miércoles, 27 de febrero de 2013

Capítulo 094


El lugar donde se instalaría la radio era ideal. Espacioso, con los cuartos armados estratégicamente y ubicado en una zona de la ciudad bien céntrica. Bautista y Maru estaban encantados con el piso. Después de señarlo, Titán invitó a la muchacha a dar una vuelta. Iban de la mano, entrelazando los dedos, como un par de novios...

BAUTISTA: ¿A dónde te apetece ir, bonita?
MARU: Mmmm... Una cama me parecería ideal, Doroteo, pero podríamos ir a alguna casa de electrónica a ver los equipos para la radio...
BAUTISTA: Vamos, pues (le da un beso) Pero la cama me parecía muy buena idea (la vuelve a besar)
MARU: (Se le cuelga del cuello y lo besa mucho) Ya decía yo que con usted, la fiesta iba a ser larga e intensa, como todo contigo... (Le roza su zona de placer)
BAUTISTA: Uffff, bonita, no vuelvas a hacer eso si no quieres que te lo haga aquí mismo (la besa) Vamos...
MARU: (Lo mira con mucha picardía) Usted no sabe con quién se ha enredado, don Zavala...

Maru lo jala de la mano y siguen caminando. En un momento, ella se aparta de él, para ver algo en una vidriera, cuando lo escucha decir un nombre. Al voltear, lo ve observando fijamente a una mujer. No hacía falta pensar o saber demasiado como para imaginar de quién se trataba

BAUTISTA: ¿Amanda? No, no puede ser ella...
MARU: (Le habla seriamente) Ve y dile todo lo que tienes atragantado, Bautista, no te guardes nada, esa tipa se merece que le cantes sus verdades... Aquí te voy a esperar yo, chocolate, ¡DALE DURO POR ZORRA!
BAUTISTA: (Se acerca a la mujer) ¿Amanda?
AMANDA: (Se gira) ¿Bautista? ¿Qué haces aquí, fracasado?
BAUTISTA: Soy de aquí, ¿tú que haces en la isla? Te hacía en Milán, con Gilberto, ¿ya lo engañaste a él también?
AMANDA: No, lo dejé y estoy aquí de vacaciones. Pensé que estarías en México
BAUTISTA: Pues pensaste muy mal. Por desgracia, no has cambiado, sigues siendo la misma descarada de siempre...
AMANDA: Descarada que te manejó a su antojo, por la que dabas la vida y que nunca te amó, Bautista. Eras y serás siempre un pobre diablo con dinero, sin oficio y con el único beneficio de tener una billetera gorda...
MARU: (Había escuchado todo y le hirvió la sangre. Fue y agarró a Bautista, besándolo como desesperada) Amor, vamos de una vez, quiero que me hagas gritar como siempre, esposito, quiero que me hagas el amor como la bestia semental que eres... (Mirando a Amanda) Perdón, no sabía que hablabas con esta anciana... ¿Es tu tía Coca? ¿La que no vino a la boda, Chocolatito? ¡¡No sabes lo que te perdiste, tía!! Mi padre nos regaló la fiesta en un yate y de ahí, directo a pasar la luna de miel a las Islas Griegas... (Le sonrió con todo el cinismo)
BAUTISTA: (Se quedó mirando a Maru, perplejo) Si, amor, vamos, no tengo nada más que hablar con la tía Coca...
AMANDA: ¿Te casaste? Y no soy ninguna tía Coca, niña, soy Amanda...
MARU: ¿Amanda, la ex de mi marido?
AMANDA: La misma...
MARU: (La abraza) ¡¡GRACIAS!! Agradezco a Dios por ti, por tu estupidez y por tu cerebro sin estrenar. Si no hubieras sido tan estúpida como para perder a este hombre maravilloso, hoy no sería mi esposo. Sin saberlo, me hiciste la mujer más feliz del mundo (le habla al oído) No menos de cuatro orgasmos por sesión... ¡¡Gracias, Amanda, te voy a hacer un monumento!! (A Titán) Vamos, amor, ya tengo ganas de ti, bueno, siempre tengo ganas de ti... (Lo jala de la mano y dejan a la tipa muda)
BAUTISTA: (Sonriendo) Estás loca, bonita
MARU: (Lo mira como regañándolo) ¡Dios, Chocolate! Eso fue lo primero que te dije de mí... (Echa una carcajada) ¡Le dimos en el hígado a esa idiota! ¿Le viste la cara? Yo no te hubiera dejado escapar. Digo, tener un hombre como tú, viviendo para mí... Yo viviría para ti, Doroteo, si existiera el amor entre nosotros, no te largo más...
BAUTISTA: (La para, la alza y la besa) Te adoro, loca bonita...
MARU: ¿Me adoras? Hace una semana que nos conocemos y me adoras, mmmmm... (Le da un beso en la mejilla) Tengo que cambiar eso, a esta altura, ya deberías estar loco tú, pero por mí...
BAUTISTA: Jajajaja, no me gustan los besos en la mejilla, loca bonita y menos de locas hermosas...
MARU: Creo que mi primo tiene razón: mi prima enamorada de tu primo como jamás lo ha estado y yo, creo que podría ser tu "lo que sea" toda mi vida...
BAUTISTA: Seamos lo que sea, toda la vida (la besa apasionadamente) ¿Qué te parece si primero hacemos el amor y después vamos a mirar los equipos de sonido? (Le sonríe y le mordisquea el labio inferior, aún no la había bajado)
MARU: ¿Tu casa y tu cama o tu casa y tu cama? Porque en casa de Dani, no se va a poder y aún no encuentro un departamento para mí...
BAUTISTA: Mi casa y cualquier rincón de mi casa...
MARU: Estás tardando en llevarme, Chocolate...

El día de pesca había resultado magnífico y aunque Daniela y Jana ni se asomaban a intentarlo, se divertían de ver a los tres "profesionales" tratando de atrapar algo. El gran ganador, venía siendo Gabo que, al menos, pescaba mojarritas, porque lo que eran los dos adultos, sólo atrapaban las lombrices para ponerlas en el anzuelo. A la hora de la cena, que tuvieron que ir a comprar a un negocio cercano a la cabaña donde estaban pasándola, la charla en la mesa era muy amena. Después de eso, se sentaron los cinco junto al fuego, ya que había refrescado un poco y Sergio contaba cuentos a los niños. Cuentos que inventaba a medida que hablaba y que los pequeños encontraban fascinantes y de los cuales, se reían a carcajadas. Unas cuantas historias más tarde, Gabo y Jana estaban dormidísimos y el Toro ofreció a la pareja quedarse con ellos para que Alex y Dani pudieran estar un poco solos. Entusiasmados con la idea, los dos salieron y caminaron a orillas del lago, de la mano, conversando...

ALEX: ¡Cómo refrescó! No debería hacer tanto frío...
DANI: ¿Por qué? Se acerca el invierno, amor...
ALEX: Pues, no debería... El otoño no me ayuda con mis planes...
DANI: (Lo mira) ¿Qué planes?
ALEX: Planeaba llevarte a lo oscurito y hacerte cositas, Cosita, pero con este fresquete, no se va a poder...
DANI: Jajajaja... ¿Sólo piensas en hacerme cositas, Cosito?
ALEX: Mmmm... Pienso en muchas cosas, ya te lo dije, pienso en todo, pero la idea de hacerte el amor, siempre está presente... ¿Qué te digo? Soy un hombre sano, de treinta años, enamorado de su mujer, convencido que es la más hermosa del planeta y no sólo por fuera, sino por dentro y eso, Dani, es lo que más me hace desearte. (Se sientan sobre una manta que habían llevado, Dani primero y luego, por detrás, Alex la abraza)
DANI: (Le da un beso) Hazme un pequeño masaje, por favor...
ALEX: Claro que si, hermosa... (La toma por los hombros y masajea) ¿Ahí está bien? Estás muy contracturada, amor...
DANI: Lo se, esta semana no ha sido nada fácil en Frama... Mmmm, ¡qué bueno!
ALEX: ¿Por qué no ha sido fácil? ¿Pasó algo que no sepa? (Se da cuenta dónde le duele más y enfoca su labor allí)
DANI: Mmmm... Ahí está perfecto. No, amor, no ha pasado nada, pero esto de ser jefa de departamento no es fácil y menos si es mi segunda semana...
ALEX: Será cuestión de tiempo, amor, una vez que te adaptes, vas a ser la mejor jefa de todas las jefas y jefes, Mejor que yo, incluso. Eres más despierta, tienes más visión y tus perspectivas son muy amplias... (Baja el masaje a la cintura)
DANI: Mejor que tú, no, pero igual, si (se gira sonriendo y lo besa)
ALEX: (Le da otro beso) Si, serás mejor. A mí me sacas de mi zona de confort y me pierdo, en cambio tú, le encuentras la vuelta en un segundo. Eso se me hace tan admirable... (Vuelve a masajear los hombros y el cuello) Tienes un talento nato, hermosa, se que podrías manejar hasta mi área, pero si yo tuviera que administrar la tuya, estaría más frito que una papa... ¡Frita!
DANI: Jajajaja, bobo... Alex, ¿puedo hacerte una pregunta?
ALEX: Las que quieras, Cosita
DANI: Si Laura no hubiera muerto, ¿aún seguirías con ella?
ALEX: (Contesta con seguridad) No. Las cosas estaban muy mal, sólo lo seguíamos intentando por Gabriel, pero no había amor, Dani, tarde o temprano, nos hubiéramos separado. Si es difícil mantener una pareja cuando se ama, mantenerla sin amor, es imposible. Todo iba a terminarse, los dos lo sabíamos y por eso te digo que creo que ella se embarazó por la razón equivocada
DANI: Te amo, Cosito (se gira y lo besa) Te amo (mientras se besaban, ella iba haciendo que Alex se tumbara del todo en la manta)
ALEX: (Se dejaba acostar y la acariciaba) Y yo te amo a ti, Dani.
DANI: Ale... (Terminan los dos recostados, ella encima de él, moviendo sus caderas y besando lenta y sensualmente a su novio)
ALEX: Hermosa, me vas a contracturar tú a mí... (La toma de la cintura y la presiona contra él) ¿Me vas a masajear? (Sin saber si lo harían o no, la siguió besando)
DANI: No, conozco una forma mejor de relajar los músculos...
ALEX: ¿A ver?
DANI: (Lo hace levantar, quedando los dos sentados. Ella sobre él, mirándolo a los ojos) Es muy fácil de adivinar (le quita la camisa y le besa los hombros y el cuello) ¿Tienes frío?
ALEX: Ahora, no... (Mantenía el contacto visual, pero no hacía nada, le encantaba que ella lo buscara, lo provocara)
DANI: Perfecto (Se movía excitándolo, besándole el cuello, los hombros, los labios)
ALEX: (Se moría de frío por fuera, pero por dentro, el fuego lo consumía) Amo que seas así de seductora, de cachonda, hazme lo que tus fantasías te dicten, mi amor...


Capítulo 093


Giselle seguía en cama, pero bastante más repuesta. En cuanto los medicamentos empezaron a hacer efecto, su ánimo dio un giro completo y hasta sentía cierto apetito. Se levantó de la cama, se vistió y fue a la cocina. Allí encontró a Maru y a Bautista riéndose de Dios sabrá qué cosa...

GISELLE: Buenas tardes, niños
MARU: Hola, muñeca, ¿te sientes mejor?
GISELLE: Si, un poco mejor, gracias (sonríe)
BAUTISTA: ¿Quieres almorzar algo sanito? Pedimos comida y Maru creyó que podrías tener hambre, así que te pedimos un... ¿Cómo es que se llama esto?
MARU: Jajajaja, ¿memoria para lo que te conviene, Chocolatito? Es una cazuela de verduras grillé. Está dentro de la dieta que te mandaron y toma, niña Gertrudis, aquí tiene su pastilla... (Le da un vaso con agua y la píldora) Ya iba a despertarte para que la tomaras
GISELLE: (Coge la pastilla y el agua y se la toma) ¿Cómo durmieron?
LOS DOS: (Se miran) Uff...
MARU: Mejor, imposible... Gise, ¿crees que puedas quedarte sola un rato? Si te sientes bien, claro
GISELLE: Claro, Dorotea, ve tranquila, no me va a pasar nada. Además, me siento mejor...
MARU: No me digas "Dorotea", mensa, esa es mi manera de insultar...
BAUTISTA: (Haciendo gesto raro) ¿"Dorotea" es un insulto?
MARU: Para ella, si. Cuanto más feo el nombre, es más grande mi molestia...
BAUTISTA: (La jala y la sienta en su regazo) ¿Y a mí que me quieres decir cuando me dices "Doroteo"?
MARU: Es un poco vulgar la respuesta...
GISELLE: Jajajaja, de ella, te puedes esperar lo que sea, jajajaja
BAUTISTA: Quiero saberlo...
MARU: (Pone su voz de locutora) Está bien, pero si después de esto, ya no me pelas, te voy a acechar en serio... Doroteo, estás tan bueno, que me meo...
BAUTISTA: Jajajaja (La besa) Llámame "Doroteo" cuando quieras, jajajaja
MARU: Mmmm... Doroteo...
GISELLE: (Los miraba y se los veía tan bien juntos, eran como exactos) Bueno, par de lo que sea que son, me voy a comer al cuarto, porque estoy agotada...
MARU: Eso es porque no has comido... (Escuchan abrirse la puerta del departamento)
NAU: ¿Maru? (Entra Bianca detrás)
MARU: (Saliendo de la cocina) ¡¡Primito!! ¿Quién es ella?
NAU: Es Bianca, mi novia...
MARU: Ah, ¡primita! Mucho gusto
BIANCA: Gracias...
NAU: Pasé a ver cómo sigue Giselle, me dijo Dani que no se sentía bien y quise saber cómo estaba
GISELLE: (Apareciendo) Bien, Nau, gracias... (Se va al cuarto)
BIANCA: ¿Ya nos podemos ir?
NAU: Espera (Mira a Maru) ¿Primita le puedes ofrecer algo a Bianca?:
MARU: Si, claro, ven, Bianca, vamos a la cocina... (Se la lleva)
BAUTISTA: (Viéndolas entrar) Hola...
BIANCA: Hola...
MARU: Él es Doroteo, un amigo. Ella es Bianca, la novia de mi primo Nau...
BAUTISTA: (Se ríe por la presentación) Los amigos me dicen Teo...
NAU: (Mientras ellos estaban en la cocina, fue al cuarto y tocó la puerta) ¿Se puede?
GISELLE: Si, claro, pasa, es la casa de tu hermana, ¿no?
NAU: ¿Cómo estás? ¿Cómo te encuentras?
GISELLE: Mejor, gracias. Maru ha estado al pendiente, me hace tomar mis medicinas y ya ves (le muestra el plato) Hasta me pidió comida sana... No hace falta que estés aquí, seguramente tu novia quiere ir a dar un paseo, es sábado...
NAU: Si hace falta, ¿qué te pasa? ¿Por qué me hablas así?
GISELLE: Sólo no quiero que tengas problemas, le vi la cara a tu chica y no quiere estar aquí... (Entra Maru)
MARU: Nau, tu novia va a salir volando por la ventana cuando la tire...
NAU: ¿Por?
MARU: Porque está enchinchando con que se quiere ir y dos minutos con ella diciendo "Ay, tipo que es una nacada enfermarse por el agua, ¿no?" Es mucho más de lo que puedo tolerar. (Entra Bautista)
BAUTISTA: Perdón... (Saluda) Hola, soy un amigo de las muchachas y te buscan en la cocina...
NAU: Ya voy y tú, Giselle, no te preocupes por mí, yo arreglo mis cosas. (Se levanta, enojado y sale)
MARU: "Tipo que le van a dar una nalgada a la mensa"...
GISELLE: ¡¡Jajajaja!! No me hagas reír, María Clarisa, jajajaja...
NAU: (Yendo a la cocina) Mira, Bianca, si te quieres ir, hazlo, yo me quedo aquí...
BIANCA: ¡Ay, por Dios, bebé! O sea, es sábado y estamos aquí metidos viendo a una naca que se enferma por beber agua. Mis amigos nos están esperando...
NAU: ¡Pues, vete con tus amigos! Yo me quedo aquí... Y no vuelvas a decirle naca a Giselle, Bianca, la respetas...
BIANCA: ¿Por qué? ¿Te gusta? ¿Por eso defiendes a esa... esa mujercita?
NAU: (Se enoja) Es amiga de mi hermana y aunque no hemos hablado mucho, me cae bien y si, me gusta, es inteligente, simpática y respetuosa, no como tú... Mira, mejor vete con tus amigos y ya ni vuelvas a buscarme... (La imita) O sea, es el final...
BIANCA: O sea, bebé, ¿cómo me haces esto? ¿Estás seguro? Porque si salgo por esa puerta, o sea no vuelvo...
MARU: (Asomada a la puerta de la recámara) ¡¡ASHHH!! No se escucha nada, carancho
BAUTISTA: Deja eso, Ninfa mía, no seas chismosa...
MARU: (Lo mira) ¡Jum! No te hagas el maduro porque "Doroteo" va a significar lo mismo para ambos...
BAUTISTA: Siendo así... (Se pone junto a ella) No, no se escucha nada...
GISELLE: ¡Ya! Par de metiches... Dios los cría y el viento los amontona...
NAU: (En la cocina) Se perfectamente que si te vas no vuelves, pero eso va a ser porque no vas a saber cómo llegar...
BIANCA: ¿Me estás llamando tonta? O sea, ¿a mí? (Le da una cachetada) Esto es lo último, o sea, eres un naco igual que todos los de tu familia. Me voy, buena suerte, bebé, no vas a encontrar una mejor que yo (Sale de la cocina y se va)
NAU: (Sobándose la mejilla, la deja ir) Si no fueras tan buena en la cama, mamacita, te habría cortado hace tanto tiempo... Pero mis hormonas, me ganaban... En fin... (Sale de la cocina y al ver la puerta del cuarto de Giselle, pesca a su prima y a Bautista viendo hacia afuera) ¿Buscan algo?
MARU: Si, niño, el chisme... ¿Qué pasó?
NAU: (Volviendo a la alcoba) La corté y me dio un sopapo...
MARU: ¡Maldita loca! La voy a desgreñar, ¡¡CARANCHO!! (Sale)
NAU: (Sale detrás de su prima) Ey, párate ahí, no vale la pena...
MARU: Nauzet, la única que te abofetea, soy yo...
BAUTISTA: Bonita, déjala por la paz y ven conmigo... A propósito, yo soy Bautista Zavala, amigo de tu prima
NAU: ¿Zavala?
MARU: Primo de Alejandro
NAU: (Lo mira) ¿Qué tienen los Zavala con las mujeres de mi familia? (Se ríe) Mucho gusto, soy Nau, el hermano menor de Daniela... Voy a ver a la enfermita
MARU: ¿Te quedas con ella? Nosotros tenemos que salir
NAU: Si, claro, vayan tranquilos que no me despego del lado de Giselle
MARU: A saludarla, pues...
NAU: (Maru y Bautista se visten y se van a ver lo del estudio, mientras Nau entra al cuarto con Giselle) ¿Cómo sigues? ¿Necesitas algo?

Nau y Giselle se habían cruzado varias veces en ese mismo departamento y fuera mucho o poco, siempre algo conversaban…

GISELLE: (Había acabado de comer) No, gracias... ¿Por qué terminaste con ella? Perdón que sea tan directa, pero te veías tan embobado con tu novia...
NAU: Esa es la palabra, "embobado", pero no enamorado y ya le había permitido mucho, pero me colmó el vaso y llegó la hora de terminar con esta tortura (Ve el plato vacío) Ey, te lo comiste todo, ¿tienes ganas de vomitar o algo?
GISELLE: No, para nada, me hacía falta comer. ¿Entonces no estás triste?
NAU: ¿Me ves triste?
GISELLE: (Sonríe) No, de hecho, hasta me pareces más contento...
NAU: Es que lo estoy (Sonríe) ¿Tienes sueño? Si es así, me voy a la sala y te dejo descansar...
GISELLE: Estoy un poco cansada, pero me agrada hablar contigo. Cuéntame de tus estudios, estabas un poco fastidioso con eso el otro día, ¿mejoró algo?
NAU: Si, sólo me quedan dos asignaturas para recibirme, estoy en la etapa final y lo del otro día, está solucionado...
GISELLE: Me alegro... (Se mueve un poco y hace gesto de dolor) La espalda me está matando, tantos días en cama y ya parezco una viejita quejumbrosa...
NAU: Vamos, caminemos un poco por la casa, yo te ayudo...
GISELLE: (Él la ayuda a ponerse de pie y la aferra por la cintura, cosa que la pone nerviosa) Mejor no, gracias...
NAU: ¿Por qué no? Vamos (No la suelta y la hace caminar) Tienes que caminar, muñeca, si no te va a doler más la espalda...
GISELLE: (Sintió el perfume de Nau y le encantó) No quiero darte molestias, Nau, la verdad que desde que llegué, no doy pie con bola...
NAU: No son molestias, pero ¿por qué dices eso?
GISELLE: Nada, déjalo, cosas mías (Había tenido problemas con su familia y no se lo había contado a nadie. Se mareó) Espera, por favor...
NAU: (La aferra contra él para que no se caiga y se quedan muy pegados) ¿Qué pasó?
GISELLE: (Estaban boca a boca, casi besándose) No me siento bien, estoy mareada...
NAU: Se acabó el "paseo", pues (La carga y la recuesta en la cama) Duerme un poco, yo voy a estar en la sala por si quieres algo... (Le besa la mejilla)
GISELLE: (Lo toma de la mano) No, quédate conmigo, por favor, nunca me sentí así y no quiero estar sola
NAU: (Le sonríe) Está bien, aquí me quedo (No le había soltado la mano y se la besó)
GISELLE: Gracias... (Le hace lugar para que se siente en la cama) Aquí vas a estar más cómodo...
NAU: (Se sienta en la cama) Gracias...
GISELLE: (Se acomoda) Gracias a ti, si hasta terminaste con tu novia por haber venido a verme... (Se comienza a quedar dormida)
NAU: Por eso no te preocupes (Nota que se está durmiendo) Duerme, muñeca (Le da un beso en la mejilla, cerca de los labios, ya que Giselle se movió un poco sin querer) Descansa...
GISELLE: Mmmm... Ajá... (Se duerme rápidamente y Nau termina por dormirse un par de minutos después)


Capítulo 092


Bautista deseaba demasiado a Maru y sus palabras, le sonaron a vía libre para saciar sus deseos de esa mujer que lo tenía encantado…

BAUTISTA: (La besa lentamente y va posando su mano en la cintura de ella) Mmmm, qué bien hueles...
MARU: Huelo a perfume robado...
BAUTISTA: ¿A quién se lo robaste? (Le besa el cuello)
MARU: A mi prima... (Se mordía los labios, Bautista la enloqueció desde la primera vez que lo vio)
BAUTISTA: Ahora entiendo la obsesión de mi primo, jajajaja (De su cuello, fue a su boca y pasó su mano por detrás de la espalda, para juntarla más a él)
MARU: (Lo rodeó con sus brazos, reclamando más) Me encanta cómo besas...
BAUTISTA: Un punto a mi favor (Sonrió y la fue tumbando un poco, volvió a su cuello)
MARU: Cada beso es un punto a tu favor...
BAUTISTA: Quiero muchos puntos (Le acariciaba el cuerpo, mientras la besaba) ¿Por qué eres tan deliciosa?
MARU: No preguntes, niño, sólo disfruta...
GISELLE: (Se escucha desde el cuarto) ¡¡MARUUU!!
MARU: Espérame aquí, no vayas a moverte... (Se levanta y va al cuarto)
GISELLE: Maru, ¿dónde estás?
MARU: (Entrando, agitada) ¡Aquí, Eduviges! ¿Qué pasa? ¿Te sigues sintiendo mal?
GISELLE: Mal no, desorientada y con la boca seca... (La mira) ¿Qué te pasa? Estás rara
MARU: Ehhhh... (Le habla en secreto) Está Bautista y andaba anotándose unos buenos puntos a su favor... ¿Te busco agua o prefieres intentar cenar algo?
GISELLE: Sólo necesito agua y ve a agenciarte al viajero (Sonríe)
MARU: Ya te traigo, jajajaja... (Vuelve a la sala, pero no ve a Bautista) ¿Dónde se metió?
BAUTISTA: (Maru entra en la cocina y Bautista la agarra por detrás y le besa el cuello) ¿Qué quería tu amiga? ¿Se encuentra bien?
MARU: (Se deja besar) Si, sólo quiere un poco de agua... (Se gira y le aleja un poco) Dame un momento, guapo, porque si no, Gertrudis se va a morir de sed...
BAUTISTA: (La atrae, la besa y la suelta) Ve a llevarle el agua...
MARU: Mmmmm... (Llena la jarra de agua y antes de dejar la cocina, lo besa)
GISELLE: (Maru entra con el agua) Gracias amiga, estaba seca...
MARU: No hay problema, Gertrudis. Es agua mineral, esa no te va a hacer mal... ¿Segura que no quieres intentar cenar?
GISELLE: No, no creo que pueda (bebe agua) Ve a cenar tú, que la cena se enfría, jajajaja, yo voy a seguir durmiendo...
MARU: Jajajaja, yo me encargo que no se enfríe, Gise... No dejes de llamarme si necesitas algo, eh...
GISELLE: Ve tranquila y no hagas mucho ruido...
MARU: Mmmm... Por las dudas, ponte audífonos, jajajaja...
GISELLE: Jajajaja, mensa, ve, anda
MARU: (Le da la mano y un besote en el cachete) Descansa, burra... (Sale)
BAUTISTA: (Maru llega a la sala y Bautista estaba sentado en el sillón) Hola, guapa, ¿estás sola?
MARU: (Le sonríe, pero no se acerca) Por tu culpa...
BAUTISTA: ¿Por mi culpa?
MARU: Si, estás ahí, sentado...
BAUTISTA: (Se levanta rápido y va hacia ella, la besa, la acaricia y empieza a caminar hacia atrás, hasta pegarla a la pared) Ya no estás sola…
MARU: Menos mal... (Se dejaba hacer lo que él quisiera, Bautista despertaba sus instintos más bajos) ¿En todo eres así de lanzado, bonito?
BAUTISTA: Para lo que quieras, bonita (La sube y ella pasa los pies por su cintura) Me fascinas, Maru (La tocaba por todos lados y la besaba también, por todos lados)
MARU: Y tú a mí, desde que te vi...
BAUTISTA: ¿Ah, sí? ¿Por eso rompiste la bolsa? (Le sonríe y se apodera de su boca)
MARU: No, la bolsa se rompió sola (le quita la camisa) Fue una bolsa muy inteligente...
BAUTISTA: Una oveja negra, junto a otra oveja negra (Le muerde el labio y mete sus manos por debajo de la camisa de ella, acariciando la piel de esa mujer que lo volvía loco)
MARU: Las ovejas negras somos quienes le damos sentido a todo, hermoso... (Le quita la camisa del todo y acaricia el bien formado abdomen) ¡Tienes que estar bromeando! Pareces una tableta de chocolate, Bautista...
BAUTISTA: ¡¡¡Jajajaja!!! Es toda tuya...
MARU: (Se baja de él y lo lleva al sillón, donde se le sienta encima) Esas palabras, me agradan... (Lo besa en la boca y va bajando hasta llegar al chocolate) Exquisito...
BAUTISTA: (Le empieza a subir la camisa) Quiero saber que tienes para mí (la besa) ¿Tienes algo para mí?
MARU: Todo lo que quieras, Chocolatito
BAUTISTA: (Le termina de quitar la camisa) ¡Oh, Dios mío, qué cuerpo te gastas, mujer! ¿Todo eso es tuyo?
MARU: No, una parte se la robe a Manfred, de "La era de hielo"... ¡Obvio si, Chocolatito! Todo natural y para ti…
BAUTISTA: Jajajaja, me encanta (Le besa el cuello y va bajando, poco a poco, hasta el valle de sus senos, saboreando el cuerpo de la dama)
MARU: Me encanta que te encante... Mejor vamos al cuarto, Bautista, no sea cosa que Gertrudis salga o llegue alguien e interrumpa...
BAUTISTA: No queremos eso (Se levanta con Maru, aún encima de él, sin bajarla) ¿Cuál es tu cuarto?
MARU: (Lo guía y entran. Maru se baja de brazos del Titán) Aquí estamos, guapo... (Lo tira a la cama) ¿Por dónde nos quedamos?
BAUTISTA: Quedamos en que me besabas...
MARU: Menos mal que tienes buena memoria, hermoso (Se le monta encima y mientras lo besa, le desabotona los jeans)
BAUTISTA: Cuidado con lo que te encuentras (sonríe picaronamente)
MARU: Creo que voy a encontrar exactamente lo que ando buscando... (Le baja un poco el bóxer, sin llegar al punto específico. Se levanta y se saca su pantalón y luego se sienta donde estaba, moviéndose un poco, mientras se besan)
BAUTISTA: Dios, no te muevas así que me estás matando, bonita...
MARU: (Intensifica el vaivén, enfatizando cuando sus centros se chocan) ¿Así, cómo, Chocolate?
BAUTISTA: (Lo estaba provocando y lo iba a encontrar) Tú lo has querido (se movió, dejándola a ella debajo y aprisionó sus manos sobre la cama) Ahora, controlo yo… (La besa y va bajando, llenándola de besos por todo el cuerpo. Cuando se encuentra con la ropa interior de ella, se la quita, poco a poco, con los dientes. Una vez que ya le había quitado lo que le impedía disfrutar por completo, besó el centro de Maru, haciendo que soltara un leve gemido de placer)
MARU: ¿Dónde has estado toda mi vida, Bautista Zavala? (No sabía cómo iba a hacer para contener las sonoras exclamaciones que él le estaba provocando. Le acarició la cabeza y lo dejó hacer)
BAUTISTA: (Hacía todo lo que sabía hacer, tenía a Maru entregada y dispuesta, seguía saboreando y besando, pero antes que ella llegara al cielo, él, sin avisar, la penetró)
MARU: (Se aferró a él como si su vida dependiera de ello y lo atrajo hacia su cuerpo, besándolo, hasta que Bautista estuvo completamente recostado sobre ella) Eso (beso) es (beso) trampa, Chocolate...
BAUTISTA: Nada de trampa, bonita (Se movía con un ritmo cómodo y rápido, con ansias)
MARU: (Mordisqueando el lóbulo de su oreja, sentía cómo se contraían sus músculos y cómo al dilatarlos, volvía a entrar en ella, llevándola a otro planeta) Es mucha trampa, pero eres el mejor tramposo que he conocido... (Lo besaba en la boca para que ambos pudieran acallar sus gemidos)
BAUTISTA: (Ya estaban acercándose a la cima, pero se detuvo) Te quiero arriba...
MARU: Me quieres, me tienes... (Se sube sobre él, pero comienza a bajar su boca hasta que llega al sexo de Bautista y se apodera de aquello con sus labios y con una pasividad que hacía que el hombre delirara)
BAUTISTA: Oh, Dios... Definitivamente eres de otro planeta...
MARU: (Antes que él llegara, ella volvió al ataque y se subió sobre Bautista, logrando una nueva penetración y juntos, llegaron al cielo) Dios, Chocolatito, acabas de lograr tu objetivo conmigo y ahora te voy a acechar, ya estás notificado... (Ninguno de  los dos cambiaba la postura, sólo se tocaban, se descubrían un poco más, como sin creerse lo que alguien desconocido, acababa de provocar en sus cuerpos)
BAUTISTA: ¿Me vas a asediar y a acosar sexualmente?
MARU: Por completo, muñeco, después de esto, te lo ganaste a pulso...
BAUTISTA: Me encanta, me voy a dejar acosar sexualmente por ti. Ni en los mejores sueños imaginé que una mujer como tú, me usara de ese modo...
MARU: Pues, te vas preparando para ser mi "sex toy" ("juguete sexual"), Chocolatito...
BAUTISTA: Ya estoy más que preparado...
MARU: ¡Ya me doy cuenta! (Se miran)
BAUTISTA: (La besa y empieza a jugar con sus manos en el cuerpo de ella) Úsame de nuevo, bonita...
MARU: ¿Quieres más, Bautista Doroteo?
BAUTISTA: Mucho más...
MARU: Demuestra eso, corazón...

Comienzan con el juego de la seducción de nuevo, acariciando y besando todo a su paso. Volvieron a entregarse el uno al otro hasta que el amanecer los descubrió
Al despertarse, Maru sintió a Bautista junto a ella y le encantó eso, pero algo en su cabeza, comenzó a dar vueltas...

MARU: Ey, Bautista, Chocolate, despierta
BAUTISTA: Mmmm... (Abre los ojos) Hola, bonita (le da un beso) Buenos días...
MARU: Buenas tardes, querrás decir, jajajaja, ya pasa de las doce, insaciable Chocolatito... (Besote) Tengo hambre... ¿Habrán traído la pizza? Jajajaja, se quedaron esperando a que bajemos, seguramente...
BAUTISTA: ¡Dios, pobre chico! No creo ni que la hayan dejado, jajajaja, pero pedimos algo de comer y listo...
MARU: Me gusta tu idea... (Lo mira) Hay algo que necesito saber y espero que no te ofendas con mi pregunta
BAUTISTA: Dispara, muñeca (la besa)
MARU: ¿Qué tan cierto es lo de la radio?
BAUTISTA: Era total y absolutamente cierto todo, es más, hoy tengo que ir a ver lo del estudio, ¿me acompañas?
MARU: (Sonríe) Será un honor... (Se levanta y deja caer la sábana que la cubría) Me voy a dar una ducha, ¿me acompañas?
BAUTISTA: (Se levanta de un salto) ¡Allá voy! (La carga y la mete a la ducha con él)
MARU: (Mientras se bañaban) Espero que esto que hicimos (él la besaba) Bueno, hacemos, no arruine una amistad, Chocolate...
BAUTISTA: Obvio no, muñeca, somos, como dirían, sex amigos (le sonríe y sigue besándola)
MARU: Mientras eso quede claro, explica la parte del sexo que no me quedó nada clara...

Debajo del agua y con asombrosa agilidad, ambos volvieron a darse el gusto...




Capítulo 091


Maru estaba sentada y sola. Giselle se había sentido mal durante varios días y ya se había ido a dormir. Miraba la televisión y nada le gustaba, buscaba algo que leer, mismo resultado. Cogió la notebook de Dani, pero no había caso, todo le aburría. De repente, el timbre del portero, le trajo una maravillosa solución...

MARU: ¿Si? ¿Quién es?
BAUTISTA: Bautista... ¿Se puede?
MARU: ¡Claro! ¡Ya bajo a abrirte! (Lo hace y se quedan mirándose en el portón) ¡Qué sorpresa!
BAUTISTA: Nada de sorpresa, sabias que te iba a venir a buscar para sacarte de fiesta... (Le guiña un ojo)
MARU: Pero no sabía que era hoy... No creo que podamos salir, Dorotea Eduviges está enferma, pero te invito una cerveza, ¿quieres?
BAUTISTA: Bueno, pero que esté bien helada... (Sonríe) Vine porque pensé que estarían aburridas, Dani me dijo que se habían quedado las dos solas en el departamento...
MARU: (Van subiendo) Estoy muy aburrida, la otra está muy roncando. Se ve que el agua de aquí le hace mal, porque no tolera nada. El médico le dio una dieta, pero va a estar varios días enferma... (Llegan y entran) Siéntate, ya te traigo la cerveza... ¿Comes algo? Podemos pedir una pizza
BAUTISTA: Perfecto, yo la pido y tú vas a buscar las cervezas (Le da un beso en la mejilla) No te había dicho que estás muy guapa (Se alejó un poco)
MARU: (Le temblaron las piernas) Bueno... ("Papacito", pensó...) De esta noche, no pasas... (Tomó dos cervezas del refrigerador)
BAUTISTA: (Maru regresó a la sala) Pizza pedida (Sonríe y Maru le da una de las cervezas, él toma un sorbo) Mmmm, perfecta, como me gusta (Vio la tele encendida y se sentó en el sillón) ¿Qué andabas viendo?
MARU: Nada, es una gran cantidad de nada... ¿Escuchamos música?
BAUTISTA: ¿No molestaremos a tu amiga?
MARU: La ponemos bajita. Además, Gise está acostumbrada a mis ruidos y noches de insomnio, cuando no es algún disco, es mi guitarra... (Le sonríe y lo mira fijamente) ¿Te gusta la música de los ochenta? ¿De los noventa?
BAUTISTA: Me encanta, para mi gusto es la mejor música que se ha producido. En la radio que tenía en México, lo que más ponía era música de esas épocas
MARU: ¿Me estás hablando en serio? ¿Tenías una radio? Yo soy locutora...
BAUTISTA: No, me estás tomando el pelo... ¿Eres locutora?
MARU: Lo soy, a eso me dedicaba en Argentina
BAUTISTA: Entonces, eres la persona que estoy buscando. Quiero montar una radio aquí y estoy necesitando un locutor o locutora...
MARU: ¿No quieres escucharme antes? (No podía dejar de sonreír y no era por la posibilidad de haber encontrado trabajo, sino por Bautista, algo en él, la tenía hechizada) Deberías hacerme una prueba, ¿no crees?
BAUTISTA: No lo creo, si eras locutora en Argentina, seguro que eres buena, así que cuando todo esté listo, te aviso (Dejó la cerveza encima de la mesa) Perdón, estoy dando por hecho que quieres el trabajo... ¿Quieres el trabajo?
MARU: (Se levanta y pone una canción. Respira y sonríe, hablando con la voz de locución) De fondo, estamos escuchando una de las canciones ícono en la carrera de Madonna y de la década de los ochenta. "Crazy for you" ("Loca por ti") llegó al aire para llevar a nuestros oídos algo que no muchos se imaginaban posible, que la reina del pop era una excelente baladista y que además de enloquecernos con sus bailes y ropas exuberantes y hasta grotescas, podría enamorarnos entonando, con su estilo único e irrepetible, hermosas palabras acompañadas por tan magna melodía...
BAUTISTA: ¿Ves? No me equivocaba, eres perfecta...
MARU: Gracias, guapo y si, me encantaría trabajar contigo
BAUTISTA: Excelente, desde que el proyecto comience a andar, te aviso. Ahora, siéntate aquí, esta música se escucha bien acompañado y con una buena cerveza helada en la mano (Sonríe y le hace señas con la mano para que se siente a su lado)
MARU: (Se sienta y se miran, sin hablar, cosa que no era incómoda, pero si extraña) Entonces, Bautista Zavala, ¿qué es lo que quieres olvidar tú?
BAUTISTA: Nada, sólo quiero hacerte olvidar a ti, lo necesitas
MARU: La palabra no es "olvidar", lo que quiero es superar, ¿sabes? Olvidar no garantiza que puedas seguir adelante y yo quiero poder hacerlo. Dejar atrás a ese estúpido, enfocarme en mí, en mi carrera y ¿quién te dice? Conocer al hombre con el que pueda compartirlo todo y que él quiera compartir su vida conmigo... (Suspira) Suena fácil, ¿por qué es tan complicado?
BAUTISTA: Porque los sentimientos son complicados y los seres humanos los hacemos más difíciles aún...
MARU: Pues, somos unos idiotas. La cosa debería ser más simple, ¿no? Te gusto, me gustas, nos enamoramos y ya, dejar tanta cosa que dificulta lo importante... No se, quizás sea porque me acostumbré a aprender dejar ir, a soltar, pero creo que si amas a alguien, tienes que dejarlo ser y que elija volver a ti. Si no vuelve, pues que vuele a otro lugar y te deje el espacio libre para que, quien corresponda, ocupe el sitio que merece... (Lo mira) ¡Perdón! Es que me está volviendo loca con sus llamados, sus pretensiones, su "amor"...
BAUTISTA: Tranquila, me encanta escucharte hablar (No dejaban de mirarse)
MARU: Pero no quiero hablar más, ya mis monólogos de mujer despechada, abandonada y superada, me aburren. Háblame de ti, ¿qué hay detrás de esa sonrisa? ¿Cómo se llamó y qué te hizo la que te rompió el corazón?
BAUTISTA: ¿Has escuchado eso de "Por interés, te quiero, Andrés"?
MARU: ¡Qué tipa estúpida! Ni me cuentes detalles, porque voy y la… (Hace un gesto de ahorcar a alguien) ¡Qué flojera me dan las viejas que hacen esas cosas, carancho! (Le toma la mano) Su pérdida, Bautista, tú, saliste ganando... ¿Para qué te sirve una tipa así?
BAUTISTA: Para darme cuenta que hay mejores (Le besa la mano y la mira)
MARU: (Sosteniendo la mirada) Aunque es feo sentirse así, como si fueras una cosa, algo que tiene precio... (Pone su otra mano sobre la de él) Hay mujeres que de verdad valen la pena, guapo y ya encontraras ese par de ojos en los que, sin que siquiera lo busques, vas a ver todo lo que necesitas para ser feliz...
BAUTISTA: Creo que ya los encontré...
MARU: ¿Si? ¡Qué rapidez! ¿Y quién es la afortunada?
BAUTISTA: ¿Crees que es afortunada?
MARU: Muy, digo, mírate. Estás guapo, eres un hombre de mundo y hasta dónde me contaron, eres un tipazo, generoso, inteligente, leal... Cualquier mujer sería afortunada de tener tu amor
BAUTISTA: (Sin decir nada, la besó. Después, se separó) Lo siento, no se en qué estaba pensando, bueno si se, pero no debí, lo siento (Se levanta) Es mejor que me vaya...
MARU: (Se queda muy sorprendida, pero reacciona y le coge la mano) Yo no te eché... ¿Por qué me besaste?
BAUTISTA: Porque me gustas...
MARU: ¿Y si te gusto, por qué te quieres ir? ¿Por qué huyes? Siéntate, guapo y hablemos. También me gustas, pero estoy un poco loca, tienes que saberlo de antemano...
BAUTISTA: No me quiero ir, pero creí que era lo más adecuado (Se sienta) ¿Te puedo volver a besar? Me supo a poco... (Sin esperar a que ella respondiera, volvió a besarla, pero esta vez más intensamente) Ahora, sí, hablemos...
MARU: Ajá, hablemos... (Le toma el rostro entre las manos y le da un besote) Ahora, si, hablemos, pues... (Lo mira y él estaba estático) ¿Qué? Esos dos besos también me habían sabido a poco...
BAUTISTA: Jajajaja, me encantas...
MARU: Jajajaja, no desvíes el tema, guapo, quiero saber qué andas queriendo olvidar y te la pasas evadiendo la respuesta. ¿Por qué dejar de viajar? ¿Por qué volver a casa? Recuerda que somos de la misma madera, besador y huidor...
BAUTISTA: Mi regreso no tiene nada que ver con una mujer, sólo que sentí que ya era tiempo de regresar y asentarme aquí...
MARU: Yo no me refería a que habías vuelto por una mujer, sólo pregunté qué quieres olvidar...
BAUTISTA: Olvidar a una persona que no vale la pena (Se acomoda hacia atrás y mira la cerveza) Resumiendo el cuento. Me enamoré de una mujer sin escrúpulos, le di todo y ella me pagó con la traición. Era mi vida entera, vivía por y para ella. Un día regresé al departamento y me la encontré con el que era mi mejor amigo. Lo peor es que ni siquiera se intentó excusar, me dijo que si me había montado los cachos, había sido por mi culpa, que la había dejado sola, que no la comprendía... Ese mismo día, recogió sus cosas y se largó. Me quedé mal un tiempo, hasta que recibí una llamada de Tincho y me hizo ver que no valía la pena sufrir por ella (Bebe un sorbo de cerveza y mira a Maru)
MARU: (Lo besa) La ganona aquí, ¡soy yo, papacito! (Otro beso) Y como te dije hace rato, pobre tipa...
BAUTISTA: Cuéntame tu historia, quiero entender cómo un tipo deja escapar a una mujer como tú (La besa)
MARU: A ver... (Se acomoda junto a él) Soy la rebelde sin causa, la artista, la oveja negra de la familia y como no me daba la gana quedarme escuchando críticas, a los 18 años, junté mis tiliches y me largué a vivir... Viajé por México, Centro y Sudamérica y al llegar a Argentina, conocí a Rodrigo. Todo empezó como algo sin importancia, ¿me entiendes? Todos los privilegios, pero ninguna obligación. Las cosas iban perfectas hasta que nos dimos cuenta que nos habíamos enamorado y empezamos una relación estable. Cuando sentí que era momento de volver a mi tierra, a mis raíces, se lo dije. Peleamos y a los pocos días él vino a decirme que viajaría conmigo, porque yo era el amor de su vida y no podía vivir sin mí y no se cuántas mentiras más. Ahora, resulta que su trabajo es demasiado importante, mucho más que yo, así que lo mandé a freír espárragos. Duele, pero ya, al mal paso darle prisa y a salir de aquello...
BAUTISTA: Pobre tipo, yo no te dejaría escapar ni loco...
MARU: No digas cosas que no sabes, Bautista, no nos pongamos metas tan rápido y dejémonos llevar por lo que nos vaya sucediendo. Como dice la canción: "Lo que sea, será en su momento"...
BAUTISTA: Se lo que digo, seamos amigos, conocidos, novios, amantes o lo que sea, no te dejaría escapar, eres demasiado especial...
MARU: Eso me gusta, sobre todo la parte de "lo que sea"... Algo me dice que este "lo que sea", será más que maravilloso, Bautista Doroteo...
BAUTISTA: Vaya, ya me gané el "Doroteo", buena señal (La besa) Muy buena señal (La besa otra vez y le sonríe)
MARU: (Responde al beso) Ya te habías ganado el "Doroteo", lo que no puedes hacer conmigo, es decirme "Dorotea", después de eso, puedes hacer lo que quieras...
BAUTISTA: ¿Lo que quiera?
MARU: Lo que quieras...


domingo, 24 de febrero de 2013

Capítulo 090


Maru, Giselle y Bautista, conversaban de los viajes y del destino del Titán en América del Sur

BAUTISTA: Estos últimos años me la pasé allá, vivía con un amigo en Paraguay (La mira y sonríe)
MARU: (Por poco y se hace encima con esa sonrisa) Ahhh... Yo viví los dos últimos años en Buenos Aires, pero estuve en Paraguay, donde conocí a la señorita que está aquí atrás...
BAUTISTA: (Mira por el retrovisor) ¿Eres de Paraguay?
GISELLE: Si, pero después de conocer a Maru, justo mi familia y yo nos mudamos a Argentina y ahora, aquí...
MARU: ¡No seas tan escueta, Giselle Dorotea!
GISELLE: No me llamo Dorotea, mensa
BAUTISTA: Jajajaja... Me encanta como se llevan... Ya casi llegamos...
MARU: ¿Y cuántos años tienes, Bautista?
BAUTISTA: 29 años, bien llevados, jajajaja, ¿ustedes?
GISELLE: 26
MARU: 28 ¿Y vienes de Paraguay o de otro lugar ahora?
BAUTISTA: Ahora llegué de México,  pero regresé para quedarme, creo que mi vida de aventurero se acabó por ahora. Necesitaba volver a la tierra que me vio nacer y con mis seres queridos (Sonríe a ambas)
GISELLE: Lo mismo le pasó a María Dorotea...
MARU: ¡Yo tampoco me llamo Dorotea, mensa! (Bautista se ríe) ¡Ya estás, niño! Gise, te presento a...
GISELLE: Bautista Doroteo, ¡SI, SEÑOR!
BAUTISTA: Jajajaja (Detiene el auto) Ya llegamos, Doroteas...
MARU: Nananana... Tú no puedes decirnos "Doroteas" aún, es un derecho que se gana con el tiempo, señorito... ¿Cuál es tu apellido?
BAUTISTA: Está bien, señoritas, jajajaja, mi apellido es Zavala
MARU: Ah, como Alejandro, ¿primos por parte de sus padres paternos? Jajajaja...
GISELLE: No, ¡qué va! Si van a ser primos por parte de perro de la vecina
MARU: ¿Te callas, Eduviges? Podrían serlo por parte de las madres o uno y una...
GISELLE: ¡Odio que me digas Eduviges!
MARU: Eso te ganas por metiche... Entonces, Bautista, primo por tu papá y el papá de Alejandro... Dani y yo somos primas por mi papá y su mamá
BAUTISTA: Bueno saberlo, jajajaja (Se baja del auto y les va a abrir la puerta a las dos) ¿Vamos?
MARU: ¡Qué caballero! (Le suena el celular) ¿Y ahora qué quiere? (Atiende, bajando del carro) ¿Qué te faltó decirme, Rodrigo? (Se aleja)
GISELLE: (Nota que Bautista se queda mirando a Maru) El novio o ex novio, supuestamente iba a venir, pero no lo va a hacer, Maru lo tronó y ahora la enloquece con sus llamadas
BAUTISTA: Pobre tipo... (Dejó de mirar a Maru y miró a Giselle) ¿Me ayudas a bajar las cosas del auto?
GISELLE: Si, claro, pero ¿por qué "pobre tipo"?
BAUTISTA: Porque yo iría hasta el fin del mundo por una mujer como tu amiga... (Se adelantó y empezó a bajar las cosas)
GISELLE: ¡Ya veo! (Sonríe y sigue. Bautista se mete dentro del carro a buscar algo)
MARU: (Volviendo) ¡Voy a cambiar mi número de celular! (Ve que el primo de Alex no está) Este tipo se comió a un engreído, está inaguantable... Pero, relájate, María Clarisa, hoy es día de pasarla de lujo y mañana, me busco a uno que me haga olvidar todo...
BAUTISTA: (Sale del carro) ¿Quieres olvidar? Soy el indicado...
MARU: (Se puso roja) ¿Perdón?
GISELLE: A mí llaman de Pekín... (Se va hacia el mar)
BAUTISTA: Que si quieres olvidar, yo soy el indicado. Una noche de fiesta conmigo y se te olvida todo (Sonríe)
MARU: (Su celular suena por enésima vez y ahora, no responde, lo apaga) ¡Va, pues! Amigo viajero, cuando lo digas, llévame a olvidar...
BAUTISTA: Estoy a tus órdenes. Cuando tú me digas, te saco de fiesta (Le coge la mano, se la besa y le sonríe) ¿Entramos a la casa? Tu prima debe de estar esperándote...
MARU: (Le besa la mejilla) Algo me dice que la fiesta contigo, no se va a acabar... ¡Vamos! (Lo jala y llama a Giselle)

El Titán entró a la casa de la playa, aún de la mano de Maru y al grito de “Arriba, ya llegó el rey de la familia”, despertó a todos, salvo a Tamara y Martín, que llegaron un largo rato más tarde. Si bien Tami quería aclarar su situación frente a todos, por consejo de Tincho y por respeto a Sergio, no lo hizo. Ese domingo la pasaron un poco alejados, pero siempre en complicidad. Almorzaron muy rico y Maru sintió una hermosa química con Tata, fue algo así como amistad a primera vista. Además Dani le había hablado tan bien de su cuñada, que todo cerró a la perfección. Lo mismo le sucedió con Bautista: no sólo era muy guapo, sino que toda esa jornada, se desvivió por brindarle una cálida bienvenida y lo logró. A media tarde, todos fueron preparándose para volver a casa, ya que para la mayoría, el lunes significaba el regreso a sus actividades cotidianas: trabajo, estudio y responsabilidades varias. Los padres de Alex se fueron con Tami, Ari y Martín a casa de Alejandro, Sergio se fue a su casa, Sam y Andrés hicieron lo propio, Bautista llevó a Maru y Giselle a casa de los padres de la primera y Alex, Dani, Jana y Gabo, se fueron al departamento de la fotógrafa, donde pasarían la noche juntos y al día siguiente, llevarían a los niños a la escuela.

La semana fue muy tranquila. En la empresa las cosas estaban en orden y todo parecía acomodarse en su sitio.
A mitad de semana, Sergio llamó a Alejandro para contarle que Gabriel le pidió ir de pesca con él y Jana. Le explicó que no se sentía capaz de responsabilizarse de la niña, ya que no la conocía y que por eso, le proponía que fueran los cuatro. Dani aceptó encantada y así fueron organizando todo para partir el viernes en la noche.
Quien no se tomó muy bien la noticia, fue Tamara, que se sintió excluida por su ex, por lo que fue a buscarlo para preguntarle qué le pasaba.

TORO: (Abriendo la puerta de su casa) Hola, Tamara, ¿qué te trae por aquí?
TAMI: Necesito hablar contigo...
TORO: ¿De qué? Ya estás con Martín, no se qué más tengas para decirme, Tamara.
TAMI: No es de nosotros, quería saber qué te pasa, ¿por qué me excluyes del fin de semana de pesca?
TORO: Es bastante obvio el porque, Tamara. Tú vas a querer ir con tu novio y yo no quiero tragarme el show. Tú elegiste, quieres estar con él, ¡perfecto! Lo respeto, pero entiende que no me da la gana aguantarme un fin de semana completo, viendo cómo te besa...
TAMI: (Confundida) ¿Cómo sabes qué..?
TORO: Lo supe en el momento en que dejaste de estar conmigo para atender su llamada. Los ojos te brillaron como nunca. (Iba a decirle que los había visto, pero no lo hizo) Puedo parecer tonto, lo que no significa que, de hecho, lo sea. ¿Eso era todo?
TAMI: No quiero que estemos mal...
TORO: No lo estamos, pero comprende que no quiero vivir una situación como esa. Tu hermano no quería aceptar por ti y le hice ver que esto era por Gabo, que no hay que mezclar las cosas. Espero que lo entiendas tú también. Tú con tu novio y yo, con mi vida
TAMI: Está bien, espero que seas feliz, te lo mereces (Le da un pico) Hasta siempre...
TORO: Adiós... (Cierra la puerta, conteniendo las ganas de agarrarla y besarla sin parar) Espero que esto funcione, Tami, porque no quiero perderte, mi amor... (Apoya la cabeza en la puerta)
GUILLERMO: (Había visto y escuchado) Riesgoso lo que haces, Toro...
TORO: Es mi última carta, Guille...
GUILLERMO: Ven, cabezotas, tomemos una cervecita...

El viernes en la tarde, Alex buscó a Dani y a Jana para ir a su casa y después de cenar, buscarían a Sergio y así, iniciar su fin de semana de pesca. Al llegar, Ari se preparaba para ir al cine con sus abuelos, ya que el lunes, por fin, empezaría las clases y quería disfrutar de sus últimos días libres de estudios. La muchacha no lograba elegir la ropa con la que saldría. Dani pasó por su habitación y la escuchó quejarse. Golpeó...

ARI: Pase...
DANI: ¿Qué te pasa, muñeca?
ARI: No se qué ponerme. O sea, salgo con mis abuelos, no con un galán...
DANI: Pero nunca sabes dónde te vas a encontrar uno (Le guiña el ojo y le sonríe) ¿Te ayudo?
ARI: ¡Tienes razón, Dani! Jajajaja... ¡Por favor, ayúdame! Me encanta cómo te vistes
DANI: Gracias. Ven, vamos a ver qué tienes en tu armario (Va hasta el closet y se queda unos segundos mirando) Mmmmm, pruébate esto, esto, esto y esto otro (Le da un par de prendas) Y después me dices qué tal (Sonríe)
ARI: (Cierra la puerta de la alcoba) ¿Puedo preguntarte algo?
DANI: Si, claro, dime (Se sienta en la cama)
ARI: Es sobre mi tío
DANI: ¿Qué pasó con él?
ARI: Es que no se cómo te haya caído que ahora viva con él. A mi me parece que ustedes van en serio y yo lo veo feliz como nunca antes y no quisiera que por "este regalito", las cosas entre ustedes cambien. Puedo irme a casa de mi tía
DANI: No digas bobadas Ari, ven acá (Ari va y se sienta frente a ella, Dani le agarra de las manos) A ver, muñeca, que tú vivas aquí no va a hacer que mi relación con tu tío cambie ¿Por qué tendría que cambiar?
ARI: Porque no es lo mismo un niño de seis años que una adolescente de 17. Además, es claro que Gabriel te adora y que no será difícil que ustedes dos congenien... Yo soy muy Tamara y se que aunque tengo momentos como este, de madurez, en general no es así.
DANI: ¿Tú eres muy Tamara? No entendí
ARI: Jajajaja, ¿no conoces a mi tía y sus ataques de Zavalismo? Jajajaja... Digamos que mi tío es el dócil de la familia...
DANI: Gracias a Dios, jajajaja, pero, muñeca, míralo de esta forma: tenerte aquí me hace ver cómo criar a mi hija, así voy practicando, jajajaja... Además, te he tomado mucho cariño, te considero sobrina mía también...
ARI: (Le da un besote) Ya tenía ganas de decirte "tía Dani", jajajaja... Que conste que yo te avisé, eh, jajajaja... No te lo vayas a tomar a mal, pero aunque yo le insistía mucho para que anduviera con alguien, la verdad es que no quería ninguna vieja mustia cerca de mi tío y cuando me dijo que andaba de novio, pensé muy mal de ti. Ahora que te conozco, obviamente, cambié de opinión, pero si hace un tiempo, te picaban los oídos, era mi culpa
DANI: ¡Jajajaja! Ya decía yo que por qué me picaban tanto, jajajaja
ARI: Sólo te voy a pedir una cosa
DANI: ¿Qué cosa?
ARI: No lo lastimes, él merece ser feliz de una vez y te ama, sino, no hubiera hecho nada de lo que hizo.
DANI: Lo se y lastimarlo es lo último que haría, porque lastimarlo a él, sería lastimarme a mí misma...
ARI: (Se miran) ¡De verdad se aman! Me alegra ver que es así y ahora, tía, ¡¡ayúdame!!... (Exagera su gesto y ambas ríen)