Capítulo 120

Nauzet acariciaba suavemente a Giselle y ella, de a poco, iba entrando en confianza, pero él necesitaba sentir más, que su novia lo tocara, lo recorriera y comenzara a perder el miedo…

NAU: Descúbreme tú también, mi amor... (Le tomó la mano y la metió por dentro de su camisa) Algún día, este cuerpito será todo tuyo, puedes ir reconociendo lo que te pertenece...

GISELLE: Ajá... (Empezó a tocar con manos cautelosas, pero a medida que pasaban los segundos, sus manos recorrían el cuerpo de Nau, como examinando el terreno y le encantaba lo que encontraba a su paso)

NAU: (Cuando la sintió más relajada, le levantó la remera y pudo verle el vientre y besarlo con dulzura, para después apoyar su mano allí y darle confianza. Sus besos fueron subiendo y al llegar a los senos, pasó entre medio y volvió a llegar a la boca de su novia) Eres tan hermosa, mucho más de lo que imaginé... (Su mano le tocó un pecho suavemente) Relájate, no dudes de mí, vamos a detenernos cuando lo desees, pero quiero tocarte, por favor...

GISELLE: Quiero detenerme...

NAU: (La besa, se detiene y la mira) Nos detenemos, amor... (Se sienta bien y la abraza) Solamente quiero ayudarte a que te conozcas, a que sientas y que puedas entender lo que provocas en mí... Dime la verdad, ¿te gustó lo que hicimos?

GISELLE: (Se ruboriza) Si...

NAU: No te sonrojes, es tu cuerpo el que habla y es normal... Gise, no vamos a hacer el amor hasta que estés segura de ti misma y de mis sentimientos, yo nunca te voy a presionar ni a obligar a nada, pero si quiero que me dejes demostrarte lo que tu cuerpo, mi cuerpo y nuestro amor pueden hacerte sentir, ¿confías en mí? (Ella asiente) Entonces, ven conmigo

GISELLE: ¿A dónde?

NAU: Vamos a hacer un viaje por nuestros sentidos. ¿Vienes o no? Es aquí cerquita, no hay que salir del departamento...

GISELLE: Vamos...

NAU: (La lleva hasta el privado y abre el agua caliente, llenando el cuarto de vapor) Esto es muy relajante... (Se quita la remera y le toma las dos manos, haciendo que ella le acaricie el torso) Cierra los ojos y sólo siente...

GISELLE: (Ella le hace caso y cierra los ojos) ¿Qué pretendes con esto?

NAU: Que sientas, nada más, que descubras como la piel te puede quitar tus miedos, mi cielo... (Le quita la remera a ella y la acaricia) Te repito, no vamos a hacer el amor, pero vamos a descubrirnos, te prometo que te va a gustar... (La abraza y comienza a besarla)

GISELLE: Esto me gusta (Le acaricia la espalda lentamente)

NAU: Deja que tus sensaciones te guíen, amor y nada malo va a pasar. Confía en ti, en lo que sientes... (Le quita el broche del sujetador, pero no la toca, sólo la aferra más a su cuerpo)

GISELLE: No, no, no (Se separa de Nau, coge su remera y se va a la sala)

NAU: (Va tras ella) ¿Qué pasa, Gise? No iba a hacerte nada...

GISELLE: (Se estaba poniendo la remera) Es mejor que me marche...

NAU: No, para nada, quédate y dime qué sucede. De otro modo, no se cómo ayudarte, mi amor, por favor...

GISELLE: No, Nau es mejor que me marche, lo siento...

NAU: (La detiene) Nunca va a ser mejor que te marches de mi lado. Siéntate, tranquilízate y dime lo que sucede, Gise, con el silencio no vamos a llegar a ningún sitio

GISELLE: (Se sienta) No puedo, es algo bastante vergonzoso y doloroso

NAU: (Respira, sospechando por dónde iba el asunto) Giselle, mírame. No te avergüences conmigo, estoy a tu lado y la meta para mí, es hacerte feliz, cuidarte, velar por ti y (le besa la frente) Sanar tus heridas, pero si no me dices qué pasa, me dejas sin armas. (La abraza) Por favor, cielo, confía en mí

GISELLE: (Se lo contaría y después se iría, no le daría tiempo a que se avergonzara de ella, así que cuanto antes se lo contara, mejor) Hace siete años, salí de casa de una amiga, para ir a ver a mi abuela porque tenía que llevarle algo y como estaba cerca, no me importaba. Caminé unas cuantas cuadras hasta llegar a su casa y cuando entré allí, estaba mi tío Antonio. Le pregunté por mi nona y me dijo que ella aún no había llegado y que la esperara. Entonces, me senté en el sillón. Un rato después, mi tío apareció en la sala con una cerveza en la mano y, poco a poco, se fue acercando a mí. Dejó la cerveza en la mesa (Las lágrimas empezaron a recorrer el rostro de ella) Luego se subió encima mío y me empezó a besar. Por mucho que me resistía, él era más fuerte que yo, así que me besaba y me tocaba por todos lados. Como no me estaba quieta, me pegó un puñetazo, dejándome un poco aturdida y me bajó los pantalones y me empezó a acariciar. Antes que me pudiera hacer algo peor,  llegó mi abuela y le pegó con un jarrón. Después de eso, me desmayé y me desperté en un hospital...

NAU: (No pudo evitar sentir rabia, coraje y un enojo que lo sobrepasaba. Le tomó la mano y se la apretó fuerte, entrelazando los dedos y al sentirla temblando, lloró por el dolor de saber que esa mujer a la que tanto amaba, había sufrido semejante vejación) A ese tipo habría que matarlo y a todos los que son como él... (La abrazó)

GISELLE: No sirve de nada (Se aparta de Nau y coge sus cosas)

NAU: ¿A dónde te vas?

GISELLE: A mi casa...

NAU: ¿Por qué? Quédate a cenar conmigo

GISELLE: Necesito estar sola...

NAU: No, eso no es cierto, lo que tienes es miedo, un miedo terrible a quedarte sola conmigo. (La toma de los brazos con dulzura) Nada te va a pasar a mi lado, nunca... No me cabe en la cabeza que existan hombres así y sólo de pensar en lo que te hizo, me muero de la rabia y el dolor y no puedo imaginar lo que debe ser para ti, pero nada de eso fue tu culpa. El único responsable es ese malnacido, ese poco hombre, repugnante que quiso hacerte el peor de los daños. Giselle, te amo, entiende, TE AMO y no voy a dejarte huir de mí

GISELLE: No huyo...

NAU: Si lo haces, porque no sabes cómo confiar... (Le da un beso en la frente y la abraza con fuerza) Yo estoy para hacerte bien, mi amor, para darte lo mejor de mí, no te vayas, déjame cuidarte

GISELLE: Nadie puede cuidarme... (Dicho esto, salió por la puerta, sin mirar atrás)

NAU: (Fue, se cambió de ropa y salió a buscarla. La encontró cerca del departamento) ¡Ey, espera! ¿Por qué te alejas así?

GISELLE: Me voy a mi casa, Nauzet, vuelve a la tuya...

NAU: No puedo

GISELLE: Si puedes (Seguía caminando)

NAU: No puedo, lo siento

GISELLE: Pues vas a tener que poder, porque yo me voy a mi casa, quiero estar sola...

NAU: Entonces vete y yo voy detrás tuyo y me quedo del lado de afuera

GISELLE: ¿Por qué eres tan pesado?

NAU: Porque te amo y siento que me estás terminando y no quiero que sea así

GISELLE: No te estoy terminando, sólo necesito estar sola, ¿es tan difícil de entender?

NAU: ¿Es tan difícil de entender que te amo? ¿Que aunque no te tengo, ya no podrías estar sin ti? ¿Que tengo pánico de perderte?

GISELLE: No me vas a perder porque quiera estar una noche a solas, conmigo misma...

NAU: Está bien, Giselle, como quieras, pero ten en cuenta que tú tienes temor de ser rechazada y cuando te encontraste con un hombre que no lo hizo, lo rechazaste tú... (Dio media vuelta y se fue, llorando)

Giselle necesitaba esa noche, estar sola, así que aunque le dolió ver a Nau así, se fue a su casa y para completar el día del demonio que estaba teniendo, Nau, al volver a su departamento, se encontró con que Bianca lo estaba esperando...

NAU: ¿Qué haces aquí?

BIANCA: Esperarte, bebé

NAU: Vete por donde viniste

BIANCA: (Se acerca y empieza a besarlo) Te extraño, bebé...

NAU: (La aparta de cuajo y la lleva a la puerta) ¡Lárgate, Bianca y no vuelvas! No quiero volver a verte en mi vida y guarda esa llave como un recuerdo, porque mañana cambio la cerradura. (Le cierra la puerta en la cara y pasa la traba) ¡Dios! (Ve sus cosas de la universidad y las tira a la basura, estaba cabreadísimo)

A las siete de la tarde, Dani llegó a casa de Alex y fue recibida por un Gabo muy efusivo...

GABO: (Corriendo con ella) ¡¡MAMI!! (La llenaba de besos y apapachos)

DANI: ¡Qué buen recibimiento!

GABO: ¿Quieres más besos?

DANI: (Sonriendo) Todos los que quieras darme, mi amor

GABO: Muchos, muchos, muchos (Dani lo alza y él sigue dándole besos) Hoy nos dieron los resultados del examen de matemáticas y me saqué un nueve, mami...

DANI: Muy bien, mi amor, así me gusta (Le da un besote al niño) Te mereces un regalito (Sonríe)

GABO: Jana sacó diez, jajajaja, pero la llevamos con su abuelo. Dijo papi que no hay regalos por mi nueve, porque es mi deber ir bien en la escuela...

ALEX: (Apareciendo) Pero le compré un juego nuevo para la play... ¡Valiente moraleja la que le doy! (Besote a Dani) Hola, amor

DANI: Hola, precioso (Le da otro beso)

ALEX: Mis papás están por llegar y a ti, Gabriel, te buscan en diez minutos, así que ve a preparar tu mochila...

DANI: (Mira a Gabo) ¿Con quién te vas, campeón?

GABO: Con Tata y Tincho, me llevan a dormir a su casa, jajajaja, porque se van a casar, mami y quieren que celebre con ellos. La tía va a hacer hamburguesas y Tincho va a comprar helado

DANI: ¡¡Qué divertido!! Pues, corre, ve a prepararte...

GABO: (Otro beso a su mamá y sale corriendo) ¡¡¡SIIIIIIIIII!!!

ALEX: No quería que durmiera fuera de la casa, pero no se qué pueda pasar con mis papás y prefiero mantenerlo al margen. Como Jana tampoco iba a estar, lo vi oportuno... Te ves cansada, Dani, ¿te sientes bien?

DANI: Estoy bien, amor, ¿estás seguro de esto?

ALEX: Si, pero si no quieres estar, lo entiendo, puedes ir a tu departamento y voy a verte después

DANI: No, yo estoy contigo para lo bueno y para lo malo (Lo besa)

ALEX: Ayayayayayyyyy, ¡cómo te amo, caray! (Besotes varios y escuchan un claxon) ¡Renacuajo!

GABO: (Corriendo, para variar) ¡Ya estoy, pa! (Besa a Dani) Hasta mañana, mami

DANI: Hasta mañana, precioso (Le da un beso)

ALEX: (Saliendo con Gabo para llevarlo al carro) ¡Ey, Tata, Tincho!

MARTÍN: (Baja del carro y se saludan) Hola, cuñado... ¡Gabooo!

GABO: (Le da la mano a Martín) Hola, tío... ¡Hola, tía! (Entra al carro y besa a Tamara)

MARTÍN: ¡Ya soy "tío", jajajaja!

ALEX: Mientras Tata esté feliz contigo, Gabriel te va a adorar...

MARTÍN: Lo será siempre, menso... (Se saludan)

ALEX; Chau, hermanita

TAMI; Bye, Tato

ALEX: Renacuajo, te comportas...

GABO: Si, papi, chauuuuu (El auto arranca y Alex vuelve a entrar)

ALEX: Amor, ¿dónde estás?