En cuanto Bautista salió en su
auto, Maru se metió a la casa y llamó a Tami, que le respondió notoriamente
apagada, triste…
MARU: ¿Tami? Soy Maru
TAMI: Hola...
MARU: Oye, Martín le habló a Bauti para contarle que
había peleado contigo y supuse que, tal vez, querrías hablar con alguien un
poco ajeno... ¿Quieres venir a casa?
TAMI: ¿Sabes dónde está Tincho? Necesito hablar con
él...
MARU: Ehhh, si, Bauti me dijo, espera que
recuerde... En el puerto, en la Plaza del Charco... Pero no vayas sola, nos
encontramos en el camino, ¿si? ¿Estás con carro?
TAMI: No, voy caminando hacia mi casa, te espero
allí (le da la dirección y cuelga)
Ya en el puerto Bautista ve a su amigo y se acerca,
lo ve muy mal y lo abraza
BAUTISTA: ¿Qué pasó?
MARTÍN: No se, Titán, en un momento estábamos
perfectamente, al segundo peleando por pensar distinto y luego, la veo besando
a su ex...
BAUTISTA: ¿Por qué pelearon?
MARTÍN: Por una estupidez, pero me molestó la forma
de decirme las cosas, ¿sabes? Es lo que ella quiere y como ella lo quiere y lo
que sienta yo, le vale madre. (Ve que su amigo no entiende) Le dije que si se
imaginaba estar casada conmigo y me dijo que ella no pensaba casarse, pero me
habló mal, se levantó y se fue, dejándome con la palabra en la boca. Fui tras
ella, discutimos, medio como que terminamos y cuando fui a buscarla, me la
encontré besándose con Sergio... (Se echa a llorar) No había pasado ni una hora
y ya estaba con él, ¿me entiendes?
BAUTISTA: ¿Ella qué te dijo cuándo la viste con
Sergio?
MARTÍN: Que me iba a explicar, pero, ¿qué, Titán?
Conmigo fue una ilusión, una espina que quiso sacarse y ya, no me ama y me
llegó el tiempo de aceptar que la mujer de mi vida, no es para mí...
BAUTISTA: Deberían hablar, aclarar las cosas. Mi prima
no es de esas que va con mentiras y antes de engañarte con Sergio, te hubiera
dejado y no te dejó, ¿la quieres?
MARTÍN: No la quiero, Bautista, no seas idiota. Amo
a Tamara desde que tengo quince años y ella era una niña que ni entendía. Amé
verla crecer y convertirse en una adolescente y la amé cada día lejos de ella,
pero no puedo más, se me parte el alma...
TAMI: Si me amas, ¿por qué no quieres escucharme?
MARTÍN: (Se gira y la mira) Porque de nada va a
servir...
MARU: (Estaba junto a Tami) Amor, dejémoslos
solos...
TAMI: Sólo escúchame y si después de escucharme,
crees que no sirve de nada, me voy de tu vida y no te busco más...
BAUTISTA: Escúchala, Tincho, no pierdes nada... (Lo
saluda y va con Tami) Niña, si no lo amas como él merece, ya, libéralo, pero si
lo amas como él a ti, madura, Tamara y deja tanta niñería barata... (Le besa la
frente y se va con Maru)
TAMI: ¿Me vas a escuchar o vas a salir huyendo?
MARTÍN: Habla
TAMI: Cuando discutimos en la casa me sentí muy mal
y salí a caminar. Terminé en el parque, así que me senté en el banco. Sergio se
acercó y me preguntó que por qué estaba llorando y le conté. Me dijo que hay
que mirar las cosas desde los dos lados, no sólo desde mi postura de no querer
casarme, sino también de la tuya y me hizo pensar. Le di las gracias y lo
abracé, pero cuando nos separamos, él me besó y fue ahí donde nos viste tú...
MARTÍN: Le correspondiste el beso, Tamara, hasta lo
acariciaste...
TAMI: Lo acaricié porque iba a separarlo...
MARTÍN: ¿Me estás tratando de tomar por idiota?
TAMI: No...
MARTÍN: ¿Entonces? ¿Eso querías decirme? La crónica
post pelea, perfecto, Tami, ya me contaste cómo fue la cosa y cómo fue que
terminaste besando a tu ex un rato después de haber peleado conmigo. Ya lo
entendí. Si eso era todo, ponte contenta, puedes ir corriendo y besarlo hasta
el último día de tu vida... Yo sólo quería que fueras honesta conmigo, podrías
haberme dicho las cosas y no hacerme esto...
TAMI: ¿Haberte dicho qué?
MARTÍN: Ya, Tami, basta de todo esto, ve y quédate
con el hombre que amas
TAMI: ¿Se puede saber de qué carajos estás hablando?
MARTÍN: No, ya no estamos hablando más... Yo me voy,
no puedo tenerte cerca sin sentir que me muero, otra vez... Y lo peor es que es
mi culpa, porque fui yo quien no supo ser el hombre para ti, pero ya sabes que
Sergio si lo es y ojala sean felices y coman perdices y no se qué más... Adiós,
Tamara. Al menos tus padres se van a poner contentos que este inservible no te
va a arruinar la vida... (Empieza a caminar)
TAMI: (Lo agarra del brazo) Tú no me vas a dejar
otra vez, no voy a permitir que te vayas de mi lado de nuevo, ¿por qué piensas
que ya elegí?
MARTÍN: Porque lo estabas besando a él...
TAMI: Cuando yo hablo, ¿tú no escuchas? Yo no lo
besé, me besó él a mí
MARTÍN: Claro y lo acariciabas para separarlo, ¡por
Dios!
TAMI: Es un maldito beso, si quisiera estar con él,
no estaría aquí, contigo...
MARTÍN: Estás aquí porque sientes culpa, no porque
me ames. No te mientas más, ni quieras mentirme a mí. Tu amor fue mío hace diez
años y yo no pude aprovecharlo. Ahora, ya no lo es.
TAMI: Por mucho que yo te diga vas a creer lo que te
conviene, ¿no?
MARTÍN: ¿Y qué me conviene según tú?
TAMI: Dímelo tú, porque por más que te repito la
cosas, no lo entiendes. ¡Te amo, joder! No estoy aquí porque me sienta
culpable, estoy aquí porque no quiero que lo nuestro se acabe, pero eso parece
que no lo entiendes...
MARTÍN: ¡¡Si es así, explícame por qué demonios te
besaste con ese tipo!! ¿Mis besos no te alcanzan? ¿O qué? ¿Cada vez que nos
peleemos vas a salir a besarte con él? ¿Recuerdas el problema que me hiciste el
otro día por una tipa con la que me acostaba cuando tenía 18 años? ¿Qué tengo
que sentir yo si se que dudas? ¿Cómo carajo quieres que me lo tome? ¿Qué te
aplauda? ¿Qué sentirías tú en mi lugar, Tamara?
TAMI: ¿Cuántas veces te tengo que repetir que no lo
besé? Me da igual si lo estaba acariciando o no, cuando Sergio me encontró,
estaba llorando, ¿por quién? Por ti, porque habíamos peleado y casi me habías
terminado. Le di las gracias por el consejo y cuando me iba a ir, me besó, lo
iba a apartar aunque tú no hubieras llegado. Después que te fueras, me ofreció
llevarme a casa y le dije que no, que tenía que encontrarte... ¿Qué más quieres
que haga? ¿Que me arrodille para pedirte perdón por el beso que él me dio? Lo
hago...
MARTÍN: No te atrevas a hacer semejante estupidez.
Mira, Tamara, tú me dirás lo que quieras, excusarás el beso de mil formas, pero
la única verdad es que no puedo creerte, no puedo borrar esa imagen de mi mente
ni tus palabras al rechazar de cuajo la idea de ser mi esposa. Cuando uno ama, hace
las cosas de otro modo. Aquí tienes la oportunidad de quedarte sola y pensar, sentir
ver qué quieres para tu vida. Cuando se ama como yo te amo, el matrimonio es el
inicio de un proyecto de vida, es una promesa y un compromiso de amor real. No somos
unos hippies de la década del sesenta que piensan que el matrimonio te ata,
somos de otra época y, al menos en lo que a mí respecta, casarme contigo sería
el sueño de toda mi vida. Eso y un hijo contigo, son todo lo que pretendo, pero
tú no lo deseas, quieres otra cosa y si esa es tu manera de amar, pues no me
sirve, no me llena...
Piensa en qué quieres, de verdad... (Vuelve a
caminar)
TAMI: (No lo siguió) Te quiero a ti...
Martín continuó su marcha, sin mirar atrás. Si
Tamara realmente lo quería, sería ella quien tendría que luchar, aunque para
Tincho, ese había sido el fin de todo, de su más grande sueño. Ya no tenía esperanzas...
Tamara vio como Martín se iba y las lágrimas
empezaron a brotar por sus ojos y se fue de allí, no podía soportarlo, el dolor
era más fuerte que cuando le contó a Sergio lo que sentía y él la mandó al
diablo.
A esa misma hora, en casa de
Alejandro, todo era un caos. Gabriel saltaba en la cama de su papá como
desquiciado. Eduardo no sabía qué hacer para calmarlo, Carmen intentaba
controlar a su marido y Jana, vitoreaba a su hermano, mientras el dueño de
casa, harto de estar en reposo, estaba a dos segundos de explotar por los
aires...
GABO: ¡Quiero jugar a la play,
quiero jugar a la play, quiero jugar a la play!
JANA: ¡Déjennos jugarrrrr!
GABO: ¡Sube, Jana! (Ella lo hace
y juntos, siguen con la protesta) ¡¡QUEREMOS JUGAR A LA PLAY, QUEREMOS JUGAR A
LA PLAY!!
EDUARDO: ¡Niños, dejen de saltar
en la cama que Alejo necesita reposo! (Los pequeños, ni se inmutaban)
LOS NIÑOS: (Más fuerte)
¡¡QUEREMOS JUGAR A LA PLAY, QUEREMOS JUGAR A LA PLAY!!
CARMEN: ¡Calma, viejo! Y ustedes
dos, se bajan de la cama, ya... (No dio resultado, seguían en las mismas)
EDUARDO: ¿Cómo se calman este par
de fieras?
ALEX: (Aturdido) Basta...
EDUARDO: Niños, bajen de una
vez...
ALEX: ¡Basta!
CARMEN: Hoy están indomables...
ALEX: ¡¡BASTAAAAAA!! (Todos se
callaron y se giraron para mirarlo) Gabriel, Jana, se van al living y ahí se
quedan, callados y tranquilos. Papá, mamá, déjenme solo... (Lo habían puesto de
pésimo humor)
Con el grito de Alex, Dani, que
estaba en la cocina, preparando la cena con Ari, se alarmó. Subió a ver qué
pasaba, entró al cuarto y vio a Alex de mal humor
DANI: ¿Qué está pasando aquí?
ALEX: Pasa que los niños gritan y
saltan en la cama y mis padres, gritan más que los nietos... Treinta veces pedí
calma, pero no, hay que gritar para que entiendan... Jana, Gabriel, les di una
orden
GABO: Pero quiero jugar a la
play...
ALEX: Y yo necesito descansar...
¿Será posible que haya que enojarse contigo para que obedezcas?
DANI: Venga, niños, abajo,
después juegan a la play (los pequeños salen)
ALEX: Eduardo, Carmen, sigan a
sus nietos...
EDUARDO: No te pases, Alejo
ALEX: ¿Pasarme en qué, papá?
Necesito estar tranquilo y vienes a gritarme en los oídos...
CARMEN: El bebé tiene razón, Lalo, la regaste.
(Mira a Dani) Has tu magia con este mocosito, hija... (Salen)
Excelente capi me encantooo!!! :D
ResponderEliminarQ triste capitulo :( Tami y Martín separados.........
ResponderEliminarJajajaja, me lo imagino a Alex colorado y echando humo por los oídos, JAJAJAJA!!! Marín y Tami, JUM, par de mensos
ResponderEliminarel tincho sera mayor que tamara pero se comporta como un quinceanero ella se debe quedar con sergio
ResponderEliminarjajajajajaja, Alex y sus regaños...
ResponderEliminarPobre Martin, que sufridera trae!!!
Quedarse con Sergio??? Majaderaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!! #SoyLaFanUnoDeTeyTe, jajajjajajajaa
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