jueves, 4 de julio de 2013

Capítulo 258

Alejandro era una bola de impaciencia y no entendía qué tenía que ver su hija, con la patética historia que Diego estaba narrando…

DIEGO: Mucho. La cosa es que ella quedó embarazada, pero me dijo que el niño no era mío y se largó. Por lo mismo, anduve como perdido en la vida, así que sin dinero y completamente desconsolado, ese llamado me cayó como anillo al dedo
DANI: Y querías aprovecharte de la mujer y de la hija a las que nunca amaste, ¿no?
DIEGO: No. Soy un canalla, pero tengo mis límites. Iba a ver qué quería esa mujer y engañarla a ella, pero cuando vi a Jana, algo en mí, se movilizó, así que le dije que no contara conmigo y ya no he vuelto a saber de ella, ni de la otra
ALEX: ¿Qué otra?
DIEGO: Pues, yo siempre hablaba con la misma, tu ex mujer, para ser precisos. Con ella estaba otra tipa, no se quién era
ALEX: ¡Andreína! (Se enoja) Sigue con el cuento, porque ni Daniela me va a impedir que te rompa el alma a golpes
DANI: Sigue, por favor, Diego, Alejandro no te va a volver a pegar...
ALEX: No prometas nada, Daniela
DIEGO: La cosa es que ella planeaba separarlos y recoger los pedazos, o algo así, no se muy bien. Como me abrí de aquello, no llegué a conocer su plan en profundidad.
ALEX: Aún no entiendo qué tiene que ver Jana en todo esto
DIEGO: Hace un par de semanas, Paula me llamó. Me pidió que habláramos y pues, lo hicimos. Tuvo una niña, hermosa, es preciosa y es mía.
DANI: Todavía no entiendo qué tiene que ver Jana en eso...
DIEGO: Paula no quería saber nada conmigo. Después de saber mi pasado, decidió criarla sola, lejos de un tipo como yo.
ALEX: ¿Y para qué te buscó, entonces?
DIEGO: Sabrina enfermó. La enfermedad es congénita y como en la familia de su mamá nadie la tenía, no tuvo más alternativa que buscarme. Y pues, resulta ser que si. Es una enfermedad rara, ya les explicaré con más detalles, pero la cuestión es que aunque el hombre puede ser portador, sólo se desarrolla en las mujeres.
ALEX: ¿Nos estás diciendo que Jana puede estar enferma?
DIEGO: (Asiente) A Sabrina tardaron mucho en detectarle el problema, pero a sabiendas de lo que están buscando, en caso que Jana la padezca, tiene un tratamiento muy sencillo y efectivo.
DANI: Quiero conocer a Paula y a Sabrina...
DIEGO: El jueves me hice un estudio de compatibilidad y si resulta positivo, voy a donarle médula a Sabrina, después de eso y que mi hija se recupere, te prometo que las vas a conocer.
ALEX: ¿Donación de médula? ¡Carajo, Diego! ¿Qué enfermedad es?
DIEGO: (Saca un dispositivo usb de su bolsillo) Mira, es muy complicado, pero aquí tienen toda la información del caso de Sabrina y de otros más. Pero, tranquilos, si Jana no ha tenido problemas antes de los seis años, es muy difícil que desarrolle la patología.
ALEX: Dejaré que su médico nos despeje las dudas
DANI: No, Diego, quiero conocerlas ahora...
DIEGO: Déjame ver qué puedo hacer...
ALEX: ¿No la escuchaste? Las quiere conocer y las va a conocer. Al fin que esa pequeña es hermana de Jana y las dos tiene derecho a saber de la otra
DIEGO: (Asiente) Miren, todo lo que pasó me ha hecho recapacitar y por más que sea tarde, puedo comprender la magnitud de lo que te hice, Dani, de lo que les hice a las dos y no espero perdón, sólo quiero hacer las cosas bien, de ahora en más
ALEX: (Se sienta) Jana es quien va a decidir sobre lo que vaya a pasar contigo
DIEGO: No lo digo por eso
DANI: ¿Entonces?
DIEGO: Yo no siento por Jana lo que Alejandro siente y ella jamás me va a mirar como lo mira a él. Dani, les jodí la vida una vez, no voy a venir a hacerlo de nuevo. Ustedes son una familia y ahí, no pienso meterme. Sólo quiero que sepan que en caso de ser necesario y si puedo hacerlo, haré la donación de médula a Jana y además, quería que sepan que esas dos mujeres están tras ustedes y que si puedo ayudarles en algo, pueden contar conmigo.
ALEX: ¿Y si mi hija quiere conocerte?
DIEGO: Lo haremos, por supuesto, pero no buscaré ocupar un lugar que perdí solo y que tú te ganaste en buena ley
DANI: Me parece bien, gracias por venir a avisarnos... (Se levanta y le estira la mano a Diego) Por mí, está todo perdonado, pero no olvidado...
DIEGO: Lo se, pero poder estar en paz con mi pasado, me va a permitir ser con Sabrina, lo que no pude ser con Jana y aunque me duele saber que a ella ya la perdí, el acto de amor más grande que puedo tener para esa princesita, es dejarla con sus padres y su hermano, feliz, como lo ha sido todo este tiempo.
ALEX: (Le ofrece la mano también) Sólo te pido que si esas mujeres vuelven a contactarte, nos avises.
DIEGO: Lo haré. Y en cuanto hable con Paula, te llamo, Dani. Adiós...
DANI: Gracias por venir a contarnos (Lo abraza) Ojala puedas ser un buen padre con Sabrina...
DIEGO: Ojala, Daniela, es lo que más deseo... (A Alex) ¿Me dejas hablar a solas con ella un momento?
ALEX: Tengo que ir a ver el café que debe estar más hervido que... (Se gira y se va) ¡Yo!
DANI: ¿De qué quieres hablar?
DIEGO: Se me cae la cara de vergüenza contigo y apenas puedo creer que tu nobleza sea tan grande, Dani. Quiero pedirte perdón. Se que no sirve de nada y que no remedia el daño que les causé, pero es de corazón. Me imagino que nada de lo que haga o diga va a subsanar el dolor provocado, solamente quería que lo sepas. La vida me dio unas buenas cachetadas y al fin, comprendí. ¿Me dejas darte un abrazo?
DANI: Claro... (Se abrazan) Espero que seas feliz a partir de ahora...
DIEGO: Gracias, bonita

Alejandro se quedó mirando la escena y aunque confiaba en su esposa, esa imagen fue un duro golpe para él. Sin que ninguno de ellos lo notara, subió a su cuarto e hizo una llamada.

DANI: Espero tu llamado, Diego, hasta otro día... (Diego se va y Dani sube) Amor, ¿dónde estás?
ALEX: (Estaba al teléfono) Aguarde un segundo, doc... ¡En el cuarto! (Retoma la conversación) ¿Está seguro?
DANI: (Se acerca) ¿Hablas con el pediatra de Jana?
ALEX: (Afirma con la cabeza) Ajá, lo entiendo. De todas maneras, entenderá que mi esposa y yo necesitamos estar seguros. Por supuesto que lo que dice nos tranquiliza y mucho, pero hasta que un examen no lo asegure, no vamos a estar en paz. Está bien, así lo haremos. Hasta entonces. (Corta) Dice que esa enfermedad se desarrolla hasta los seis años. Los casos en edades más tardías, son escasos y nunca graves. Jana está fuera de peligro, pero igual le pedí una cita. El miércoles por la mañana tenemos que llevarla.
DANI: Eso me tranquiliza, gracias por llamar (Lo besa)
ALEX: Es mi hija, no me agradezcas por preocuparme por ella, Daniela. Me voy a bañar... (Se mete al privado)
DANI: No te agradezco por preocuparte, sino por llamar (Entra al privado) ¿Qué te pasa?
ALEX: No me gusta que Diego esté cerca. Estará muy arrepentido y lo que sea, pero no lo quiero rondando por aquí
DANI: Si quiero conocer a Paula y a su hija, tendremos que verlo, pero, ¿por qué pago yo por lo que te hace sentir él?
ALEX: Abrázalo más, Dani, conoce a quien te de la gana y sigue abrazándolo, como si nada hubiera pasado.
DANI: Es un abrazo, le deseé que fuera feliz como lo soy yo y se fue. ¿Te enojaste conmigo porque lo abracé?
ALEX: No es un abrazo, no es cualquier tipo y me da mucho coraje que no lo veas. Hace lo que quiere, jode la vida de quien le da la gana, se alía con el par de locas ese y ¿qué? ¿Porque viene y lo cuenta es un mártir? Es una basura y Sabrina, estaría mucho mejor sin ese perro en su vida, ¿sabes? Lo único bueno que veo aquí es que va a salvar la vida de esa niña, pero no por ser un héroe, sino porque por una vez en su vida, hace lo que debe hacer. ¿Te preguntaste qué pasaría si no amara a la madre de la pequeña? Porque esta vez le importa, a causa de su amor por esa mujer, por la tal Paula, pero ni Sabrina, ni Jana le importan y no me creo que tú le compres todo el cuentito. No, Daniela, no me enojé solamente porque lo abrazaras, sino porque dejaste que se fuera de aquí con la consciencia limpia, como un maldito héroe, como el pobre hombre arrepentido, que quiere redimirse, cuando lo único que es ese tipo, es un infeliz. (Sale del baño) Ya se me quitaron las ganas de ducharme y de todo. Si me necesitas para algo, estoy en la biblioteca.
DANI: No, te esperas aquí. Le dije que lo perdonaba, pero que no olvido lo que me hizo, todo el mundo se merece una oportunidad, ¿no crees? Si una persona roba una vez, ¿ya lo sentencias como ladrón? Pues, no y si le creo o lo perdono, es mi problema, fue a mi a quien me lo hizo. Si quieres enojarte por mi comportamiento, hazlo, pero creo que es mejor dejar los rencores atrás y mirar al futuro. Ahora, la que se va, soy yo, cuando se te pase el enojo, estoy en el cuarto de revelado... (Lo rodea y sale)
ALEX: No se me va a pasar nada... (Se viste y va hasta la puerta del cuarto donde estaba Dani) Salgo, no se a qué hora regreso
DANI: Como siempre, que te vaya bien con tu enojo, Alejandro...
ALEX: No es enojo, es dolor y para que lo sepas, un ladrón, es un ladrón. Como siempre, que te vaya muy bien con tu orgullo, Daniela
DANI: ¿Mi orgullo? ¿Y dolor por qué? ¿Por qué perdoné a Diego?
ALEX: (Entra) Si, porque le perdonaste que te haya tratado como a una cualquiera, que haya rechazado a Jana y que se cagara en cualquier cosa que pudiera haberles pasado. Me duele, por mi hija y por mi esposa y porque no lo puedo entender, Daniela. No me cabe en la cabeza, que tengas tanta liviandad para dejar eso atrás. ¿Cómo te sentirías tú, si el día de mañana, yo perdono a Laura? ¿Qué sentirías como la madre de Gabriel? Porque lo que me parece es que es muy fácil venir y decir un montón de palabras bonitas ahora, pero, me pregunto, ¿no? Y si Jana hubiera padecido esa enfermedad, ¿cuál sería el cuento ahora? Me voy con mi enojo, señora. Que tu orgullo, te apapache hoy. (Cierra la puerta)
DANI: (Sale) Son dos situaciones diferentes, pero no quiero cargar con resentimientos. Eso no quiere decir que lo quiera en mi vida. Que lo perdone, no quiere decir que olvido lo que me hizo. Diego no va a estar en nuestra vida, ni en la de la niña...
ALEX: No lo creo, Diego va a estar, aunque no lo quieras reconocer, va a estar. Ese tipo, no va a salir de nuestras vidas nunca y son dos situaciones iguales, pero a ti te conviene verlas distintas. No se merece que lo perdones, ni que lo abraces y mucho menos que lo defiendas de mí, porque yo no soy el mal tipo aquí, pero parece que eso se te olvida cuando él aparece. Hasta más tarde, Daniela. Si pasa algo, me llamas... (Sale de la casa)
DANI: (Sale tras él) No te vayas, tenemos que hablar.
ALEX: ¿Hablar de qué?


5 comentarios:

  1. Excelente capitulo... Ojala Y Jana no presente la enfermedad y que estos dejen de pelear por Diego por que no vale la pena... Fue y seguira siendo un estupido por hjaberlas abandonado y tratarla como la trato... He dicho....

    ResponderEliminar
  2. Entiendo el enojo de Alex, a veces Dani se pasa de buena y por "perdonar" a unos, deja a su esposo en un lugar que no le corresponde ni merece. Creo que tiene que rever esa actitud, porque Alex siempre le ha respondido y no la defrauda. Es mi modo de ver...

    ResponderEliminar
  3. Comparto tu opinion maru y si ojala no este enferma jana excelente capitulo me encantooo y ojala se arreglen esos 2 no merecen pelear x diego q ya es pasado :D

    ResponderEliminar
  4. Dani se pasa de buena... si yo fuera ella no lo perdonaba y ni lo olvidaba... y Alex tiene toda la razón en enojarse la verdad aveces Dani no mide su actitud... Diego no merece el perdón de Dani Ni de Jana ni siquiera un abrazo de ellas... Diego NO TIENE PERDO. esa es mi opinión

    ResponderEliminar
  5. Alex esta muy sencible parece que el prenado es el, no se puede uno quedar con rencores viejos eso dana el karma

    ResponderEliminar