...

La lleva a la cama y le quita las pantys, besando desde los tobillos y hacia arriba, pasando por todo su cuerpo, acariciando cada poro, imaginando el momento de entrar en ella y explorarla, escucharla disfrutando, sintiendo como ella lo deseaba también. Se encuentran sus miradas y sus bocas y mientras sus labios se unían son suave majestuosidad, Alex se hundió en Daniela, gimiendo ambos el nombre de la persona tan amada...

Buscando la conexión de sus cuerpos, sincronizando cada movimiento con el afán de brindarle éxtasis en su máxima expresión y  perfección, Alejandro deshacía sus emociones, entregándoselas a Daniela, para llevarla a una cima nueva, a un sitio que ninguno de los dos conocía, porque ninguno de los dos había amado antes de esa manera, con esa intensidad ni esa entregaba que hoy compartían generosamente. Ella, intentado deliberadamente provocarle una euforia física, contraía su vientre cuando Alex entraba en su intimidad y luego, lo dilataba, para que él saliera y tomara envión, volviendo a entrar. Esta maniobra se repitió incesantemente hasta que el clímax invadió sus sentidos, dejándolos sumergidos en su sentir, uniéndolos, atándolos al otro…

Conservando la misma posición en la que habían llegado al cielo, o sea, arriba de Dani, Alex miraba a su novia, queriendo dejar sus manos entrelazadas. Se observaban, manteniendo un silencio que expresaba mucho más que las palabras que podrían decirse. Cuando el amor es grande, intenso, puro y verdadero, a veces, hablar está demás. Se acomodaron en la cama, abrazados y sólo atinaron a sonreír con vehemencia. En cierto instante, Daniela se dio cuenta que Alejandro la miraba con cierta malicia y le devolvió la mirada con suspicacia.

ALEX: ¿Qué pasa, Cosita? (Dani se mueve, sentándose frente a él, los dos seguían desnudos)
DANI: ¿Por qué me miras así?
ALEX: ¿Así cómo?
DANI: Como planeando algo...
ALEX: No estoy planeando nada, hermosa, sólo quiero preguntarte algo
DANI: Pues, pregunta, hermoso
ALEX: ¿Por qué me dijiste eso en el avión?
DANI: ¿Qué te dije?
ALEX: Que te traje para acostarme contigo
DANI: No lo decía en serio, no quería que supieras mis intenciones, pero si te incomodó o molestó, perdóname...
ALEX: Está bien, Dani, no hay problema. En el momento me disgustó, pero más por cómo lo dijiste que por otra cosa. Pensé que realmente creías eso y no quisiera que creyeras que lo nuestro es solamente sexo
DANI: Yo se que no es sólo sexo, amor (Se sube sobre él) Pero no está nada mal, ¿no? (Lo besa sonriendo)
ALEX: Es el mejor sexo que he tenido en toda mi vida y no por cómo termina, sino por todo lo que nos hace comenzar, Cosita. Sentirte temblando entre mis brazos, sentir cómo vibra mi cuerpo al recorrer el tuyo... El amor cobró una dimensión completamente nueva contigo, nunca amé así, Daniela. Nunca amé, de hecho...
DANI: Yo acabo de conocer el amor (Se entregaron nuevamente a sus instintos, recorriéndose mutuamente para nunca más olvidar sus cuerpos unidos)

A esa misma hora, en la isla, Andreína llegaba a casa de sus padres, quienes la recibían con alegría ya que la mujer llevaba meses de no pasar por allí.

CORA: (Sentados a la mesa, cenando) ¿Qué te has hecho estos meses, hija?
LUIS: Desde que volviste de Italia que no vienes, ¿todo bien, corazón?
ANDREÍNA: Si, todo bien, papá, estaba trabajando, ni modo de venir a verlos...
LUIS: Esa no es manera de contestar, hija. No es un reproche.
CORA: Sabemos que vienes cuando puedes, Andreína, sólo queremos saber si estás bien.
ANDREÍNA: Estoy bien, ¿no me ven?
LUIS: Porque te vemos es que te preguntamos y habla bien que nadie te está atacando...
ANDREÍNA: Lo siento, pa, pero es que tenido unas semanas agitadas, por eso vine a visitarlos, para relajarme
LUIS: (Le besa la frente) Bueno, hijita, para eso nos tienes a nosotros, para consentirte y apapacharte...
CORA: Y si la princesa quiere, su mamá le puede preparar su postre favorito...
ANDREÍNA: Gracias, mamá (Con todo el mundo era grosera y mal educada, pero a sus papás no los trataba mal, eran su talón de Aquiles, su punto débil)
CORA: Termina de cenar, mi cielo y te preparo un rico café y luego nos vamos a la sala para mimarte entre los dos...
LUIS: ¡Y a tomarnos un buen brandy!
ANDREÍNA: Nada de brandy, ya sabes lo que te dijo el doctor
LUIS: Bueno, te veo tomar a ti, jajajaja... ¿Ni un poquito, mujeres mías?
ANDREÍNA: No...
CORA: Ni una gota, Luis Ballesteros... Oye, muñeca, ¿las cosas con el viudo de Laura cómo están? ¿Te trata bien?
ANDREÍNA: Más o menos, ma, si estoy aquí es porque me suspendió de empleo y sueldo por 3 días
LUIS: ¿Y eso? ¿Por qué, Andreína, qué pasó?
ANDREÍNA: Pos una discusión que tuve con la fotógrafa de la empresa, porque ella llegó tarde, pero olvídenlo...
LUIS: Andreína, te voy a preguntar esto por enésima vez y espero que en esta ocasión, me respondas con la verdad... ¿Por qué dejaste aquel trabajo por este? Estabas muy bien allí...
ANDREÍNA: Porque estoy enamorada de Alejandro y ahora que mi prima no está, quiero conseguir que se enamore de mí...
LUIS: ¡Lo sabía! ¡Te lo dije, Cora! Desde que lo conociste que te gustó ese tipo y tu prima lo sabía también...
CORA: ¿Él siente lo mismo que tú, hija?
ANDREÍNA: No lo sé, ma, pero no voy a parar hasta que sea mío, eso se los juro...
CORA: (Se sienta junto a su hija) Mi amor, que eso que sientes, no se convierta en una obsesión, porque nada bueno resulta de algo así. Si va a ser amor del bueno, ve por él, pero si no te corresponde, busca quien si merezca a una mujer tan hermosa como tú...
ANDREÍNA: Tranquila, mamá, será para mí, se que él me ama, pero todavía no se ha dado cuenta...
LUIS: Prométenos que no harás ninguna locura, princesa. Eres todo lo que tenemos, Andreína, si algo llegara a pasarte, nos matarías a los dos...
ANDREÍNA: Se los prometo...

Ya era muy de madrugada y Gabo seguía despierto e hiperactivo. Ni Tami ni Sergio encontraban la manera de calmarlo y hacerlo dormir...

GABO: ¡¡Tío Toro, juguemos de nuevo a la play!!
TORO: ¿Otra vez, enano? Ya llevamos 50 partidas a la play, es hora de que te vayas a la cama...
GABO: ¡¡Pero no quierooooooooo!! No tengo sueño, tío, mejor vamos a tomar helado...
TORO: No, campeón, tienes que dormir. Si no duermes, ya sabes lo que nos va a hacer tu tía, ¿verdad?
TAMI: Matarlos... ¡A los dos!
GABO: Jajajaja, tío, ¡estás salado! Jajajaja...
TORO: Estamos, Gabriel, porque dijo los DOS, ¿vas a dejar que tu tía nos mate?
GABO: A mí no me va a matar, jajajaja, ¡a ti, si!
TAMI: Los voy a matar a los dos, a tí renacuajo por no dormirte y a tu tío, por darte coca cola por la noche...
GABO: ¡Agárrame, tía! (Muerto de risa, empieza a correr por toda la casa)TORO:
TAMI: Gabriel Alejandro, vuelve aquí ahora mismo o te juro que cojo la play y la tiro a la basura o se la regalo a los niños pobres...
GABO: (Se paró en seco y le sacó la lengua) ¡No me importa, le digo a mi papá que me compre otra!
TAMI: Yo me encargo que tu papá no te compre ninguna más y sabes que lo puedo hacer, ven aquí..
GABO: ¡¡¡UFAAAAAAAA!!!
TORO: Bueno, basta, Gabriel, obedece y a la cama...
GABO: Sólo si me prometes que mañana me llevas a jugar fútbol al parque...
TORO: No, señorito, las cosas no son así. Si usted se comporta, vamos a jugar al parque o a donde quieras, pero te lo tienes que ganas portándote bien.
GABO: Pero...
TORO: Nada, enano, las cosas como corresponden, ¿estamos? Has caso a tu tía y si sigues bien, mañana jugamos a lo que quieras...
GABO: Está bien, tío... (Va con Sergio y le da un besote) Buenas noches...
TAMI: Vamos, anda (Le da la mano, lo lleva a la habitación y lo acuesta) Buenas noches, renacuajo (Le besa la frente) sueña bonito..
GABO: Te amo, tía, perdón su te hice enojar...
TAMI: Yo te amo más, renacuajo y estás perdonado, pero no lo vuelvas a hacer, ¿si?
GABO: Eres como una mamá, tía. Haces conmigo todo lo que las mamás de mis amigos hacen con ellos.
TAMI: Porque te amo y además soy tu madrina, lo que quiere decir que como tu mamá no está contigo, yo tengo que ser tu mamá, cuidarte, protegerte, darte muchos besitos (Le da besos en la cara) Y regañarte cuando hace falta...
GABO: ¿Cuándo tengas hijos con tío Toro me vas a querer menos?
TAMI: Te voy a querer incluso más que ahora y tú vas a ser como un hermano mayor para ellos, serás su primo grande, el más fuerte y su ejemplo a seguir, yo no te voy a dejar de querer o querer menos nunca...
GABO: (La abraza fuerte) Gracias, tía... ¿Te quedas hasta que me duerma?
TAMI: Claro que si (Se acuesta con el niño hasta que se duerme, se levanta y va a la sala con su novio)
TORO: (La nota un poco rara) ¿Qué pasa, mi amor?
TAMI: (Se sienta a su lado) Pasa que amo a mi sobrino, no sabes lo que me dijo antes de dormirse, me dijo que yo era como una mamá para él
TORO: Es que lo eres, amor. Desde que nació no ha conocido otra madre que tú y lo haces muy bien, mejor que muchas madres biológicas que yo conozco y cuando tengamos uno nuestro, mmmm, serás igual de increíble que con Gabo.
TAMI: ¿Tú crees?
TORO: Lo creo tanto que pretendo llenarte de hijitos... ¡Seamos conejos!
TAMI: Jajajaja, tienes cada cosa, ¡jajajaja! Pero me gusta la idea de ser conejos
TORO: (La besa) A mi me gusta la idea de un hijo contigo, Tamara Valentina Zavala...


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