Capítulo 157

Tamara y Martín iban de paseo por el centro de la ciudad, mirando vidrieras. De la mano, como si fueran unos noviecitos, caminaban tranquilos, hablando y riendo. La novedad del sexo de la bebé de Titán y Maru, los había puesto contentos, ya que los dos tenían sobrinos varones y esta sería la primera niña. Porque a Jana, la habían conocido ya grandecita y la idea de comprarle ropita a la bebé, les hacía mucha ilusión. Entraron a un local de ropa para recién nacidos y para sorpresa de los dos, quien atendía el negocio, era una ex novia de Tincho...

REBBECA: ¿Martín Ledesma?

MARTÍN: ¿Rebbeca?

REBBECA: (Da la vuelta y lo abraza) ¡¡Siii!!

MARTÍN: ¿Cómo has estado?

REBBECA: Muy bien y por lo que veo, tú sigues igual de guapo...

MARTÍN: (Se sonroja) Si, gracias... ¡¡Wow!! Ha pasado mucho tiempo, Becky, pero no para ti, te ves como hace diez años...

REBBECA: (Da una vuelta sobre si misma) ¿Tú crees?

MARTÍN: Lo estoy viendo, jajajaja... ¿Qué has hecho de tu vida, mujer? No te veo desde que... (Se apena) Desde que terminamos...

REBBECA: Pues, si, pero es pasado (Sonríe) ¿Cómo está doña Margarita?

MARTÍN: Mis padres están muy bien. Felices, la verdad...

REBBECA: Me alegro (Le acaricia el brazo) Y mis cuñis, ¿cómo están? Las extraño...

MARTÍN: (Saca el brazo instintivamente y reacciona) Bien, pero ya no son tus cuñis, Becky, ahora son las cuñadas de mi esposa...

REBBECA: ¿Te casaste? Qué desperdicio, guapo...

TAMI: ¿A que sí? Un desperdicio, con las pompas que tiene (Le tocas las nachas), pero aprovéchate de él, porque se peleó con la esposa... (Sale de la tienda)

MARTÍN: ¡¡Adiós, Becky!! (Sale corriendo tras Tami) ¿Por qué te vas así?

TAMI: Para dejarte a solas con (Poniendo voz de niña chica) Becky...

MARTÍN: (Se ríe) ¿Estás celosa?

TAMI: Celosa, tu abuela, vete, vuelve con Becky...

MARTÍN: No quiero irme con nadie que no seas tú

TAMI: Si, claro...

MARTÍN: ¿Lo dudas?

TAMI: Déjame en paz...

MARTÍN: No te voy a dejar en paz, Tamara

TAMI: Si, déjame en paz y lárgate con las piernas largas esa...

MARTÍN: ¿La terminas? ¡No puedes estar celosa ni de ella, ni de nadie!

TAMI: Si, claro, lo que tú digas, Martín, lo que tú digas, me voy a la casa...

MARTÍN: ¿Puedes parar un poco? No seas tan sanguínea, Mocosa, ¡por Dios! Es una persona de mi pasado, nada más...

TAMI: Si, Martín, el pasado, queda atrás, ajá... (Para un taxi, se sube y se va)

MARTÍN: (Busca el carro y va a su casa) ¿Tami? ¿Estás aquí?

TAMI: Para ti, no...

MARTÍN: ¿Y para quién si estás?
TAMI: Para mi familia

MARTÍN: ¿Yo no soy tu familia? Si lo soy…

TAMI: Ja, mi familia, son mis padres, mi hermano y mis sobrinos...

MARTÍN: ¿Ah, si? De repente ya no soy nadie...

TAMI: De repente, no, desde ahora...

MARTÍN: ¡Está bien! Como la señorita lo desee... (Se va)

TAMI: Muy bien, que se largue, es más fácil eso...

MARTÍN: (Iba caminando) ¡Ni quien la entienda, joder! Como si la hubiera negado... ¡Le gusta ponerse mal, le gusta sentirse mal!

TAMI: (Imitando a su marido) "¡¡Wow!! Ha pasado mucho tiempo, Becky, pero no para ti, te ves como hace diez años..." (Imitando a la mujer) "¿Tú crees?" (Imitando de nuevo a su marido) "Lo estoy viendo"... Imbécil...

MARTÍN: (Imitando a su esposa) "Un desperdicio, con las pompas que tiene, pero aprovéchate de él, porque se peleó con la esposa"... ¡Todo lo soluciona largándose y dando portazos!

TAMI: Si tanto le gusta que vaya y se acueste con ella, para recordar viejos tiempos... Dios, si no me voy, juro que los asesino a los dos...

MARTÍN: ¡Debería volver y darle sus buenas nalgadas! Pero, no, ni así va a entender que es la única... (Se sienta en una banca) ¿Qué más hace falta para que dejes esa inseguridad, Tamara?

TAMI: Me dan ganas de ir a buscarlo y...

MARTÍN: Me dan ganas de agarrarla y... (Agacha la cabeza, resignado) ¡Comerla a besos! (Suspira) Será, pues... (Empieza a caminar en dirección a su casa, pero iba tan distraído, que no vio que al cruzar la calle, una moto pasaba. El hombre lo pudo esquivar, pero Martín se lastimó el tobillo) ¡¡CARAJO!! (Se pone de pie y sigue su camino)

TAMI: ¿Y si lo voy a buscar? No sé dónde está... ¿Y si está con la resbalosa? No, no está con ella...

MARTÍN: (Entrando, rengueaba. Revolea todo por ahí) ¡¡Maldita sea!!

TAMI: (Sale a la sala) ¿Qué te pasa?

MARTÍN: Nada, déjame tranquilo... (Se va a la alcoba)

TAMI: (Va tras él) Vienes cojeando, ¿qué te pasó?

MARTÍN: ¿No me escuchaste, Tamara? Que me dejes tranquilo, ¿no que no soy nadie? No te hagas la preocupada...

TAMI: Que no seas nadie, no significa que no me preocupe... ¿Qué te pasó?

MARTÍN: (Se pone de pie) ¡Se ve que no entiendes! Tú, tus celos y tus escenas ridículas me purgan, ¡eso me pasa! Mejor me largo a un sitio donde me dejen en paz... (Cogió su chamarra y volvió a salir)

TAMI: (Salió tras él) Lárgate, que mi celos, mis escenas ridículas y yo, te vamos a dejar en paz para siempre (Se mete otra vez a la casa)

MARTÍN: (Le grita) ¡Eso mismo! (Se va)

TAMI: (Mira por la ventana) ¿Se fue? Ajá, muy bien, Martín, para ti no existo más... (Va al cuarto y se mete a la cama con ropa y todo)

MARTÍN: (No pudo ni meterse al ascensor, se había apoyado en la pared, sin poder seguir caminando) ¡Maldito pie! (Se sentó en el pasillo)

TAMI: Se deja coquetear y piropea a una vieja pelos de elote y después, la de los celos y escenas ridículas soy yo...

MARTÍN: No es posible que sea tan orgullosa... (Se quita el zapato y se ve el pie morado)

TAMI: Nada, no puedo dormir (Se levanta de la cama) Voy a bajar la basura a ver si me entra el maldito sueño (Va a la cocina, coge la bolsa y sale. En el pasillo, se encuentra a Tincho en el suelo, al lado del ascensor) ¿Qué haces ahí? ¿No te habías ido, señor maduro sin celos, ni escenas ridículas?

MARTÍN: No me fui a ningún lado, Mocosa, ¿a dónde demonios voy a ir si mi casa es esa de ahí, eh?

TAMI: No se, a lo mejor con la pelos de elote, que no te hace escenas ridículas...

MARTÍN: ¿No te cansas? Si hubiera querido estar con ella, no la hubiera terminado, Tamara, ¿quién carambas te piensas que soy? ¿Un infeliz que le mete los cachos a su esposa? (Se pone de pie como puede) No te entiendo, niña, ¡ME SUPERAS!

TAMI: ¿Qué me pasa? No te viste cómo la mirabas, te la comías con los ojos y después la piropeas... ¿Qué tan bien me tengo que sentir al presenciar eso?

MARTÍN: ¡Vale! Puede que se me haya ido la mano con los halagos, pero no porque le tenga ganas, sino porque quise ser amable con ella. Pero, ¿qué demonios me gasto en explicarte las cosas? De todas maneras vas a pensar lo que te de la regalada gana y es más fácil creerte que soy un desgraciado, que un simple estúpido... (Toca el botón del elevador)

TAMI: ¿A dónde vas?

MARTÍN: Al médico

TAMI: (Suelta la bolsa de basura, se le acerca preocupada) ¿Qué te pasa?

MARTÍN: Casi me atropella una moto y por esquivarla, me lastimé la pierna y el pie, pero tú, tranquila, quédate con tus celos y tus úlceras...

TAMI: Cállate y vamos al doctor. Espérame que vaya a buscar mi bolso y a meter la basura adentro...

MARTÍN: No, te quedas. No soy nadie en tu vida, me lo dejaste bien claro y este nadie, se las va a arreglar como pueda

TAMI: (No dijo nada, nada más entró, cogió su bolso y salió) Vamos, Nadie (Le pasa el brazo por la cintura) Apóyate en mí...

MARTÍN: Puedo solo...

TAMI: No puedes solo...

MARTÍN: Si puedo, mírame...

TAMI: (Intenta caminar, pero se tambalea) ¿Ves? ¿Puedes solo, no? No seas cabezota y vamos...

MARTÍN: (Se resigna) Está bien, pero tú y yo, seguimos mal, entérate...

TAMI: No hace falta que lo digas...

Se van al médico y le hacen una radiografía a Martín...

DOCTOR: Señor Ledesma, lo que tiene es un esguince de tobillo y una cortada en la pantorrilla

TAMI: ¿Una cortada? ¿Por qué no la vimos?

DOCTOR: Es que el pantalón del señor es oscuro y el dolor del tobillo, muy agudo, por eso no le prestaron atención.

MARTÍN: ¿Qué tengo que hacer?

DOCTOR: Pues, le vamos a poner un yeso y en diez días, vuelva para ver cómo evoluciona. Haga reposo y si necesita trasladarse, use muletas, pero no apoye el pie...

TAMI: ¿Tiene que tomar algún medicamento, en estos diez días?

DOCTOR: Si le duele, calmantes y un antibiótico para la cortada. En un momento más, le doy la prescripción para las dos cosas

MARTÍN: Después de eso, ¿nos podemos ir?

DOCTOR: Si, claro. Algo más, puede que tenga algo de fiebre estos días a causa del golpe y del esguince. En ese caso, toma un antifebril y si la temperatura persiste, vienen a verme

TAMI: Está bien, gracias...

DOCTOR: Por favor, señora, es mi trabajo... (Les hace las recetas y las entrega y le colocan el yeso a Tincho)

MARTÍN: ¿Sabe dónde puedo conseguir muletas?

DOCTOR: Aquí mismo las rentan, si me espera, se las busco...

TAMI: No, hace falta, yo tengo en la casa. Muchas gracias de todos modos...

DOCTOR: Bien, siendo así, pueden irse...

MARTÍN: (Se pone de pie, ayudado por Tami) Gracias, doctor, hasta la próxima...

DOCTOR: En diez días los veo...