Capítulo 108

En la cocina, Ari recibe un llamado inesperado. No reconoció el número, pero eso no era raro, ya que recién le compraban su nuevo celular, así que respondió alegremente...

JADEL: Hola, ¿ese es el teléfono de Arianis Zavala?

ARI: Ella misma habla ¿quién es?

JADEL: Soy Jadel, el hermano de Dani, jajajaja, ¿cómo estás? Disculpa que te llame así, pero le robé tu número a mi hermana del celular esta tarde y quería saber si tienes ganas de ir al cine o algo.

ARI: Claro que si... Yo, encantada, no salgo mucho y una compañía no me viene mal...

JADEL: ¡Genial! ¿Te queda bien el viernes? Elige la película, el horario y me escribes. Este es mi número...

ARI: Está bien, me fijo esta noche y te mando un mensaje o te llamo...

JADEL: Como te quede más cómodo, Ari... Otra cosa, ¿prefieres que vayamos tú y yo solos o quieres invitar a alguien más?

ARI: No conozco a mucha gente todavía, así que no se a quién invitar...

JADEL: Pues, seremos nosotros, Arianis... Espero noticias, ¿si?

ARI: No me llames Arianis, dime simplemente, Ari, ¿si? Ya tendrás noticias...

JADEL: Bueno, Ari y tú dime "Nano", así me llaman... Sigue con tus cosas, linda, no molesto más, jajajaja...

ARI: No molestas...

JADEL: Me alegra saberlo, porque me caíste muy bien y la verdad es que no tengo muchos amigos de mi edad, desde que terminé el colegio, me distancié y, además, eres sobrina de mi cuñadote, por lo que seguramente vamos a coincidir mucho. A propósito, ¿cómo está Alex?

ARI: Está mejor, aunque mis primos andan fastidiándolo un poco, pero ya no corre peligro alguno...

JADEL: ¿Sabes cuándo vuelve a trabajar?

ARI: Eso no lo se, cuando el médico le de el alta, lo más seguro…

JADEL: Pues, tendrá que hacer caso... (Escucha que Alberto lo llama) Ari, tengo que colgar, papá me busca.

ARI: Hasta el viernes, besos, cuídate...

JADEL: Lo mismo para ti, linda. Adiós y saludos a todos por allá... (Cuelga, fastidioso porque lo interrumpieron. Alberto vuelve a hablarle) ¡¡YA VOY!!

Ari se quedó encantada con la invitación, pero quien no estaba nada contento, era su tío...

ALEX: (En su cuarto) Es que no puede ser, Daniela... No se pueden comportar de ese modo...

DANI: (Acomodándole las almohadas) Ya, amor, son niños. Ya se fueron y tus papás también (le da un beso) Intenta descansar que yo me encargo de todo lo demás...

ALEX: No, nada, ese niño necesita un correctivo urgente. Tiene siete años y no se manda solo, Daniela...

DANI: Cuando estés mejor, ya lo castigas, lo corriges o lo que quieras, pero ahora no es bueno que cojas corajes...

ALEX: Ya quiero que me den esos méndigos resultados para salir de esta cama y hacer mi vida normal... (La jala con él) Te extraño...

DANI: Aquí me tienes (lo besa) ¿Cómo te sientes?

ALEX: Un poco harto, pero bien. Me aburro de estar aquí todo el día, ya no me hallo... Ey, Dani, lo que vayamos a decidir con respecto a Gabriel, lo haremos juntos, somos sus papás, los dos...

DANI: Si, pero cuando estés bien, ahora tienes que descansar...

ALEX: ¿Más? Me la paso descansando... Ya estoy cansado de descansar... Cuando digo que te extraño, Cosita, me refiero a tus cositas, jajajaja...

DANI: Lo se, Cosito (lo besa) Yo también te extraño (otro beso)

ALEX: ¿Vienes conmigo mañana? Buenfuente me espera a las nueve...

DANI: Claro, ¿pensaste que te iba a dejar ir solo? Estamos juntos en las buenas y en las malas

ALEX: No, sólo pensé que no podrías conseguir salirte de Frama, ya que no me cuentas nada de lo que pasa allí... (Beso) Te amo, niñita estricta...

DANI: De Frama no le interesa nada, señor...

ALEX: Jajajaja, dime de nuevo ese "señor", jajajaja... (La acuesta del todo con él) Quédate así... (Le hace cucharita) Amo tenerte así... Bueno, amo tenerte, como sea...

DANI: Así me quedo, señor, pero no mucho rato, que tengo que terminar la cena...

ALEX: Que pidan pizza...

DANI: Jajajaja, ya está casi hecha la cena...

ALEX: Y yo con estas ganas de cenarte a ti, amor...

DANI: Ni modo, mi amor, estás a dieta, jajajaja

ALEX: Hasta mañana, porque cuando me digan que ya puedo hacer mi vida normal, te llevo al oscurito y te devoro enterita, Dani (le besa el cuello) No te salvas...

DANI: No quiero salvarme...

ALEX: Yo lo se... Dime algo, ¿estás bien?

DANI: Si, ¿por qué?

ALEX: Porque se que lo que pasó, nos pasó a los dos... (La gira y le acaricia el rostro)

DANI: Si tú estás bien, yo estoy bien (le da un beso)

ALEX: Y yo estoy bien, si tú lo estás...

DANI: Pues, estamos bien

ALEX: ¿Ya te dije que te amo?

DANI: Creo que no...

ALEX: Muy mal de mi parte... (Besote) Te amo... Y quiero pedirte algo muy especial

DANI: ¿Y qué es ese algo tan especial?

ALEX: Que seas mía para toda la vida...

DANI: Eso no tienes que pedírmelo

ALEX: ¿No? (Besote) Con lo que pasó, recordé que nadie tiene la felicidad comprada, Dani y soy tan feliz a tu lado, como no pensé que se podía ser. Yo creía que esa felicidad era para cualquiera, menos para mí y mira... (La abraza)

DANI: (Le sonríe) Eres mi felicidad...

ALEX: Somos muy afortunados de habernos encontrado en este camino, hermosa... (Iba a decirle algo, pero tocan la puerta) ¿Quién es?

GABO: Somos nosotros, papi...

ALEX: Pasen

JANA: Vinimos a pedir perdón...

ALEX: (Se acomoda bien en la cama y los niños se sientan con ellos) ¿Y eso?

GABO: La abuela nos dijo que tenemos que ayudarte y que lo que pasó no fue un chiste. Lo siento, pa, sólo quería jugar

ALEX: Es que no siempre vas a tener lo que quieres, en el momento en que lo quieras. A todos nos pasa, niños... (Los ubica entre él y Dani)

DANI: Y no siempre las cosas se van a hacer cuando ustedes quieran, sino cuando se pueda...

JANA: No queríamos ponerte de malas, papi

GABO: Lo sentimos, de verdad

ALEX: Bueno, ya, mientras no se repita, vamos a estar bien, ¿no, Dani?

DANI: Si, pero no se puede volver a repetir...

JANA: No, mami, nunca

GABO: Nunca, nunca, nunca...

ALEX: Entonces, ya estamos perfectos

NIÑOS: Siiii...

ALEX: Siendo así, los invito a que cenen conmigo aquí

GABO: ¿Podemos, mami?

DANI: Si se portan bien, si...

ALEX: ¿Y yo puedo, mami?

DANI: Jajajaja, tú si (se dan un tierno beso)

ALEX: Sin "puajs", Gabriel...

GABO: Jajajaja, casi, casi...

A la mañana siguiente, Tamara dormía. Le había costado horrores conciliar el sueño y no podía mantenerlo, apenas si lograba dormir veinte minutos corridos y se despertaba. Tenía una angustia muy grande, demasiado profunda, dolorosa. No podía ni pensar en que realmente, lo suyo con Martín, estuviera terminado. El ruido de las llaves en la puerta, la despertaron...

TAMI: (Fue hasta la puerta del cuarto y vio a Tincho entrando) Hola...

MARTÍN: (La ve mal y él no estaba mucho mejor) Hola... (Entra) Enseguida me voy, no te voy a molestar mucho tiempo

TAMI: Tú nunca molestas y si por mi fuera, no dejaría que te marches, pero no te voy a retener en contra de tu voluntad... (Se queda en la puerta, mirando como Tincho recogía sus cosas y aguantándose las ganas de llorar)

MARTÍN: ¿No viste mi disco de Los Beatles?

TAMI: Está en el mueble de la tele...

MARTÍN: Gracias... (Terminó de guardar lo que tenía en la recámara y fue donde estaban sus libros. Le da uno a Tami) Este es para ti. Hace un tiempo, en Barcelona, lo vi y recordé que era tu favorito de niña. No se si aún lo tengas, pero esa edición es de la primera tanda que salió. Una reliquia...

TAMI: Gracias (Se metió al cuarto, cerró la puerta y empezó a llorar. No iba a ser capaz de verlo salir con sus cosas)

MARTÍN: (Entró a la alcoba) Ya, Mocosa, es para que puedas ser feliz con el hombre que de verdad amas, no lo hagas más difícil, entiéndelo, por favor.

TAMI: ¿Qué quieres que haga si te vas de mi vida? Te amo, Martin y tú me dejas porque piensas que lo amo a él (se sienta en la cama y se abraza las piernas)

MARTÍN: Lo que sientes es una ilusión por lo que no pudo ser, Tami, ¿qué más quisiera yo que fuera real? Eres todo para mí y ya no te tengo, pero uno de los dos tiene que ser valiente y reconocerlo

TAMI: Si me tienes, siempre me has tenido, pero no quieres reconocerlo por miedo a que no sea verdad. Esto se acaba por ti, por hacer lo que crees que es mejor, porque crees conocer mis verdaderos sentimientos...

MARTÍN: Si me amaras como dices, no tendrías más dudas, pero las tienes

TAMI: No las tengo...

MARTÍN: ¿Desde cuándo?

TAMI: Desde que te vi marchar en la plaza...

MARTÍN: (La toma del rostro y no puede contener el llanto) ¿Qué sentiste cuando te besó?

TAMI: No te puedo negar que me gustó, pero no siento lo mismo cuando tú me besas...

MARTÍN: ¿Puedes pasar el resto de tu vida sin volver a besarlo? ¿Sin hacer el amor con él? ¿Sin tenerlo en tu vida?

TAMI: Si te tengo a mi lado, soy capaz hasta de casarme contigo, pero tú no me crees (se levanta de la cama y va a la cocina)