Capítulo 268

Alberto había buscado a Jadel por todos lados, pero no hubo caso y para variar, no respondía al celular. Josefina logró tranquilizarlo y el señor Villalta, no tuvo más remedio que esperar a que el menor de sus hijos se calmara. Por otro lado, Nau y Giselle, seguían en su idilio pre matrimonial, Bautista y Maru andaban cachondeando, como siempre y Tami y Tincho, pretendían tener una noche de acción, pero Sergio interrumpió apareciendo de sorpresa...

SERGIO: Perdón que venga así, a esta hora, Tami, ¿podemos hablar a solas?

MARTÍN: Ya capté, me voy a la alcoba

TAMI: ¿De qué quieres hablar?

SERGIO: De lo que tuvimos, Tami, necesito saber qué fue lo que hice mal

TAMI: No hiciste nada mal...

SERGIO: Algo tuve que hacer mal, Tamara, si no, no me hubieras dejado por él

TAMI: No hiciste nada, me di cuenta que el amor de mi vida es Martín...

SERGIO: ¿Y nunca me has extrañado? Mira, si te pregunto esto es porque estoy pensando en dar un paso muy grande y necesito entender lo que pasó entre nosotros para poder hacerlo

TAMI: Fuiste un gran hombre conmigo, pero con el regreso de Martín, me di cuenta que nunca te amé realmente, te quise mucho y te quiero, pero no te amo...

SERGIO: (La toma del rostro y la besa) Al menos se que amaste eso de mí. Gracias y adiós... (Se fue sonriendo, sin que Tami lo notara)

MARTÍN: ¿Y eso? ¿Qué fue, Tamara?

TAMI: Me besó...

MARTÍN: Si, lo vi

TAMI: Yo no lo besé, me cogió de imprevisto, no te enojes

MARTÍN: No me enojo, pero algo si te voy a decir y espero que me creas. Sergio busca algo y no es el bien de nuestra pareja, precisamente

TAMI: ¿Qué crees que busca?

MARTÍN: A ti. Quiere tenerte de nuevo y desde ya te aviso que lo vuelvo a ver y le rompo la cara, aunque te enojes.

TAMI: Nunca me va a tener, soy tuya, sólo tuya (Lo besa) Ahora vuelvo (Se va al baño y se pone un conjunto que había comprado en la tarde. Sale del baño) Espero que le guste (Va a la sala) Amor...

MARTÍN: (Se queda mirando como menso) ¿Eso es todo para mí?

TAMI: Todito...

MARTÍN: Ay, mi Dios, me encanta... (Se quita la ropa, quedando en calzones) Así estamos en igualdad de circunstancias

TAMI: Me encanta lo que veo...

MARTÍN: Y a mí, preciosa, ven...

TAMI: No puedo...

MARTÍN: ¿Por?

TAMI: Porque me voy a la cama... (Le manda un beso volado y se va contoneándose)

MARTÍN: (Va al humo al cuarto, pero cuando entra, Tami no estaba en la cama) ¿Dónde andas, Mocosa?

TAMI: (Cierra la puerta a sus espaldas y lo abraza por detrás, tocando y acariciando cada rincón del cuerpo de su esposo, mientras le besaba la espalda) Aquí…

MARTÍN: Qué niña pícara... (Se dejaba tocar)

TAMI: Tú me provocas... (Seguía tocándolo y besándole la espalda)

MARTÍN: Expláyate, amor, soy todito para ti

TAMI: Más te vale, amorcito... (Lo hace girar y besa los labios de Tincho) Te extrañaba...

MARTÍN: Y yo a ti, mucho, hermosa, muchísimo... (La alza y la lleva contra la pared) Empecemos aquí, ¿no?

TAMI: Donde quieras...

MARTÍN: Tan modosita ella... (Mientras la apresaba contra la pared, movía su pelvis, buscando excitar a su mujer) Hay alguien que se despertó

TAMI: Quiero que ese alguien me de guerra...

MARTÍN: (Con una de sus manos, tocaba la entrepierna de Tami) ¿Guerra? ¿Quieres guerra, Mocosa?

TAMI: Mucha guerra, me hace falta, te necesito, mi cuerpo te extraña...

MARTÍN: Te amo, Tami, quiero que me sientas ya... (Se libera, le corre la ropa interior a ella y la penetra) Mmm, si, amor...

TAMI: Te amo, nunca voy a dejar de amarte, pase lo que pase, siempre tuya...

MARTÍN: Me matarías si dejaras de serlo... (Comienza a moverse con rapidez, entrando y saliendo de su esposa) Eres toda mía, niña...

TAMI: Todita tuya y tu eres mío, sólo mío...

MARTÍN: Eso, mi amor, exactamente...

TAMI: No me dejes nunca, me muero sin ti...

MARTÍN: Nunca, ni loco... (La lleva a la cama y la acuesta, sin salir de ella) Quiero que sea salvaje, amor, necesito que sea así, me estoy muriendo

TAMI: Salvaje va a ser (Lo recuesta y se sube encima) Yo te voy a dar uno salvaje (Lo hace entrar en ella y empieza a moverse frenéticamente)

MARTÍN: Ay, mamá, si, así... (Le tenía agarrados los senos)

TAMI: Quiero que esta noche sea inolvidable para los dos...

MARTÍN: Todas las noches lo son, amor, siempre... (La voltea, tomándola de las piernas y volviendo a deslizarse en su interior, eufórico)

TAMI: Mmm... No recordaba esta euforia en ti (Lo besa) Me encanta...

MARTÍN: ¿Cómo que no? (Lo hacía cada vez con más potencia)

TAMI: No, nunca me lo habías hecho así...

MARTÍN: Muy mal de mi parte... (La vuelve a mover, poniéndola de costado, pero la intensidad, se mantenía) ¿Te gusta de esta manera?

TAMI: Me encanta de todas las formas, siempre y cuando, sea contigo....

MARTÍN: Lo mismo digo... (Siguió penetrando y cuando estaban cerca de la gloria, asumieron la postura del "misionero") Me matas, Tami, te amo

TAMI: Y yo a ti, niñito lindo... Más que a nada en el mundo...

MARTÍN: (Manteniendo las últimas embestidas, el orgasmo los envolvió de lleno) ¡Cómo extrañaba hacerte el amor, Mocosa! Gracias al cielo que te sientes bien...

TAMI: ¿Cómo no sentirme bien en tus brazos?

MARTÍN: Ahorita mismo, más que en mis brazos, vas a estar en mi boca, porque no pienso darte tregua... (Comenzó a bajar sus labios hasta llevarlos al sitio exacto)

TAMI: Oh, Dios...

Durante los días siguientes, Dani se ocupó de hacer los controles médicos a Jana. También quiso hablar con Jadel, pero el muchacho estaba cerradísimo, así que lo dejó por la paz, ya volvería a centrarse. Cuando los exámenes de su hija fueron realizados, le dijo a Alex que tenía que ver a alguien y salió aquella tarde, sin dar mayores explicaciones. Gracias a unos datos que le diera Diego, pudo dar con el lugar que buscaba. Se bajó del carro y llamó a la puerta. Cuando esta se abrió, la cara de la mujer que vivía allí, demostró que Daniela no era alguien a quien esperara encontrarse

LAURA: ¿Qué haces aquí?

DANI: Vengo a hablar contigo...

LAURA: ¿Y de qué, si se puede saber?

DANI: De mi hijo...

LAURA: Gabriel es mi hijo, no tuyo, por más que eso creas

DANI: Madre no es la que da a luz, es la que cría y Gabriel dejó de ser tu hijo el día que lo abandonaste y le hiciste creer a todo el mundo que estabas muerta

LAURA: ¿Sabes qué, Danielita? Tú y tu moralina barata, me aburren, ¿qué quieres?

DANI: Que dejes a mi familia en paz, que te desaparezcas de nuestras vidas...

LAURA: Eso no va a pasar, no te hagas ilusiones

DANI: Te juro por mi vida, Laura, que si me entero que le estás metiendo mentiras en la cabeza a mi hijo otra vez, te mato...

LAURA: (Se ríe) ¿Tú y qué asesino a sueldo? ¡Por Dios, Daniela! No hagas teatro. Se quién eres y no matas una mosca

DANI: Por mi familia soy capaz de matar y de muchas cosas peores. Te lo advierto, Laura, no te metas con los míos, porque no sabes quién soy yo...

LAURA: Es ahí donde te equivocas, se perfectamente quién eres: una pobre mustia que tuvo la suerte de enamorar a un idiota como mi ex marido... (Cuando Dani iba a abofetearla, alguien lo impidió)

DIEGO: No lo hagas, Dani, está loca no vale el esfuerzo

DANI: Suéltame...

DIEGO: (La suelta, pero se pone en medio de las dos) No hagas algo de lo que puedes arrepentirte, Daniela, ¿no ves que eso es lo que quiere esta mujer?

LAURA: ¡Ay, Chuchito! ¿Ahora eres buena gente o qué?

DIEGO: No soy un santo, pero tampoco soy como tú

DANI: Tienes razón, no vale la pena. Quedas advertida, Laurita, me entero de algo más y te mato, eso te lo juro (Salió de allí, sin decir nada más)

ALEX: (Llegaba al lugar) ¿Dani? ¿Qué pasó?

DANI: ¿Qué haces aquí?

ALEX: Diego me llamó y me dijo que ibas a venir a ver a la cosa esa... (La abraza) ¿Estás bien? ¿Te hizo algo?

DANI: Estoy bien, no te preocupes...

ALEX: ¿Por qué haces esto, amor?

DANI: Porque no me puedo estar quieta, viendo cómo esa mujer le hace daño a mi hijo y a mi familia...

ALEX: Mi amor, eso lo entiendo, pero no debes hacerlo sola. Si no querías decírmelo a mí, no se, le hubieras dicho a Sam o a tu hermano, a quien sea, pero, piensa en nuestro bebé. ¿Y si te hacía algo, hermosa? ¿Qué tengo que hacer yo si esa loca te lastima, eh? Amor, por favor, no vuelvas a arriesgarte así

DANI: Esto era un asunto que tenía que hacer sola y se defenderme, no soy ninguna blanca paloma, como todos creen...

ALEX: Dani, no pienso que seas una blanca paloma, conozco tu temple, tu carácter, pero esa gente está mal, no mide las consecuencias de lo que hace y podrían haberte dañado físicamente.

DANI: Nadie me va a hacer daño, como te digo, se defenderme y si Diego no me lo llega a impedir, le parto la cara...

ALEX: (Se ríe) Eres una fiera, ¿eh? Te amo, Cosita, sólo pienso en ti y en el bebé, en nuestro hijo, nada más...

DANI: Me parece bien, pero no me trates como si fuera débil

ALEX: No te trato como si fueras débil, ni cerca de eso. Quiero cuidarte y proteger a mi retoño, nada más. Se que eres fuerte, pero estás embarazada, mi amor, entiende que me preocupo.

DANI: Ya, vámonos...

ALEX: Si, mejor...

DIEGO: (Se acerca a ellos) Dani, hablé con Paula y cuando pase lo de la pequeña, no tiene problema en conocerte, pero pide que le respetes eso. Ahora en su cabeza, sólo está la salud de Sabrina

DANI: Lo entiendo, gracias por decírmelo. Vamos, amor...

ALEX: Gracias, Diego, adiós...

DIEGO: Adiós...

ALEX: ¿Estás en carro, amor?

DANI: Si...

ALEX: Mejor, porque yo vine en taxi.

DANI: Pues, vámonos de aquí

ALEX: (Llegan al auto y él toma el volante) ¿Qué pasó? Tienes un gesto terrible, Dani, ¿qué te dijo esa tipa?

DANI: Me dijo que no nos va a dejar tranquilos...

ALEX: ¿Eso dijo? No te preocupes, amor, se exactamente qué hacer con ella. Si quiere pelea, quédate tranquila, le vamos a dar un solo golpe, pero la vamos a noquear