Capítulo 141

Los dos seguían besándose, por el momento, tranquilamente… El alba comenzaba a llegar y en aquel rincón escondido, los prometidos, se hablaban de su amor…

ALEX: (La abraza) ¿Te gusta el lugar? (Más besos)

DANI: Si, pero, ¿qué hacemos aquí?

ALEX: Cumplir tu fantasía, mi amor, no creas que se me olvidó...

DANI: ¿Cuál?

ALEX: ¿Cómo que "cuál", Dani? La de hacer el amor sobre la moto, en el campo, de día... Está empezando a amanecer...

DANI: Jajajaja… (Lo besa) ¿Y qué esperamos?

ALEX: Yo ya empecé, Cosita, te estoy besando rico, pero parece que no lo notas, mi amor... ¿Estoy perdiendo mi encanto?

DANI: Tu encanto, conmigo, nunca lo vas a perder (Le quita la camisa) Y menos con este cuerpazo (Le besa el torso)

ALEX: Menos mal, hermosa... (La sienta en la moto, de costado y se pone entre sus piernas, besando su cuello y quitando su blusa)

DANI: Mmmmm...

ALEX: Aunque odio que otros tipos vean tus piernas, amo el acceso que proponen tus faldas, hermosa... (Mete sus manos por allí, agarrándole las pompas)

DANI: Por eso me las pongo, Alejerico (Lo besa intensamente, mientras le va quitando lo que le queda de ropa, dándole acceso al centro de placer de su novio, ahora prometido)

ALEX: (Cumplir esa fantasía de Dani, le estaba resultando más que excitante) ¿Es así cómo lo soñaste? Quiero que sea exacto a como lo tienes en mente...

DANI: Lo que soñé no se compara con esto, es mucho más excitante que el sueño (Le acaricia su parte débil, dándole placer a su novio) Te amo... (Seguían besándose y ella tocando abajo)

Le resultó imposible contenerse, las manos de Daniela acariciándolo, provocándolo, buscando enloquecerlo, lograron su cometido y Alex levantó por completo la falda de su mujer y corrió apenas la ropa interior, para tocarla a ella y hacerla vibrar...

ALEX: Eres tan hermosa, tan sensual, provocativa, tú eres una fantasía por ti misma, Dani y quiero hacerlo todo contigo...

DANI: (Le besa el cuello, después pasa al lóbulo de la oreja y le habla al oído) ¿Quién te detiene?

ALEX: Nadie, mi amor, sólo necesito recordar este momento y recordarte a ti, feliz, en mis brazos... (Busca un preservativo)

DANI: Deja eso...

ALEX: No, Dani, nos hemos descuidado varias veces, mi vida, no tentemos al destino...

DANI: No quiero ninguna barrera entre tu piel y la mía (Lo besa) Hazme tuya (Le mordisquea el labio inferior) Hazme el amor...

ALEX: (Descarta el condón y a medida que la acaricia, entra en ella, con potencia, teniéndola agarrada de las nalgas y besándola) Te hago el amor, preciosa...

DANI: Te amo, mi vida (Él entraba en ella despacio, saboreaban cada penetración como si fuera la última)

ALEX: Y yo te amo a ti, más a cada segundo... (Hizo que ella lo aprisionara entre sus piernas y la levantó un poco de las pompas, llegando hasta el fondo) Oh, Dani, qué maravilloso es hacerte el amor, nunca sentí algo igual...

DANI: Yo tampoco...

Mientras hacían el amor, el sol iba saliendo, tomando el mismo ritmo de los estallidos de placer que estaban sintiendo los dos novios, ellos y el sol, iban a la par. Alex entraba en Dani una y otra vez, cada vez más rápido, pero con mucha paciencia.  Cuando él volvía a deslizarse dentro de su prometida, ambos gemían sin intenciones de contenerse y sus bocas, respiraban a bocanadas, porque los sonidos que los dos exclamaban, los dejaban sin aliento. Sin embargo, eso no los desalentaba y seguían buscándose las bocas, tocándose, descubriendo al cuerpo del ser amado, saboreando hasta el más mínimo suspiro de cada uno. Cuando el sol ya estaba alumbrándolo todo, los amantes llegaron a su destino, agitados, sonriendo...

ALEX: (Besito en el cuello) Definitivamente, nací para ser tu hombre, hermosa...

DANI: Definitivamente, nacimos para ser felices juntos... (Lo besa)

ALEX: Muy felices... Oye, Cosita, ¿puedo hacerte una pregunta?

DANI: Dime, Cosito...

ALEX: ¿Estás tomando algún anticonceptivo y no me has dicho?

DANI: No...

ALEX: ¿Por qué? Digo, a mí me haría feliz tener muchos más hijos contigo, pero siempre eres tú la que quiere ir de a poco... Eso es lo que me dijiste, ¿recuerdas?

DANI: Si, lo recuerdo, pero lo que tenga que venir, que venga, amor. No me voy a preocupar por el futuro, quiero vivir el momento, el ahora contigo, sin preocupaciones, sin temores...

ALEX: (Sonríe) ¿O sea que eso de esperar a tener un tiempo de convivencia y llevar tiempo de casados para tener hijos, queda descartado? ¿Si viene, viene?

DANI: (Sonríe) Si...

ALEX: (La besa) ¡Esa es mi mujer, si, señora! Te amo

DANI: Y yo a ti (Beso) ¿Desayunamos? Muero de hambre...

ALEX: (Piensa) Había una parada como a veinte minutos de aquí, ¿vamos?

DANI: Vamos...

ALEX: (Se ponen bien la ropa) ¿Te animas a manejar la nave? (Le ofrece las llaves)

DANI: No tengo el permiso para motos, llévala tú (Le da las llaves) Me encanta ir abrazada a ti...

ALEX: (Niega) No, señora, hacemos un trecho corto, pero muero de ganas de verte dominando a esta máquina... Piensa que si tú manejas, te voy a estar abrazando yo... (Le guiña el ojo y le sonríe) ¡Anda, amor! Sólo un poco. Además, seguro que vas a ser la mujer más sexy al mando de la moto. Con lo buena que estás, Daniela, arriba de la nave, vas a convertirte en la mujer fatal...

DANI: Jajajaja, vamos a intentarlo, pero me ayudas...

ALEX: Te ayudo, mamacita... (Se sientan en la moto) El sistema es como el del carro, le das al embriague y cambias las velocidades, ¿si? Yo te voy a sostener las manos, así te ayudo a cargar el peso de la motocicleta. ¿Va?

DANI: Va...

ALEX: Ponte el casco y cuando sientas que te presiono un poco la mano, es porque debes cambiar la marcha...

Se ponen en camino y aunque con miedo al principio, Dani manejó muy bien. De hecho, ella los llevó hasta la parada. Al llegar, incluso pudo hasta aparcar y cuando bajaron Alex la levantó y la giró

ALEX: ¡¡Muy bien!! (Besos varios) Eres un as del volante

DANI: No, mi amor, es que tengo un buen profesor...

ALEX: No, nada de bobadas. O tienes habilidad o no la tienes y tú manejas excelente, el carro, la moto y a mí... (Besote)

DANI: Jajajaja... Te amo, Cosito precioso...

ALEX: (Se ríe) Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero y son tantos TE QUIERO, que TE AMO... Y te amo, te amo, te amo, te amo, te amo y son tantos TE AMO, que ya lo eres todo para mí...

DANI: ¿Todo? (Le pasa las manos por detrás del cuello)

ALEX: Todo. Eres mi mujer, mi amiga, mi amante, mi familia... (Se besan) Nada tendría sentido sin ti, la vida estaría vacía. Tú y los niños son mi principio y mi final

DANI: Tú principio, mi principio (Lo besa)

ALEX: (Súper beso, muy cachondo) Entremos a desayunar o te llevo de nuevo a donde estábamos hace rato, Cosita...

DANI: (Sonríe) Vamos a desayunar...

Martín despertó y dejó que Tami siguiera durmiendo un poco más. Se vistió y se fue a la cocina a preparar el desayuno. Aunque habían hecho el amor y el sueño lo encontró abrazado a la mujer que tanto amaba, Tincho no había pasado una buena noche: ese pequeño instante durante el cual creyó que Tamara estaba embarazada, había sido suficiente para que ese deseo le llenara el alma y el saber que no era más que eso, una ilusión, algo dentro de él se había entristecido y permanecía de esa manera...

TAMI: (Apareciendo en la cocina) Hola, precioso (Se acerca y le da un beso)

MARTÍN: (Besote) Hola, amor, ¿cómo dormiste?

TAMI: Siempre que duermo a tu lado, duermo bien (Lo abraza) ¿Por qué te levantaste de la cama?

MARTÍN: ¿Te olvidaste, Mocosa? Tenemos que ir a ver las alianzas y dejarlas encargadas. Nos esperan en una hora, mi amor

TAMI: Cierto (Sonríe) Aún no me creo que vayamos a casarnos...

MARTÍN: Mmmm... Me parece que no nos la vamos a creer hasta que estemos teniendo nietos, jajajaja

TAMI: Creo que si (Sonríe, pero lo nota raro, triste) Mi amor, mírame a los ojos (Él lo hace) ¿Por qué tienes ese dejo de tristeza?

MARTÍN: No es nada malo, Mocosa, no te preocupes, es que ayer que me confundí y te creí embarazada, algo en mí como que se aferró a eso. Fue un segundo, pero me emocioné mucho con la idea

TAMI: ¿Tanto lo deseas?

MARTÍN: Más que nada en el mundo, un hijo contigo sería como el objetivo se mi vida cumplido, amor.

TAMI: ¿Por qué no me lo dijiste? Sabes que estoy tomando anticonceptivos...

MARTÍN: Porque se que tú no quieres todavía...

TAMI: Por ti, hasta tengo trillizos (Sonríe) Te amo y sería inmensamente feliz de tener un hijo tuyo, aunque para mí no sea el momento (Lo besa)

MARTÍN: (Le sonríe) ¿De verdad? ¿Tendrías una mini tú, conmigo?

TAMI: Si...

MARTÍN: (Le da un besote) Gracias, amor, me haces muy feliz, más de lo que crees

TAMI: Lo se, precioso y eso es lo que más deseo, hacerte feliz es mi propósito en esta vida (Lo vuelve a besar)

MARTÍN: (La abraza) Mmmm... Me pasaría la vida besándote...

TAMI: Y yo, pero tenemos que irnos. Vamos a prepararnos (Lo besa y se va a prepararse)

MARTÍN: (Refunfuña y se ríe) Mientras, termino de preparar el desayuno...

TAMI: (Responde desde el cuarto) Está bien

MARTÍN: (Desde la cocina) Amor, trae mi billetera, por favor, está en la mesa de noche

TAMI: ¿Para que la quieres? (Va a la cocina enrollada en un toalla)

MARTÍN: (La mira) ¿Cómo pretendes que no me vuelva loco si me haces estas cosas? ¿Para qué quiero qué cosa?

TAMI: ¿Qué te hago y para qué quieres tu billetera?

MARTÍN: Mira cómo te apareces... (La abraza y besa) Me encantas... La necesito para buscar la tarjeta de la joyería, amor

TAMI: Pues, toma (Le da la billetera y lo besa) ¿Ya está el desayuno?

MARTÍN: (No dejaba de mirarla) El tuyo, no se, pero el mío, si (La besa, cachondo)

TAMI: Jajajaja, ¿qué haces?

MARTÌN: Desayunar, amor

TAMI: Pues, desayúname en la ducha...

MARTÍN: (La carga y se meten a la ducha) Aquí estamos

TAMI: ¿Vamos por el mini tú?

MARTÍN: Me parece una idea excelente, pero será una mini Mocosa... (Se quita la ropa antes de abrir el agua)

TAMI: Eso ya se verá...