viernes, 4 de enero de 2013

Capítulo 035


 Alejandro volvió un ratito más tarde con el tratante.

ALEX: Hola, esposita... (Le da un beso) Quita esa carita que no es nada grave.
DOCTOR: El señor sufrió una leve arritmia, probablemente causada por un alto nivel de estrés. Va a tener que disminuir las horas laborales, comer disciplinadamente y le recomiendo que haga natación una o dos veces a la semana.
ALEX: Eso lo hago. Lo otro, no se si se pueda.
DOCTOR: Va a tener que poder y, Alejandro, consulte a un cardiólogo. Puede ser que la arritmia haya sido ocasional debido a sus nervios, pero, generalmente, detrás de esos episodios, existe una patología.
ALEX: No le entiendo. ¿Me dice que puedo tener problemas cardíacos?
DOCTOR: Es una posibilidad. No deje de consultarlo con un especialista y mañana, nada de trabajo. Se toma el día libre y descansa. Señora, haga que cumpla, por favor.
DANI: No se preocupe, doctor, yo me encargo que no trabaje (Se levanta y le ofrece la mano) Muchas gracias...
DOCTOR: (Estrecha la mano de Dani) Por nada, cuídelo, que no dejó de hablar de usted ni un segundo. (La mira y le habla a Ale) Si tiene los ojos transparentes.
ALEX: ¡Se lo dije! Gracias, prometo hacer caso (El profesional se va) ¿Me llevas a casa, amor?
DANI: Claro, vamos...
ALEX: (Llegan a casa de Alex , pero él no baja del carro) Vete con este armatoste y mañana le pido a Andrés que me lo traiga. ¡Qué nochecita, ¿no?!
DANI: No, yo llamo un taxi. ¿Dónde dejo el auto?
ALEX: Frente a tu departamento, por favor. No voy a estar tranquilo si no te lo llevas.
DANI: No, Ale y no discutas conmigo, llamo un taxi, te acompaño adentro y después me voy. Venga, baja del coche...
ALEX: No creo que quieras hacer eso...
DANI: ¿Por qué?
ALEX: Porque si me acompañas, mi hijo y mi amigo Martín, de quien no te he hablado aún, por cierto, te van a ver conmigo. Llévate el auto, no te cuesta nada.
DANI: No me importa que me vean, no pienso irme sin dejarte en tu casa, además, a estas horas, tu hijo debería de estar dormido...
ALEX: Mi hijo es MI HIJO, ¿tú qué crees? Debe estar enloqueciendo a Martín... ¿No te vas a ir en mi auto?
DANI: No, llamo un taxi, pero antes, te dejo en tu casa (Ale la miraba, sin bajarse) Eres un cabezota...
ALEX: Muy cabezota, el más cabezotas de todos. Si vas a llamar un taxi, deja el auto en mi garaje y espero a que el taxi te busque. Puedo entrar a mi casa solo, me siento perfectamente, Dani, ya pasó el mal momento. (Mira hacia afuera) La puerta de mi cochera es aquella, ponte de frente, que abro y así entras el auto.
DANI: Vale (Hace lo que Ale le dijo y entra el coche al garaje, se baja) Ahora vamos adentro, me invitas un café en lo que esperamos al taxi, a tu amigo le dices que soy lesbiana y no me gustan los hombres y a tu hijo, que soy tu empleada...
ALEX: Jajajaja... Ni loco, no pienso compartirte con nadie, Cosita, hasta que llegue el taxi, serás toda mía... (Hace bajar la puerta del garaje, quedando a oscuras) ¿Dónde estás, Dani?
DANI: A tu lado, jajajaja
ALEX: (Comienza a tantear y la toca) Este es tu brazo, ésta tu cadera y... (La pega contra su cuerpo, calcula y le da un besote bien en la boca) Estos son tus labios...
DANI: Eres muy buen tanteador, jajajaja (Se besaron intensamente)

Muy contrariamente a lo que Alex suponía, Gabo dormía plácidamente ya que después de haber recibido la llamada de su amigo, Martín se contactó con Tami para pedirle ayuda con el pequeño. Obviamente, Tamara acudió y controló a su sobrino que le obedecía sin oponer demasiada resistencia. Ahora estaban en el living, sentados frente a frente, disfrutando de un rico café

TAMI: ¿Mi hermano no te dijo el motivo por el que se iba a retrasar?
MARTÍN: No. Sólo dijo que surgió una emergencia y que debía llevar a un amigo suyo al hospital. Nada grave, pero que demoraría algunas horas... ¿Cómo has estado? No nos vimos desde que cenaste aquí el día que llegué.
TAMI: Pues muy bien, no me puedo quejar, ¿y tú?
MARTÍN: Bien, sorprendiéndome con cómo han ido las cosas por aquí. Tratando de empezar de cero, dejando atrás lo que debe quedar atrás, ya sabes...
TAMI: No, no lo se, pero cuéntame, soy toda oídos...
MARTÍN: Me fui de aquí porque a mi papá lo transfirieron, es policía, ¿recuerdas? (Ella asiente) Nos instalamos en Toledo, luego Málaga, un tiempo en Pamplona, Zaragoza y por fin, Barcelona. Nunca pude rearmarme, sentirme parte de algún lugar, porque en cuanto hacía amigos o me encariñaba con alguien, ¡pof! De nuevo nos teníamos que mudar. Hace unos años, una bella mujer se cruzó en mi camino y, bueno, estuve con ella. Cuando se terminó, mi papá ya se había retirado de la fuerza, por lo que él, mi mamá y hermanos, se volvieron aquí. Me tocaba reiniciar mi vida y mi corazón me decía que este era el lugar dónde tenía que hacerlo. Apenas llegué y vi lo que me esperaba en esta bendita tierra, supe que era cierto. Este es mi hogar.
TAMI: ¿Y qué te esperaba en esta bendita tierra?
MARTÍN: Muchas sorpresas y hermosas, por cierto. Tú, por ejemplo. Te miro y no me creo que seas la misma niña que conocí. Tan traviesa y ocurrente, me hacías reír muchísimo, siempre llenabas todo de risas, era lindo tenerte cerca. ES LINDO tenerte cerca.
TAMI: Ahora también lleno todo de risas, pero por mis meteduras de pata...
MARTÍN: ¿Metes mucho la pata? Quiero decir, ¿al nivel de Alejo? Porque tu hermano era mandado a hacer para echar a perder las cosas...
TAMI: Tampoco me insultes, jajajaja, mi hermano es único para meter la pata, yo lo intento seguir, pero no lo consigo, jajajaja...
MARTÍN: ¡Qué linda eres!
TAMI: (Se puso nerviosa) Gracias, ehhhh... ¿Quieres más café?
MARTÍN: ¿Te molesta que lo diga? No te lo tomes a mal, pero intento que mi mente una esa imagen de la pequeña niña con la de esta mujer que eres y no lo logro. Disculpa, no quise incomodarte.
TAMI: No me incomodaste, no te preocupes. ¿Por qué quieres unir a las dos?
MARTÍN: ¿Nunca pensaste que ir demasiado lejos, a veces, es llegar demasiado cerca?
TAMI: No te entiendo (Se miraban fijamente)
MARTÍN: Quiero decir que si no consigo hilar esas dos imágenes, no podré evitar el olvidar a la niña y concentrarme en la mujer... (Se acerca) Y eso está mal porque eres la hermana de uno de mis mejores amigos, lo que sería ir demasiado lejos, por llegar demasiado cerca... (Estaban a unos cuantos centímetros, respirando los dos entrecortadamente)
TAMI: ¿Sólo porque soy la hermana de Ale? (Sus bocas seguían a centímetros de distancia)
MARTÍN: No, porque estás prohibida, Tami, pero desde que te vi, no te me sales de la mente y siento que es mutuo... (Se acerca apenitas)
TAMI: No puedo negarlo, pero...
MARTÍN: Pero estás con alguien y aunque me encantaría correr el riesgo, no quiero ser un problema para ti ni generarte uno... (Seguían casi pegados)
TAMI: No eres ningún problema, pero tienes razón estoy con alguien..
0MARTÍN: Lo se... ¿Qué hago?
TAMI: No se...
MARTÍN: ¿Sigo acercándome o me alejo de tu boca?
ALEX: (Entrando en ese momento) ¡Aléjate de su boca!
MARTÍN: ¡Alejo, no...!
ALEX: ¿No, qué? Aléjate de mi hermana, Martín.
TAMI: Tato, déjalo en paz.
ALEX: No lo dejo en paz, Tamara, ¡él sabe que hay códigos que no se rompen y las hermanas son sagradas!
MARTÍN: ¡Lo se, lo siento! Ella me gusta, Alejandro, ¿qué hago?
ALEX y TAMI: (Se miran entre ellos y lo miran después a él) ¿Qué dijiste?
MARTÍN: ¡La verdad, pues! Me gustas, Tami y no dejo de pensar en ti.
ALEX: Mi hermana tiene novio y es un buen tipo, Martín.
TAMI: (Se pone entre ambos) ¡Ya!...  Ale, esto es entre Martín y yo, no te metas, por favor, él sabe cómo son las cosas y yo también, ya está, no tienes que pelearte con uno de tus mejores amigos por cuidarme, se hacerlo solita y mejor me voy, no hago nada aquí  (Va a por su bolso)
ALEX: (Mira a su amigo y le lanza una mirada asesina) ¡Pues, si, ya estás bastante crecidita como para tomar tus decisiones, Tamara! Si quieren andar con este pelado o con quien te de la gana, hazlo, pero has las cosas bien y no lastimes al hombre que está contigo con una traición, porque no lo merecen ni él, ni tú. Eres más que una calentura, Tata. Me voy a dormir porque tengo que estar en reposo. (Da media vuelta y se mete a su alcoba)
MARTÍN: ¿Dijo que tiene que estar en reposo?
TAMI: Si (Entran los dos en la alcoba de Ale) No fue un amigo el que tuvo que ir al doctor, fuiste tú, ¿no?
ALEX: Si, tuve una arritmia, pero nada grave. Sólo me mandó que baje las horas de trabajo, que coma y duerma bien y haga ejercicio para relajarme. Pueden retirarse.
TAMI: Está bien, pero no te preocupes, no voy a lastimar a Sergio ni a ninguno de los tres, me voy a casa, descansa (Ni siquiera se despidió de su hermano, sólo se colgó el bolso y salió)
MARTÍN: (Fue tras ella) ¡Espera!
TAMI: ¿Para qué?
MARTÍN: Para bajar un poco el enojo. Con un Zavala alterado e iracundo, alcanza. Vuelve con él, Tami, cuídalo como Alejo siempre te ha cuidado a ti. Deja el orgullo y yo no voy a intervenir ni a provocar nada. Lo hace rato, no se vuelve a repetir.
TAMI: ¿Por él o por nosotros?
MARTÍN: Por ti.
TAMI: Ajá, por mí, gracias por el consejo (Deja el bolso y va a la habitación de su hermano) ¿Se puede?
ALEX: Pasa
TAMI: Cuéntame que te pasó, por favor
ALEX: Estaba en el estacionamiento, me sentí mal, Daniela me encontró y me llevó al médico... (Martín había cogido su chamarra y había salido)
TAMI: ¿Daniela te encontró? ¿Quién es Daniela y cómo es que te encontró?
ALEX: (Odiaba mentirle a su hermana, pero había prometido no decir nada a nadie más y después de la pelea que había tenido con Dani, no quería arriesgarse) Es una mujer del trabajo, la fotógrafa de Frama. Habíamos estado en una junta hasta tarde, cuando llegué a mi carro, me di cuenta que tenía un folder de ella, así que la llamé para que lo buscara. Entre la llamada y que ella llegara, fue que me sentí mal, Tata. Cuando Daniela bajó al estacionamiento para buscar el folder, me metió al carro y me llevó a urgencias. Eso es todo.
TAMI: No te creo, pero te lo voy a dejar pasar. Bueno, muchacho, a dormir y descansar como te dijo el doctor y me quedo aquí, para asegurarme (Ale la miró raro) No me mires así, entre Martín y yo no va a pasar nada, yo me quedo en mi cuarto y me cierro con llave, si quieres. Relájate y a dormir...
ALEX: No es por eso, mensa, sólo no quiero que salgas herida, Tata, nada más. Si, soy tu hermano y soy celoso, ya lo sabemos... Quédate conmigo hasta que me duerma, ¿si? Necesito a mi Tata, porque si que me asusté.
TAMI: ¿No necesitas a Daniela? Jajajaja, es broma, yo me quedo aquí (Se acuesta con su hermano)
ALEX: (Respiró profundo) Necesito tantas cosas, que la única persona que puede llenar los espacios en este momento, eres tú y Daniela es alguien que no debe importarte ahora...


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