jueves, 17 de enero de 2013

Capítulo 044


Habían pasado varios días desde el encuentro entre Sam y Andrés y por más que el abogado
insistió de forma continua, nada consiguió, ya que Samanta no respondía sus llamadas, ni
mensajes. Para no darle oportunidad a que se siguiera escondiendo y negando a hablar, Andrés esperó a verla salir de la empresa y fue por ella.

ANDRÉS: (Cortándole el paso) ¡Tú y yo, tenemos que hablar!
SAM: No tenemos nada qué hablar
ANDRÉS: Si tenemos y mucho, Samanta, de lo contrario, no me estarías evadiendo
SAM: No te evado, sólo que no tengo nada que hablar contigo, tuvimos sexo y ya...
ANDRÉS: ¿Por qué eres así, eh? Mira, si lo que querías era devolverme un poco de mi propio chocolate, ¡te felicito, lo lograste! Estoy enamorado de ti como un imbécil. Puedes regodearte y sentirte muy satisfecha, pero hay algo que debes saber: ni en los momentos de mayor inconciencia de mi vida, dejé de dar la cara. Si, hice cosas de las que no me siento orgulloso, pero cuando me tocó hacerme cargo de las consecuencias, lo hice y no la pasé bien, pero era lo que debía hacer. No te voy a rogar más, Samanta y si así lo quieres, esta será la última vez que me veas la cara de estúpido, pero asume que no fue sólo sexo, porque no te lo crees ni tú. Hasta nunca, Sam
SAM: Te piensas que dar la cara es lo más importante, pero no, te doy la cara y te digo que si me acosté contigo, pero eso no significa que vaya a empezar una relacion.
ANDRÉS: Eso me queda más que claro, no me lo tienes que restregar en la cara. Ahora, aclárame una cosa, ¿qué demonios te hice para que me desprecies así? ¿Para que amarme sea un castigo al que le escapas en vez de un sentimiento que quieras disfrutar conmigo?
SAM: No confío en los hombres como tú, te calientan el oido con palabras bonitas y después, es todo mentira
ANDRÉS: Si fuera así, ya me acosté contigo, ¿para qué estaría aquí parada como idiota diciendo que te amo y que quiero algo real a tu lado?
SAM: No lo se, pero no confío en ti y no quiero enamorarme....
ANDRÉS: Está bien, como te acabo de decir, este es nuestro último encuentro provocado.
Probablemente nos volvamos a cruzar en reuniones que tengan que ver con Alex y Dani y, ya que no quieres ser la única en mi vida, no me estés montando shows baratos para generarme conflicto con las mujeres con las que ande. Que tengas buena vida, Sam, hasta nunca. (Dio media vuelta y se fue)

Alejandro salía del estacionamiento de Frama, cuando vio a Sam parada en la vereda, se la notaba mal, muy distraída. El licenciado aparcó el carro y se acercó a ella.

ALEX: (Tomándola suavemente del brazo) Sam, ¿qué te ocurre?
SAM: (Mostró una sonrisa forzada) Nada, ¿por?
ALEX: ¿Tú no juegas póker, verdad?
SAM: ¿Qué?
ALEX: En el póker, tienes que aprender a que tu rostro no delate tus cartas, eso se llama "Bluff". Si jugaras y fingieras así de mal, serías carnada muy sencilla, Sam... (Le sonríe) Ven, te llevo a tu casa.
SAM: (Se sube al coche) Gracias
ALEX: (Entra al carro y arranca) ¿Entonces? ¿Qué sucede?
SAM: Estoy cansada, nada más
ALEX: ¿Y te tengo que creer? Mira, Sam, si no me quieres contar, está bien, sólo soy el novio de Dani y si me guardas el secreto, su futuro marido, padre de sus veinte hijos y abuelo de sus 243 nietos, pero no me mientas, por favor. Entiendo que no confíes en mí, sólo que las mentiras no me agradan...
SAM: Es tu amigo, me trae de cabeza
ALEX: Andrés puede ser una hermosa patada en las nachas, ¿no? Lo se, lo conozco desde que éramos como Jana o mi hijo, unos pequeños y adorables demonios traviesos. ¿Qué te hizo?
SAM: Encapricharse conmigo
ALEX: (Ve una cafetería) ¿Me aceptas un café? Tenía pensado llevarte a cenar, con el previo consentimiento de Daniela, por supuesto, pero antes de cenar, podemos tomarnos un cappuccino, ¿quieres?
SAM: Llevarme a cenar, ¿para qué?
ALEX: (La mira) ¿Me aceptas el café o no? Luego te cuento de mis razones, cuñadita postiza, sólo diré, que son motivos nobles... Anda, tomemos una buena dosis de cafeína
SAM: Claro, vamos...
ALEX: (Dejan el auto, entran, se sientan en una de las mesas que tiene vista al mar y piden sus cafés) ¿Así que Andrés se encaprichó contigo?
SAM: Si, algo así, dice estar enamorado de mí, pero no le creo nada
ALEX: (Abre los ojos bien grandes, sorprendido) ¿Usó esas palabras, Sam? ¿Te dijo que está enamorado de ti?
SAM: Si
ALEX: ¡Wow! (La mira directo a los ojos) ¿Tú lo amas?
SAM: Yo no se lo que siento, pero no quiero enamorarme de un mujeriego
ALEX: Te voy a hacer una pregunta, Samanta y siéntete libre de responderme con total honestidad. No pienses en mí ni como tu jefe o el novio de tu mejor amiga y te prometo que no voy a tomar represalias si no me agrada tu respuesta. ¿Qué clase de hombre te parece que soy? ¿Bueno, malo, regular?
SAM: Me pareces un hombre honesto, que tiene las cosas claras y que sabe lo que quiere, pero, ¿eso qué tiene que ver?
ALEX: Conozco a Andrés desde hace casi 25 años y nunca, nunca, JAMÁS, le escuché decir que estaba enamorado y lo conozco lo suficiente como para saber que no fue una línea para conquistarte, Sam. Se enamoró de ti y si, es un conquistador, pero si te dijo que te ama, es que quiere estar contigo. Él puede decir muchas cosas, prometer estupideces, pero esa palabra, no se la dijo a nadie, salvo a ti
SAM: ¿Y quién me asegura que no me la juegue con otra? Con los antecedentes que tiene, es muy probable que ocurra
ALEX: Nadie puede asegurarte eso, Samanta, así como nadie puede asegurarle a él que tú no le hagas lo mismo. Tienes que confiar y creer que tu corazón eligió bien. Mi amigo no es un santo, pero, ¿tú lo eres? ¿Jamás cometiste errores? Mira, créeme que si no pensara que ese menso te ama, no estaríamos hablando de esto
SAM: No se si quiero arriesgarme...
ALEX: Si fuera Dani, ¿qué le dirías?
SAM: Que se arriesgara, que fuera feliz...
ALEX: Sam, yo se que es difícil confiar en que un hombre como Andrés se comporte acorde a las circunstancias, pero cuando se ama, los vicios desaparecen y eso es porque lo único que quieres es que la persona amada, esté contigo. ¿Te puedo contar una historia?
SAM: Adelante
ALEX: Cuando mi hijo tenía menos de un año, diez meses para ser exactos, se enfermó y estuvo mal, muy mal, casi no la cuenta. En esas épocas, sólo dos personas estuvieron conmigo a sol y a sombra, mi hermana y Andrés. Ese mismo tipo que tú conoces como irresponsable, mujeriego, charlatán y poco serio, dormía sentado en el piso, apoyado contra la pared, pendiente de cada movimiento de su ahijado, porque no le daban el alta y Gabo estuvo internado dos semanas. Cuando por fin todo pasó y le dieron el alta a mi renacuajo, su padrino lo cargó, lo bañó y lo cuidó como sólo un padre lo haría y hasta lloró con toda su angustia a flor de piel, cuando nos dijeron que mi pequeño estaba fuera de peligro. Si te cuento esto, es porque quiero que sepas, que aún con todos los defectos que puede tener, Andrés se compromete con los que ama y lo da todo, Sam. Dale una chance y date una a ti. Si sale mal, pues, mala suerte, pero, ¿y si sale bien? ¿Y si ustedes dos están destinados a vivir un gran amor?

Vestido con jeans negros, camisa y blanca y una sonrisa gigante, Martín llegó hasta la casa de Tami y golpeó la puerta. Tenían su primera cita y el pintor esperaba que fuera perfecta y más aún, porque su adorada Tamara, merecía sólo lo mejor y él quería ser el hombre que la hiciera sentir dichosa, por lo que le preparó una salida ideal para que los dos se la pasaran de lujo. La señorita Zavala, abrió la puerta y al hacerlo, se encontró con una hermosa flor, su favorita, de hecho...

MARTÍN: La flor que esté a tu lado, se sentirá ofendida, mocosa, porque tu belleza, la opacará hasta que se marchite...
TAMI: Ya está ofendida (coge la rosa blanca y lo besa) Estás muy guapo hoy, insoportable...
MARTÍN: (Otro beso) Y tú, simplemente divina... ¿Lista para la mejor cita de tu vida, mocosa mañosa?
TAMI: Listísima, cojo el bolso y nos vamos...
MARTÍN: (Tami lo hace pasar) ¿Me regalas un poco de agua, hermosa?
TAMI: Te ofrezco lo que quieras, pasa y sírvete. Si me pudieras traer el celular que está en la cocina, te lo agradecería (lo besa) Yo voy a buscar mi bolso (lo vuelve a besar y se va al cuarto)
MARTÍN: ¡¡Te amo, mocosa!! (Va a la cocina, se sirve un vaso con agua y toma el celular) ¡No te tardes! Ya quiero toquetearte un poco, hermosa...

El teléfono comienza a sonar y era alguien que aparecía como "Amor" en el identificador de llamadas. Martín lo vio y se lo llevó a Tami.

MARTÍN: (Visiblemente dolido) Es tu "amor" llamando... (Le da el celular)
TAMI: Lo siento (coge el teléfono, mira el identificador y cuelga) ¿Nos vamos?
MARTÍN: ¿Segura que no quieres contestarle a tu AMOR?
TAMI: No, es más (coge el celular y lo apaga) Vamos, bobo (lo besa intenso) Tenemos una cita
MARTÍN: Tami, espera un segundo, no quiero que hagas esto por no lastimarme. Habla con él, digo, si te está llamando es por algo, ¿no crees? Si lo haces, yo seguiré aquí y podemos tener la cita mañana. Sólo no quisiera que estando conmigo, te la pases pensando en qué querrá decirte.
TAMI: No lo hice por ti. Cuando se fue, me dijo que lo dejara en paz, pues eso estoy haciendo. Además no quiero arruinar nuestra cita, esperé mucho para estropearla ahora, pero si no quieres ir, no vamos
MARTÍN: (Le da un besote) Yo voy si tú quieres ir, de corazón, porque deseas pasar la noche conmigo...
TAMI: Obvio que quiero ir (besote) No me voy a perder la oportunidad de estar contigo (lo besa) Nos vamos o vamos a acabar en mi cuarto... (Le ofrece la mano)
MARTÍN: (La toma y se encamina al cuarto) ¡Vamos de una vez! Jajajaja... (La carga, salen del departamento y la baja) Creo que tenemos la aprobación de tu hermano, mocosita
TAMI: ¿Te dijo algo?
MARTÍN: No, casi no me dirige la palabra, de hecho. Está enojadísimo, pero... (Salen a la calle y estaba aparcada la moto de Alex) Me prestó a su favorita...
TAMI: ¿No te dirige la palabra? Voy a tener que hablar con él... ¿Dónde me vas a llevar?
MARTÍN: No tienes nada que hablar con Alejo, el problema es conmigo, no contigo y vamos a ir al puerto, preciosa, a cenar, a mirar al mar, a besarnos mucho y si Dios me quiere un poquito, terminaremos la noche juntos (Le guiña el ojo exageradamente, a propósito) ¿¿Me comprendes, no??
TAMI: Si tengo que hablar con él y si, lo entiendo perfectamente...
MARTÍN: No, Tami, es algo entre él y yo, no intervengas, por favor, déjame solucionarlo a mí. No te estás riendo, mi amor
TAMI: Está bien, pero, de todos modos, tengo que hablar con Tato... ¿Reírme de qué, precioso? ¿De tu indirecta, directa? (Sonríe)
MARTÍN: De mi directa, directa, ¡¡directísima!!... (La da un casco) Vamos, hermosa...

La moto arrancó y los dos salieron hacia el puerto…


7 comentarios:

  1. Jajajaja, Martín y sus indirectas... Jajaja, BIEN, TATA!!! Gran episodio!

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  2. Sam es más dura que Dani! Jejejeje, Martín, tan tiernooooooooooooo

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  3. Sam le salen unas plafs, plafs, plafs (cachetadas) No joda, que hombraso y ella con su NO, pero bueno, no quiere sufrir y el la hace dudar! Ese Tincho ya anda calenton jajajajajajaja y la Tami ni se diga hjajajajajajajaja! Genial capitulo, ciruelota! Me encanta

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  4. hola me encanta muchisimo . esa sam jaja .tiene que darle a mi andresito una oportunidad . me encanta muchi tamb tam y martin. es perfecto me encanta besos

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  5. hermosa historia cada dia mas linda felicidades a la escritora besos

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