viernes, 16 de agosto de 2013

Capítulo 345

Desde que supiera lo que su papá le había hecho a su mamá, Mateo no había vuelto a verlo y se rehusaba a hablar de ese asunto. Para Alex, lo que el niño sentía, era bastante claro y desde su experiencia, quería ayudar al pequeño. El cariño entre ambos, era verdadero y para el licenciado Zavala, Mateo era de la familia y no por ese noviazgo infantil con Jana, sino porque lo conocía desde que Gabriel había entrado al jardín maternal, es decir, desde que Mati tenía dos años. Lo había visto crecer, habían pasado vacaciones juntos, viajes, campamentos y tiempo de calidad.

ALEX: (Iban en el carro) ¿Sabes qué, Mati? Tengo hambre, tendría que haber desayunado bien
MATEO: Dani hizo unas panquecas muy ricas, señor, seguro le iban a gustar
ALEX: ¿Me acompañas a comer algo?
MATEO: Si.
ALEX: ¿Qué te parece si vamos antes de hacer las compras?
MATEO: Bueno… ¿Y qué vamos a comprar?
ALEX: Ahhhh, unas sorpresas para Dani y Jana, ¿quieres?
MATEO: ¡Claro! ¿Y para Gabo?
ALEX: Para él también (Le sonríe) ¿Dónde quieres que comamos?
MATEO: (Piensa) No se…
ALEX: Yo si, vas a ver que te va a encantar…

Siguieron en el auto como por diez minutos y se detuvieron en una casa de te. El mismo sitio al que Carmen llevaba a sus hijos cuando eran niños. Allí no sólo se podía beber infusiones de todo tipo, sino que tenían pastelería y algunos juegos para entretener a los infantes que pasaran por ahí con su familia.

MATEO: (Miraba todo) ¡¡Este lugar está genial, señor!!
ALEX: (Se sientan) ¿Viste? Mi mamá nos traía cuando éramos unos renacuajos como tú y mis hijos. ¿Quieres tomar un chocolate caliente?
MATEO: ¡Si!
ALEX: (Llama al camarero) Dos chocolates calientes y muffins de chocolate con chispas, por favor
MESERO: Enseguida… (Se va)
ALEX: Mati, ¿puedo contarte algo?
MATEO: Si y si tiene que ser un secreto, yo no digo nada, nada
ALEX: Me alegra saber que eres confiable, pero no es un secreto, es una historia
MATEO: ¿Cómo un cuento?
ALEX: No, es algo que me pasó a mí hace unos años
MATEO: Está bien, cuénteme, señor
ALEX: (Sonríe) Bien. Antes que Gabriel naciera, tuve una pelea muy fea con mi papá. Poco tiempo después, tu amigote llegó al mundo y mis padres se fueron a vivir a otro país y pasé muchos meses sin verlos. Estaba muy enojado con ellos, pero sobre todo con mi padre
MATEO: ¿Por qué?
ALEX: Porque sentía que él se iba de mi lado, que me abandonaba y en vez de decirle las cosas, me las guardaba para mí y eso me hacía enojar más aún
MATEO: ¿Y se lo dijo?
ALEX: Si, gracias a Dios. Cuando papá supo lo que me hizo sentir con su actitud, me pidió perdón y hablamos durante horas. Al final, mi relación con él, se fortaleció mucho
MATEO: (Lo mira) ¿Lo perdonó?
ALEX: ¿Yo? ¡Por supuesto! Me costó entender que su partida no era por mi culpa o por mi causa, sino por otras cuestiones y cuando comprendí que él no me había abandonado, fue fácil.
MATEO: Mi papá no es bueno como usted, él hizo que mi mamá llorara mucho
ALEX: Dani ha llorado por mí y yo he llorado por ella.
MATEO: ¿En serio?
ALEX: Si, Mateo, claro
MATEO: Pero, usted es bueno, un héroe y no tiene más hijos y otra esposa
ALEX: Mati, lo que hizo tu papá no estuvo bien, pero eso no lo hace malo. Él cometió un grave error y no supo dar la cara y enfrentarlo, sin embargo, nada de eso quita que sea tu papá y que te ame.
MATEO: ¿Cómo sabe eso?
ALEX: Hablé con tu mamá y me contó que él te llama y no quieres responderle
MATEO: Porque hizo llorar a mi mamá, no quiero que vuelva y lo haga otra vez
ALEX: Tu mami ya no va a llorar por eso y tú, hijo, necesitas a tu papá. ¿Acaso no lo extrañas?
MATEO: Mucho, era muy bueno conmigo, como usted con Gabo, pero después era malo
ALEX: No era malo, no lo es, solamente cometió un error, a todos nos pasa. Mati, tú sabes que yo te quiero mucho y que eres como un hermano del corazón para Gabo y encima, ahora eres el novio de mi Hadita. ¿Si lo sabes, verdad?
MATEO: (Asiente) Yo también lo quiero mucho, señor, usted es el mejor del mundo, como dice Gabo
ALEX: Bueno, desde todo ese cariño que te tengo, voy a darte un consejo. Escucha lo que tu papá quiere decirte y dile todo lo que sientes. De esa manera, con el tiempo, todo entre ustedes puede volver a ser lindo y él puede llegar a ser tu héroe.
MATEO: ¿Y mi mamá?
ALEX: Tu mamá está feliz, Mateo, ella ama a Julián y Julián la ama también
MATEO: ¡Juli es un genio!
ALEX: Por eso, hijo. Lo que tienes que hacer es decirle a tu mami lo que sientes y luego, decírselo a tu padre. Yo se que no hizo las cosas bien, pero te ama mucho, renacuajo y te extraña como tú a él
MATEO: Mi papá tiene otros hijos, seguro que no piensa en mí
ALEX: No digas eso, porque no es así. Él piensa en ti todos los días.
MATEO: ¿Cómo sabe?
ALEX: Porque soy papá y yo pienso siempre en Gabo, Jana y los melli y aunque me pelee con Dani o me enoje con ellos, no dejo de hacerlo. Para un papá, lo más importante, son sus hijos, incluso para aquellos que se equivocan.
MATEO: ¿De verdad?
ALEX: Te llama todos los días, ¿no?
MATEO: Si
ALEX: ¿No crees que lo hace porque quiere hablar contigo? Y si quiere hablarte, es porque te piensa y te extraña. Hazme caso, campeón, habla con él y verás que de a poco, vuelve a ser ese héroe de antes. Eso me pasó con mi papá y míranos
MATEO: Está bien, señor, voy a hablar con él…
ALEX: Una cosa más, Mati, ¡deja de decirme “señor”! Antes me decías “Ale”, sigue llamándome de ese modo. (Se miran) Siempre vas a contar conmigo y con esta familia, Mateo, todos te adoramos y si de verdad te vas a casar con mi Hadita, ¡te vamos a querer mucho, pero mucho más!
MATEO: (Se levanta y lo abraza) ¡Gracias, señor Ale!
ALEX: Jajajaja… De nada, renacuajo (Llega el mesero con el pedido) ¡¡A comerrrr!!
MATEO: ¡¡Siiiiiiiiiiii!!

Unos días después, en su celda, Andreína pensaba en sus padres y en Pablo. Desde que la detuvieran, algo en su cabeza había cambiado y no era la misma mujer. La visita diaria de sus papás, le hacía muy bien y a raíz de eso, comenzó a comprender algo que no había ni siquiera tenido en cuenta: en su vida, si que existía el amor. Esta nueva noción, logró que ella se relajara y empezara a cambiar la perspectiva con la que veía las cosas. El detective, aún no la iba a visitar y eso la tenía triste, pero al mismo tiempo, Andreína sabía que ella misma se había buscado ese destino y esto, lejos de enojarla, la ayudaba a hilar los cabos sueltos en su loca cabeza.
Esa tarde, mientras leía uno de los libros que su mamá le llevara, la celadora vino por ella

CELADORA: Ballesteros, tienes visita
ANDREÍNA: (Se extraña) No es hora, ¿pasó algo?
CELADORA: No, simplemente es un permiso especial
ANDREÍNA: (Se pone de pie) ¿Ya mismo?
CELADORA: Si, anda, apura el paso que te esperan
ANDREÍNA: Gracias...

Imaginando que eran sus padres, Andreína puso la mejor cara que pudo, pero alguna cosa extraña había, porque no la llevaban al salón de visitas, sino a otro lugar. Para no generar malestar con la celadora, Andreína no dijo nada y siguió camino. Al llegar, la hicieron pasar a una especia de búnker. Allí había un sillón pequeño, una mesita servida con café y masas dulces y eso era todo. La celadora le dijo que esperara un momento y salió. Unos minutos después, la puerta se abrió nuevamente y la sonrisa de Andreína fue gigante al ver al detective

PABLO: Hola...
ANDREÍNA: Hola...
PABLO: No vine antes porque no se podía... ¿Cómo estás?
ANDREÍNA: Como se puede estando aquí metida...
PABLO: Podría haber sido peor, Andreína... (Le toma la mano herida) ¿Cómo tienes esta mano?
ANDREÍNA: Bien, ya casi ni me duele (Lo mira intensamente) ¿Por qué viniste?
PABLO: ¿Me lo tienes que preguntar? Vine por ti
ANDREÍNA: No tenías que hacerlo, deberías avergonzarte de mí (Le da la espalda) No estás de acuerdo con lo que hice, ni lo apoyas, no sé cómo puedes estar aquí...
PABLO: (La toma de los hombros y le habla al oído) Estoy aquí porque te amo y porque aunque no esté de acuerdo con lo que hiciste, ahora tenemos una posibilidad de empezar de cero y juntos...
ANDREÍNA: ¿Cómo? Voy a estar aquí por años...
PABLO: Lo se (La hace voltear y la mira) No tengo apuro... (La besa) Lo que siento por ti, es lo único relevante y voy a seguir viniendo (Otro beso) Cada día, hasta que salgas conmigo de este maldito lugar...
ANDREÍNA: ¡No!
PABLO: Ya no eres mi jefa, no me quieras dar órdenes... (Más besos) Niégame que me amas también, que te fuiste a escondidas por temor a mi reacción y por tonta...
ANDREÍNA: No puedo negártelo (Se separa) Como tampoco puedo atarte a mí...
PABLO: Tú no me atas, no seas ridícula... (La vuelve a agarrar y se aferra a ella) Yo me ato solo y porque es lo que quiero... Pienso visitarte todos los días y estar contigo lo que más que pueda y te vas a casar conmigo, tendremos hijos y vamos a estar bien. Como podamos, como nos salga, pero vas a ser feliz conmigo, aunque tenga que luchar contra ti
ANDREÍNA: No, Pablo, por favor...
PABLO: Por favor, nada, Andreína, tú eres para mí y yo soy para ti, punto final. Ya no discutas y bésame
ANDREÍNA: Si tengo que discutir, no te voy a condenar a visitar a una presa, además no te merezco, igual que no merezco ser feliz, he hecho mucho daño...
PABLO: (La besa intensamente y la lleva contra la pared) Ya estás pagando por tus errores y todos merecen una nueva oportunidad. Al fin que nada de lo que hiciste tuvo graves consecuencias y si, casi cometiste una inmensa idiotez, pero Dios o lo que sea, no lo permitió. Deja esa actitud sumisa y estúpida, que no te queda y no decidas por mí. Yo voy a venir cada día, te voy a esperar en este lugar y si no quieres venir a verme, no lo hagas, pero te vas a arrepentir... (La alza) Porque si me dejas plantado, no tendrás esto...
ANDREÍNA: ¿Qué?
PABLO: Este amor, Andreína... (La baja) No puedes negar que lo que existe entre nosotros, es amor... (Le abre el uniforme y la mira) Te extraño...
ANDREÍNA: Y yo (Lo abraza y besa) Perdóname (Le desabrocha la camisa)
PABLO: No me pidas perdón y bésame, mujer, ya... ¿O tengo que seguir diciéndote "señora"?
ANDREÍNA: (Lo besa intensamente) Cállate y hazme recordar...


3 comentarios:

  1. Que Gran Platica entre yerno y suegro.... bonito capitulo!!!

    ResponderEliminar
  2. Que charlita la de Mateo y Ale que bueno que Ale le convenció a Mateo que Hable con su papa.... que hermoso capitulo

    ResponderEliminar