jueves, 28 de marzo de 2013

Capítulo 127


Estando Ari ya dormida y sabiendo que Alejandro estaba con Daniela, los ánimos en la casa Zavala, se encontraban mucho mejor y, por fin, Tami y sus padres, se sentaron a conversar. Ella estaba a la defensiva y eso hacía difíciles las cosas, pero el temperamento de Tata y Tato, no era gratuito, sino hereditario y muy de Carmen. Martín también estaba con ellos, le había tocado hacer te para todos...

CARMEN: Bueno, niña, cambia esa actitud a la de ya...
TAMI: ¿Por qué?
CARMEN: Porque te lo digo yo y punto, Tamara, ¡joder!
EDUARDO: Vieja, tú también bájale...
TAMI: ¿Qué se traen ahora?
MARTÍN: (Llegando con los te) Tamara, si no bajas esas defensas, va a ser imposible que hablemos bien. (Sirve las tazas) Deja que tus papás digan lo que necesitan decir, pero sin atacarlos... Amor, ya, por favor...
TAMI: Está bien...
EDUARDO: Miren, muchachos, nosotros como papás tenemos nuestros sueños para los hijos, imaginamos sólo lo mejor y cuando vemos que eso no va camino a cumplirse, sentimos cierta frustración.
CARMEN: Pero ese es nuestro problema, no tuyo, Tata. Somos tu padre y yo los que tenemos que entender que tú tienes que vivir tus sueños...
EDUARDO: Hija, eso que dijiste no es cierto, sabemos que eres mucho mejor de lo que fuimos y eso es gracias a tu hermano. Y si, les faltamos, lo sabemos, pero nunca creas que no te amamos o que no estamos orgullosos de ti, porque es exactamente lo opuesto y si te exigimos más, es porque sabemos que puedes dar más.
CARMEN: Martín, Tami, lo sentimos, reaccionamos muy mal a la noticia
TAMI: ¿Muy mal? ¡Pésimo! ¿Cómo creen que se sintió él al ver que los padres de la mujer que ama lo rechazan? ¿Cómo creen que me sentí yo con el rechazo hacia Martín y hacia mi boda? Vinimos con la ilusión de contárselos, pero se nos derrumbó todo de un solo golpe al ver sus caras. Ya hablamos con los padres de Tincho y están felices por nosotros y me duele que mis padres no sientan lo mismo...
EDUARDO: Se nos cae la cara de vergüenza, con los dos, es que teníamos esta imagen de Martín que no encajaba con lo que deseábamos para ti, pero eso no nos daba derecho a actuar tan mal.
CARMEN: No podemos deshacer lo que hicimos, pero, al menos, déjenos tratar de redimirnos...
TAMI: ¿Tato habló con ustedes, no?
EDUARDO: Si, tu hermano es un buen terapeuta...
CARMEN: Y nos hizo ver muchas cosas, pero esta decisión, la tomamos por nosotros mismos. Alejito nos ayudó a reflexionar...
TAMI: ¡¡¡Lo sabía!!! Sabía que no había salido de ustedes...
MARTIN: Ya, amor, te están pidiendo perdón, acéptalo...
TAMI: Está bien, pero sólo lo hago por ti...
CARMEN: No, Tamara, no es así. Es cierto que el bebé nos habló, pero tu papá y yo, también hablamos. Hija, no somos perfectos y obramos mal, pero eso no significa que no te amemos. ¿Tú no te equivocas nunca?
TAMI: Si me equivoco, por eso los perdono...
EDUARDO: Sabes muy bien que si no sintiéramos las cosas, no te las estaríamos diciendo.
CARMEN: Exactamente
TAMI: Lo se, los perdono, todo olvidado...
CARMEN: ¿Me das un abrazo, princesa?
EDUARDO: (Se pone de pie y le ofrece la mano a Martín, que la estrecha) Muchacho, ¡bienvenido a esta familia de locos!
MARTÍN: Gracias, Don Eduardo...
TAMI: (Abraza a su mamá) Gracias, ma...
CARMEN: Te amo, hijita...
EDUARDO: (Intercambian los saludos y agarra a Tata) Princesa...
TAMI: Papá
EDUARDO: ¿Quieren su regalo ya?
TAMI: ¿Nuestro regalo?
CARMEN: (Tenía abrazado a Martín) Si. Papá y yo hablamos y queremos regalarles la boda. Será como la quieran y donde la quieran
TAMI: ¿De verdad?
EDUARDO: Completamente, hijos. Perdonen que hayamos tardado tanto en aceptar, pero cuando tengan una hija hermosa como la que tenemos nosotros, nos van a comprender
MARTIN: Los comprendo... Además, queremos darles nietos pronto, muchos nietos (Se abraza a Tami que lo mira asombrada) ¿Qué pasa, mi amor, no quieres tener hijos conmigo?
TAMI: Hijos si, pero no una guardería, mi amor, no soy ninguna coneja...
CARMEN: (Lanza una carcajada) Tu padre me dijo lo mismo cuando nos comprometimos, jajajaja y yo le respondí igual, hija, jajajaja...
EDUARDO: (También ríe) Es cierto y tuvimos tres sabandijas, jajajaja...
MARTÍN: Ojala y sepamos mantener la pareja como ustedes o mis papás. Ah, por cierto, señora Carmen, mi madre tiene ciertas ideas para la boda, así que hay que organizar una cena de las dos familias completas.
CARMEN: Por mí, perfecto. Hace mucho tiempo que no veo a tus padres... ¿Cómo están tus hermanos?
MARTÍN: Muy bien, gracias a Dios. Ezequiel, el mayor fue papá hace poco y la más pequeña terminó la universidad ya. La otra "media", Ana, lleva varias semanas en Portugal...
EDUARDO: ¿Ana no es la que tiene la misma edad que tú, princesa?
TAMI: No, esa es Lucía, pa. Ana tiene... (Hace memoria)
MARTÍN: El mes entrante cumple 29, amor...
TAMI: (Lo mira) ¿Estás seguro, amor? Ana tiene un año menos que tú...
MARTÍN: Y yo tengo treinta años, Mocosa... (Se miran) La misma edad que tu hermano. Andrés es el más viejo, Alex le sigue, vengo yo y tu primo es el menor de los "Cuatro fantásticos"... Jajajaja...
TAMI: ¡Qué viejito estás, insoportable!
MARTÍN: Para nada, el problema es que eres una mocosita... Jajajaja... (Le suena el celular) ¿Si, bueno? (Sonríe) ¿Es en serio? Muchas gracias, mañana los llamamos. Adiós... ¡Amor, voy a exponer!
TAMI: ¿En serio? (Salta sobre él y lo besa) Eso es magnífico (Lo llena de besos)
EDUARDO: ¿Exponer, Martín?
MARTÍN: (Aun con Tata encima y entre risas) Si, en Barcelona, Don Eduardo
TAMI: (Se baja) ¿En Barcelona?
MARTÍN: Si, en la galería más importante que hay allí. No pongas esa carita, hermosa, que vas a venir conmigo. Además, la muestra la voy a preparar aquí y sólo tendremos que viajar dos o tres días antes para organizar el salón y es después de nuestra luna de miel, casi esposa...
CARMEN: No sabía que eras artista. Recuerdo que pintabas mucho, pero creí que trabajabas en una empresa.
MARTÍN: Lo hago, me dedico a ambas cosas...
TAMI: No se, amor, cuando volvamos de nuestra luna de miel, tengo que estudiar...
MARTÍN: Lo se, Tami, pero podrás estudiar allá. No pretendo que organices tú la exposición, sólo que me acompañes. Cuando comenzamos a proponer fechas, me fijé en tu calendario de exámenes y rindes dos días después. Ey, Mocosa, lo tengo todo pensadito...
TAMI: ¡Qué listo es mi amorcito! (Lo besa)
EDUARDO: Pues, como tus futuros suegros, exigimos ver algo de lo que haces...
MARTÍN: ¡Claro! Dejen que hable con Bautista para que armemos el estudio y les muestro.
CARMEN: ¿Mi sobrino?
MARTÍN: Si, señora, Titán y yo somos socios, estamos preparando la apertura de una galería de arte aquí, pero entre su boda y la mía con mi Mocosa, lo tenemos un poco relegado. Tenemos un local que vamos a refaccionar
TAMI: Aquí, como lo ven, mi futuro marido es un artista y muy bueno, por cierto...
CARMEN: (La mira con ternura y llora) No puedo creer que mi niña se vaya a casar, caray...
TAMI: No llores, mamá, que me vas a hacer llorar a mí
CARMEN: (La abraza) No lo puedo evitar, mi niña...
TAMI: (Empieza a llorar) Somos un par de lloronas (Sonríe entre lágrimas)
MARTÍN: Ya veo de dónde saca lo chillón tu hermano, mi amor, jajajaja (Ve a su suegro llorando también) ¡Don Eduardo!
EDUARDO: ¡Ya tendrás hijos, tú!
TAMI: Muy mal, insoportable, te ríes de tus suegros...
MARTÍN: No, me río de felicidad por verte así a ti, Tami. No quería que estuvieran distanciados...
TAMI: ¿Ven por qué lo amo? (Lo abraza y besa)
CARMEN: Lo vemos... Bueno, niños, es tarde y mañana hay mucho por hacer.
MARTÍN: Tu mamá tiene razón, Mocosa, vamos. (A sus suegros) Me alegro mucho que lo de Ari haya sido sólo un susto y si me necesitan para algo, ya saben que estoy.
EDUARDO: Sólo has feliz a mi hija y eso me dará paz toda la vida, Martín...
MARTÍN: La voy a hacer feliz hasta el último de mis días...
TAMI: O hace eso, o ya sabe lo que le espera, papá, así que, no te preocupes (Lo abraza y le da un beso, luego, hace lo mismo con su madre)

Los novios se despiden y se van a su casa. Era muy tarde, de madrugada.

MARTÍN: (Yendo a la cocina) ¿Quieres un café, amor?
TAMI: Si, gracias, amor
MARTÍN: (Pone todo a preparar y va con ella, alzándola) ¿Feliz?
TAMI: Si, ¿cómo no estarlo?
MARTÍN: (Beso) Mi vida, te llegó la hora de serlo para toda la eternidad y yo mismo, me voy a encargar que así sea. (La baja y se miran) Te amo, Mocosa
TAMI: Te amo, insoportable de mi vida (lo besa mucho)
MARTÍN: ¿Te puedo contar un sueño que tuve?
TAMI: Claro, mi amorcito, ¿es un sueño erótico? (Sonrisa pícara)
MARTÍN: Mmmm... No, pero podríamos hacer realidades eróticas, sabes que siempre quiero...
TAMI: Jajajaja... (Lo coge del rostro) Dime tu sueño y después, hacemos realidad lo erótico (sonríe)
MARTÍN: Soñé que teníamos una bebita y era igual a ti... Recuerdo que entraba a una habitación y tú estabas ahí, como enojada con alguien. Cuando te dabas cuenta que yo estaba en el cuarto, te me ibas encima y me besabas como loca y un momento más tarde, entraba una pequeña niña, como de tres años, más o menos y me decía "papá, viniste" y tú seguías llorando, pero de felicidad. Luego, me desperté
TAMI: (A medida que Tincho contaba, ella lo imaginaba y eso hizo que una lágrima cayera por su mejilla) Es un hermoso sueño, amor...
MARTÍN: Quisiera que pase el tiempo y poder estar viviendo ese sueño, pero hecho una realidad. ¿Sabes cómo la llamaste a la niña?
TAMI: ¿Cómo?
MARTÍN: Le dijiste: "Martina, saluda a papá"... Jajajaja, pero no le vayamos a poner ese nombre, por favor…


5 comentarios:

  1. Jajajajajja genial me encanto el capi q emotivoo jajaja

    ResponderEliminar
  2. Muy lindísimo, maridaaaaaaaaaaaaa

    ResponderEliminar
  3. Jajajajajajajaja por favor ese nombré noooooooooo

    ResponderEliminar
  4. Awwwwwww, Martinaaaaa <3 Me encantn ellos dossss <3! Son tan awwwwww, tan cuchisss, tan dindoosss! Ya me pse de pendeja! Peroe s que awwwwww! Me gustan ellos

    ResponderEliminar