Alejandro era una bola de
impaciencia y no entendía qué tenía que ver su hija, con la patética historia
que Diego estaba narrando…
DIEGO: Mucho. La cosa es que ella
quedó embarazada, pero me dijo que el niño no era mío y se largó. Por lo mismo,
anduve como perdido en la vida, así que sin dinero y completamente
desconsolado, ese llamado me cayó como anillo al dedo
DANI: Y querías aprovecharte de
la mujer y de la hija a las que nunca amaste, ¿no?
DIEGO: No. Soy un canalla, pero
tengo mis límites. Iba a ver qué quería esa mujer y engañarla a ella, pero
cuando vi a Jana, algo en mí, se movilizó, así que le dije que no contara
conmigo y ya no he vuelto a saber de ella, ni de la otra
ALEX: ¿Qué otra?
DIEGO: Pues, yo siempre hablaba
con la misma, tu ex mujer, para ser precisos. Con ella estaba otra tipa, no se
quién era
ALEX: ¡Andreína! (Se enoja) Sigue
con el cuento, porque ni Daniela me va a impedir que te rompa el alma a golpes
DANI: Sigue, por favor, Diego,
Alejandro no te va a volver a pegar...
ALEX: No prometas nada, Daniela
DIEGO: La cosa es que ella
planeaba separarlos y recoger los pedazos, o algo así, no se muy bien. Como me
abrí de aquello, no llegué a conocer su plan en profundidad.
ALEX: Aún no entiendo qué tiene
que ver Jana en todo esto
DIEGO: Hace un par de semanas,
Paula me llamó. Me pidió que habláramos y pues, lo hicimos. Tuvo una niña,
hermosa, es preciosa y es mía.
DANI: Todavía no entiendo qué
tiene que ver Jana en eso...
DIEGO: Paula no quería saber nada
conmigo. Después de saber mi pasado, decidió criarla sola, lejos de un tipo
como yo.
ALEX: ¿Y para qué te buscó,
entonces?
DIEGO: Sabrina enfermó. La
enfermedad es congénita y como en la familia de su mamá nadie la tenía, no tuvo
más alternativa que buscarme. Y pues, resulta ser que si. Es una enfermedad
rara, ya les explicaré con más detalles, pero la cuestión es que aunque el
hombre puede ser portador, sólo se desarrolla en las mujeres.
ALEX: ¿Nos estás diciendo que
Jana puede estar enferma?
DIEGO: (Asiente) A Sabrina
tardaron mucho en detectarle el problema, pero a sabiendas de lo que están
buscando, en caso que Jana la padezca, tiene un tratamiento muy sencillo y
efectivo.
DANI: Quiero conocer a Paula y a
Sabrina...
DIEGO: El jueves me hice un
estudio de compatibilidad y si resulta positivo, voy a donarle médula a
Sabrina, después de eso y que mi hija se recupere, te prometo que las vas a
conocer.
ALEX: ¿Donación de médula?
¡Carajo, Diego! ¿Qué enfermedad es?
DIEGO: (Saca un dispositivo usb
de su bolsillo) Mira, es muy complicado, pero aquí tienen toda la información
del caso de Sabrina y de otros más. Pero, tranquilos, si Jana no ha tenido
problemas antes de los seis años, es muy difícil que desarrolle la patología.
ALEX: Dejaré que su médico nos
despeje las dudas
DANI: No, Diego, quiero
conocerlas ahora...
DIEGO: Déjame ver qué puedo
hacer...
ALEX: ¿No la escuchaste? Las
quiere conocer y las va a conocer. Al fin que esa pequeña es hermana de Jana y
las dos tiene derecho a saber de la otra
DIEGO: (Asiente) Miren, todo lo
que pasó me ha hecho recapacitar y por más que sea tarde, puedo comprender la
magnitud de lo que te hice, Dani, de lo que les hice a las dos y no espero
perdón, sólo quiero hacer las cosas bien, de ahora en más
ALEX: (Se sienta) Jana es quien
va a decidir sobre lo que vaya a pasar contigo
DIEGO: No lo digo por eso
DANI: ¿Entonces?
DIEGO: Yo no siento por Jana lo
que Alejandro siente y ella jamás me va a mirar como lo mira a él. Dani, les
jodí la vida una vez, no voy a venir a hacerlo de nuevo. Ustedes son una
familia y ahí, no pienso meterme. Sólo quiero que sepan que en caso de ser
necesario y si puedo hacerlo, haré la donación de médula a Jana y además,
quería que sepan que esas dos mujeres están tras ustedes y que si puedo
ayudarles en algo, pueden contar conmigo.
ALEX: ¿Y si mi hija quiere
conocerte?
DIEGO: Lo haremos, por supuesto,
pero no buscaré ocupar un lugar que perdí solo y que tú te ganaste en buena ley
DANI: Me parece bien, gracias por
venir a avisarnos... (Se levanta y le estira la mano a Diego) Por mí, está todo
perdonado, pero no olvidado...
DIEGO: Lo se, pero poder estar en
paz con mi pasado, me va a permitir ser con Sabrina, lo que no pude ser con
Jana y aunque me duele saber que a ella ya la perdí, el acto de amor más grande
que puedo tener para esa princesita, es dejarla con sus padres y su hermano,
feliz, como lo ha sido todo este tiempo.
ALEX: (Le ofrece la mano también)
Sólo te pido que si esas mujeres vuelven a contactarte, nos avises.
DIEGO: Lo haré. Y en cuanto hable
con Paula, te llamo, Dani. Adiós...
DANI: Gracias por venir a
contarnos (Lo abraza) Ojala puedas ser un buen padre con Sabrina...
DIEGO: Ojala, Daniela, es lo que
más deseo... (A Alex) ¿Me dejas hablar a solas con ella un momento?
ALEX: Tengo que ir a ver el café
que debe estar más hervido que... (Se gira y se va) ¡Yo!
DANI: ¿De qué quieres hablar?
DIEGO: Se me cae la cara de
vergüenza contigo y apenas puedo creer que tu nobleza sea tan grande, Dani.
Quiero pedirte perdón. Se que no sirve de nada y que no remedia el daño que les
causé, pero es de corazón. Me imagino que nada de lo que haga o diga va a
subsanar el dolor provocado, solamente quería que lo sepas. La vida me dio unas
buenas cachetadas y al fin, comprendí. ¿Me dejas darte un abrazo?
DANI: Claro... (Se abrazan)
Espero que seas feliz a partir de ahora...
DIEGO: Gracias, bonita
Alejandro se quedó mirando la
escena y aunque confiaba en su esposa, esa imagen fue un duro golpe para él.
Sin que ninguno de ellos lo notara, subió a su cuarto e hizo una llamada.
DANI: Espero tu llamado, Diego,
hasta otro día... (Diego se va y Dani sube) Amor, ¿dónde estás?
ALEX: (Estaba al teléfono)
Aguarde un segundo, doc... ¡En el cuarto! (Retoma la conversación) ¿Está
seguro?
DANI: (Se acerca) ¿Hablas con el
pediatra de Jana?
ALEX: (Afirma con la cabeza) Ajá,
lo entiendo. De todas maneras, entenderá que mi esposa y yo necesitamos estar
seguros. Por supuesto que lo que dice nos tranquiliza y mucho, pero hasta que
un examen no lo asegure, no vamos a estar en paz. Está bien, así lo haremos.
Hasta entonces. (Corta) Dice que esa enfermedad se desarrolla hasta los seis
años. Los casos en edades más tardías, son escasos y nunca graves. Jana está
fuera de peligro, pero igual le pedí una cita. El miércoles por la mañana
tenemos que llevarla.
DANI: Eso me tranquiliza, gracias
por llamar (Lo besa)
ALEX: Es mi hija, no me
agradezcas por preocuparme por ella, Daniela. Me voy a bañar... (Se mete al
privado)
DANI: No te agradezco por
preocuparte, sino por llamar (Entra al privado) ¿Qué te pasa?
ALEX: No me gusta que Diego esté
cerca. Estará muy arrepentido y lo que sea, pero no lo quiero rondando por aquí
DANI: Si quiero conocer a Paula y
a su hija, tendremos que verlo, pero, ¿por qué pago yo por lo que te hace
sentir él?
ALEX: Abrázalo más, Dani, conoce
a quien te de la gana y sigue abrazándolo, como si nada hubiera pasado.
DANI: Es un abrazo, le deseé que
fuera feliz como lo soy yo y se fue. ¿Te enojaste conmigo porque lo abracé?
ALEX: No es un abrazo, no es
cualquier tipo y me da mucho coraje que no lo veas. Hace lo que quiere, jode la
vida de quien le da la gana, se alía con el par de locas ese y ¿qué? ¿Porque
viene y lo cuenta es un mártir? Es una basura y Sabrina, estaría mucho mejor
sin ese perro en su vida, ¿sabes? Lo único bueno que veo aquí es que va a
salvar la vida de esa niña, pero no por ser un héroe, sino porque por una vez
en su vida, hace lo que debe hacer. ¿Te preguntaste qué pasaría si no amara a
la madre de la pequeña? Porque esta vez le importa, a causa de su amor por esa
mujer, por la tal Paula, pero ni Sabrina, ni Jana le importan y no me creo que
tú le compres todo el cuentito. No, Daniela, no me enojé solamente porque lo
abrazaras, sino porque dejaste que se fuera de aquí con la consciencia limpia,
como un maldito héroe, como el pobre hombre arrepentido, que quiere redimirse,
cuando lo único que es ese tipo, es un infeliz. (Sale del baño) Ya se me
quitaron las ganas de ducharme y de todo. Si me necesitas para algo, estoy en
la biblioteca.
DANI: No, te esperas aquí. Le dije
que lo perdonaba, pero que no olvido lo que me hizo, todo el mundo se merece
una oportunidad, ¿no crees? Si una persona roba una vez, ¿ya lo sentencias como
ladrón? Pues, no y si le creo o lo perdono, es mi problema, fue a mi a quien me
lo hizo. Si quieres enojarte por mi comportamiento, hazlo, pero creo que es
mejor dejar los rencores atrás y mirar al futuro. Ahora, la que se va, soy yo,
cuando se te pase el enojo, estoy en el cuarto de revelado... (Lo rodea y sale)
ALEX: No se me va a pasar nada...
(Se viste y va hasta la puerta del cuarto donde estaba Dani) Salgo, no se a qué
hora regreso
DANI: Como siempre, que te vaya
bien con tu enojo, Alejandro...
ALEX: No es enojo, es dolor y
para que lo sepas, un ladrón, es un ladrón. Como siempre, que te vaya muy bien
con tu orgullo, Daniela
DANI: ¿Mi orgullo? ¿Y dolor por
qué? ¿Por qué perdoné a Diego?
ALEX: (Entra) Si, porque le
perdonaste que te haya tratado como a una cualquiera, que haya rechazado a Jana
y que se cagara en cualquier cosa que pudiera haberles pasado. Me duele, por mi
hija y por mi esposa y porque no lo puedo entender, Daniela. No me cabe en la
cabeza, que tengas tanta liviandad para dejar eso atrás. ¿Cómo te sentirías tú,
si el día de mañana, yo perdono a Laura? ¿Qué sentirías como la madre de
Gabriel? Porque lo que me parece es que es muy fácil venir y decir un montón de
palabras bonitas ahora, pero, me pregunto, ¿no? Y si Jana hubiera padecido esa
enfermedad, ¿cuál sería el cuento ahora? Me voy con mi enojo, señora. Que tu
orgullo, te apapache hoy. (Cierra la puerta)
DANI: (Sale) Son dos situaciones
diferentes, pero no quiero cargar con resentimientos. Eso no quiere decir que
lo quiera en mi vida. Que lo perdone, no quiere decir que olvido lo que me
hizo. Diego no va a estar en nuestra vida, ni en la de la niña...
ALEX: No lo creo, Diego va a
estar, aunque no lo quieras reconocer, va a estar. Ese tipo, no va a salir de
nuestras vidas nunca y son dos situaciones iguales, pero a ti te conviene
verlas distintas. No se merece que lo perdones, ni que lo abraces y mucho menos
que lo defiendas de mí, porque yo no soy el mal tipo aquí, pero parece que eso
se te olvida cuando él aparece. Hasta más tarde, Daniela. Si pasa algo, me
llamas... (Sale de la casa)
DANI: (Sale tras él) No te vayas,
tenemos que hablar.
ALEX: ¿Hablar de qué?
Excelente capitulo... Ojala Y Jana no presente la enfermedad y que estos dejen de pelear por Diego por que no vale la pena... Fue y seguira siendo un estupido por hjaberlas abandonado y tratarla como la trato... He dicho....
ResponderEliminarEntiendo el enojo de Alex, a veces Dani se pasa de buena y por "perdonar" a unos, deja a su esposo en un lugar que no le corresponde ni merece. Creo que tiene que rever esa actitud, porque Alex siempre le ha respondido y no la defrauda. Es mi modo de ver...
ResponderEliminarComparto tu opinion maru y si ojala no este enferma jana excelente capitulo me encantooo y ojala se arreglen esos 2 no merecen pelear x diego q ya es pasado :D
ResponderEliminarDani se pasa de buena... si yo fuera ella no lo perdonaba y ni lo olvidaba... y Alex tiene toda la razón en enojarse la verdad aveces Dani no mide su actitud... Diego no merece el perdón de Dani Ni de Jana ni siquiera un abrazo de ellas... Diego NO TIENE PERDO. esa es mi opinión
ResponderEliminarAlex esta muy sencible parece que el prenado es el, no se puede uno quedar con rencores viejos eso dana el karma
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