Apenas recibió el mensaje de Dani, Alex se
bañó, se vistió muy bien y salió al encuentro de su novia. Al llegar, hubiera
querido subir, pero sabía que no era prudente, porque podría cruzarse a Jana,
así que hizo lo de siempre, mandarle un mensaje y esperar a que ella bajara. Y
también, como siempre, verla lo dejó mudo...
DANI: (Riendo) Alejandro, ¿estás bien?
ALEX: (Reaccionando) ¿Qué?
DANI: Que si estás bien.
ALEX: Si, si, lo siento, es que tu belleza
me abruma.
DANI: Ya, Alejandro, no me digas esas
cosas.
ALEX: ¿Por qué no? Es la verdad
DANI: Deja tus verdades y vamos a cenar (Se
dirigía hacia la otra parte del coche para entrar, pero Alex la cogió de brazo)
ALEX: ¿No me piensas dar un beso, amor?
La pareja se besa y se sube al carro. En el
camino hablaron más que nada de sus hijos, porque si se buscaban, no iban a
poner fin hasta saciar sus deseos y Alex quería cumplir con su promesa de
regalarle una noche maravillosa y eso incluía una cena romántica, un baile lento
y un paseo a la luz de la luna...
Al fin llegaron al Restaurante “El
Pomodoro”, un pequeño local gastronómico, situado a orillas del mar, con las
mesas distribuidas estratégicamente, para que todas quedaran alrededor de una
fuente en forma de cascada. Al fondo, había unos ventanales inmensos, que
dejaban pasar la luz de la luna y permitían apreciar cómo las olas rompían
contra las rocas, como dos amantes que se encuentran después de mucho tiempo.
Dani se quedó asombrada con lo hermoso que
era el restaurante, Alex se dio cuenta de su asombro.
ALEX: ¿Te gusta? (Mirándola)
DANI: Es precioso (Sonriendo y volviéndose
hacia él)
Alex dejó que siguiera mirando el
restaurante, mientras el daba su nombre al camarero para que los acompañara
hasta su mesa. Se acomodaron en sus sitios.
ALEX: ¿Quieres vino?
DANI: Sí, gracias.
ALEX: (Al camarero) Una botella de Pingus
2006 cuando pueda (Ahora, se dirigía a su hermosa acompañante) ¿Ya sabes lo que
vas a pedir?
DANI: Hay mucha variedad, pero creo que
pediré Spaghettis a la Carbonara.
ALEX: Buena elección.
El camarero les llevó la botella de vino y
más tarde la comida, mantenían una conversación amena, hablando de todo un
poco.
DANI: ¿De verdad hiciste eso?
ALEX: Sí, era muy joven y con ganas de
aventuras.
DANI: Todavía no me puedo creer que le
cogieras el coche a tu papá para echar una carrera con tus amigos.
ALEX: Pues sí y lo peor fue que lo choqué y
no sabes la que se me armó en mi casa.
DANI: Me imagino.
La velada transcurrió entre risas,
anécdotas y un suave baile, a la vista de todos. Alejandro tenía algo que hacía
a Dani sentirse tranquila y relajada. Alex, por su parte, estaba inquieto, esa
mujer lo estaba volviendo loco: todo dentro de él era puro fuego.
Terminaron de cenar y se fueron hacia el
coche, se subieron y emprendieron el camino de regreso, pero, en un punto, Alex
se desvió.
DANI: ¿A dónde vamos, amor?
ALEX: A ese lugar que mencioné la primera
vez que salimos, ¿recuerdas?
DANI: Si, ¿queda muy lejos?
ALEX: No, princesa, ya casi llegamos, ¿por?
¿Estás apurada? ¿Tienes que volver a tu casa? Te llevo, amor.
DANI: No, era por preguntar (Le manda un
beso volado)
ALEX: (Sonríe) Te va a encantar el sitio,
confía en mí
DANI: Confío en ti
ALEX: Y haces bien, hermosa...
Al cabo de un rato, llegaron a una pequeña playa
escondida entre dos macizos, desde donde no se apreciaban las luces de la
ciudad. La única luz que los alumbraba, era la de la luna llena. Desde la
playa, se veían las luminarias de la isla de enfrente, algo realmente hermoso.
Allí sólo se oía el sonido del mar: era un lugar mágico, para dejar volar la
imaginación.
Alex se bajó del coche y dio la vuelta para
ayudar a Dani a salir, le tendió la mano y la ayudó a bajar. Apenas pusieron un
pie en la arena, ella se tuvo que despojar de sus zapatos, dejándolos en el
coche. Estaba cerrando la puerta del automóvil, cuando sintió la mano de Alex
agarrada a la suya y tirando de ella, empujándola a caminar hacia la orilla. Se
sentaron mirando al horizonte, sin mediar palabras., hasta que Dani, por fin
habló.
DANI: Esto es hermoso.
ALEX: Si, realmente hermoso. Sobre todo si
se tiene una buena compañía (La miraba fijamente a los ojos, sin apartarse ni
desviar los de él)
Alex la siguió mirando y finalmente, le
estiró la mano para que ella la tomara.
ALEX: ¿Vamos?
DANI: ¿A dónde vamos ahora, amor?
ALEX: (Se pone de pie y la ayuda a hacer lo
mismo) Al cielo, hermosa, quiero que nunca olvides esta noche...
DANI: Vamos, precioso...
Caminan y llegan hasta el carro. En ese
momento, Daniela sonríe a su novio y Alex ya no puede resistirlo más. La atrapa
entre sus brazos y a fuerza de besos calientes y profundos, la va llevando
hasta que queda contra el carro
ALEX: No puedo soportar un segundo más,
Dani, voy a perder la cabeza por completo si no te hago el amor... (Sus besos y
sus manos recorrían a esa mujer con una excitación desbordada)
DANI: ¿Vas a perder la cabeza? (Él asiente
y ella le va quitando la chaqueta) ¿No tienes calor, amor?
ALEX: Mucho, me estoy quemando...
(Prosiguió besando y se inclinó un poco, para acariciar las piernas de Daniela
y alzarla de modo que ella lo envolviera con sus extremidades) No sabes lo que
he soñado con hacerte mía una y otra vez... ¿Tú tienes calor?
DANI: Muchísimo (Le aflojó la corbata y abrió
unos pocos botones de la camisa) Me estoy quemando por dentro (Besó el pecho de
su novio, deleitándose con el sabor de la piel de Alejandro)
ALEX: (Se retiró sólo un poco, dejando a
Dani de pie, para que ella pudiera besarlo con comodidad y mientras ella lo
saboreaba, él la miraba, incendiándose) Eres un delirio, Dani... (Se miraron y
de nuevo él la llevó contra el carro)
La mujer se acercó un poco más al hombre y
se frotó contra su cuerpo. Deseaba que se rozaran por todas partes. Sentía los
senos henchidos. Quería que él se los tocara, allí y entre las piernas, donde
la necesidad era más intensa.
Alex lanzó un juramento en voz baja y la
agarró por las caderas para unirla más a él. Tenía una potente erección. Al
notarlo, Dani se excitó aún más. Cerró los labios para aprisionarle la lengua y
sorbió suavemente.
Cuando lo soltó, Alex se apartó lo
suficiente para poder besarle la mandíbula y luego el cuello. Las sensaciones
le pusieron la piel de gallina y las piernas empezaron a temblarle. Si no
hubiera estado abrazada a él, la necesidad que sintió en aquellos momentos,
habría hecho que se desmoronara a la arena.
Sin dejar de besarlo, agarró la camisa que
él llevaba puesta y se la sacó de los pantalones. Acariciándole el labio
inferior con la lengua, le deslizó las manos por debajo de la camisa y le tocó
el vientre y el torso. Alex la reclamó con un beso tan profundo que Dani pensó
que se iba a perder para siempre. La estrechó con fuerza contra su cuerpo, de
manera que las manos de ella quedaron atrapadas entre ambos. No importó, porque
la lengua de Alex no dejaba de acariciar la suya. Inmediatamente, sintió que se
le hacía un nudo en el estómago. Entre las piernas, sintió calor y humedad; su
cuerpo deseaba explotar. Hizo girar las caderas, haciéndose entrar en contacto
con la erección. El deseo se hizo más caliente y acelerado.
Alex se apartó un poco y bajó la cabeza para poder besarle el cuello. Se detuvo
un instante en el punto sensible de debajo de la oreja y empezó a
mordisqueársela y a lamérsela, hasta que el cuerpo de Dani vibró de deseo.
Entonces, pasando su mano por la espalda de ella, le bajó la cremallera del
vestido, dejando que este, cayera a la arena.
Jana ya estaba dormida y Sam leía tranquilamente,
sentada en el sillón de la sala, mientras escuchaba música suave. De repente,
sonó su celular y al ver quién llamaba, dudó en responder o no. Finalmente, se
decidió a hacerlo, al fin que el que nada debe, nada teme…
SAM: ¿Si? ¿Quién es?
ANDRÉS: Sabes bien que soy yo, Sam, no estés a la
defensiva que no llamo para pelear
SAM: Entonces, ¿para qué llamas?
ANDRÉS: Para entender por qué hiciste eso y para
disculparme por lo que hice yo...
SAM: Sólo te pagué con tu moneda, ¿te molestó? Pues,
te fastidias, y según tú, ¿qué hiciste?
ANDRÉS: Hablarte bonito, querer conquistarte... Lo
hice por la razón correcta, pero con las armas equivocadas, lo siento.
SAM: ¿La razón correcta?
ANDRÉS: Mira, Sam, no estoy acostumbrado a ser
sincero y ayer, Alex me dijo algunas cosas que me pusieron a pensar y hoy,
encima, discutí fuerte con él, tanto que me corrió de su oficina y cuando tu
mejor amigo, tu hermano de la vida, reacciona así, una alarma empieza a
sonarte, ¿sabes?
SAM: ¿Y eso qué tiene que ver conmigo?
ANDRÉS: Todo. El asunto fue por lo que pasó contigo.
No te lo quiero echar en cara, sino que quiero explicarte el porqué de esta
llamada
QUIEROOOOOOOOO MÁSSSSSSSSSSSSSS!!!!!!!!! Llega a aprecerse Mau en esa playa y mataré gente a mansalvaaaaaaaaaa!!!
ResponderEliminarQuiero otroo!!!! joixqwdasmwoqs es genial!!!
ResponderEliminarMaru, te apoyo, matamos a Mau si se aparece, carajo!!!!!!!!! MAAAAAAASSSSSSS!!!
ResponderEliminarWow el que sigue.. por Dios... esta de infarto!!!
ResponderEliminarUffffffffffffffff
ResponderEliminarINFARTANTEEE:D
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