Capítulo 054

Las preguntas de Gabo, no se hicieron esperar…

TAMI: ¿Por qué lo preguntas así, Gabriel?

GABO: Es que yo pensé que ibas a volver con el Toro, tía...

MARTÍN: Gabo, las cosas no siempre son como uno quiere, pero amo a tu tía y la voy a cuidar siempre, siempre, siempre...

GABO: (Mira a Tamara) ¿Tú lo amas a él y no al Toro, tía?

TAMI: Eso es un poquito difícil de contestar, mi amor, pero, ¿vas a dejar de querer a Tincho por esto?

GABO: (Lo mira) ¿Nosotros somos hombres machos, no?

MARTÍN: (Se agacha hasta quedar a la altura del niño) Si, enano.

GABO: ¿Y la vas a cuidar y a hacerla sonreír?

MARTÍN: Lo más que pueda.

GABO; ¿Y aún me vas a llevar a comer hamburguesas?

MARTÍN: Si.

GABO: (Le tira la oreja) Pues, te estás tardando...

TAMI: Jajajaja, vete con el diablillo (le da un beso al niño) Lo cuidas, Gabriel, porque Tincho es un desastre jajajaja

GABO: Si, tía... (Saludan y se van)

ALEX: ¿Quieres cenar aquí o vamos a otro lugar?

TAMI: Cenemos aquí, yo me encargo de la cena (Va con su hermano y le da un besote en la mejilla)

ALEX: Mmmmm... ¡Cualquier cosa, menos ensalada de col!

TAMI: Jajajaja, ya sé que no te gusta jajajaja, vamos y me ayudas...

ALEX: (Van a la cocina) ¿Te sigo contando?

TAMI: Claro, no te enamoras todos los días, quiero saber cómo es la mujer que le robó el corazón a mi hermano mayor...

ALEX: Es... ¡Increíble! Inteligente, generosa, enojona, PERFECTA

TAMI: Wow, ¿todo eso? Me encantaría conocerla, pero sígueme contando

ALEX: Es complicado porque trabajamos juntos y además, Dani tiene una hija, una princesita de seis años y por ella, es que no quiere que nadie sepa aún. (Le suena el celular) Espera, Tata, es Andrés... (Se aleja) Bueno, compadre, ¿cómo va esa vida de casado? Jajajaja...

Alex conversó un poco con Andrés y luego llamó a Dani para decirle que no fuera por él en la mañana, que se veían directamente en la empresa porque su amigo no podía ir por Gabo, así que tendría que llevarlo él... Volvió a la cocina con su hermana

ALEX: Como te decía, Tata, Daniela es la mujer que esperé toda la vida

TAMI: Eso se te nota, Tato...

ALEX: Dime algo, muñeca, ¿estás segura de lo que estás haciendo? (Le roba un poco de zanahoria que Tami cortaba)

TAMI: ¿De mi decisión? Sí y después de lo que me dijo Sergio, estoy más segura Si me doy cuenta que no amo a Tincho, no voy a volver con el Toro…

ALEX: (Se pone serio) ¿Qué te dijo Sergio? No me digas que se pasó de enojado y te faltó al respeto porque le doy una tunda que no se la olvida en su vida.

TAMI: Me dijo que si lo había dejado para acostarme con Tincho, o que si me iba a acostar con los dos para ver quién me daba más orgasmos. Tonterías de hombre herido en su ego, no hagas caso...

ALEX: (Se indigna) ¿Eso te dijo? Definitivamente, le voy a arrancar la cabeza, ¿qué se piensa? Ego herido o no, te respeta porque te respeta... Ni yo, que soy tu hermano, te digo esas burradas, ¡lo voy a matar a golpes!

TAMI: Tú no vas a hacer nada, te quedas tranquilito y pensando en Daniela (Lo mira y le sonríe)

ALEX: Pero, ¿cómo te va a decir eso? ¿No te conoce o qué? Y yo que creía que era el hombre perfecto para ti y mira con lo que sale...

TAMI: Ya, Tato, olvídate y sígueme contando de tu novia, ¿ya conociste a la pequeña?

ALEX: (La mira) No... Bueno, si la vi durmiendo, pero no nos han presentado oficialmente. Dani quiere esperar un poco más.

TAMI: Es lógico, con niños es mejor ir despacio, aunque conociéndote, estás ansioso de conocer a la pequeña y que Gabo conozca a Daniela...

ALEX: Me muero por eso, es que se que ella es la definitiva, la única y la última...

TAMI: Pues, cómo sabrás, por eso tienes que ir despacio...

ALEX: ¡Ash! Ustedes y sus "ir despacio"... Mira, las cosas se harán como ella quiera, eso no lo discuto, se lo prometí y se lo voy a cumplir, pero los miedos son suyos y tuyos, por lo que veo, no míos y me imagino que tampoco del menso de Martín...

TAMI: Las cosas cuando mejor se hacen, es cuando se hacen despacio, además, ¿verdad que vale la pena esperar? La recompensa es la mejor, así que ayúdala a superar sus miedos y a confiar en ti, para ayudar a superar los miedos lo primero es ganarse la confianza absoluta...

ALEX: No creo que Daniela dude de mí, sino de ella. A veces me da la sensación que no se siente capaz de ser feliz, pero conmigo, lo va a ser aunque tenga que luchar contra ella misma... Entonces, ¿qué vamos a cenar?

Los hermanos sonrieron y cenaron maravillosamente. Conversaron mucho y disfrutaron en plenitud de ese tiempo de calidad que lograron pasar juntos, pasando una velada encantadora.

Al otro día, Alex se encontraba en su despacho, revisando varios informes, cuando una voz al teléfono, lo llenó de alegría…

GABO: ¡Papiiiiiiiiiiiii!

ALEX: ¡Renacuajo! ¿Cómo estás, hijo?
GABO: Bien, papá, pero la tía no quiere llevarme a verte y yo quiero ir.

ALEX: ¿Quieres venir a mi trabajo?
GABO: Si

ALEX: Pero tienes la final de la liga infantil, Gabriel, voy a pasar por ti en un rato.

GABO: No, papi, la pasaron para la otra semana

ALEX: ¿Por qué?
GABO: Mi entrenador dijo que es por algo del otro club. Te mandó una nota en mi cuaderno.

ALEX: Está bien, renacuajo y ¿para qué quieres venir a la empresa?
GABO: Porque el tío Andrés me contó que compraron una televisión gigante para un lugar y hoy hay partido, quiero verlo ahí, contigo, pa…

ALEX: (Trata de comprender) ¡Ahhh, ya entiendo! La pantalla gigante para la sala de juntas…
GABO: ¡¡ESOOOO!!

ALEX: Dile a la tía que te traiga, campeón, aquí vemos el partido.

GABO: ¡¡GRACIAS, PAPI, ERES EL MEJOR!!

ALEX: ¡De nada, renacuajo! Te amo, hijo, hasta más tarde…

Un par de horas después, antes del cierre de la jornada laboral, Gabo y Tata llegaron a Frama y fueron al despacho de Alex. Mientras los hermanos conversaban, el niño pidió permiso para jugar en el pasillo de la oficina, pero la pelota se le fue por las escaleras y él encontró divertido, patearla por ellas y lo hizo. Llegando a cierto piso, el balón se le escapó y por correrlo como salvaje, no vio que una mujer salía de una oficina y se la llevó por delante, cayendo Gabo al piso y lastimándose la rodilla…

En Buenos Aires, mientras tanto, Giselle y Maru estaban conversando, hasta que alguien tocó la puerta de la casa.

GISELLE: (Va a abrir y se queda sorprendida) Maru, te buscan...

MARU: ¿A mí?

GISELLE: Si, amiga, a ti y yo me voy a pasear un laaaargooo rato... (Agarra sus cosas y se va)

MARU: Espera, Gise, ¿a dónde vas y quién me busca? (Se detiene al llegar a la puerta) ¿Qué haces aquí?

RODRIGO: Hola, vine a pedirte perdón…

MARU: Pasa... (Entran los dos) Perdón, ¿y por qué?

RODRIGO: Por cómo me puse, además no quiero que esto termine acá y así, a las malas

MARU: Ro, no importa, entiendo tu reacción, el error fue mío, debí decirte las cosas antes, de otro modo... Sin embargo, si tenemos que terminar, porque me voy a ir muy pronto

RODRIGO: ¿Y si me voy con vos?

MARU: ¿Y dejar toda tu vida aquí, Rodrigo? Eres argentino, tu familia está aquí, tus amigos, tu carrera... ¿Por qué ibas a irte?

RODRIGO: ¿Por qué te viniste vos?

MARU: Porque quería viajar, conocer el mundo y explorar todo lo que la isla no tiene ni tendrá, amor y me quedé aquí por ti, lo sabes. Pero me llegó la hora de volver a casa.

RODRIGO: Y a mí, de partir Por favor no me niegues la oportunidad de ser feliz a tu lado...

MARU: Si es lo que deseas, de corazón, me vas a hacer inmensamente feliz, hermoso, te amo y lo sabes

RODRIGO: Y yo a vos, hermosa (La besa) Te amo, Maru, no me dejes nunca (Le besa el cuello)

MARU: (Responde a los besos) Estos días sin ti han sido un infierno, amor, no me dejes tú a mí, por favor...

De nuevo en la isla, Gabriel se había lastimado un poco y le dolía el golpe, pero como la mujer que había chocado lo miraba con preocupación, se la aguantaba…

GABO: (Conteniendo el llanto) ¡¡Ayyyyy!! ¡¡Me duele!!

DANI: (Se agacha) Hola, me llamo Daniela, ¿me dejas ver tu rodilla?

GABO: (La mira) Pero me duele...

DANI: No te voy a hacer daño, sólo quiero ver que te pasó para curártela... ¿Cómo te llamas?

GABO: (Ella le sonrió y Gabo sintió confianza) No me hagas doler, ¿sí? Me llamo Gabriel...

DANI: Encantada Gabriel, yo soy Dani y prometo no hacerte daño (Le miró la rodilla y vio que sólo era un raspón, con un poco de agua y una tirita, todo estaría solucionado) Vamos a tener que ir a la enfermería un momento... ¿Puedes caminar o te llevo?

GABO: (Mueve la rodilla y le duele) No, Dani, pero mi papá no sabe que estoy aquí, yo vine a ver el partido con él...

DANI: Pues, vamos a curarte y después con tu papá, ¿sí? (Le sonríe) Ven (Lo coge en brazos) Vamos y volvemos antes que tu papá se entere que te escapaste (Llegan a la enfermería y lo cura) ¿Ves? Ya estás curado y no tardamos nada, somos muy rápidos, como el correcaminos...

GABO: Jajajaja, ese dibujito es muy chistoso, Dani, papi lo mira conmigo y dice que el coyote está salado, jajajaja... (La mira) Eres muy linda, pareces una mamá

DANI: Es que soy una mamá, tengo una hija de seis años...

GABO: Yo también tengo seis años

DANI: ¿Si? Pues yo pensaba que tenías siete, estás muy grande, ¿comes espinacas como Popeye?

GABO: (Hace cara de asquito) Me obligan a comer esa cosa, pero Popeye me gusta, siempre salva a su novia flaca, jajajaja...

DANI: Jajajaja, si, siempre la salva (Se acerca un poco, como para contarle un secreto) ¿Sabes qué? A mí tampoco me gustan las espinacas, pero no se lo digas a nadie (Le sonríe) Bueno, ¿nos vamos a buscar a tu papá?

GABO: (Le da un beso en la mejilla) Gracias, Dani, no me dolió nada... Mi papi está arriba, en su oficina...

DANI: De nada (Le sonríe) ¿Quién es tu papi?

GABO: (Todo orgulloso) Alejandro Federico Zavala Torres y yo soy Gabriel Alejandro, pero mi papi me dice "renacuajo", Dani, jajajaja... ¿Lo conoces? Es el dueño y el mejor papá del mundo...