Martín quería escaparse de lo que
Tami le provocaba, por más que ella fuera su esposa, para él era una
desconocida y, sin embargo, Tamara lo inquietaba mucho, le gustaba y no quería
dejar de estar a su lado. Se iba a dormir, pero deseaba que ella lo tocara, le
sostuviera la mano o le acariciara el pelo y no se animaba a decirle...
MARTÍN: Lo siento, no puedo así,
mejor ve a la cocina
TAMI: ¿Así cómo?
MARTÍN: No se, pero estoy
nervioso, todo esto es muy extraño
TAMI: Lo se, relájate, no quiero
que vayas a huir de nuevo... Por favor...
MARTÍN: No voy a ir a ningún
lado, tú eres mi esposa, ¿no? Esta es mi casa y me van a traer a mi hija... Soy
un desmemoriado, no un idiota... (Se ríe por lo bajo) Disculpa, quizás esto para
ti es muy doloroso y yo hago chistes...
TAMI: No, doloroso era no tenerte
aquí (Le acaricia el rostro) No sabes lo mal que lo pasé cuando te creí
muerto... (Lo abraza)
MARTÍN: (La agarra muy fuerte,
como para no soltarla nunca) Me duele tu dolor y no se por qué...
TAMI: Ya llegará el momento en
que lo sepas (Otro beso en la mejilla) ¿Vas a dormir?
MARTÍN: Si, pero quédate aquí,
conmigo
TAMI: Aquí me quedo...
MARTÍN: (Se acuestan boca arriba,
uno al lado del otro, con las manos entrelazadas) Gracias...
TAMI: No tienes por qué darlas
(Lo mira y sonríe) Ahora, duerme, necesitas descansar...
MARTÍN: Si... (Cierra los ojos y
se duerme en un segundo)
TAMI: (Aprovecha para besarle los
labios) No sabes cuánto te amo... (Tocan a la puerta y va a abrir) Hola, mamá...
CARMEN: (La abraza) Hola, bebé...
¿Dónde está? ¿Cómo está?
EDUARDO: (Tenía a la niña alzada)
Aquí tienes a Martina, princesa... (Entran los dos)
TAMI: Está durmiendo en el
cuarto...
CARMEN: ¿No recuerda nada de
nada?
Mientras tanto, en la recámara,
Martín tenía una terrible pesadilla...
PILOTO: (Hablando a los gritos)
¡¡May day!! ¡¡May day!! "Canario rojo a torre, canario rojo a torre,
estamos cayendo en plano"...
MARTÍN: (Mismo volumen de voz)
¿¿Qué hago??
PILOTO: (Lo mira y le muestra una
punta) Este es el principal y este otro, es el de emergencia. Te tiras y
cuentas hasta cinco. Entonces lo abres...
MARTÍN: ¿Y tú?
PILOTO: ¡¡¡TÍRATE!!
MARTÍN: ¡¡No!! ¡¡Tami!!
TAMI: (Lo escuchó agitarse) Amor,
despierta, Martín...
MARTÍN: (Abre los ojos, agitado)
El helicóptero iba en picada...
TAMI: Tuviste una pesadilla (Le
acaricia el rostro para relajarlo) Ya pasó, yo estoy aquí...
MARTÍN: (Estaba angustiado) El
piloto no se tiró... (Le toma la mano) Te nombré en el sueño...
TAMI: ¿Sí? (Sonríe para aliviarlo
un poco) ¿De verdad?
MARTÍN: (Asiente, respirando de a
grandes bocanadas para recuperarse) Tú me habías llamado y no podía
escucharte... (Lo piensa) ¿Fue un sueño o un recuerdo?
TAMI: Un recuerdo...
MARTÍN: (Siente mucho alivio y
cae en cuenta de varios sueños que tuvo desde que la vio en la calle) ¿Alguna
vez fuimos a la playa durante el alba?
TAMI: Si...
MARTÍN: Entonces recuerdo más de
lo que pensaba, porque creía que eran sueños, pero no lo son... ¿La niña no
llegó? Quiero verla, tengo muchos deseos de tocarla y darle besos...
TAMI: Está en la sala, con mis
papás...
MARTÍN: (Le brilla la mirada) ¿La
traes, por favor?
TAMI: Ya la traigo, espera aquí
(Va a la sala) Tuvo una pesadilla... ¿Dónde están papá y Martina?
CARMEN: En la cocina, hija...
¿Puedo verlo?
MARTÍN: (Apareciendo) Aquí
estoy...
CARMEN: (Se le caen las lágrimas
y lo abraza) ¡¡Muchacho!!
MARTÍN: (Se deja abrazar) ¿Es
usted la madre de Tamara?
TAMI: (Asiente) Ella es Carmen,
tu suegra...
MARTÍN: Hola, señora...
CARMEN: (No lo soltaba) ¡Qué
gusto verte, Martín!
MARTÍN: (Devuelve el abrazo) Es
usted una mujer muy dulce...
EDUARDO: (Traía a la bebé en el
cochecito) Esta muñequita se durm... ¡¡Martín!! (Otro abrazote)
MARTÍN: (Mira a Tami) ¿Mi suegro?
TAMI: Ajá...
MARTÍN: Hola, señor... (Unos
momentos después, va hasta el carrito) Hola, Martina... (A Tata) ¿Puedo
cargarla?
TAMI: Claro (La saca del carro y
se la da a Martín)
MARTÍN: (La mece suavemente y la
mira) Es bellísima y me mira como si supiera quién soy...
TAMI: Seguro que lo sabe...
MARTÍN: (Se sienta, sin poder
apartar los ojos de la niña) Dicen que soy tu papá, Martina, pero eres
demasiado hermosa como para ser mía, eres sólo de tu mamá, ¿verdad? (Le toma la
manito y le da besos) Eres muy suave, perfecta... (Se emociona y clava su
mirada en Tamara) Es perfecta...
TAMI: (Lloraba de la emoción) Si,
es perfecta (Sonríe entre lágrimas)
CARMEN: Lalo, vamos, es un
momento de ellos
EDUARDO: Tienes razón, vieja...
Hijo, es un milagro maravilloso tenerte aquí
MARTÍN: (Sonríe) Gracias, señor
CARMEN: (Le besa la frente a su
nieta, a su yerno y a su hija) Cualquier cosa, nos llaman...
TAMI: Si, mamá, gracias por
traerla (Sonríe) Los acompaño...
MARTÍN: ¡Adiós, abuelitos chulos!
(Vuelve a sonreír con franqueza: si hija lo tenía embelesado)
TAMI: Vamos (Se van hacia la
puerta) Gracias por traer a la niña...
EDUARDO: De nada, hija, tranquila
y ten paciencia, lo importante es que ya está aquí, que volvió a ti y a tu
vida... (La abraza) Disfruta tu milagro
TAMI: Eso hago, papá, (Los abraza
a los dos) Vayan con cuidado, por favor...
CARMEN: No te preocupes por nada
que esté fuera de estas paredes. Adiós, bebé... (Se van)
MARTÍN: (Abstraído en su hija)
¿Por qué te pusieron Martina, eh? ¿Por mí? ¿Lo elegí yo o fue tu mami? Mmm...
Tienes una mamá preciosa, igual que tú... (La niña ríe) ¡¡Ay, eres muy hermosa,
bebé!! ¿Y eres mía? No me la creo, no puedo haberte hecho yo, eres demasiado
bella, un primor... (Piensa en voz alta, sin darse cuenta) ¡Lástima que no
recuerde cómo te hicimos!
TAMI: El nombre se lo puse yo, se
lo puse por ti... (Se sienta a su lado)
MARTÍN: ¿Cuántos meses tiene?
TAMI: Cinco meses...
MARTÍN: (Hace las cuentas y la
mira) No estuve contigo en el embarazo...
TAMI: No...
MARTÍN: (Deja a la niña en el
carrito) Pero estoy ahora y ya no me voy a ir, aunque no recuerde, si me lo
permites, puedo empezar de cero con ustedes
TAMI: Yo encantada...
MARTÍN: ¿Estábamos enamorados,
Tami?
TAMI: Ajá, desde que éramos
jóvenes, yo más que tú...
MARTÍN: ¿Cuántos años tengo?
¿Cuántos tienes tú?
TAMI: Tú tienes 32 y yo 24
MARTÍN: ¿Y desde cuándo nos
amamos? Porque ocho años es bastante diferencia...
TAMI: Yo desde que tengo uso de
razón y tú, desde que yo tenía 12 años
MARTÍN: (Sonríe) ¡Wow! Era un
degenerado... Dime, por favor, que no avancé contigo a esa edad...
TAMI: No, yo hubiera querido,
pero no lo hiciste, tranquilo (Sonríe) Avanzaste conmigo hace dos años...
MARTÍN: ¿Dos años? Estuve muy
lento, digo, entiendo que cuando tenías doce nada podía hacerse, pero a los
quince o dieciséis, al menos debí pedirte que fueras mi novia... (Mira a la
bebé) ¿Papá era tortugo, chiquita?
TAMI: Un poco si, jajajaja, me lo
ibas a pedir a los quince, pero me viste con un noviecito y te pensaste que era
feliz...
MARTÍN: ¡¡Qué soquete!! Mmmm...
Me parece que alguien necesita otro pañal...
TAMI: ¿Quieres cambiarla tú?
MARTÍN: ¿Me ayudas? No se si sepa
hacerlo...
TAMI: Vamos, yo te ayudo (Coge a
la niña, la lleva al cuarto y la recuesta en la cama) ¿La cuidas en lo que voy
a buscar el bañar y las toallitas? (Él asiente y Tami regresa unos segundos
después) Toma...
MARTÍN: (Estaba sacando la ropita
de Martina) Gracias... (Llegó al pañal sucio) ¡¡Hija!! ¿Te comiste un elefante
o qué? Jajajaja... Creo que hay que lavarla, señorita, porque se ha ensuciado
demasiado... (La levanta) ¿Tienes una bañera para ella?
TAMI: Si, deja que la preparo y
así la bañas... (Se va a preparar la bañera de la niña)
MARTÍN: (Le hablaba a su hija y
le ve una marquita en la espalda) ¡¡Ey!! Yo tengo esa marca, pero en el
brazo... Ay, Martina, te tocó un padre sin memoria, princesa, pero la sangre
grita, ¿sabes? Desde que te vi el otro día, sentí algo muy fuerte por ti...
TAMI: Ya está la bañera lista...
MARTÍN: Al agua, pato,
entonces... (La lleva al baño y la mete al agua. La beba ríe) Te gusta bañarte,
preciosa... (Comienza a enjabonarla y a limpiarla. La saca y la seca) Ahora si,
señorita, huele usted de maravillas. A ponerse ropa limpia... (Mira a Tami) La
sangre grita y el cuerpo también...
TAMI: ¿Por qué lo dices?
MARTÍN: Ya llegará el momento en
que lo entiendas... (Se va a la cama a vestir a Martina) Ponemos un poco de
talco en esas pompitas y el pañal...
TAMI: (Coge la ropita de la niña)
Toma (Se la deja en la cama y lo mira) Lo haces muy bien...
MARTÍN: Gracias, pero no debe ser
ninguna ciencia, es como bañarse uno mismo, ¿no? (Tami se sienta junto a ellos)
Mmm... Parece que mamá quiere checar todo de cerca, princesa... (Los dos se
agachan para darle un beso a la niña y quedan a un milímetro de distancia)
TAMI: (Se quedaron un rato así,
hasta que se levanta) Perdón, tú primero...
MARTÍN: ¿Primero yo, qué?
TAMI: Le ibas a dar un beso a la
niña, ¿no?
MARTÍN: Ah, eso... Si... (Besa la
frente de Martina) Quedaste perfecta, muñequita... (Mira a Tami) Te toca
TAMI: (Besa a su hija) Tu papá
resultó ser muy bueno cambiándote (Le da otro beso a la niña y la coge en
brazos)
MARTÍN: (Se sienta al lado de
Tami y acaricia a su hija) Es muy hermosa, tan perfecta, tan divina... Y tiene
tus ojos, Mocosa... (Tamara lo mira) ¿Qué?
TAMI: (Sonríe) Nada... (Empieza a
arrullar a la niña para hacerla dormir)
hayyyyy que lindos ojala pronto ya tengan fiesta privada Tincho y Tami jajajajaja que tierno este capitulo me emocione
ResponderEliminarMARTÍN: La sangre grita y el cuerpo también...
ResponderEliminarTAMI: ¿Por qué lo dices?
MARTÍN: Ya llegará el momento en que lo entiendas...
Ese Martín aprende muy rápido........
Jajajaja !!! Excelente capitulo que bueno que tami haya encontrado a martin y esten con su beba!! Me emocioneee!!! Excelente simplemente excelenteee!!! :D esta historia me sorprende cada vez mas!!! :)
ResponderEliminarMuy Buen Capitulo, y que paso con la muerta resucitada del demonio???
ResponderEliminarLa muerta resucitada se fue furiosa, Veva!!! La sacaron echando putas al cielo, JAJAJAJA!!!
EliminarPero, DENLE MATRACA, CARANCHO!!!!!!!!
ResponderEliminar