Capítulo 043

Sergio se mantuvo pensativo un largo rato hasta que se rindió a sus sentimientos y se fue en busca de Tami, mientras que ella, hablaba con Martín, intentando ser clara en lo que su corazón albergaba: la pregunta había sido concreta y la respuesta, no se quedó atrás…

TAMI: Nunca, sólo que llegó Sergio y me olvidé de ti y me enamoré de él...

MARTÍN: ¿Y ahora solamente me quieres? ¿Ya no me amas?

TAMI: Si te amo, pero también lo amo a él...

MARTÍN: Eso no puede ser, no se puede amar a dos personas a la vez, Tami. A uno lo amas y al otro, crees que lo amas.

TAMI: Eso precisamente es lo que quiero averiguar...

MARTÍN: El insoportable cree que amas a al otro y que su regreso te movilizó demasiado, pero quiere y está dispuesto a hacer lo que sea porque vuelvas a amarlo como cuando tenías quince años y deseabas que te secuestre para llevarte con él y vivir siempre juntos, amándose...

TAMI: Eso me basta para intentar descubrir a quien amo realmente (Lo besa)

MARTÍN: Entonces voy a amarte y darte todo lo que tengo guardado, esperando por ti, Tamara... (Esta vez, la besa sin contenerse, demostrando en ese beso, las ansias de hacerla suya)

TAMI: Quiero verlo...

MARTÍN: Lo vas a ver (besote) y lo vas a sentir, bonita...

Martín sigue besando y despacio, sin prisa, comienza a acariciar el vientre de Tami, primero por encima de la ropa y luego, rozando las yemas de sus dedos sobre la piel. Cuando sus besos llegan al cuello de Tamara, siente como ella casi rendida, le toma el rostro con las manos y va entregándose a las ganas. Esto lo anima a ser un poco más osado y, por fin, baja su boca hasta el torso de Tami, y mientras le sube la remera, lo recorre con besos certeros y exactos...

TAMI: Para, por favor, vamos muy deprisa...

MARTÍN: (Detiene sus manos, pero no sus besos) Hace diez años que los dos esperamos esto, Tami, no hay prisa, sólo deseos

TAMI: ¿Puedes aguantar sólo con besos?

MARTÍN: (Se incorpora y la hace sentarse) Mil años más, te espero la vida entera, amor insoportable...

TAMI: ¿Seguro?

MARTÍN: Mientras me sigas besando, mocosa...

TAMI: Eso si puedo hacerlo ahora

MARTÍN: Entonces, bésame y después arréglate, que vamos a salir

TAMI: ¿A esta hora?

MARTÍN: ¿Te acuerdas dónde nos despedimos tú y yo?

TAMI: Si, en la loma que estaba por detrás de mi casa, ¿por qué?

MARTÍN: Porque allá vamos...

TAMI: ¿Para qué?

MARTÍN: Esa noche, cuando me fui, mientras te decía adiós, me moría por besarte y quiero darte todos esos besos viejos para poder llenarte de besos nuevos. Digamos que es una fantasía...

TAMI: Liquidar lo viejo, para empezar algo nuevo... (Lo besa) Eres un genio, señor insoportable

MARTÍN: No soy insoportable, mocosa, tú lo eres y así te amo, siempre te he amado. (Se pone de pie) Te dejo para que te cambies, te espero en el sillón

TAMI: No hace falta que te vayas, me cambio rápido (se quita la parte de arriba del pijama y luego la parte de abajo para ponerse otra ropa)

MARTÍN: Mocosa, ¿me quieres enloquecer?

TAMI: ¿Por qué? (se pone un chándal y una camisa)

MARTÍN: Porque te desvistes frente mío y no soy de madera, Tamara, ten piedad de mí, piensa que para estos ojos, eres la mujer más hermosa del mundo y yo, bueno, soy hombre...

TAMI: (Lo besa) Vamos, hombre...

MARTÍN: Mocosa tramposa... Jajajaja, ¡vamos!

TAMI: Nada de tramposa (le pellizca las pompas) Señor insoportable

MARTÍN: (La agarra y la besa bien cachondo) Con eso, espero que te des cuenta que no estoy jugando, mocosa... ¿Vamos o te vas a quedar pellizcando mis nachas?

TAMI: Me gustan tus nachas, jajajaja

MARTÍN: Y a mí me gustas tú, ¿eso me da libertad para pellizcarte? (Le pincha las pompas a ella)

TAMI: Ay...

MARTÍN: ¿Qué te pasó? (Lo hace de nuevo) Mocosa, ¿te duele algo?

TAMI: Ya, insoportable, me duele (lo pellizca ella a él)

MARTÍN: Y a mí, que me toques, me enciende, así que vamos de una vez, porque si vuelvo a empezar, no me detengo hasta gritar tu nombre al final, mocosa... (Le da la mano) Muévete, bonita, jajajaja

TAMI: Vamos...

MARTÍN: (Salen y le da las llaves del carro) ¿Manejas?

TAMI: ¿Yo? ¿Seguro? No soy una mujer de fiar al volante, jajajaja

MARTÍN: Yo confío en ti, mocosa de mi vida, así que, arranca y llévame a las lomas...

TAMI: No te prometo nada...

Los dos  suben al carro y media hora más tarde, ellos llegan a las lomas y Sergio a casa de Tami, pero como ella no estaba, lo tomó como una señal y se fue a su casa: necesitaba tiempo para dejar de lado el ego herido, si era posible que lo lograra, porque a veces, el Toro no podía dejar que su orgullo se viera vencido.

Después de caminar unos minutos, Martín y Tamara, llegaron al mismo sitio donde diez años atrás, se vieron forzados a despedirse, sin poder confesarse su amor…

TAMI: Ya estamos aquí...

MARTÍN: (La toma de la mano y la lleva al mismo lugar donde se habían dicho adiós. Se miran) Pensar que la última vez que estuve aquí, dejé mi corazón...

TAMI: Yo me quedé aquí cuando te fuiste y siempre volvía, a ver si regresabas

MARTÍN: Y regresé, aquí me tienes, dispuesto a hacer lo que sea por ti, por nosotros, Tami...

TAMI: Te tardaste en regresar, insoportable

MARTÍN: Puede que tengas razón, pero quizás, los dos teníamos que tener experiencias por separado para valorar lo que podemos construir juntos. No estoy jugando, Tamara y si tengo que pelear con el mundo para ser feliz contigo, lo voy a hacer, de verdad te amo, no recuerdo un solo día de mi vida sin sentirme así. Te he pensado a cada paso, incluso estando con otras personas, cerraba los ojos y me imaginaba que eras tú quien me besaba, quien me tocaba, quien me hacía el amor...

TAMI: No sigas, no quiero imaginarme a ninguna tipa besándote ni haciéndote el amor, bastante sufría cuando te veía besando a las esqueléticas que tenías por novias...

MARTÍN: Es una verdad que necesito que sepas, para que comprendas que si estoy aquí, es

porque dentro mío, lo ocupas todo, no hay más que mi amor por ti y quiero arriesgarme contigo a vivirlo, aunque puede no funcionar. No hay precio que no pague por una oportunidad de ser el hombre de tu vida. Y que te quede claro, que la idea de pensarte en otros brazos, me enloquecía, no me dejaba dormir...

TAMI: Si no hubiera dejado a mi novio, ¿qué hubieras hecho?

MARTÍN: No sé, quizás lo mismo que hice hace seis años, cuando vine a buscarte y te vi con él...

TAMI: ¿Cómo que viniste? ¿Estuviste aquí y no me fuiste a ver? ¿A decir "Hola, Tamara, volví"?

MARTÍN: Fui a verte y te vi, besando a otro tipo, con el que además te reías mucho. Se me partió el alma, pero pensé que eras feliz y no quise interferir con eso. Estabas con Alejo también y un bebé, asumo que era Gabo, saliendo de la casa en la que te reencontré hace unos días. Volví pensando que tenía que enfrentar eso y comprender que si no me olvidaba de ti, no podría salir adelante. Me pasé años queriendo dejar de amarte y sin lograrlo. ¿Crees que si te hubiera buscado, me habrías pelado?

TAMI: Si te pelo ahora, ¿por qué no te iba a pelar hace seis años?

MARTÍN: Porque estabas con otro tipo, Tami, ¡no pensé que ahora fueras a pelarme, no vine pensando en eso, sino en que para olvidarme de ti, tenía que verte, enfrentar mis sentimientos con tu realidad. Por eso quise volverme a Barcelona, porque supuse que no tenía oportunidad contigo.

TAMI: Pues te equivocabas, igual que te equivocaste hace seis años....

MARTÍN: Me equivoqué, pero no voy a volver a hacerlo. Era un niño, Tami, un niño que pensó que al llegar, te iba a encontrar esperándolo y no fue así. Me dolió y cometí el error de rendirme sin luchar. Eso no vuelve a pasar, no lo hago otra vez, ahora me quedo hasta que me eches de tu lado y después también: seré INSOPORTABLE...

TAMI: (Le da un beso) Ven, quiero que veas algo...

MARTÍN: Llévame...

TAMI: (Lo lleva hasta un árbol y le señaló una parte del tronco, había algo grabado) Lo hice cuando te fuiste...

MARTÍN: (Lee) "Te amo para siempre"... (Se levanta la camisa y le muestra un tatuaje que tenía sobre el costado derecho de su vientre, en la zona baja) Y yo a ti, Tami...

TAMI: (Lee) "Te amo, ☆" ¿Estrella?

MARTÍN: ¿No lo recuerdas? ¿Cómo pedías que te llamemos? Tami Estrellita...

TAMI: ¡¡Jajajaja, cierto!! (Toca el tatuaje) ¿Cuándo te lo hiciste?

MARTÍN: Pocos días antes de tu cumpleaños de quince, iba a mostrártelo y pedirte que fueras mi novia. Pero cuando volví de hacerlo, mi papá me dijo que nos íbamos, así que no le vi el caso...

TAMI: Dios, Tincho, ¡eras bobo! Yo hubiera hecho todo porque te quedaras... Pero el pasado, se queda atrás, lo que importa es el presente...

MARTÍN: ¿Y qué dice nuestro presente? ¿Será que ese amor se puede despertar definitivamente?

TAMI: Eso depende de ti y de mis sentimientos, tiempo al tiempo... ¿No me ibas a dar unos besos aquí?

MARTÍN: No unos, mi amor, sino todos... El problema es que quiero todo contigo, tenlo en cuenta...

TAMI: Lo tengo en cuenta (lo agarra por la solapa de la chaqueta, lo atrae hacia ella y lo besa)

MARTÍN: (Se apoyan en el árbol) No me creo que me estés besando así...

TAMI: Pues créetelo...

MARTÍN: (La aferra con fuerza, dejándola entre su cuerpo y el tronco) Empiezo a hacerlo... (Los besos eran muy apasionados)

TAMI: Te amo, Tincho (se había dejado llevar por el momento y además era lo que sentía o creía sentir)

MARTÍN: ¡Cómo esperé para escucharte decir eso, Tami! (La sube y ella lo encierra con sus piernas) Dímelo de nuevo...

TAMI: Te amo (se besaban intensamente)

MARTÍN: (Su boca fue bajando hasta encontrarse con el torso de Tami) Te deseo, hermosa

TAMI: Y yo, pero para el carro, vaquero, jajajaja, ya tendremos tiempo (le sonríe)

MARTÍN: Se que sí, pero quiero un pequeño adelanto, amor, unos besos y unas caricias más...

TAMI: Jajajaja (lo besa) ¿Unas caricias como éstas? (le mete la mano por dentro de la camisa)

MARTÍN: Si, como esas y como estas... (La recorre en sus zonas sensibles, por encima de la ropa) Quiero que tu recuerdo no me deje dormir nunca más...

TAMI: Vas a conseguir que yo tampoco duerma....

MARTÍN: Mejor, así nos acompañamos en nuestro insomnio... Mucho tiempo esperándote como para que sea de otro modo...

Ambos siguieron tocándose y tiempo más tarde, ya estaban en la casa de Tami, recostados en la cama, durmiendo abrazados.