Capítulo 152

Martín estaba terminando de organizar varias pinturas que había que llevar para la exposición que se avecinaba. Tami estudiaba en la sala y su marido, se encontraba en la recámara...

MARTÍN: (Le grita) ¡Mocosa! ¿Puedes venir un segundo? Necesito tu opinión, mi amor

TAMI: (Va a la alcoba) Dime, amor...

MARTÍN: Preciosa, tengo que elegir uno de esos dos cuadros, ¿cuál prefieres?

TAMI: Déjame ver (Se pone frente a los cuadros y se queda unos minutos mirándolos. Al final, se decide) Definitivamente, el de la izquierda…

MARTÍN: ¡Pues ese va! (La besa) ¿Cómo van los estudios? Ya termino con esto y te ayudo, ¿quieres? (Comienza a embalar sus obras para llevarlas)

TAMI: Voy muy bien, para mi sorpresa. En nada me tomo un descanso (Le da un beso) ¿Por qué no preparas algo para comer en lo que termino?

MARTÍN: Sus deseos son órdenes para mí, señora... (La coge de la cintura) Elegiste tu cuadro, ¿sabías?

TAMI: ¿Mi cuadro?

MARTÍN: Si, el tuyo. Lo pinté para ti...

TAMI: ¿Cuándo?

MARTÍN: Después que hicimos el amor por primera vez...

TAMI: (Lo rodea con sus brazos) ¿Ah, si, señor pintor? ¿Y por qué no me dijo nada?

MARTÍN: Porque era sorpresa y de hecho, estaba seguro que ibas a elegirlo y por eso te pregunté, aunque si no lo hacías, el cuadro iba a ir igual, es la estrella de la exposición...

TAMI: ¿Por qué?

MARTÍN: Por obvias razones, Tamara, toda la muestra está hecha en tu honor y ese cuadro será el principal y el único que no va a estar a la venta. Es tuyo, de nadie más

TAMI: (Sonríe) ¿Sabía que lo amo, señor Ledesma de Zavala?

MARTÍN: (Asiente) Lo mejor que me pasó en esta vida es eso, Mocosa, que me ames. Le das sentido a todo... (Besote) Mejor vuelve a estudiar y yo a la cocina, porque de lo contrario, te como a ti, todita...

TAMI: Cuando termine de estudiar, prepárese, Tincho de Zavala... (Lo besa y sale para seguir estudiando)

MARTÍN: (Va con ella, la carga y la lleva a la sala) Me estoy imaginando todo, hermosa y no puedo esperar... (La baja y la besa) ¿Qué quieres cenar, mi amor?

TAMI: No se, me apetecen tantas cosas. Mejor eso te lo dejo a ti, lo que prepares, estará buenísimo...

MARTÍN: ¡Júralo! Pero lo mejor, va a ser el postre, mi vida... (Le da un besote cachondo y se va a la cocina)

TAMI: (Sonríe y se sienta a estudiar. Un rato después) Mi amor, ¿ya está la cena?

MARTÍN: Casi, preciosa, faltan unos minutos, pero la mesa está lista... ¿Cómo va el estudio?

TAMI: ¡¡Perfecto!!

MARTÍN: (Se sienta a su lado) ¿A ver?

TAMI: Mira...

MARTÍN: (Se fija) ¿Y tú entiendes eso? Eres brillante, Mocosa, para mí, es húngaro

TAMI: No es tan difícil... Sólo son problemas matemáticos para sacar el valor adecuado de una resistencia, para hacer que el circuito funcione correctamente y no se quemen los componentes...

MARTÍN: (La mira) Tienes razón, no es húngaro, ES CHINO... Pasa que tú eres muy inteligente, mi amor... (Besote) Voy a servir la cena

TAMI: Vamos, yo te ayudo (Le da un besote)

MARTÍN: (Preparan todo y se sientan a cenar) Mmm... ¡Está rico!

TAMI: Mmm... (Saborea la comida) Tenía un hambre voraz, te quedó exquisito, amorcito...

MARTÍN: (La ve distinta) ¿Estás bien, Tami? Te ves diferente, amor... Más hermosa

TAMI: Estoy perfectamente (Sonríe) Y me ves más hermosa, porque lo soy, pichón…

MARTÍN: Jajajaja... ¡¡Modestia, HAZTE A UN LAUUU!! Mi esposa llegó a quitarte...

TAMI: (Echa una carcajada) Modestia es mi segundo nombre, amor, jajajaja

MARTÍN: En serio, Mocosa, tienes algo distinto y no puedo descifrar qué es... Será que cada día me vuelvo a enamorar de ti...

TAMI: Puede ser, porque no tengo nada distinto, soy la mismita que se casó contigo hace unos meses...

MARTÍN: Eres como el vino, mi amor, cada día (Besote) Te pones mejor...

TAMI: ¿Lo dudabas? (Lo besa) Por cierto, al final, ¿cuándo es la exposición?

MARTÍN: Unos días después del regreso de tu hermano y Dani. Ni Bautista, ni yo queríamos que esos dos se lo perdieran...

TAMI: ¿No saben el día exacto? (Se lleva comida a la boca)

MARTÍN: Cuando sepa el día que ellos vuelven, definiremos la fecha exacta, amor. Tengo que viajar a Gran Canaria, igual, para checar algunas cosas. Voy a ir y venir una o dos veces a la semana hasta la muestra...

TAMI: ¿Vas en barco?

MARTÍN: No, tu primo es un aparatoso y vamos y venimos los dos en helicóptero. Es más rápido y él no quiere estar ausente, tu amiga lo tiene loco con los antojos, jajajaja...

TAMI: Jajajaja, una mujer embarazada, tiene que estar mimada...

MARTÍN: El problema es que los antojos de Maru, son todos de Bautista, jajajaja... Deberías verlo cuando estamos reunidos y lo llama, ¡sale como demonio a buscarla! Jajajaja... Espero que cuando nos toque, tú te antojes de mí...

TAMI: Aunque no esté embarazada, mi antojo eres tú (Besa intenso) Parece mentira que no lo sepas...

MARTÍN: Si lo se, sólo digo que espero que durante tus embarazos, te antojes más... (Devuelve el besote)

TAMI: Veremos qué pasa... (Lo besa)

MARTÍN: (Deja la comida de lado y la toma del rostro, para besarla bien) Veremos, pues... (Beso ardiente)

TAMI: ¿Tienes todos los cuadros preparados para la exposición? (Lo besa)

MARTÍN: No, faltan algunos, pero tengo que esperar a que lleguen de Barcelona. Me los mandan en el transcurso de esta semana, amor... (La hace ponerse de pie) ¿Vamos al postre?

TAMI: ¿Qué preparaste? Aún tengo hambre...

MARTÍN: (La deja) Si tienes hambre, termina la cena, porque el postre está impaciente por ser devorado por ti... (Se sientan y él le da de comer en la boca) Prueba esto...

TAMI: Mmm, me encanta. No se, pero desde hace unos días tengo un hambre voraz…

MARTÍN: Es que estudias a toda hora y no comes bien, mi amor... (Le da otro bocado) Tienes que ponerte horarios y cumplirlos, bella, de otro modo, todo tu cuerpo lo va a resentir...

TAMI: Pero si estoy todo el día comiendo, amor (Come otro bocado)

MARTÍN: Que comas, no significa que te alimentes... En cuanto pase el ajetreo de la muestra, yo mismo te voy a dar un horario para que sigas. Tienes que tener disciplina, amor, para la comida y para estudiar

TAMI: Está bien, papá... (Lo besa)

MARTÍN: (Se ríe) ¡Mi Dios! Si tu padre te escucha, te mata...

TAMI: ¿Por qué?

MARTÍN: Por andar comparándolo conmigo, jajajaja... (Otro bocado para ella) Se ve que te gusta la cena, preciosa...

TAMI: Me encanta, cuando nos casamos, no sabía que cocinaras tan bien (Sonríe)

MARTÍN: Una sorpresa de la vida conyugal, mi amor... ¿Te dije que te amo hoy?

TAMI: Me lo dijiste cuando me desperté, cuando me salí del baño, cuando saliste de casa en la mañana, cuando volviste al medio día, en el almuerzo... ¿Sigo? (Sonríe y lo besa) Te amo...

MARTÍN: ¿Te cansas de escucharlo? Porque puedo escribirlo... (Refunfuña) ¿Soy un cansón, verdad? Te voy a hartar si continuo así y me vas a dejar por uno que no sea tan cursi...

TAMI: Ni loca, me encanta que me lo digas a todos los días y a toda hora (Lo besa) Ay, pichón, a veces dices una tarugadas, que...

MARTÍN: ¿Qué, Mocosa?

TAMI: Que me dan ganas de darte un sape, por menso...

MARTÍN: ¿Y si mejor me das todo tu amor?

TAMI: ¿Tú crees? (Le besa el cuello) ¿Crees que te lo mereces?

MARTÍN: Se que si... (La hace sentarse sobre él) Aquí me puedes besar mejor...

TAMI: (Lo sigue besando) ¿Por qué tan seguro?

MARTÍN: Me lo grita mi corazón y me lo confirman tus besos, mi vida... (Ahora le besa el cuello él a ella)

TAMI: Dios, no lo puedo ocultar...

MARTÍN: No lo ocultes, Tami, dámelo todo, bonita... (Le quita la ropa de arriba, dejándola sólo con el sujetador) Este es mi postre, si, señora...

TAMI: Jajajaja, mal educado, eso no se le hace a una mujer casada (Sonríe)

MARTÍN: Uy, señora casada, no sabe las cosas que pretendo hacerle...

TAMI: Uy, señor, mi marido se va a enojar mucho si se entera...

MARTÍN: ¡¡Qué se enoje!! Con tal de tenerla en mis brazos, me enfrento a quien sea... (Le desabrocha el sujetador y besa allí, con ansias) Un minuto a su lado, señora, bien vale mi vida...

TAMI: Entonces, no perdamos tiempo, señor aventurero, secuéstreme y lléveme a la guarida...

MARTÍN: (Se pone de pie con Tami y todo y van al cuarto) Aquí estamos, Doña Tamara... (La acuesta y termina de desnudarla, la mira) Eres preciosa

TAMI: Y tú, hermoso... (Él se recuesta sobre ella) Te amo, Tincho, te amo...

Hicieron el amor lentamente, sin olvidar detalle, sin perderse ni un segundo de cada instante juntos, uniéndose en uno solo...

En Florencia, ya era casi de madrugada y Alex estaba al teléfono, hablando con Gabo, Jana y Ari. Daniela, mientras tanto, se preparaba para salir, ya que los habían invitado a un ágape que la embajada de España realizaría en la maravillosa ciudad italiana en la que el matrimonio pasaba su luna de miel.

Al colgar el teléfono, Alejandro, hecho una sola carcajada, fue hasta el cuarto...

ALEX: (Leía un papel que tenía) Mi amor, ¿quieres saber lo que pidieron los renacuajos?

DANI: A ver, sorpréndeme...

ALEX: Dudo que te sorprendas, pero ahí va: Ari quiere ropa de un diseñador especial, dice que después te manda un mensaje de texto con lo que pretende, que tú le sabes la talla. Además quiere una cartera y pulseras, collares y anillos... Jana, jajajaja... Quiere una Barbie italiana, jajajaja y un Ken que haga pizza... ¡Esa niña y sus ideas! Jajajaja. También quiere un vestido rosa y otro celeste, unos zapatos para cada prenda y medias de haditas y Gabriel quiere un balón de la selección de Italia, la camiseta oficial de La Fiorentina y unos botines nuevos y... ¡¡AH!! Ya quiere un hermanito varón...

DANI: ¿Qué?

ALEX: Dice que las niñas lo tienen cansado y que nos apuremos en tener otro bebé, pero que sea niño... (Le muestra el papel) Fue su idea, mi amor, no mía... Lo han de estar volviendo loco, jajajaja

DANI: ¡¡Dios!! Ese niño no tiene límites de imaginación, jajajaja, pero tendremos que intentar cumplirle el deseo...

ALEX: (La agarra y la lleva a la cama) ¡¡Ya mismo, señora Zavala!!

DANI: Alex, llevo horas arreglándome para que ahora lo tires todo para la basura, no se puede contigo...

ALEX: ¡Perdón! (La deja) Igual no te hace falta tanto arreglo, aunque fueras recién levantada, serías la más hermosa de la fiesta, Dani... ¿Y yo qué me tengo que poner?