El obstetra de Maru quería saber
si ella había sufrido dolores de alguna clase, pero la respuesta de la futura
madre, lo tranquilizó…
BAUTISTA: Y menos mal, doctor,
porque si no, la hubiera traído más rápido que corriendo...
DOCTOR: (Sonríe) Lo se, señor
Zavala... Bueno, veamos cómo va este bebé...
MARU: (Se acuesta en la camilla y
le ponen el gel) ¿Y? ¿Se deja ver?
DOCTOR: Espera, mamá ansiosa,
jajajaja... (Mueve el sensor) Todo está perfecto, se lo ve muy bien y grande
para las semanas que lleva de embarazo...
MARU: ¡¡Mi Dios!! Voy a parir un
hipopótamo, ¿verdad?
BAUTISTA: Jajajaja... Mi amor,
¿yo soy un hipopótamo? Jajajaja
MARU: No, pero tu hijo, si...
DOCTOR: (Se ríe) No va a ser
ningún hipopótamo, mamá, está perfecto de tamaño...
BAUTISTA: ¿Ya se deja ver?
DOCTOR: Se deja ver de cuerpo
entero... ¿Seguros que quieren saber?
BAUTISTA: Si, obvio que si...
DOCTOR: Pues, tendrán una hermosa
niña, los felicito...
MARU: ¿Será una hipopótama?
BAUTISTA: Maldito primate...
MARU: (Le da un sape) ¿ESO ES LO
ÚNICO QUE TIENES PARA DECIR, BAUTISTA?
BAUTISTA: Ay, mi amor, eso
dolió...
MARU: Te aguantas, menso, te
acabas de enterar que será una hipopótama y sólo eso le dices a tu hija...
BAUTISTA: Obvio no, esposita
divina (Se acerca al vientre de Maru) Hola, Porotita, soy tu papá, el que te
ama más en este mundo y prometo que te voy a cuidar por sobre todas las
cosas...
MARU: (Le acaricia la cabeza a su
marido) ¿Te dolió mucho, Chocolate?
BAUTISTA: Un poco...
MARU: ¿Me perdonas? (Le hace
puchero)
BAUTISTA: (Le habla al vientre de
su esposa) ¿Qué me dices, Porotita? ¿Perdono a tu mamá? (Acerca el oído al
vientre) Si, ajá, claro, si, como usted diga, mi Porota…
MARU: ¿Y qué te dijo esa
hipopótama?
BAUTISTA: Primero que no le gusta
que la llames "hipopótama" y segundo que si te perdone, pero si
cumples lo primero...
MARU: Mmmm... Bueno, está bien,
no le digo más así, pero dile que se lo digo con todo mi amor...
BAUTISTA: Obvio (Le da un besote)
Lo peor va ser aguantar a mi primate cuando se entere que es Porotita, jajajaja
MARU: Se va a poner feliz, él
estaba convencido que su ahijada sería niña...
DOCTOR: (Se había quedado callado,
riendo de lo que hablaban los futuros padres) Bueno, Maru, puedes limpiarte...
MARU: ¡Qué vergüenza con usted,
doctor! Debe pensar que somos unos mensos...
DOCTOR: Nada de eso, me encanta
ver a los futuros papás tan emocionados como lo están ustedes...
MARU: ¡Menos mal! (Bautista la
ayuda a limpiarse y a acomodarse la ropa)
DOCTOR: En un momento regreso con
los resultados de los estudios (Sale)
MARU: (Su marido seguía
arreglando sus jeans) Mmmm... No veo la hora de llegar a casa y que hagas
exactamente lo opuesto a eso, Chocolatito...
BAUTISTA: Mmmmm, pues, vámonos
rapidito...
MARU: Si, por favor, que se apure
el doctor, ya quiero que me hagas esas cosas que haces tan bien...
BAUTISTA: Mmmmm, ¿y si no
esperamos al doctor?
MARU: ¡Bautista! Me tienen que
dar los resultados de los exámenes que me hizo, ¿quieres saber cómo estamos
Porota y yo o no?
BAUTISTA: Está bien...
MARU: No lo digas así tampoco,
oye, es la salud de las dos mujeres que, se supone, más amas en el mundo...
BAUTISTA: Lo se, mi amorcito (Beso)
Pero es que me matan las ganas...
MARU: Y a mí, hombre, pero se
juiciocito, por favor... (Entra el médico con cara rara) ¿Qué pasa, doctor?
¿Hay algún problema?
DOCTOR: Nada grave, Maru, pero
si, siéntense...
MARU: No me espante, por Dios,
¿mi hija está bien?
DOCTOR: Si, la niña está perfectamente,
el problema lo tienes tú...
BAUTISTA: ¿Qué pasa con mi esposa?
DOCTOR: Maru, ¿tu familia tiene
historial de problemas gástricos, estomacales, alguien tuvo inconvenientes de
ese tipo?
MARU: Si, mi mamá y mi abuela
tienen problemas en el riñón, de hecho las dos fueron operadas, ¿por? (Se da
cuenta) ¿Usted piensa que yo...?
DOCTOR: No lo pienso, Maru...
(Mira a los dos) Lo siento, pero padeces del mismo mal...
BAUTISTA: (Mira al Doctor y
después a su esposa) No entiendo, ¿qué pasa con eso? ¿Es muy grave?
MARU: (Le toma la mano) Depende,
mi amor, mi madre no tuvo problemas graves, se lo descubrieron cuando estaba
embarazada de mí y ya la ves, anda perfecta, pero mi abuela casi se muere.
¿Cuál es la gravedad?
DOCTOR: Señor, su esposa padece una
disfunción renal, pero es un caso leve y lo vamos a poder tratar. Eso si,
tienes que seguir una alimentación estricta y todas las indicaciones que te
demos al pie de la letra.
MARU: Voy a hacer lo que sea para
que mi niña esté bien
DOCTOR: Me alegro de verte tan
decidida. Vamos a programar una cita con el especialista y cualquier dolor o
malestar, vienes de inmediato, por mínimo que sea, ¿queda claro? Se los digo a
los dos. Desde un dolor de cabeza, todo, me lo consultan a mí.
BAUTISTA: Está bien, yo me encargo
de todo...
DOCTOR: Maru, esto no es algo que
tenga que entristecerte, sólo estate atenta y si sigues las instrucciones que
te vamos a dar, tanto la niña como tú, van a estar bien.
MARU: Lo se, pero no puedo
evitarlo, no quiero que nada le pase a Porota...
DOCTOR: Nadie quiere que nada les
pase a ninguna de las dos... Vas a empezar a tomar estas vitaminas, a beber,
por lo menos tres litros de agua diarios y a comer mucha verdura de hoja verde,
toda la que puedas. Frutas frescas y leche reforzada. Otra cosa, nada de
esfuerzos pesados
BAUTISTA: ¿Tampoco puede...? ¡Ya
sabe!
DOCTOR: ¿Sexo? Mientras las
prácticas sean, digamos, normales, no hay problema. Siempre y cuando no te
genere dolor, Maru.
MARU: ¡Menos mal!
DOCTOR: De hecho, el sexo es muy
recomendable, quita estrés, relaja y hace que el cuerpo expida sus ansias, por
lo mismo, háganlo mucho, pero con precauciones... (Sonríe) Tranquilos los dos,
vamos a superar esto, ¿si?
BAUTISTA: De eso esté seguro,
porque yo me voy a encargar que mi esposita (Le da un beso) Haga todo al pie de
la letra y también la voy a ayudar a relajarse
MARU: Gracias, precioso...
DOCTOR: Eso es todo y antes de
irse, vayan a ver a la doctora Arroyo, ella es la especialista. Es la última
puerta a la derecha. Ya sabe que van a verla, los está esperando
BAUTISTA: Muchas gracias, doctor
(Le estrecha la mano) Hasta la próxima. Vamos, amor...
MARU: Hasta la próxima... (Salen
y visitan a la otra doctora, luego, se van a casa. Maru se sienta desganada en
el sillón)
BAUTISTA: (Sentándose al lado de
su mujer) ¿Qué te ronda por esa cabecita, Chocolatita?
MARU: ¿Me abrazas?
BAUTISTA: Claro, mi amor (la
abraza fuerte) ¿Me cuentas?
MARU: ¿Qué no es obvio, Bau?
Tengo miedo por Porota... Si algo le pasa... (No pudo seguir hablando, se echó
a llorar)
BAUTISTA: A nuestra niña no le va
a pasar nada, tú y yo nos vamos a encargar de eso. El médico dijo que Porota no
corre riesgos. Además, yo te voy a cuidar y ayudar a que todo salga bien...
MARU: No lo entiendes, Bautista,
para ti es fácil decirlo porque no la tienes dentro de ti... (Se suelta y se va
al cuarto)
BAUTISTA: (Va con ella y la
abraza) Entiendo que estés asustada, yo también lo estoy y mucho, es más, estoy
aterrado, porque se que lo único que puedo hacer es apoyarte, ayudarte con tus
dietas y llevarte al doctor. Porotita está dentro de ti y yo no puedo hacer
nada para cuidarla, tú si...
MARU: Entonces no me digas que
todo va a estar bien como si fuera una tontería, porque no lo es. Debe ser la
primera vez en toda mi vida en la que realmente tengo miedo, Bautista, me da
pánico que algo le pase a nuestra niña...
BAUTISTA: Nada le va a pasar,
nada, mi amor, nosotros nos vamos a encargar de eso, ya verás... (Le da un
beso)
MARU: (Estaba muy angustiada)
Creo que deberíamos ir a hablar con mi mamá y ver si el médico que la atendió a
ella, puede vernos. No se si siga ejerciendo, pero, tal vez, podamos hablar con
él. Hizo un buen trabajo, no salí nada mal, ¿no?
BAUTISTA: Si así te quedas más
tranquila, vamos ya mismo a hablar con tu mamá (Le da un beso) Coge tu bolso y
vamos...
MARU: Espera... (Lo abraza) Pase
lo que pase, ¿te vas a quedar conmigo?
BAUTISTA: Me ofende que lo dudes,
mi amor, claro que me voy a quedar contigo, toda la vida, pase lo que pase...
MARU: Te estoy hablando en serio,
no quiero ofenderte, pero ahora te necesito más que nunca, Bautista y si Dios
no quiera, pero algo sucede con Porota, necesito saber que vas a estar aquí
BAUTISTA: Voy a estar aquí para
toda la vida, no me voy a alejar de ti nunca, amor y si algo le pasa a Porota,
que no va a pasar, yo voy a estar aquí, contigo, abrazándote y apapachándote.
Nunca vas a estar sola, de eso me encargo yo, ¿si?
MARU: (Lo abraza) Te creo, pero
necesitaba oírlo...
BAUTISTA: Te amo, Chocolatita...
MARU: Eres el amor de mi vida,
Bau, tú y nuestra hija son todo para mí... (Le da un besote no cachondo, no
estaba de ánimos)
BAUTISTA: Y ustedes para mí,
Chocolatita (Le da un beso) ¿Vamos a casa de tu mamá?
MARU: Si, pero antes la llamo
para ver si está...
A esa misma hora, Jadel estaba
parado en la puerta de la escuela de Ari, esperando que saliera. Un grupo de
muchachos se acercó y el menor de los Villalta, no pudo evitar escucharlos
hablar...
CHICO 1: ¿Esta es la escuela?
CHICO 2: Si, aquí viene la niña
que te digo
CHICO 1: ¿Y qué vas a hacer?
CHICO 2: ¿Te lo dibujo?
CHICO 1: No, tarado, me refiero a
cómo te la vas a ganar...
CHICO: Mi hermana es su
compañera, ya te lo dije y me contó ciertas cosas de la niña nueva y ya te
mostré su foto en el celular de Soledad, ¿no? Está buenísima la condenada...
CHICO 1: Pues si, está
buenísima...
JADEL: (Acercándose a ellos) Ey,
hola, ¿les puedo hacer una pregunta?
CHICO 2: (Lo mira) Si, ¿qué pasa?
JADEL: ¿Ustedes conocen a todas
las chavas de último curso?
CHICO 2: Si, van con mi hermana,
¿por qué?
JADEL: No, por nada, pura
curiosidad...
CHICO 2: Ah, bueno... (Se vuelve
hacia su amigo) Como te dije, a esta niña, me la gano porque me la gano...
CHICO 1: ¿Y qué te dijo tu
hermana de ella?
CHICO 2: Que es muy simpática y
esas bobadas que dicen la niñas, pero a mí eso me vale madre, lo que yo quiero
es, ya sabes...
ARI: (Saliendo con sus amigas)
Entonces, quedamos en la cafetería que está cerca de mi casa, ¿no?
CHICO 2: (Codea a su amigo) ¡Ahí
está!
SOLEDAD: ¿Qué demonios hace mi
hermano aquí?
