Capítulo 324

Al día siguiente y aún bastante molesto por no poder viajar a Málaga, Jadel se levantó temprano para preparar algunas cosas de la universidad. Nau había prometido organizar lo de la video conferencia, pero para poder lograrlo, tenía que hablar con Dani o Alex y eso todavía no pasaba. Se preparó café y se sentó en el sillón y como si los genes mandaran, en cierto punto, revoleó sus apuntes, como solía hacerlo su hermano

JADEL: ¡Maldita cabeza!

ARI: ¿Qué te pasa?

JADEL: No me puedo concentrar, Ari, tengo la cabeza en cualquier lado

ARI: Pues, descansa un poco y no te pongas como un energúmeno, por Dios, no me dejas estudiar a mí

JADEL: (La mira) ¿Energúmeno?

ARI: Si, ve cómo te comportas...

JADEL: ¿Notas mi comportamiento? Al menos, dime "buen día". Pero se ve que, para insultarme, saliva te sobra. (Se pone a juntar las cosas)

ARI: Buenos días, Jadel

JADEL: Buenos días, Arianis...

ARI: Ahora, si, ¿te quieres relajar?

JADEL: No es que no quiera, no puedo relajarme, que es distinto.

ARI: (Va con él) ¿Por qué?

JADEL: Por todo. No puedo estudiar, mi hermana está mal, el trabajo me vuelve loco y tú, no me pelas

ARI: Tú tampoco me pelas a mí y por Dani, no tienes que preocuparte, está más que bien, aunque no se acuerde de todo

JADEL: Yo si te pelo y te busco, pero me canso de tus negativas y se que está fuera de peligro, pero no se acuerda de nada posterior al nacimiento de Jana, eso no puede ser bueno.

ARI: Ayer, cuando mi abuela llamó a mi tío, tuvo que colgar porque tu hermana le dijo que ella le iba a hacer el amor a su esposo. ¿Tú crees que si estuviera mal haría eso? Y con respecto a mí, estoy como tú con los exámenes, perdón por las negativas

JADEL: ¡Al menos alguien lo hace, ¿no?! Yo estoy con exámenes también y además, tengo a cargo varios asuntos de Frama y no por eso, te hago sentir como el último orejón del tarro. Pero, déjalo ahí, no tengo ganas de agregarle una pelea a todo lo demás, vuelve a tus estudios y ya

ARI: (Lo abraza) Perdóname (Le besa la cabeza)

JADEL: No hay nada que perdonar, Ari, ya. Sigue con tus cosas que tengo que irme a trabajar.

ARI: ¿A qué hora entras?

JADEL: Ya, voy tarde. (Le da un beso) Nos vemos en la noche en casa de Dani. (Llega hasta la puerta) Ah, Nau y Gise pasan por ti, no lo olvides... Te amo, hasta luego

ARI: Hasta luego... Yo también te amo

JADEL: (Al rato, llega a la oficina de Dani, donde la reemplazaba y con mucha efectividad) A ver qué hay para hoy... (Entra Susana) Hola, Susy, buenos días...

SUSANA: Hola, mi niño, ¿cómo estás?

JADEL: Agotado y es lunes, no se cómo voy a llegar al viernes...

SUSANA: Tranquilo, yo te voy a ayudar (Le da un beso) ¿Quieres algo de beber?

JADEL: ¿Podría ser un café? El que me preparé en casa, se enfrió en su taza... (Enciende la computadora) ¿Esto es lo que hay para hoy?

SUSANA: Ahora te lo traigo y si, eso es todo

JADEL: Es todo para después de las diez... Deja el café, como en una hora, regreso...

ARI: (Entra en la oficina) Hola, Susy (Le da un beso y mira a Jadel) ¿Y tú a dónde vas?

JADEL: Iba a casa, Boquita...

SUSANA: (Sonríe) Los dejo, niños y procuro que nadie los moleste, se ve que tienen cosas que hablar... (Se ríe) Ale y Dani no están, pero se nota lo Zavala y Villalta en el aire, jajajaja (Se va)

ARI: ¿Qué quiso decir?

JADEL: ¡Y yo qué se! (Le da un beso) ¿Qué haces aquí?

ARI: Vine a ayudarte con el trabajo...

JADEL: Ehhhh, no hace falta. Todo es después de las diez y por eso me iba al departamento

ARI: ¿Qué ibas a hacer allá?

JADEL: Estar contigo, ayudarte a estudiar

ARI: Haremos algo mejor (Camina, rodea el escritorio y se sienta sobre él, mientras lo besa)

JADEL: Me gusta tu idea, pero traba la puerta, amor

ARI: Susy lo hizo desde fuera... (Le mete las manos por dentro de la camisa)

JADEL: Esas manitos... (La besa)

ARI: ¿Qué pasa? ¿No te gustan?

JADEL: Las quiero más atrevidas, niña... (Le guiña un ojo)

ARI: (Le quita la camisa) Te extraño...

JADEL: Lo mismo me pasa a mí, hace muchos días que me tienes a dieta...

ARI: Lo siento (Besa su torso)

JADEL: Sigue besando y puede que te ganes el perdón...

ARI: (Sonríe) Quiero redimirme (Se quita la camisa, quedando en sujetador)

JADEL: Eso es trampa, sabes que esas dos me convencen de lo que sea (Las toca por encima de la tela)

ARI: (Sonríe) No lo sabía (Lo besa)

JADEL: Si que lo sabes (Libera los senos de su novia y los saborea) Sabes exactamente cómo ganarme...

ARI: ¿Si? No me acordaba...

JADEL: (Muerde un poquito lo que tiene en la boca) ¡Ja! Ahí te fui a creer

Alguien abre la puerta, pero sólo un poco, ya que otra persona le habla y se queda conversando unos momentos. Ari se levanta y Jadel se arregla la ropa

JADEL: ¡Es Manuel, carajo! (Mira alrededor) Métete ahí, amor... (Le señala el hueco del escritorio) Anda, no hay tiempo, ya va a entrar...

ARI: ¡Dios, qué mala suerte! (Se mete debajo del escritorio)

JADEL: (Se sienta y se vuelca en la notebook. Entra Manuel) Hola, señor

MANUEL: Buenos días, Jadel.

JADEL: ¿En qué puedo ayudarlo?

MANUEL: Deja tanta formalidad, muchacho, estás supliendo a tu hermana, lo que te transforma en mi colega, al menos, hasta que ella vuelva

JADEL: (Sonríe) Bueno...

ARI: Ya vas a ver, Nanito... (Debajo de la mesa, le abre la cremallera a su novio y toma su miembro con las manos)

JADEL: (Da un saltito en el lugar) ¡Ey!

MANUEL: (Lo mira) Tampoco te abuses, niño...

JADEL: Eso digo yo...

MANUEL: ¿Qué?

JADEL: Nada, disculpe, es sólo que estoy con la cabeza ocupada... (Traga saliva) ¿Qué puedo hacer por usted?

MANUEL: Me dijo Susana que tu hermana se accidentó

ARI: (En voz bien baja) Se que deseas esto, Ojitos... (Se apoderó ahora con la boca)

JADEL: ¡Ay, mamá!

MANUEL: ¿Estás bien, Jadel?

JADEL: Uffff...

MANUEL: ¿Entonces?

JADEL: ¿Entonces, qué?

MANUEL: ¿Cómo está tu hermana?

JADEL: Ah, si, eso, jajajaja, está bien.

MANUEL: Veo que de verdad estás ocupado y con tu cabeza, ¡Dios sabrá dónde! Sigue con lo tuyo y si necesitas algo, me avisas...

JADEL: Claro, gracias... (Manuel sale)

ARI: ¿Ya se fue?

JADEL: (Se hace hacia atrás en la silla y la mira) Ajá... (Se arregla la ropa y cierra la puerta) Ari...

La muchacha miraba a su novio, sin terminar de entender su gesto. Sonrió y jugando con sus muecas, se hizo la inocente…

ARI: ¿Qué?

JADEL: (Se acerca y la besa) ¿Por qué paraste?

ARI: Porque te levantaste...

JADEL: (Se sienta) Solucionado... Sigue, por favor, soñaba con que me hicieras eso...

ARI: Lo se... (Sigue con lo suyo)

JADEL: Si, Boquita, así... (Antes de llegar a destino, la sube y la acuesta sobre el escritorio, quedándose él de pie. Le quita el pantalón y entra en ella, completamente desbocado y la besa, para ahogar los gemidos, pero las embestidas, eran muy potentes, intensas, eufóricas)

ARI: Te amo, Ojitos, te amo...

JADEL: Y yo, pero, shhhhhh... (Sigue)

ARI: Más rápido, más fuerte...

JADEL: (Le tapa la boca con una mano y le sonríe, mientras complace su pedido) ¿Así?

ARI: (Asiente con la cabeza) Ajá...

JADEL: (Continúa, pero se detiene a tiempo) Espera, no me estoy cuidando... (Busca un condón)

ARI: No pares...

JADEL: No, Boquita, espera un poco... (Aunque sale de ella, la sigue tocando) ¡Carajo!

ARI: No pares, por favor

JADEL: Ari, no tengo preservativos...

ARI: Yo si... (Saca uno del bolso)

JADEL: ¡Esa es mi novia! (La mira) ¿Me haces los honores?

ARI: Por supuesto... (Sonríe y se lo pone)

JADEL: ¿En qué estábamos?

ARI: En esto... (Se tumba en el escritorio y lo atrae hacia ella)

JADEL: Mmmm... (La toma de las piernas y entra en ella con la misma furia que antes, hasta que tocan el cielo. Se quedan así, besándose) Me mata no tenerte a diario, varias veces por día...

ARI: Y a mí, pero los exámenes me tienen abducida...

JADEL: Lo se, lo mismo me pasa con el trabajo, pero lo bueno es que con el dinero extra, voy a poder cumplirte un sueño y compartirlo contigo

ARI: ¿Cuál sueño?

JADEL: (Le besa el torso) ¿Qué es lo que has querido hacer durante este último año? ¿Dónde has querido ir?

ARI: Ir a la Ciudad de las artes y la ciencia, en Valencia

JADEL: (Se estira un poco y coge un sobre) Toma...

ARI: ¿Qué es esto?

JADEL: ¡Ábrelo! (Eran las reservas de hotel para un congreso sobre historia del arte, que se llevaba a cabo en Valencia, exactamente el lugar al que Ari soñaba asistir) Le pedí a Recursos humanos que me cambie las vacaciones y vamos a poder ir, amor...

ARI: ¿En serio? (Sonríe) Gracias, gracias, gracias... (Lo llena de besos)

JADEL: De nada, Boquita, pero si vas a seguir besándose así, dime que tienes más condones ahí...

ARI: Yo vengo muy bien preparada, Ojitos... (Saca una caja)

JADEL: ¡Ven acá! (La alza y se tiran al suelo, sobre la alfombra) Estoy vuelto loco por ti, hazme esas cosas que sabes

ARI: Encantada...

Pasaron varios días más y Maru ya estaba instalada en la casa de Málaga junto a sus dos hijas, a su esposo y padres. Alberto y Julián se habían regresado a las islas. Dani mejoraba a cada hora, constantemente sus recuerdos se aparecían sin aviso y el coágulo se disolvía rápidamente. Según el médico, su tranquilidad era aún más efectiva que los tratamientos. Nau y Gise terminaban de organizar su boda, Ari y Jadel se preparaban para ir a ver jugar a Gabo el fin de semana siguiente y Carmen y Eduardo, aprovechaban a Tami y Martina que los visitaban y además, se ponían de acuerdo ya que dos semanas más y les tocaba irse juntos a Málaga. Martín, por su lado, se encontraba saliendo de la galería en la que se preparaba su próxima exposición. Caminó varias calles y al dar vuelta en una esquina, se encontró con la persona menos deseada.

MARTÍN: ¡Muévete que no me dejas pasar!

SERGIO: ¿Por qué?

MARTÍN: (Lo empuja para hacerlo a un lado) ¡Idiota! (Sigue caminando)

SERGIO: A ver quién es más idiota de los dos, fíjate en tu hija cuando nazca y dime a quién se parece

MARTÍN: (Se gira y lo coge de la ropa) ¡¡Será un niño, mequetrefe!! Y se puede parecer a cualquiera, excepto a ti, imbécil, ¿ardido, Sergito? (Se le ríe, muy provocador) ¿Te quedaste caliente con mi mujer? Porque yo no, eh, no sabes lo mucho que me baja los calores y ¡todos los días!

SERGIO: Estuve un año con ella, hasta embarazada hace bien el amor...

MARTÍN: Jajajaja, ¡brincos dieras! En tus sueños podrás haberle hecho lo que te daba la gana, pero la realidad es que ni creyéndome muerto, pudo volver contigo... (Lo mira de arriba a abajo) Es mucha mujer para un pobre diablo como tú, no la mereces y lo has demostrado muchas veces... (Lo suelta) Vuelve a nacer, pendejo y quizás, tengas más suerte en esa otra vida, porque en esta, Tami te detesta y ni siquiera quiere verte por azar...