Capitulo 111

Las penetraciones eran rudas, con fuerza y los besos, apasionados para acallar los gemidos de los dos prodigaban. Bautista recorría el cuerpo de su novia con sus manos, tocando todo lo que tenía a su alcance, sin dejarse un rincón, le encantaba sentir el tacto de sus pieles unidas

MARU: Eres hermoso y perfecto... (No hacía demasiado, sólo dejaba que él se explayara y lo gozaba a sus anchas) Te amo, Bau...

BAUTISTA: Y yo a ti, Chocolatita (Seguía entrando en Maru sin pararse, estaba gozando de ella y ella de él, todo era perfecto. Unas cuantas penetraciones más tarde...)

MARU: (Se acomodaban la ropa mutuamente) No puedo dejar de sonreír, amor, me tienes toda tonta

BAUTISTA: ¿A mí me ves serio desde que te conocí? Con sólo tu recuerdo, sonrío (La besa) Eres perfecta, única (La vuelve a besar) Y lo mejor (Otro beso) Eres mi novia (Sonríe ampliamente y la besa de nuevo)

MARU: Mi amor, si sigues en ese plan, nos pasamos el resto de la convención aquí metidos...

BAUTISTA: Por mi perfecto (La besa)

MARU: Y por mí, pues... (Se agarran como un par de orates)

BAUTISTA: (Empiezan a subir los ánimos otra vez, pero intentan abrir la puerta y se separan) Mejor vamos y en el hotel te doy todo y más...

MARU: Esto no es sano... (Abren la puerta y Bautista le da un dinero al tipo de maestranza para que no diga nada)

HOMBRE: (Riéndose) Pues, si quieren volver, nomás avisen, señor...

BAUTISTA: (Asiente al hombre) Es súper sano, corazón, es el mejor ejercicio de la vida (Le sonríe y la besa) Vamos a patrocinarnos, porque si no, como que nos va a durar poco la radio

MARU: Me refería a que nos interrumpan, Bautista Nicolás...

BAUTISTA: ¿Ves cómo me tienes? Bobo de amor por ti ...

MARU: No le eches la culpa a tu amor, que bastante listo resultó, jajajaja... (Iban hablando y saludando a mucha gente y algunos reconocían a Maru por su labor en Argentina) Caramba, resulta que estos me escuchaban...

BAUTISTA: Porque eres la mejor, mi vida...

MARU: Uyuyuyuyyy, síguele y esta noche, te embarazo, Chocolate...

BAUTISTA: Y vas a ser la mejor, en mi emisora (Le da un beso)

MARU: (Se detiene y le planta un besote) ¡Te lo ganaste, hoy, te ultrajo!

BAUTISTA: (Hace un gesto de victoria) ¡¡Bien!!

MARU: Jajajaja... (Cogen dos copas más de vino y beben. Ya estaban un poquito entonados, pero todo el mundo allí lo estaba) No entiendo por qué dejaron de hacer esta convención por tantos años...

BAUTISTA: Falta de presupuesto, mi amor. Organizarla cuesta mucho y el gobierno no ha dado subvenciones. Este año se hizo gracias a Gilberto Sainz y otros más que buscaron los medios para hacerla...

MARU: Siendo ese el caso, voy a tener que jalar algunos hilos y asegurarme de tener dos grandes patrocinadores cada año: la empresa de mi familia y la de tu primo, con dos monstruos como esos metidos aquí, los auspiciantes van a llover, ya lo verás...

BAUTISTA: Eres brillante, cada día me gustas más...

MARU: Lo se... (Otra copa de vino para cada uno) Este malbec está espectacular, tenemos que comprarlo para tenerlo en casa, Bau... (Saludan a unos cuantos empresarios y siguen su marcha) Como que estoy mareadita, jajajaja

BAUTISTA: ¿Ya estás borracha, bonita?

MARU: Borracha, no, guapo, sólo mareada. Creo que el vino se me sube de a poco, pero no importa, porque esto ya termina y hasta mañana, podemos hacer lo que se nos venga en gana y yo quiero más alcohol y más Chocolate...

BAUTISTA: Vas a tener las dos cosas, de eso me encargo yo, jajajaja (La besa y siguen caminando)

Sergio esperaba a Tami en el mismo parque que la viera unas noches atrás, cuando la encontró llorando por Martín y pasó todo lo demás. Aunque recibir la llamada de Tamara le alegró, algo dentro de él, le gritaba que no eran buenas noticias y cuando vio a esa mujer frente a él, confirmó sus sospechas...

TAMI: Hola...

TORO: Hola, enana...

TAMI: ¿Cómo estás?

TORO: Bien, tranquilo, conseguí el empleo que te conté, así que, feliz con eso... ¿Tú?

TAMI: (Sonríe) Me alegro, ¿yo? Muy bien, gracias...

TORO: Me imagino que pudiste arreglar las cosas con Martín

TAMI: Si, por eso te llamé, necesito que sepas algo...

TORO: Supongo que el elegido es él... Lo sospechaba, desde que los vi en la playa que sentí que las cosas iban a quedarse así y cuando pasó lo del otro día, simplemente lo vi en tus ojos...

TAMI: Lo siento...

TORO: No lo sientas... No es que elegiste que esto pasara, sólo sucedió y si yo hubiera sido mejor hombre para ti, no estaríamos teniendo esta conversación. También hice mi parte para que esto pasara y como dicen, "cosecharás tu siembra" y yo sembré mucho dolor en ti, Tamara. Nada más quiero poder seguir viendo al enano, aunque sea de vez en cuando, sabes que amo a ese granuja

TAMI: Fuiste el mejor hombre para mí, eso no lo dudes nunca, pero en el corazón no se manda (Le acaricia el rostro) Me diste los mejores seis años (Sonríe) Y al enano lo vas a poder ver todas las veces que quieras, eres su tío Toro...

TORO: (Se le caen unas lágrimas) Soy su tío Toro y lo voy a ser toda la vida... Me hiciste inmensamente feliz, preciosa y tu recuerdo siempre será un motivo de alegría para mí. Si algún día necesitas algo, lo que sea, vas a contar conmigo, no lo olvides... (Se pone de pie y le besa la frente) Hasta siempre, enana...

TAMI: Hasta siempre, mi toro...

Sergio sonrió y se marchó, sin mirar atrás. Martín, que se encontraba a prudente distancia, al ver que el otro hombre se iba, se acercó a su prometida y la abrazó fuerte...

MARTÍN: Llora si lo necesitas, amor, es una etapa que se termina y es lógico que te haga falta un desahogo...

TAMI: (Empezó a llorar) Me parte el corazón verlo sufrir...

MARTÍN: Lo se, hermosa, pero ve el lado positivo: esto hará que él encuentre lo mismo que tú y algo me dice que esta vez, será una persona distinta y que le dará a esa mujer, el lugar que le corresponde. (Le levanta el rostro) El amor le curará las heridas y va a ser feliz como espero que seas tú conmigo

TAMI: Eso espero, él se lo merece...

MARTÍN: Y lo tendrá... (Se quedaron unos momentos más así) ¿Te fascina este parque, verdad?

TAMI: Es mi favorito (Lo mira) ¿Por qué?

MARTÍN: Imagina que ponemos el altar allí (le señala un sitio, junto a un árbol) y las sillas allí, en varias filas... ¿Te gustaría casarte aquí?

TAMI: (Sonríe) Me encantaría (Ya se lo estaba imaginando)

MARTÍN: Entonces, Mocosa, aquí nos casaremos y podemos hacer la celebración en la casa de la playa, ¿qué te parece? Todo el día de fiesta...

TAMI: ¿Lo tenías todo pensado no?

MARTÍN: No, te doy mi palabra que acaba de venir a mi cabeza. De hecho no había pensado ni el cómo ni el dónde, sólo el cuándo...

TAMI: ¿Y cuándo?

MARTÍN: Pues, si estás de acuerdo, me parece muy romántico que nos casemos el día que se cumple un nuevo aniversario de mi partida. De modo que esa fecha deje de ser dolorosa para ser un recuerdo feliz... Es dentro de un mes...

TAMI: ¿Dentro de un mes? ¿Tan pronto?

MARTÍN: ¿Pronto? Eso será para usted, Mocosa, yo espero este día desde que tengo quince años, como un bobo, jajajaja, el bobo más enamorado del mundo

TAMI: Lo digo porque no va a dar tiempo de arreglarlo todo...

MARTÍN: Nos dará tiempo suficiente. Lo pensé, mira: tú entras en tu receso de los exámenes, así que no vas a andar estudiando. Yo tengo mis vacaciones acumuladas en el trabajo, más los días de la licencia por matrimonio. Los dos vamos a estar con el tiempo libre para hacerlo. Además, seguro que la familia nos va a ayudar con los preparativos...

TAMI: Será tu familia y mi hermano, porque a mis papás no les va a agradar la idea (Se pone triste)

MARTÍN: Puede que no ahora mismo, pero verás que en cuanto se acostumbren, se van a poner felices por ti. Necesitan comprobar que no soy el mismo soquete que ellos recuerdan y yo me voy a ocupar de eso. No te aflijas, ¿si? Mucho antes de lo que crees, mis suegros celebrarán esta boda...

TAMI: Eso espero (Le da un beso) ¿Nos vamos?

MARTÍN: ¿A dónde?

TAMI: A empezar con los preparativos (Sonríe)

MARTÍN: Vamos de una vez...

TAMI: Vamos...

Tomados de la mano, los dos se fueron hacia el ayuntamiento, porque para poder casarse en ese parque, seguramente tendrían que tener algún tipo de permiso y eso, precisamente, era lo que pretendían averiguar…

Al día siguiente, Maru despertó con un terrible dolor de cabeza y mucha sed…

MARU: (Abriendo los ojos) ¡Dios! (Estiró la mano para coger su reloj) ¿Las  doce y media del mediodía? (Se volvió a tapar hasta la cabeza y manoteó detrás de ella, sintiendo a Bautista) Amor, nos quedamos dormidos…

BAUTISTA: ¿Qué?

MARU: Son las doce y media, Chocolate... Tengo una sed espantosa y me mata la migraña...

BAUTISTA: ¿Las doce y media? (Se incorpora en la cama) Es tardísimo, amor (Se toca la cabeza) Dios, ¡qué resaca!... Como que bebimos de más, ¿no?

MARU: (Sale de abajo del cobertor y mira alrededor) Bautista, ¿dónde estamos? Este no es nuestro hotel...

BAUTISTA: ¿Cómo que no es nuestro hotel? (Observa detenidamente) Pues no, no lo es...

MARU: (Ve que junto a la cama hay una caja que dice "Paquete de bienvenida". Lo coge y lee una tarjeta) Ay, no, por Dios... No, no, no... (Se mira la mano izquierda) No es cierto...

BAUTISTA: ¿Que pasó, amor?

MARU: Mírate la mano izquierda y dime qué le ves de extraño...

BAUTISTA: (Se mira la mano izquierda) No puede ser, ¿qué hicimos anoche, bonita?

MARU: (Revisa la caja y encuentra varios folletos, pero uno le llama la atención) Al parecer, fuimos aquí... (Le da el folleto)