Capítulo 100

Dani sale del cuarto y va a la sala, allí encuentra a Nau y Giselle, dormidos y abrazados, fue a su recámara…

DANI: Están durmiendo y no quiero despertarlos, mejor le llevo una manta, ¿me la puedes alcanzar? Están ahí, encima del armario...

ALEX: Si, claro... (La busca y se la da)

DANI: Gracias (Le da un beso) Ya vuelvo (Coge la manta, la lleva a la sala y tapa a la parejita, regresa a la alcoba)

ALEX: (Estaba sentado en la cama) ¿Me vas a decir qué tienes?

DANI: Nada (Va a la cama, saca su camisa de dormir y se cambia) ¿Por qué? (Entra al baño, deja la ropa en la cesta y sale)

ALEX: Por nada... (Coge su toallón y se mete a bañar)

DANI: (Entra al baño) ¿Qué te pasa a ti?

ALEX: Nada, ¿por?

DANI: Y yo me chupo el dedo...

ALEX: Lo mismo digo...

DANI: Te prometo que no me pasa nada, sólo que no me digas que soy perfecta. No se, me hace sentir incómoda, pero más nada...

ALEX: (Asoma la cabeza por la mampara del baño y la mira) Ajá... (Sale de la ducha) Entonces, ve y dile a nuestro hijo que cambie su manera de verte, porque para Gabriel lo eres. Yo, a partir de este momento, no te lo digo más... (Se pone el toallón en la cintura)

DANI: Pero el niño no me lo ha dicho, ¿estás enojado por eso?

ALEX: No, a partir de ahora te voy a decir que eres insoportable e inaguantable... (Ella se iba a dar media vuelta e irse, pero la detuvo) Insoportablemente hermosa, inaguantablemente deliciosa... (Le arranca la camisa, rompiendo los botones y la lleva contra la pared) Irresistiblemente magnífica... (Comienza a besarla desaforadamente) Increíblemente sexy...

DANI: Eso si puedes decírmelo...

ALEX: No quiero decir nada más...

DANI: Pues vamos a la cama...

ALEX: Nada de camas, te quiero aquí y ahora, Cosita... (Se quita la toalla y la recuesta sobre ella, acariciando sus pechos y besando su vientre) Aquí no hace falta ser tan silenciosos... (Da una patada y cierra la puerta del baño) Quiero escucharte gozar, Daniela Villalta y quiero gozar contigo

DANI: Gocemos, amor, gocemos...

ALEX: Si, preciosa, gocemos, amor... (Baja hasta la entrepierna de su novia y besa con todas sus ansias, luego, sube al torso y mordisquea, saborea y se deleita con lo que hace y con saber a Dani disfrutándolo) Eres tan exquisita y me pierdo contigo...

La toma con firmeza de la cintura y la llena una y otra vez, enceguecido: nada más importaba que hacer el amor a la mujer que tanto amaba

Al terminar la gran cena, Titán y Maru salieron a tomar algo por ahí y después, recién, volvieron al departamento de él, bien de madrugada, encendidos como de costumbre, con esa pasión y ese fuego que se tiene al principio de las relaciones. Esos deseos de estar todo el tiempo encima del otro, tocándose, amándose, explorando todo lo que el ser amado nos ofrece...

BAUTISTA: (Se besaban) Bonita (Beso) Tengo (Beso) Que hablar de algo (Beso) Contigo...

MARU: ¿Ahora? (Besote) Habla, amor, pero no dejes de besarme...

BAUTISTA: Mejor hablamos después, bonita, no puedo más (La lleva hasta el sillón y la recuesta allí) Me vuelves loco, ¿lo sabias?

MARU: Ehhhh... No... (Se hace la tonta)

BAUTISTA: Pues lo vas a saber (Le sube el vestido y le toca su zona sensible)

MARU: (Lo jala de la solapa y lo tumba a él, subiéndosele encima) No, señor, el que va a saber, es usted... (Le quita el saco y la camisa, besando todo el torso) Prepárate, Chocolate, vas a conocer el amor de una mujer que loca y todo, es de verdad y así te ama... (Besote en los labios)

BAUTISTA: (Cruza sus brazos por detrás de la cabeza) Soy todo tuyo...

MARU: Así me gusta, papacito... (Le desabrocha el cinturón y a medida que va bajando sus pantalones, acaricia sutilmente todo alrededor) Amo lo que me provocas, Bauti, me enloqueces...

BAUTISTA: Tú me enloqueces a mí, bonita...

MARU: (Besa el bajo vientre y va rodeando la zona cercana al centro de placer de Bautista) No sabía que esto me gustaba tanto hasta que estuve contigo... (Sube y lo besa) Mi cuerpo es nuevo a tu lado...

BAUTISTA: (Maru iba a bajar, pero él la detuvo) No, quédate aquí, así, conmigo (Mientras se besaban, él la fue desvistiendo)

MARU: (Cada roce de ese hombre sobre su piel, era un estremecimiento. Se acercó a su oído, apoyando sus senos sobre él) Te amo

BAUTISTA: Y yo a ti, bonita (Entró en ella mientras la besaba) Te amo (Como Maru estaba arriba, la agarró por las pompas, para marcar el ritmo)

MARU: (Era demasiado perfecto, la hacía vibrar. Se movía a un ritmo pausado, sutil, pero exacto) Sigue, Bauti, no te detengas, me estás llevando al cielo...

BAUTISTA: Eso es lo que quiero, bonita (Endureció un poco más las penetraciones) Llevarte al cielo...

MARU: (Gimiendo como desquiciada, no podía controlar lo que le hacía sentir su "Chocolatito") No puedes ser tan perfecto (le mordió los labios y después, los oídos)

BAUTISTA: Tú eres la perfecta, amor (Se apoderó de sus senos y los devoró, saboreándolos, excitando a su novia, no podía creerlo, "su novia")

MARU: Chocolate, quiero tenerte arriba yo...

BAUTISTA: Sus deseos son órdenes para mí (Sin salir de ella, se puso arriba y comenzó de nuevo el movimiento) ¿Te gusta así, bonita? Porque a mí me fascina...

MARU: (Lo agarra de las pompas, apretándolas hacia su cuerpo) Quiero más, hermoso, lo quiero todo contigo...

BAUTISTA: Todo (endureció la penetraciones y aumentó la velocidad de las mismas) Lo vas a tener todo y más (Se movían al compás, unidos en todos los sentidos)

MARU: (Estaban casi fuera de si mismos, agitados, hablaban con la respiración entrecortada) Te amo, mi "lo que sea", quiero más, todo lo que seas capaz de darme...

BAUTISTA: (Dio todo lo que pudo y más, hasta hacerlos temblar de placer, cuando llegaron al final) Te amo (Seguían temblorosos, con una sonrisa en la cara)

MARU: No imaginé que se podía amar así, con una mirada, una sonrisa...

BAUTISTA: Sin palabras, sólo con gestos (La besa)

MARU: (Otro beso) Pensar que todo es culpa de esa bolsa rota, jajajaja... ¿Qué me querías decir, Bauti? Estabas como ansioso...

BAUTISTA: (Seguía besándola) Quiero pedirte algo...

MARU: ¿Y qué será? (Comenzaban a buscarse de nuevo)

BAUTISTA: Que te vengas a vivir conmigo (Le besa el cuello) Se que hace poco que nos conocemos, pero quiero pasar todas mis noches contigo a mi lado...

MARU: (Se quedó fría) ¿Qué, qué?

BAUTISTA: Si no quieres, no pasa nada, pero dímelo, ¿quieres venir a vivir conmigo?

MARU: (Lo mira) ¡Pensé que la loca aquí era yo, pero estás igual de deschavetado, Chocolate! (Lo mira) Me encantaría vivir contigo... Estamos muy mal, mi amor, ¿te das cuenta?

BAUTISTA: Si, por eso nos amamos, bonita... ¿Entonces te vienes a vivir conmigo?

MARU: Cuando quieras, hermoso, pero prométeme algo.

BAUTISTA: (Se le iluminó el rostro) Lo que quieras.

MARU: Que si por alguna razón, la convivencia no funciona, yo me vuelvo a mi casa, pero lo nuestro no se va a terminar...

BAUTISTA: Nunca (La besa) Lo nuestro no termina nunca (La vuelve a besar)

MARU: (Lo atrapa por el cuello y se besan profundamente) Vamos a la cama, papacito rico, quiero otro round allí, en tu ca... Nuestra cama...

BAUTISTA: Eso, bonita, nuestra cama (La carga y se la lleva al cuarto. Allí hacen el amor una y otra vez, hasta quedarse dormidos)

La noche del viernes llegó y después de dejar a Gabo y Jana en casa de Andrés y Sam, Dani y Alex se dispusieron a pasar una noche inolvidable. Una rica cena en un lindo restaurante, salir a bailar un poco y, ¿para qué? Volver a aquella playa mágica, donde sus cuerpos se unieron por primera vez y rememorar aquellas magníficas horas... Era un buen plan.

Si bien la "cita" era informal, los dos se veían muy bien. Él vestía un pantalón de traje negro, una camisa blanca impecablemente planchada por Carmen y un saco negro, liviano, ya que era una noche calurosa. Ella, de vestido negro y pegado al cuerpo, pero no era una ropa de gala, más bien, era de fiesta, muy juvenil. Eran una pareja hermosa, tanto para la vista de los otros, como para ellos mismos... Iban en el carro, platicando de los niños

DANI: ¿Sabes lo que me dijo Gabriel? Que le había visto las lolas a una mujer en una tienda de ropa

ALEX: Jajajaja, ¿así te dijo? ¡Ese renacuajo es un delincuente! Jajajaja y ¿con quién estaba?

DANI: Con tu madre y tu hermana...

ALEX: ¡Esas dos lo van a volver un niño muy adelantado! Jajajaja... (La mira) Estás increíble, amor, no se puede ser más hermosa de lo que eres tú, ¡no hay modo!

DANI: Soy linda porque me miras con ojos de amor, mi vida

ALEX: No me salgas con esas cosas, Dani, eres linda porque eres perfecta, divina, con ojos de amor o sin ellos, ERES PRECIOSA, la mujer más hermosa que existe... (Se detienen en un semáforo y Alex mira hacia afuera) No hay nadie en la calle...

DANI: Es muy raro...

ALEX: Si... Dame un pico, bella... (Dani sonríe y se dan un beso)

En ese preciso instante, una fuerte explosión en el vidrio del asiento del conductor, genera un grito de Daniela. Era un ladrón y los apuntaba con un revólver...

LADRÓN: Bájense despacio y no pasará nada...

ALEX: Tranquilo, ya bajamos. (Le hace un gesto a Dani para que obedezca) Amor, bájate despacio...

DANI: (Obedece) No nos haga nada, por favor...

LADRÓN: (Sin mirarla) Cállate y baja y tú también. Nada de hacerte el héroe porque te lleno de plomo...

ALEX: Nadie se va a hacer el héroe...

LADRÓN: (Los dos bajan) Dejen sus carteras y celulares en el carro, ¡muévanse!

ALEX: Dani, has lo que dice, princesa (Se quita el saco y lo deja en el asiento) Ahí está todo

LADRÓN: (La mira por primera vez) Tú, reina de España, ¡qué te muevas!

DANI: Ya voy (Deja el bolso en el coche)

LADRÓN: Aléjense del carro...

ALEX: (Se va acercando a Dani hasta que se queda a su lado) Ya está...

LADRÓN: (Le presta atención a Daniela y le gusta) Tú, muñeca, métete al carro de nuevo