El lugar donde se instalaría la
radio era ideal. Espacioso, con los cuartos armados estratégicamente y ubicado
en una zona de la ciudad bien céntrica. Bautista y Maru estaban encantados con
el piso. Después de señarlo, Titán invitó a la muchacha a dar una vuelta. Iban
de la mano, entrelazando los dedos, como un par de novios...
BAUTISTA: ¿A dónde te apetece ir,
bonita?
MARU: Mmmm... Una cama me
parecería ideal, Doroteo, pero podríamos ir a alguna casa de electrónica a ver
los equipos para la radio...
BAUTISTA: Vamos, pues (le da un
beso) Pero la cama me parecía muy buena idea (la vuelve a besar)
MARU: (Se le cuelga del cuello y
lo besa mucho) Ya decía yo que con usted, la fiesta iba a ser larga e intensa,
como todo contigo... (Le roza su zona de placer)
BAUTISTA: Uffff, bonita, no
vuelvas a hacer eso si no quieres que te lo haga aquí mismo (la besa) Vamos...
MARU: (Lo mira con mucha
picardía) Usted no sabe con quién se ha enredado, don Zavala...
Maru lo jala de la mano y siguen
caminando. En un momento, ella se aparta de él, para ver algo en una vidriera,
cuando lo escucha decir un nombre. Al voltear, lo ve observando fijamente a una
mujer. No hacía falta pensar o saber demasiado como para imaginar de quién se
trataba
BAUTISTA: ¿Amanda? No, no puede
ser ella...
MARU: (Le habla seriamente) Ve y
dile todo lo que tienes atragantado, Bautista, no te guardes nada, esa tipa se
merece que le cantes sus verdades... Aquí te voy a esperar yo, chocolate, ¡DALE
DURO POR ZORRA!
BAUTISTA: (Se acerca a la mujer)
¿Amanda?
AMANDA: (Se gira) ¿Bautista? ¿Qué
haces aquí, fracasado?
BAUTISTA: Soy de aquí, ¿tú que
haces en la isla? Te hacía en Milán, con Gilberto, ¿ya lo engañaste a él
también?
AMANDA: No, lo dejé y estoy aquí
de vacaciones. Pensé que estarías en México
BAUTISTA: Pues pensaste muy mal.
Por desgracia, no has cambiado, sigues siendo la misma descarada de siempre...
AMANDA: Descarada que te manejó a
su antojo, por la que dabas la vida y que nunca te amó, Bautista. Eras y serás
siempre un pobre diablo con dinero, sin oficio y con el único beneficio de
tener una billetera gorda...
MARU: (Había escuchado todo y le
hirvió la sangre. Fue y agarró a Bautista, besándolo como desesperada) Amor,
vamos de una vez, quiero que me hagas gritar como siempre, esposito, quiero que
me hagas el amor como la bestia semental que eres... (Mirando a Amanda) Perdón,
no sabía que hablabas con esta anciana... ¿Es tu tía Coca? ¿La que no vino a la
boda, Chocolatito? ¡¡No sabes lo que te perdiste, tía!! Mi padre nos regaló la
fiesta en un yate y de ahí, directo a pasar la luna de miel a las Islas
Griegas... (Le sonrió con todo el cinismo)
BAUTISTA: (Se quedó mirando a
Maru, perplejo) Si, amor, vamos, no tengo nada más que hablar con la tía
Coca...
AMANDA: ¿Te casaste? Y no soy
ninguna tía Coca, niña, soy Amanda...
MARU: ¿Amanda, la ex de mi
marido?
AMANDA: La misma...
MARU: (La abraza) ¡¡GRACIAS!!
Agradezco a Dios por ti, por tu estupidez y por tu cerebro sin estrenar. Si no
hubieras sido tan estúpida como para perder a este hombre maravilloso, hoy no
sería mi esposo. Sin saberlo, me hiciste la mujer más feliz del mundo (le habla
al oído) No menos de cuatro orgasmos por sesión... ¡¡Gracias, Amanda, te voy a
hacer un monumento!! (A Titán) Vamos, amor, ya tengo ganas de ti, bueno,
siempre tengo ganas de ti... (Lo jala de la mano y dejan a la tipa muda)
BAUTISTA: (Sonriendo) Estás loca,
bonita
MARU: (Lo mira como regañándolo)
¡Dios, Chocolate! Eso fue lo primero que te dije de mí... (Echa una carcajada)
¡Le dimos en el hígado a esa idiota! ¿Le viste la cara? Yo no te hubiera dejado
escapar. Digo, tener un hombre como tú, viviendo para mí... Yo viviría para ti,
Doroteo, si existiera el amor entre nosotros, no te largo más...
BAUTISTA: (La para, la alza y la
besa) Te adoro, loca bonita...
MARU: ¿Me adoras? Hace una semana
que nos conocemos y me adoras, mmmmm... (Le da un beso en la mejilla) Tengo que
cambiar eso, a esta altura, ya deberías estar loco tú, pero por mí...
BAUTISTA: Jajajaja, no me gustan
los besos en la mejilla, loca bonita y menos de locas hermosas...
MARU: Creo que mi primo tiene
razón: mi prima enamorada de tu primo como jamás lo ha estado y yo, creo que
podría ser tu "lo que sea" toda mi vida...
BAUTISTA: Seamos lo que sea, toda
la vida (la besa apasionadamente) ¿Qué te parece si primero hacemos el amor y
después vamos a mirar los equipos de sonido? (Le sonríe y le mordisquea el
labio inferior, aún no la había bajado)
MARU: ¿Tu casa y tu cama o tu
casa y tu cama? Porque en casa de Dani, no se va a poder y aún no encuentro un
departamento para mí...
BAUTISTA: Mi casa y cualquier
rincón de mi casa...
MARU: Estás tardando en llevarme,
Chocolate...
El día de pesca había resultado
magnífico y aunque Daniela y Jana ni se asomaban a intentarlo, se divertían de
ver a los tres "profesionales" tratando de atrapar algo. El gran
ganador, venía siendo Gabo que, al menos, pescaba mojarritas, porque lo que
eran los dos adultos, sólo atrapaban las lombrices para ponerlas en el anzuelo.
A la hora de la cena, que tuvieron que ir a comprar a un negocio cercano a la
cabaña donde estaban pasándola, la charla en la mesa era muy amena. Después de
eso, se sentaron los cinco junto al fuego, ya que había refrescado un poco y
Sergio contaba cuentos a los niños. Cuentos que inventaba a medida que hablaba
y que los pequeños encontraban fascinantes y de los cuales, se reían a
carcajadas. Unas cuantas historias más tarde, Gabo y Jana estaban dormidísimos
y el Toro ofreció a la pareja quedarse con ellos para que Alex y Dani pudieran
estar un poco solos. Entusiasmados con la idea, los dos salieron y caminaron a
orillas del lago, de la mano, conversando...
ALEX: ¡Cómo refrescó! No debería
hacer tanto frío...
DANI: ¿Por qué? Se acerca el
invierno, amor...
ALEX: Pues, no debería... El
otoño no me ayuda con mis planes...
DANI: (Lo mira) ¿Qué planes?
ALEX: Planeaba llevarte a lo
oscurito y hacerte cositas, Cosita, pero con este fresquete, no se va a
poder...
DANI: Jajajaja... ¿Sólo piensas
en hacerme cositas, Cosito?
ALEX: Mmmm... Pienso en muchas
cosas, ya te lo dije, pienso en todo, pero la idea de hacerte el amor, siempre
está presente... ¿Qué te digo? Soy un hombre sano, de treinta años, enamorado
de su mujer, convencido que es la más hermosa del planeta y no sólo por fuera,
sino por dentro y eso, Dani, es lo que más me hace desearte. (Se sientan sobre
una manta que habían llevado, Dani primero y luego, por detrás, Alex la abraza)
DANI: (Le da un beso) Hazme un
pequeño masaje, por favor...
ALEX: Claro que si, hermosa...
(La toma por los hombros y masajea) ¿Ahí está bien? Estás muy contracturada,
amor...
DANI: Lo se, esta semana no ha
sido nada fácil en Frama... Mmmm, ¡qué bueno!
ALEX: ¿Por qué no ha sido fácil?
¿Pasó algo que no sepa? (Se da cuenta dónde le duele más y enfoca su labor
allí)
DANI: Mmmm... Ahí está perfecto.
No, amor, no ha pasado nada, pero esto de ser jefa de departamento no es fácil
y menos si es mi segunda semana...
ALEX: Será cuestión de tiempo,
amor, una vez que te adaptes, vas a ser la mejor jefa de todas las jefas y
jefes, Mejor que yo, incluso. Eres más despierta, tienes más visión y tus
perspectivas son muy amplias... (Baja el masaje a la cintura)
DANI: Mejor que tú, no, pero
igual, si (se gira sonriendo y lo besa)
ALEX: (Le da otro beso) Si, serás
mejor. A mí me sacas de mi zona de confort y me pierdo, en cambio tú, le
encuentras la vuelta en un segundo. Eso se me hace tan admirable... (Vuelve a
masajear los hombros y el cuello) Tienes un talento nato, hermosa, se que
podrías manejar hasta mi área, pero si yo tuviera que administrar la tuya,
estaría más frito que una papa... ¡Frita!
DANI: Jajajaja, bobo... Alex,
¿puedo hacerte una pregunta?
ALEX: Las que quieras, Cosita
DANI: Si Laura no hubiera muerto,
¿aún seguirías con ella?
ALEX: (Contesta con seguridad)
No. Las cosas estaban muy mal, sólo lo seguíamos intentando por Gabriel, pero
no había amor, Dani, tarde o temprano, nos hubiéramos separado. Si es difícil
mantener una pareja cuando se ama, mantenerla sin amor, es imposible. Todo iba
a terminarse, los dos lo sabíamos y por eso te digo que creo que ella se
embarazó por la razón equivocada
DANI: Te amo, Cosito (se gira y
lo besa) Te amo (mientras se besaban, ella iba haciendo que Alex se tumbara del
todo en la manta)
ALEX: (Se dejaba acostar y la
acariciaba) Y yo te amo a ti, Dani.
DANI: Ale... (Terminan los dos
recostados, ella encima de él, moviendo sus caderas y besando lenta y
sensualmente a su novio)
ALEX: Hermosa, me vas a
contracturar tú a mí... (La toma de la cintura y la presiona contra él) ¿Me vas
a masajear? (Sin saber si lo harían o no, la siguió besando)
DANI: No, conozco una forma mejor
de relajar los músculos...
ALEX: ¿A ver?
DANI: (Lo hace levantar, quedando
los dos sentados. Ella sobre él, mirándolo a los ojos) Es muy fácil de adivinar
(le quita la camisa y le besa los hombros y el cuello) ¿Tienes frío?
ALEX: Ahora, no... (Mantenía el
contacto visual, pero no hacía nada, le encantaba que ella lo buscara, lo
provocara)
DANI: Perfecto (Se movía
excitándolo, besándole el cuello, los hombros, los labios)
ALEX: (Se moría de frío por
fuera, pero por dentro, el fuego lo consumía) Amo que seas así de seductora, de
cachonda, hazme lo que tus fantasías te dicten, mi amor...