jueves, 30 de mayo de 2013

Capítulo 186

Martín quería escaparse de lo que Tami le provocaba, por más que ella fuera su esposa, para él era una desconocida y, sin embargo, Tamara lo inquietaba mucho, le gustaba y no quería dejar de estar a su lado. Se iba a dormir, pero deseaba que ella lo tocara, le sostuviera la mano o le acariciara el pelo y no se animaba a decirle...

MARTÍN: Lo siento, no puedo así, mejor ve a la cocina
TAMI: ¿Así cómo?
MARTÍN: No se, pero estoy nervioso, todo esto es muy extraño
TAMI: Lo se, relájate, no quiero que vayas a huir de nuevo... Por favor...
MARTÍN: No voy a ir a ningún lado, tú eres mi esposa, ¿no? Esta es mi casa y me van a traer a mi hija... Soy un desmemoriado, no un idiota... (Se ríe por lo bajo) Disculpa, quizás esto para ti es muy doloroso y yo hago chistes...
TAMI: No, doloroso era no tenerte aquí (Le acaricia el rostro) No sabes lo mal que lo pasé cuando te creí muerto... (Lo abraza)
MARTÍN: (La agarra muy fuerte, como para no soltarla nunca) Me duele tu dolor y no se por qué...
TAMI: Ya llegará el momento en que lo sepas (Otro beso en la mejilla) ¿Vas a dormir?
MARTÍN: Si, pero quédate aquí, conmigo
TAMI: Aquí me quedo...
MARTÍN: (Se acuestan boca arriba, uno al lado del otro, con las manos entrelazadas) Gracias...
TAMI: No tienes por qué darlas (Lo mira y sonríe) Ahora, duerme, necesitas descansar...
MARTÍN: Si... (Cierra los ojos y se duerme en un segundo)
TAMI: (Aprovecha para besarle los labios) No sabes cuánto te amo... (Tocan a la puerta y va a abrir) Hola, mamá...
CARMEN: (La abraza) Hola, bebé... ¿Dónde está? ¿Cómo está?
EDUARDO: (Tenía a la niña alzada) Aquí tienes a Martina, princesa... (Entran los dos)
TAMI: Está durmiendo en el cuarto...
CARMEN: ¿No recuerda nada de nada?

Mientras tanto, en la recámara, Martín tenía una terrible pesadilla...

PILOTO: (Hablando a los gritos) ¡¡May day!! ¡¡May day!! "Canario rojo a torre, canario rojo a torre, estamos cayendo en plano"...
MARTÍN: (Mismo volumen de voz) ¿¿Qué hago??
PILOTO: (Lo mira y le muestra una punta) Este es el principal y este otro, es el de emergencia. Te tiras y cuentas hasta cinco. Entonces lo abres...
MARTÍN: ¿Y tú?
PILOTO: ¡¡¡TÍRATE!!
MARTÍN: ¡¡No!! ¡¡Tami!!
TAMI: (Lo escuchó agitarse) Amor, despierta, Martín...
MARTÍN: (Abre los ojos, agitado) El helicóptero iba en picada...
TAMI: Tuviste una pesadilla (Le acaricia el rostro para relajarlo) Ya pasó, yo estoy aquí...
MARTÍN: (Estaba angustiado) El piloto no se tiró... (Le toma la mano) Te nombré en el sueño...
TAMI: ¿Sí? (Sonríe para aliviarlo un poco) ¿De verdad?
MARTÍN: (Asiente, respirando de a grandes bocanadas para recuperarse) Tú me habías llamado y no podía escucharte... (Lo piensa) ¿Fue un sueño o un recuerdo?
TAMI: Un recuerdo...
MARTÍN: (Siente mucho alivio y cae en cuenta de varios sueños que tuvo desde que la vio en la calle) ¿Alguna vez fuimos a la playa durante el alba?
TAMI: Si...
MARTÍN: Entonces recuerdo más de lo que pensaba, porque creía que eran sueños, pero no lo son... ¿La niña no llegó? Quiero verla, tengo muchos deseos de tocarla y darle besos...
TAMI: Está en la sala, con mis papás...
MARTÍN: (Le brilla la mirada) ¿La traes, por favor?
TAMI: Ya la traigo, espera aquí (Va a la sala) Tuvo una pesadilla... ¿Dónde están papá y Martina?
CARMEN: En la cocina, hija... ¿Puedo verlo?
MARTÍN: (Apareciendo) Aquí estoy...
CARMEN: (Se le caen las lágrimas y lo abraza) ¡¡Muchacho!!
MARTÍN: (Se deja abrazar) ¿Es usted la madre de Tamara?
TAMI: (Asiente) Ella es Carmen, tu suegra...
MARTÍN: Hola, señora...
CARMEN: (No lo soltaba) ¡Qué gusto verte, Martín!
MARTÍN: (Devuelve el abrazo) Es usted una mujer muy dulce...
EDUARDO: (Traía a la bebé en el cochecito) Esta muñequita se durm... ¡¡Martín!! (Otro abrazote)
MARTÍN: (Mira a Tami) ¿Mi suegro?
TAMI: Ajá...
MARTÍN: Hola, señor... (Unos momentos después, va hasta el carrito) Hola, Martina... (A Tata) ¿Puedo cargarla?
TAMI: Claro (La saca del carro y se la da a Martín)
MARTÍN: (La mece suavemente y la mira) Es bellísima y me mira como si supiera quién soy...
TAMI: Seguro que lo sabe...
MARTÍN: (Se sienta, sin poder apartar los ojos de la niña) Dicen que soy tu papá, Martina, pero eres demasiado hermosa como para ser mía, eres sólo de tu mamá, ¿verdad? (Le toma la manito y le da besos) Eres muy suave, perfecta... (Se emociona y clava su mirada en Tamara) Es perfecta...
TAMI: (Lloraba de la emoción) Si, es perfecta (Sonríe entre lágrimas)
CARMEN: Lalo, vamos, es un momento de ellos
EDUARDO: Tienes razón, vieja... Hijo, es un milagro maravilloso tenerte aquí
MARTÍN: (Sonríe) Gracias, señor
CARMEN: (Le besa la frente a su nieta, a su yerno y a su hija) Cualquier cosa, nos llaman...
TAMI: Si, mamá, gracias por traerla (Sonríe) Los acompaño...
MARTÍN: ¡Adiós, abuelitos chulos! (Vuelve a sonreír con franqueza: si hija lo tenía embelesado)
TAMI: Vamos (Se van hacia la puerta) Gracias por traer a la niña...
EDUARDO: De nada, hija, tranquila y ten paciencia, lo importante es que ya está aquí, que volvió a ti y a tu vida... (La abraza) Disfruta tu milagro
TAMI: Eso hago, papá, (Los abraza a los dos) Vayan con cuidado, por favor...
CARMEN: No te preocupes por nada que esté fuera de estas paredes. Adiós, bebé... (Se van)
MARTÍN: (Abstraído en su hija) ¿Por qué te pusieron Martina, eh? ¿Por mí? ¿Lo elegí yo o fue tu mami? Mmm... Tienes una mamá preciosa, igual que tú... (La niña ríe) ¡¡Ay, eres muy hermosa, bebé!! ¿Y eres mía? No me la creo, no puedo haberte hecho yo, eres demasiado bella, un primor... (Piensa en voz alta, sin darse cuenta) ¡Lástima que no recuerde cómo te hicimos!
TAMI: El nombre se lo puse yo, se lo puse por ti... (Se sienta a su lado)
MARTÍN: ¿Cuántos meses tiene?
TAMI: Cinco meses...
MARTÍN: (Hace las cuentas y la mira) No estuve contigo en el embarazo...
TAMI: No...
MARTÍN: (Deja a la niña en el carrito) Pero estoy ahora y ya no me voy a ir, aunque no recuerde, si me lo permites, puedo empezar de cero con ustedes
TAMI: Yo encantada...
MARTÍN: ¿Estábamos enamorados, Tami?
TAMI: Ajá, desde que éramos jóvenes, yo más que tú...
MARTÍN: ¿Cuántos años tengo? ¿Cuántos tienes tú?
TAMI: Tú tienes 32 y yo 24
MARTÍN: ¿Y desde cuándo nos amamos? Porque ocho años es bastante diferencia...
TAMI: Yo desde que tengo uso de razón y tú, desde que yo tenía 12 años
MARTÍN: (Sonríe) ¡Wow! Era un degenerado... Dime, por favor, que no avancé contigo a esa edad...
TAMI: No, yo hubiera querido, pero no lo hiciste, tranquilo (Sonríe) Avanzaste conmigo hace dos años...
MARTÍN: ¿Dos años? Estuve muy lento, digo, entiendo que cuando tenías doce nada podía hacerse, pero a los quince o dieciséis, al menos debí pedirte que fueras mi novia... (Mira a la bebé) ¿Papá era tortugo, chiquita?
TAMI: Un poco si, jajajaja, me lo ibas a pedir a los quince, pero me viste con un noviecito y te pensaste que era feliz...
MARTÍN: ¡¡Qué soquete!! Mmmm... Me parece que alguien necesita otro pañal...
TAMI: ¿Quieres cambiarla tú?
MARTÍN: ¿Me ayudas? No se si sepa hacerlo...
TAMI: Vamos, yo te ayudo (Coge a la niña, la lleva al cuarto y la recuesta en la cama) ¿La cuidas en lo que voy a buscar el bañar y las toallitas? (Él asiente y Tami regresa unos segundos después) Toma...
MARTÍN: (Estaba sacando la ropita de Martina) Gracias... (Llegó al pañal sucio) ¡¡Hija!! ¿Te comiste un elefante o qué? Jajajaja... Creo que hay que lavarla, señorita, porque se ha ensuciado demasiado... (La levanta) ¿Tienes una bañera para ella?
TAMI: Si, deja que la preparo y así la bañas... (Se va a preparar la bañera de la niña)
MARTÍN: (Le hablaba a su hija y le ve una marquita en la espalda) ¡¡Ey!! Yo tengo esa marca, pero en el brazo... Ay, Martina, te tocó un padre sin memoria, princesa, pero la sangre grita, ¿sabes? Desde que te vi el otro día, sentí algo muy fuerte por ti...
TAMI: Ya está la bañera lista...
MARTÍN: Al agua, pato, entonces... (La lleva al baño y la mete al agua. La beba ríe) Te gusta bañarte, preciosa... (Comienza a enjabonarla y a limpiarla. La saca y la seca) Ahora si, señorita, huele usted de maravillas. A ponerse ropa limpia... (Mira a Tami) La sangre grita y el cuerpo también...
TAMI: ¿Por qué lo dices?
MARTÍN: Ya llegará el momento en que lo entiendas... (Se va a la cama a vestir a Martina) Ponemos un poco de talco en esas pompitas y el pañal...
TAMI: (Coge la ropita de la niña) Toma (Se la deja en la cama y lo mira) Lo haces muy bien...
MARTÍN: Gracias, pero no debe ser ninguna ciencia, es como bañarse uno mismo, ¿no? (Tami se sienta junto a ellos) Mmm... Parece que mamá quiere checar todo de cerca, princesa... (Los dos se agachan para darle un beso a la niña y quedan a un milímetro de distancia)
TAMI: (Se quedaron un rato así, hasta que se levanta) Perdón, tú primero...
MARTÍN: ¿Primero yo, qué?
TAMI: Le ibas a dar un beso a la niña, ¿no?
MARTÍN: Ah, eso... Si... (Besa la frente de Martina) Quedaste perfecta, muñequita... (Mira a Tami) Te toca
TAMI: (Besa a su hija) Tu papá resultó ser muy bueno cambiándote (Le da otro beso a la niña y la coge en brazos)
MARTÍN: (Se sienta al lado de Tami y acaricia a su hija) Es muy hermosa, tan perfecta, tan divina... Y tiene tus ojos, Mocosa... (Tamara lo mira) ¿Qué?

TAMI: (Sonríe) Nada... (Empieza a arrullar a la niña para hacerla dormir)

6 comentarios:

  1. hayyyyy que lindos ojala pronto ya tengan fiesta privada Tincho y Tami jajajajaja que tierno este capitulo me emocione

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  2. MARTÍN: La sangre grita y el cuerpo también...
    TAMI: ¿Por qué lo dices?
    MARTÍN: Ya llegará el momento en que lo entiendas...

    Ese Martín aprende muy rápido........

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  3. Jajajaja !!! Excelente capitulo que bueno que tami haya encontrado a martin y esten con su beba!! Me emocioneee!!! Excelente simplemente excelenteee!!! :D esta historia me sorprende cada vez mas!!! :)

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  4. Muy Buen Capitulo, y que paso con la muerta resucitada del demonio???

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    1. La muerta resucitada se fue furiosa, Veva!!! La sacaron echando putas al cielo, JAJAJAJA!!!

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  5. Pero, DENLE MATRACA, CARANCHO!!!!!!!!

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