Capítulo 117

Daniela cortó la llamada y fue hasta donde estaba el pequeño.

DANI: (Mirando a los muchachos jugar) ¿Cómo van?

GABO: (Al escucharla, se puso de pie y se le fue encima, abrazándola) ¡¡Mamiiiii!!

DANI: (Lo aferraba con fuerza) Tranquilo, precioso, ya estoy aquí

GABO: Tú me tienes que ayudar, tú amas a mi papá y quiero que seas mi mamá para siempre y no esa señora mala y fea

DANI: (Emocionada y a la vez, confundida) ¿De qué hablas, Gabo? Ven, sentémonos y cuéntame. (Se sientan en el césped)

GABO: Esa señora fea de la oficina de mi papá, me dijo que se iba a casar con él, pero yo quiero que tú te cases y seas mi mamá hasta siempre…

DANI: (Sospechando por dónde venía la cuestión) ¿Qué señora?

GABO: La que era prima de mi mamá.

DANI: ¿Andreína?

GABO: ¡Si, esa! Pero, ¿es mentira, no? Dime que mi mami vas a ser tú...

Daniela lo abrazó y calmó con todo el amor con el que habría tratado a Jana. Cuando Gabriel pudo tranquilizarse por completo, le contó a Dani todo, con pelos y señales y ella le dijo que su papá no iba a casarse con Andreína. En ese momento, llegó Alex y al ver a su hijo, lo agarró y abrazó como nunca...

ALEX: (No lo soltaba) ¡Hijo, hijo! ¿Qué pasó, campeón?

GABO: Es vieja horrible me dijo que se iba a casar contigo y que sería mi mamá, pero yo no quiero eso. Lo que quiero es que te cases con Daniela y que ella sea mi mami y Jana, mi hermana.

ALEX: ¿Qué señora, Gabriel?

DANI: Andreína, amor. Fue ella

ALEX: (El gesto se le endureció del coraje, pero se apaciguó para poder hablarle a su hijo) Renacuajo, escucha bien lo que te voy a decir

GABO: Si, papá.

ALEX: No me voy a casar con esa mujer y más allá de eso, tú siempre podrás hablar las cosas conmigo, pase lo que pase, toda la vida me vas a poder buscar y decirme lo que sientes y lo que pienses. Cabezón, eres lo que más amo en el mundo y nunca haría algo que te hiciera infeliz, hijo. Tú estás primero que todo, mi amor. Eres lo… (Estaba angustiado) Eres todo para mí, renacuajo y si algo te pasara…

GABO: (Lo abraza) Perdón, papi, no quise asustarte. Solamente quería encontrar a mamá y decirle todo para que ella me ayudara.

ALEX: (Sonríe) Lo se. Nunca vuelvas a hacer lo que hiciste hoy.

GABO: Nunca, nunca, nunca, promesa Zavala.

ALEX: ¡Eso si me tranquiliza! Volvamos al colegio.

GABO: (Tomando la mano de Dani y Ale) ¿Podemos comer juntos con Jana?

ALEX: Claro, campeón…

Al regresar al Buenaventura, se puso todo en orden y cuando los cuatro salieron, Alex avisó a Frama que Gabo estaba con bien y que ni él ni Dani volverían hasta el otro día. La pareja y los niños fueron a comer al restaurante de siempre y luego a casa de los Zavala. Estando allí y con la firme promesa de contarle todo cuando retornara, Alejo consiguió que Dani se quedara con los pequeños y él se fue a “hacer algo”…

Andreína estaba en su casa y al abrir la puerta, casi se desmaya. Aunque tener a Alex en su territorio era algo que deseaba en demasía, el gesto del hombre era demasiado rudo como para ilusionarse.

ANDREÍNA: Adelante

ALEX: Lo que vengo a decirte, tomará un momento, no voy a pasar

ANDREÍNA: Dime

ALEX: (Furioso) Como vuelvas a acercarte a mi hijo, te mato con mis propias manos. No es amenaza, es advertencia y si no te despido, es porque lo que hiciste, fue fuera del ámbito laboral, pero cuídate de cometer un solo error porque estarás cesante en un segundo.

ANDREÍNA: Yo no quise…

ALEX: Si que quisiste. Tus actos son deliberados e intencionales. Querías fregar a mi hijo y casi lo consigues. Mira, no se por qué demonios le mentiste de esa manera. Es una ridiculez siquiera pensar que un hombre como yo, pueda desposar a una mujer como (La mira despectivamente) Una mujer como tú…

ANDREÍNA: ¿Cómo soy yo?

ALEX: Seamos claros. Eres una mujercita  malintencionada y desagradable, convenenciera y convenida que buscar sacar provecho de las personas y a la que tolero cada día menos. En cambio, yo soy un hombre de familia, enamorado hasta los huesos de mi novia y si algún día vuelvo a casarme, será con ella, con nadie más. Andreína, esto que hiciste con mi hijo, fue lo último

ANDREÍNA: No pretendía molestarlo, sólo fue una broma, Ale…

ALEX: (Levanta la voz) ¡NO ME DIGAS ALE! Y ya lo sabes. Te quedas bien lejos de mi familia y de mí. A partir del lunes estarás en contaduría y al primer error que cometas, te quedas sin empleo. Más te vale que no causes ni el más mínimo inconveniente, pero estaré detrás de ti, esperando por la oportunidad perfecta para despedirte. (Da media vuelta y se va)

La mujer se quedó perpleja y recriminándose a sí misma el gravísimo error que había cometido. Para peor, no tenía a quién culpar ni con quien descargar la rabia.

De regreso en su departamento, Alex se dio una ducha y le contó a su compañera de amores todo lo de Andreína. Los pequeños estaban en el cuarto de Gabo mirando una película así que los tórtolos se prepararon un café, se acomodaron juntitos en la sala y comenzaron a beberlo. Dani observaba a su novio y se sentía tan reflejada e identificada con él, que era como enamorarse de nuevo: Alex era la clase de padre que se amoldaba perfectamente al tipo de madre que era ella. Él, por su parte, no podía quitarse de la cabeza las palabras de su hijo: “Lo que quiero es que te cases con Daniela y que ella sea mi mami y Jana, mi hermana.”… Sin pensarlo, habló involuntariamente.

ALEX: Yo también, hijo

DANI: ¿Qué?

ALEX: (Se da cuenta) Nada, amor, sólo pensaba en voz alta

DANI: ¿Y qué pensabas?

ALEX: En que mi hijo te adora

DANI: Y la mía te adora a ti

ALEX: (Le da un besote) ¿Me esperas? Necesito darme otra ducha, muero de calor.

DANI: Ve tranquilo. Termino mi café y checo a los pequeños.

Alejandro besó de nuevo a Dani y se metió al baño. La mujer se quedó varios minutos acabando su infusión y cuando fue a ver a los niños, los encontró profundamente dormidos. Para variar, al buscar a Alex, estaba en las mismas. Se acercó y le habló suavemente

DANI: Amor… Acuéstate bien…

ALEX: (Estaba acostado a lo ancho de la cama, la jaló despacio y la acostó con él, haciéndole cucharita) Te quiero desnudita y encima de mí, ahora…

DANI: (Se ríe) ¡¡Tú no tienes cura!!

ALEX: No quiero curarme jamás de lo que siento por ti, ¡¡¡TEEE AMOOO!!!

DANI: (Se gira y lo besa) ¡¡¡TEEE AMOOO!!! (Más besos)

ALEX: Mmmm… Es fascinante tenerte aquí, Dani (Le quita la blusa y el sujetador) Y tener a este par, ufffff….

DANI: (Le sacó la remera y se le subió encima) Fascíname…

La pareja hizo el amor con toda la dulzura. Fue lento, tranquilo, suave y muy placentero.

Daniela sintió a Alejo distinto, como si algo en él hubiera cambiado. Lo que no sospechó nunca fue que ese cambio se debió a que él había tomado la firme decisión de pedirle matrimonio…

A la tarde siguiente, Arianis se llevó una grata sorpresa a la salida de la escuela. Con mucha habilidad para socializar, la muchacha se había convertido en una niña muy popular entre sus compañeros y, de a poco, se iba haciendo de amigos y fue toda una revolución la que se generó, cuando frente a la puerta de su escuela, sus compañeras vieron a un chico muy guapo, sonriendo y con un ramo de flores...

SOLEDAD: ¡Miren a ese cuero!

ELIZA: ¿A quién buscará?

ARI: (Levantando la vista, se puso nerviosa) ¡¡Dios, me voy a morir!!

ELIZA: ¿Te busca a ti, Ari? ¿Quién es?

ARI: El hermano de la novia de mi tío... No se si me busca a mí...

JADEL: (Acercándose a ellas) Buenas tardes (le da el ramo) Tengo el resto de la tarde libre, ¿quieres ir a dar un paseo conmigo, Ari?

ARI: (Coge el ramo) Gracias por las flores...Y si, vamos... ¿Dónde me vas a llevar?

JADEL: Tú dime dónde quieres ir y yo te llevo... Mira, mi papá me prestó su carro... ¿Quieres ver el regalo que le estoy preparando para su cumpleaños?

ARI: Claro (Sonrió) Bueno, chicas, nos vemos mañana...

JADEL: (Se despiden y suben al carro) Espero que no te vayas a decepcionar, porque llevo como cuatro años preparando el regalo, jajajaja...

ARI: No te anticipes a los acontecimientos...

JADEL: Jajajaja... (La mira) Te queda bien el uniforme, Ari...

ARI: No te burles...

JADEL: No me burlo, a ti, todo te queda bien...

ARI: Ay, ajá, deja de burlarte, parezco niña de kinder...

JADEL: A mí me pareces la niña más linda del planeta... (Se da cuenta que habló de más y se pone colorado)

ARI: ¿Qué dijiste?