Capítulo 325

Martín se gira para irse, pero Sergio no tiene intenciones de dejar las cosas así nomás, por lo que busca enojar al esposo de Tami…

SERGIO: Nadie dijo que lo haya hecho queriendo...

MARTÍN: (Se detiene de golpe) ¿Qué?

SERGIO: Ya te lo dije...

MARTÍN: (Lo mira) ¿Qué le hiciste?

SERGIO: Lo que debía

MARTÍN: ¿Y qué se supone que debías hacer? ¡Habla claro, imbécil!

SERGIO: Hacerla mía de nuevo

MARTÍN: ¿Abusaste de ella? (Sergio se ríe) ¡Te voy a matar! (Se le va encima y comienza a golpearlo sin piedad)

SERGIO: (Se defiende) No abusé, sólo cogí lo que era mío...

MARTÍN: ¡Estás muy mal! ¡Eres un loco de mierda! (Sigue golpeando y a pesar que Sergio intentaba defenderse, la furia contenida de Tincho, iba ganando la partida) ¡¡Te vas a morir, hijo de perra!! (Un oficial los separa a tiempo)

OFICIAL 1: ¿Qué sucede aquí? (Coge a Tincho y lo pone contra una pared)

MARTÍN: Ese infeliz violó a mi esposa embarazada, ¡lo voy a matar!

OFICIAL 2: (Levanta a Sergio, que sangraba por todo el rostro) ¿Eso es cierto?

SERGIO: Para nada, agente, eso es una aberración

MARTÍN: ¡No lo es, malnacido! Obvio que no lo va a reconocer en frente de ustedes...

OFICIAL 1: (Mira a Sergio) A usted lo conozco, es el tipo que golpeó a la señorita en la disco hace unos meses... (Se le acerca) Las caras de los golpeadores de mujeres, no se me olvidan

OFICIAL 2: (Lo jala) ¿Así que muy macho con las mujeres? ¡Al patrullero!

MARTÍN: ¡Ahí tienes, maldito!

OFICIAL 1: Llévatelo, Martínez, esposado... (A Martín) Usted también, señor, ande...

MARTÍN: ¿Yo por qué?

OFICIAL 1: Por agresiones y escándalo en la vía pública... (Se aleja unos pasos con él) Comprendo su rabia, pero tengo que proceder, es mi deber. No lo voy a esposar, pero tiene que venir conmigo por las buenas. Quédese tranquilo, es sólo un procedimiento de rutina, pero al fulano ese, lo tengo entre ceja y ceja y si lo que dice es cierto, le prometo ayudarlo a que reciba su merecido

MARTÍN: Gracias, entonces, vámonos...

OFICIAL 1: Martínez, ve en la patrulla y yo llamo a Pardo, porque meterlos en el mismo carro, va a ser una guerra. (El primer patrullero sale y un momento después, aparece el otro y suben)

EZEQUIEL: (Estaba en su casa, con su esposa e hijos. Le suena el celular) ¿Si, bueno?

MARTÍN: Hermano, necesito tu ayuda...

EZEQUIEL: ¿Qué pasa, cabezón?

MARTÍN: Tengo un problemilla... (Le cuenta) Ven a ayudarme...

EZEQUIEL: ¡Salgo para allá, menso! ¿Quieres que llame a tu amigo Andrés? ¿Es abogado, no?

MARTÍN: Si, por favor...

Dos horas más tarde, Martín llegaba a casa de sus suegros. Apenas lo vio, Tina salió corriendo para abrazarlo fuerte y darle muchos besos, acariciando el lastimado rostro de su padre

MARTINA: Papi bolpió, mami, ¿güele, papá?

MARTÍN: No, hija, tranquila, bebé...

TAMI: ¿Qué te pasó?

MARTÍN: Hija, ve con los abuelos, por favor, necesito hablar con mamá

MARTINA: (Le da otro beso) Shi, papi... (Sale corriendo, llamando a Carmen)

MARTÍN: Ven, Mocosa, siéntate...

TAMI: ¿Con quién te peleaste?

MARTÍN: Tami, espera un poco. Aquí lo que importa no es eso, sino lo que puede haber sucedido contigo... (Respira profundo y le explica que Sergio le había dado a entender que se abusó de ella en algún momento) Amor, a mí no me interesa nada más que tú estés bien.

TAMI: Eso nunca sucedió, te lo puedo asegurar...

MARTÍN: ¿Segura? ¿No cabe la posibilidad que te haya puesto algo en una bebida? Piensa, amor, piensa tranquila. Quiero que sepas que estoy contigo y siempre va a ser así

TAMI: En ningún momento, de eso estoy segura...

MARTÍN: (La abraza) Gracias a Dios, hermosa, no quiero ni pensar que algo así pudiera pasarte, amor...

TAMI: ¿Te peleaste con Sergio?

MARTÍN: (Asiente) No quise, de hecho, cuando lo vi, seguí mi camino, pero ahí fue que me dijo que se había aprovechado de ti y me volví loco

TAMI: (Le acaricia las heridas) ¿Te duele?

MARTÍN: No, cielo, no te preocupes. (La mira) Vengo de la delegación, Andrés y Ezequiel me sacaron de allí. Ese imbécil seguía detenido

TAMI: Él no me importa...

MARTÍN: (La abraza) Vamos a casa, necesito bañarme, recostarme un poco, estar contigo, mis hijos y en paz...

TAMI: Vamos, ve a buscar a Tina...

MARTÍN: (Se besan) Voy a buscarla... (Se pone de pie y se retira)

TAMI: ¿Cuándo nos vas a dejar en paz, Sergio?

CARMEN: (Viendo a su yerno) ¡Nada de irte a ningún lado, niño! Aquí te quedas y me dejas curarte esa cara, ¡venga!

MARTÍN: Pero, señora...

CARMEN: ¡Ni una palabra! (Mira a su marido)

EDUARDO: (Asiente) Ya voy... (Sale)

Carmen y Eduardo, raramente intervenían en los asuntos de sus hijos de forma espontánea, en general, sólo opinaban o aconsejaban, cuando los mismos Tamara y Alex lo solicitaban. Esto no quería decir que, entre ellos, no conversaran y todo el asunto de Sergio, los tenía más que enojados. Hablando al respecto, habían decidido mantenerse al margen, salvo que la situación ameritara que hicieran algo y esto que el toro le había hecho a Martín, fue la gota que rebalsó el vaso.

TAMI: (Ve a su padre) ¿A dónde vas, pa?

EDUARDO: Tengo que salir, hija, nos vemos más tarde o mañana... (Se va)

MARTINA: (Corre con su mamá) Mami, buela nojó

TAMI: ¿Con quién? (Alza a su hija) Vamos a ver...

CARMEN: (Rezongaba mientras curaba a Tincho) ¡Ese tipo es un idiota! ¡Habrase viste semejante actitud! Nunca pensé que llegara a tanto, porque cuando estaba con mi hija, parecía buen muchacho, pero se acabó, ¡SE ACABÓ!

TAMI: ¿Qué te pasa, ma?

CARMEN: ¿Y lo preguntas, Tamara? Pero tu padre va a poner a ese imbécil en su sitio, vas a ver...

MARTÍN: Señora, no tienen que intervenir...

TAMI: ¿Dónde fue papá?

CARMEN: A hablar con el padrino de Alejo

TAMI: ¿Qué va a hacer?

CARMEN: Va a pedirle que ponga a Sergio en su sitio y no voy a discutir contigo. Hasta ahora, nos hemos mantenido al margen, pero hasta aquí. Si ustedes dos prefieren esperar a que suceda algo peor, cosa suya, pero no quiero que a ninguno de mis hijos les pase más nada. Ya perdí a uno, no quiero más dolor. ¿Estamos? (Mira a Tincho) Lo de hijos, los incluye a ti y a Daniela. (Se le ponen los ojos rojos y se le trunca la voz) Esta familia ya sufrió más de lo que merece, basta...

MARTÍN: (Se pone de pie y la abraza fuerte) Tranquila, señora, nada nos va a pasar...

TAMI: No va a pasar nada, ma

MARTÍN: Exacto.

CARMEN: Claro que nada va a pasar, Francisco le va a dar un buen susto al idiota ese y ya van a ver como no vuelve a joder la vida de nadie

MARTÍN: Ya, señora bonita, tranquila, así será y no se ponga mal. Venga, vamos a preparar una buena merienda.

MARTINA: ¡¡Shiiiiiiiiii!! Buela no llora, Tina hambita

TAMI: Y Tami también tiene hambrita (Sonríe)

CARMEN: (Le besa la frente a su hija) Mis niñas tienen hambre, pues, van a comer. Ven, Tina, ayuda a la abuela...

MARTINA: ¡¡Shiiiiiiiiiiiiiiiiiii!! (Se le cuelga de una pierna) Quiedo leteeee y cocolate, buela

MARTÍN: (Sonríe al ver a su suegra reír de las monerías de la pequeña) Ay, Mocosa, ven... (Le estira el brazo)

TAMI: (Se abraza a su marido) Te amo, bobito (Lo besa)

MARTÍN: Y yo a ti, pero, ¿a qué viene eso de bobito?

TAMI: Eres mi bobito...

En Málaga, la selección infantil de fútbol, transitaba en la disputa del segundo encuentro del mundialito. El primero, tres días antes, lo ganaron cómodamente por 6 a 2, con tres goles de un tal Gabriel Zavala Villalta. Sólo llevaban cinco minutos de juego, cuando el pequeño goleador esquivó a dos adversarios y metió un tremendo golazo. Corrió hasta su hermanita y luego hasta su mamá, a quienes les dedicaba todos los goles.

ALEX: ¡¡Eso, hijo!! ¡Eres grande, Gabriel! (Se sienta) Ese renacuajo, Dios...

DANI: Así se hace, mi amor, eres un campeón, ¡¡sigue así!!

ALEX: ¡A mí no me dedica nada!

JANA: Es porque no puede, papi, jajajaja. Los goles son de mamá, Lucía, Martina, los melli y para mí...

DANI: Entiéndelo, mi amor (Le da la mano)

ALEX: No tengo más alternativas, ¿no? (Le besa la mano y le da un pico)

MATEO: (Sentado junto a su mamá, miraba a Jana) Es que Gabo juega mega bien, ¿verdad?

JANA: Así es mi hermano (Sonríe)

LUCÍA: (Se tira encima de su prima) ¡¡¡Nanaaaa, queido upaaaaa!!!

JANA: Jajajaja, Lu, cuidado que me tiras jajajaja

MARU: ¡Cuidado, Lu! (Mecía a Vicky) Bautista, controla a esa niña, se va a meter a la cancha...

LUCÍA: (Ya en el regazo de Jana, ve a Gabo) ¡¡Babo boooooooolllllll!!

JANA: Si, ¡¡Gabo GOOOLLLL!!

CLARA: Deja a mi nieta tranquila, María, si quiere meterse al campo, ¡qué lo haga!

MARU: Ay, mamá...

DANI: Jajajaja, tía Clarita, deja a mi prima...

BAUTISTA: Shhhhh, no dejan ver el partido... (Gabo toma el balón) ¡¡Eso, campeón, llévala tú!!

ALEX: Sigue, hijo, ¡sigue! (Gabriel anota nuevamente) ¡¡GOOOOOOOOLLLLLL!!

LUCÍA: (Ve a su primo acercándose y se mete al campo) ¡¡¡¡BABOOOO BOOOOLLLLLLL!!!!!!

MARU: ¡Te dije, Bautista, mira a la niña!

BAUTISTA: ¡¡Lu, vuelve aquí!! (Va tras la niña) Vamos (La coge) Lo siento... (Sale del campo con su hija)

GABO: (Se acerca y besa a su prima) Gracias, Lu...

ALEX: ¡Bien, campeón!

GABO: Ese fue para ti, pa... (Vuelve al centro de la cancha)

ALEX: ¡¡Ey!! ¿Escucharon? Ese fue para mí...

DANI: Si, ya puedes estar contento, amor (Sonríe)

ALEX: Ya lo estaba, Cosita hermosa... (Besote) Mmmm...

LUCÍA: ¡¡Quiedo gugá Baboooo!!

MARU: Bau, ten a Vicky, amor... (Coge a Lucía) Hija, ¿no prefieres quedarte conmigo?

LUCÍA: ¡¡Shiiii!!

MARU: Pues, te quedas conmigo (Le da un besote)

LUCÍA: Amo mami... (Se mete el dedo en la boca y se duerme de forma automática)

ALEX: (Ve la escena) Jajajaja, eres un somnífero para mi ahijada, Maru, jajajaja

DANI: Espero que nuestros hijos sean iguales

ALEX: Lo dudo, Gabriel siempre fue así, como lo ves y por lo que se, Jana gusta de trasnochar, jajajaja

JANA: ¿Qué es traschonar, papi?

ALEX: (Ríe) Trasnochar, hija y eso quiere decir que te gusta dormirte tarde

JANA: ¡Si que me gusta!

DANI: Espero que eso cambie con estos dos...

ALEX: (Le da un beso en la parte baja de la oreja) No te hagas ilusiones, amor, los melli son NUESTROS, los genes van a tirar...

DANI: Te odio por eso...

ALEX: (La mira) ¿Me odias?

DANI: Es un decir, no es lo que siento...

ALEX: Ese decir, no me gustó nada, amor

DANI: Lo siento…

ALEX: No pasa nada, sólo busca otra forma de decirlo, ¿si? (Le pone el pico)

DANI: (Le da un pico) Está bien...

ALEX: (Le habla al oído y bien bajito) No sabes las ganas que tengo de hacer unos goles contigo...

DANI: Siempre pensando en lo mismo... (Sonríe)

ALEX: Y si, Dani, tú me generas eso, tengo muchas ganas de ti

DANI: Más tarde...

ALEX: Mmm, que pase rápido el tiempo...

MARU: (Le tira un bollito de papel a Alex) ¡Ey, tú! Deja de querer carnearte a mi prima, ¡asqueroso! Jajajaja

DANI: Gracias por defenderme, prima, jajajaja

BAUTISTA: Ay, si, como si a ella no le gustara que la carnearan... Miren, primitas fantásticas, su sangre y la nuestra, hierve a la misma temperatura...

CLARA: Mmmm, conociendo a esta juventud, creo que esa temperatura es de cero grados, jajajaja

ALEX: ¡Muy cierto! Nosotros hervimos aún en plena helada, jajajaja

JANA: ¿De qué hablan?

DANI: De nuestro carácter, mi amor...

JANA: Ahhhh, jajajaja (A Mateo) No entiendo nada

MATEO: (Le agarra la mano) Yo tampoco...

JANA: (Se ríe) Bueno...