Por uno u otro motivo, Clara
había logrado esquivar la conversación que se debía con su familia, pero a fin
de cuentas, tuvo que enfrentarlos, incluyendo a Alberto y a Nau, ya que Dani
seguía en Málaga y Jadel se había ido allí con Ari y seguía paseando por
aquellos lares. Estaban reunidos en la casa de la misma Clara. La mujer les
contó que en uno de sus viajes, se había desmayado y que en los estudios que le
realizaron, se descubrió una enfermedad sanguínea. Para tratar dicho
padecimiento, se debía someter a numerosas transfusiones y por fin, después de
muchos años, la habían declarado sana.
MARU: Mamá, debiste decirnos lo
que pasaba, nosotros te hubiéramos apoyado, acompañado, ¿por qué lo ocultaste?
CLARA: Porque prefería que me
odiaran, a verlos sufrir...
MARU: Eso preferías tú, pero no
nosotros, no puedes tomar una decisión como esa
JULIÁN: Si te lo hiciera alguno
de los aquí presentes, ya querría ver cómo nos habrías puesto.
ALBERTO: Al menos a tu marido,
mujer o a mí, para algo soy tu hermano mayor
CLARA: No supe cómo llevarlo, la
noticia me cogió de sorpresa y lo primero que pensé, fue en no hacerlos sufrir
y cargar con todo el peso sola...
NÉSTOR: (Se pone de pie, enojado)
¡Y los demás que se caguen! No tiene justificación lo que hiciste, tú no tienes
idea de lo que sufrieron tus hijos, Clara y lo difícil que fue para nosotros
vivir así. No me salgas con esas cosas, ya no tiene retorno...
MARU: Papá, para, por favor.
(Néstor se sienta) Mamá, ¿ya estás bien? ¿Esa enfermedad desapareció?
CLARA: Si, por eso dejé de
viajar...
NAU: Eso es lo importante, tía.
El pasado no tiene remedio, no se puede deshacer lo hecho, pero a partir de
ahora, las cosas pueden cambiar.
MARU: No es tan fácil, Junior, el
dolor sigue vigente, porque yo hubiera preferido saberte enferma, a creer que
no me amabas, que te avergonzabas de mí
CLARA: Eso nunca, tú y tu hermano
eran y son mi orgullo. Lo siento, no debí haberles ocultado lo de enfermedad,
pero no puedo cambiar el pasado y aunque me arrepienta, se que lo hice por
ustedes...
JULIÁN: (La abraza) Ay, mamá, de
verdad que no debiste
MARU: ¿Y la abrazas, Julián? ¿Qué
onda contigo?
BAUTISTA: Amor, cálmate...
MARU: ¡Calma, las pelotas del
marrano! ¿Qué no piensan? ¿Qué hubiéramos sentido si un día, en vez de volver
ella, nos devolvían sus restos, eh?
CLARA: (Se suelta de su hijo)
Dejen que diga todo lo que siente...
MARU: ¡Eso siento, Doña Clara!
Que me pasé la vida pensando en qué hacer para que me amaras y dejaras de irte
de la casa. ¿Por qué te crees que acabé por irme yo? ¡Para que volvieras y te
quedaras! Y mira la puntería que tuve que en cuanto salí de esta casa, tú
comenzaste a quedarte. ¿Sabes lo que sentí? No, ni idea te das... (Se contiene)
Hasta hoy me entero que mi madre me ama y no me repudia como siempre lo
pensé... Con permiso... (Sale)
CLARA: (Sale tras ella) Espera,
hija, dime cómo puedo enmendar el daño que te hice... (Aguantaba las ganas de
llorar)
MARU: No hay cómo, mamá, los años
que pasé así, ya los pasé y punto, no tienen vuelta atrás. Dame tiempo, ahora
estoy demasiado enojada contigo. Lo que no quita que esté feliz de saber que
estás bien y que me amas. Sólo necesito procesar esto
CLARA: Entonces, no te voy a
molestar, cuando quieras perdonarme y hablar conmigo, te voy a estar esperando,
pero recuerda algo, siempre te amé, eras y serás la luz de mis ojos (Le da un
beso y se va, derramando unas lágrimas)
MARU: Mamá...
CLARA: (Sin girarse) ¿Qué?
MARU: Lamento haberte tratado tan
mal el otro día, no te lo merecías. ¿Me puedes mirar?
CLARA: (Se seca las lágrimas y se
gira) Si me lo merecía, corrí el riesgo de que me odiaras, cuando tomé mi
decisión...
MARU: No te odio, no seas
ridícula, nunca te odié. (Viene Lucía, que recién se despertaba)
LUCÍA: Buela, upita...
MARU: Pregúntale a tu nieta lo
que le digo siempre de ti
CLARA: (La aupa) Hola, bebé...
LUCÍA: Hambita, buela
MARU: Lu, ¿cómo somos tú, la
abuela y yo?
LUCÍA: Un codazón tolito...
MARU: ¿Ves? Anda, ve a darle de
comer a tu nietita, la tragona
LUCIA: Shi, come Lu y Vity
CLARA: (Abraza a su hija) Lo
siento...
MARU: Lo se, ma. Yo también lo
siento, de veras... Y te amo, no dudes nunca de eso
LUCÍA: (Se ríe) Meshito, meshito,
como papi, jajajaja
CLARA: No, esos besos sólo se los
dan tus papás, bebé, vamos a comer...
MARU: (Besa a su madre y a su
hija en la frente) Tres generaciones, ¿no? Pobre papá, pobre Chocolate y pobre
del que se vaya a enamorar esta niña
LUCÍA: Pobe papá, jajajaja
BAUTISTA: ¿Yo qué?
LUCÍA: Pobe papi, jajajaja
BAUTISTA: ¿Por qué? (Abraza a
Maru por la espalda)
CLARA: Por nada, zopenco, locuras
de tu hija. Vamos a comer, Lucía
LUCÍA: ¡SHIIII! Hambita, buela y
Vity tambén comeeee
CLARA: Vamos, pues...
MARU: El biberón con la leche de
Vicky está en mi bolso, ma, Lucía sabe cuál es
CLARA: Está bien (Se van)
MARU: (Hace carita) Aunque es un
alivio que esa gordita no me muerda los pezones, ¡odio no poder amamantarla!
BAUTISTA: Tienes que cuidarte,
para después cuidarla a ella (La besa)
MARU: La leche se me agrió por la
mala sangre que he hecho, amor, no porque no me haya cuidado. (Lo besa ella)
Pero, bueno, ni hablar, ya no se puede hacer nada...
BAUTISTA: Igual la tienes a tu
lado, la acunas y le das el biberón (La abraza y besa)
MARU: (Se aferra con fuerza a él)
Lo se, Chocolatote...
BAUTISTA: ¿Cómo te sientes con lo
de tu mamá?
MARU: Aliviada, pero sigo
molesta. Tú sabes lo que sentí todo este tiempo y ahora, no se, hasta me parece
que soy una mala persona por haberme sentido de ese modo
BAUTISTA: Es lógico que te
sientas así, amor, después de lo que pasó, pero tienes un corazón hermoso y se
que la relación con tu mamá, va a ir a mejor...
MARU: Eso espero, precioso
(Besote) Ojala y podamos dejar esto atrás y ser una familia, un poquitito
normal
BAUTISTA: Ya verás que si (La
besa)
MARU: Mmmmm... Estos 20 días que
faltan, se me están haciendo eternos, Chocolate
BAUTISTA: Y a mí, me estoy
quemando...
MARU: Lo se, cuando me haces
cucharita, tu amigote se pone en evidencia, jajajaja...
BAUTISTA: (Se mira) Eres un
traidor...
MARU: Traidor, no (Lo roza) Es un
tentador, más bien...
BAUTISTA: (La mira) ¿Qué?
MARU: Que es un tentador, o sea,
que me tienta todo el tiempo
BAUTISTA: (Lo mira) ¡Ve lo que
haces! No se tienta a mi mujer cuando no se puede...
MARU: Ese no entiende tu idioma,
Bautista, porque siempre me está buscando para que lo toque y lo bese, así como
a los dos nos gusta
BAUTISTA: No hay remedio, ¿no?
MARU: (Le sonríe) En casa, cuando
las dos salvajes se duerman, jugamos un poco y vas a ver si hay remedio o no...
BAUTISTA: Me gusta esa idea...
MARU: Y a mí lo que me gusta
es... (Le dice algo al oído)
BAUTISTA: ¡Uy, Dios!
MARU: ¿Qué, mi amor?
BAUTISTA: No me digas esas cosas,
jajajaja (La besa) Vamos adentro...
MARU: (Lo abraza) Espera un poco,
porque ESE, se despertó... Podemos hablar de algo que lo duerma, jajajaja
BAUTISTA: ¿Sobre qué?
MARU: Mmmm, no se, yo estoy igual
de despierta, jajajaja...
BAUTISTA: Yo pienso en tu papá,
cortándomela y ya, mira...
MARU: ¡Santa solución, Chocolate!
(Entran)
Aunque la selección infantil de
España, no pudo ganar el mini mundial, Gabo fue el goleador indiscutido y
además, lo eligieron como el mejor jugador del torneo y le dieron también, el
premio a "la futura promesa". Feliz por sus logros y por haber podido
compartirlo junto a toda su familia, el pequeño y todos, regresaron a casa.
Pasaron varios meses más y Tami dio a luz a su segundo hijo. Izhan nació a
término, pesando casi 3.300 kg. Un mes más tarde, los que llegaron, fueron los
mellizos. Tanto Martín como Alex estuvieron presentes en el parto de sus
respectivos retoños. Daniela estaba prácticamente recuperada y recordaba todo,
aunque cada tanto, algo se le iba, pero nada de importancia. Jadel y Ari fueron
al congreso y al regresar, anunciaron su compromiso. Decidieron casarse una vez
que ella terminara la universidad, cosa para la que faltaba un año. Nau y Gise,
se desposaron con una fiesta monumental y aunque ya hacía tiempo de aquello, la
luna de miel, no terminaba. Alberto y Nana vivían juntos, pero Josefina no
dejaba de ayudar a Daniela, por lo que todos los días iba a la casa y se
quedaba con ella, como una verdadera madre. Maru y Bautista disfrutaban de sus
hijas y las cosas con Clara, iban cada vez mejor. Julián, por su lado, ya
separado de Antonella, había empezado a salir con Mónica, la mamá de Mateo. Se
habían atraído desde que se conocieran en Málaga y coincidieron en el
cumpleaños de Jana. Desde allí, que se trataban en plan amoroso, pero
tranquilos. Los dos venían de relaciones largas y divorcios muy complicados.
Mateo, dicho sea de paso, estaba contando los días para ser grande y hacerse
novio de Jana. Ella, le decía que si lo iban a ser, pero que no fuera cansón y
Gabriel, lo tenía a raya siempre, cosa que alegraba a su padre. Carmen y
Eduardo se la vivían detrás de sus siete nietos, aunque Ari, ya era toda una
mujer y Andrés, en ese preciso instante, llegaba a su casa. Esa noche cenarían donde
Alex y Dani, para celebrar el primer mes de vida de Angie y Pedro, pero el
abogado tuvo una demora en la oficina y se había retrasado
ANDRÉS: (Entrando) Morenita,
¡perdón por la demora! Me baño y salimos, ¿si?
SAM: Tranquilo, amor, ve
tranquilo...
ANDRÉS: (La escucha en la cocina
y va. Le da un besote) ¡Hola, hermosa! ¡No sabes lo que pasó! ¡Me dieron la
autorización y voy a poder abrir mi propio bufete, Morena!
SAM: ¡Qué bien! (Sonríe) Ya era
hora...
ANDRÉS: ¡Pues, si, la verdad que
me tardé! (Otro beso) ¿Pasa algo? Pareces distraída
SAM: Es que tengo que contarte
algo...
ANDRÉS: Dime, hermosa...
SAM: Antes respóndeme algo.
¿Cuánto vas a tardar en abrir tu bufete?
ANDRÉS: No se, con la
autorización del colegio de abogados, será cuestión de encontrar un buen lugar
donde establecer las oficinas y Alex tiene unas que no usa y me las ofreció,
así que supongo que serán uno o dos meses, ¿por?
SAM: Es que tienes que apurarte,
porque dentro de 8 meses, vamos a tener más gastos...
Samanta miraba a su esposo,
buscando las palabras para darle la noticia tan esperada y deseada por los dos,
de una manera especial...
ANDRÉS: ¿Y por qué?
SAM: Porque tendremos que comprar
pañales, ropita...
ANDRÉS: (La mira y la sonrisa le
ocupa el rostro completo) ¿Estás...?
SAM: ¿Qué?
ANDRÉS: ¿Estás embarazada, Sam?
SAM: Eso me dijo el doctor...
ANDRÉS: (La abraza y la alza)
¡¡¡Si, Morena!! Te amo, te amo (La baja y la besa por todo el rostro) Me haces
el tipo más feliz del universo, Sam. Un hijo de los dos, hermosa, te amo tanto,
tanto, cielo...
SAM: Y yo a ti, Moreno (Lo besa)
Te amo, más que a mi vida y vamos a ser papás (Sonríe ampliamente)
ANDRÉS: ¡¡VOY A SER PAPÁ!! (Más
besos) Y tú vas a ser toda una mamacita, la más hermosa y consentida del mundo,
Sam. ¡Gracias, preciosa, GRACIAS! (La sigue besando) Hay que comprar una cuna,
juguetes, ropa...
SAM: Tranquilo, amor (No dejaba
de sonreír)
ANDRÉS: ¡Noooo! (Más besos) ¡¡Te
amooooo!!
SAM: Para, amor, me haces
cosquillas, jajajaja
ANDRÉS: (La abraza fuerte) No
tengo palabras para explicarte lo que siento, Morena mía, ¡gracias!
SAM: No digas nada y vamos de una
vez, que se nos hace tarde, amor (Lo besa) Después te tengo otra sorpresa
(Sonríe)
ANDRÉS: Espera que me baño
rapidito, mamacita... (Le da un besote)
SAM: Ve, Morenito (Lo besa) No te
tardes
En casa de Dani, Gabo y Jana
jugaban con sus hermanitos, o mejor dicho, jugaban en presencia de los melli,
que dormían con tranquilidad, al igual que su madre, que descansaba a su lado.
Los pequeños, susurraban para no despertar a ninguno.
GABO: Habla más bajo, Jani, se
van a despertar...
JANA: Pero no se puede hablar
bajo...
GABO: Si los llegamos a
despertar, papá se va a enojar. Ya sabes que cuando los enanos duermen, puede
dormir mamá...
JANA: Pues, vamos a jugar a otro
sitio...
GABO: Busquemos a Messi y a Luna
y juguemos en el jardín, ¿no?
ALEX: (Entrando al cuarto) ¿Qué
hacen, niños?
JANA: Nada, papi, ya salimos...
GABO: Si, pa, vamos a jugar
afuera con los perros. ¿Ari nunca va a traer al suyo?
ALEX: No, hijo, es de ella y está
en su departamento...
GABO: Pues, si, ¿verdad? Jajajaja
(Besa a los melli) Sigan durmiendo, enanos. Vamos, Jani, ¡Mateo ya va a llegar!
JANA: Vamos, corre...
ALEX: (Los niños salen y él nota
a Angie despierta. La alza) Mateo, Mateo, ñañañaña... Tú no vas a tener novio
hasta que tengas 45 años, ¿eh, Angie? No, bebé, usted es sólo mía y no se la
voy a prestar a ningún enano de jardín...
DANI: (Se despierta) No empieces
desde ahora, mi amor (Sonríe)
ALEX: (Va con ella y se sienta en
la cama, a su lado) Es mi oportunidad, Cosita (Besote) Hola, hermosa,
¿descansaste? (Besa a la beba)
DANI: Si, al fin pude descansar
un poco (Sonríe) ¿Ya vas a empezar a celarla?
ALEX: ¿Empezar? Dani, la estoy celando
desde que está en el vientre, jajajaja (Escuchan a Pedro) A ver, mamá, tenga a
esta princesa y yo busco al renacuajito
DANI: Dame... (Toma a Angie en
brazos)
ALEX: (Agarra a Pedro) Este
loquito se está comiendo el dedo, jajajaja, se parece a Lucía, amor...
que precioso capitulo me encanto. ya nacieron los mellis!!!!!!! estoy feliz me encanto demaciado ese cap
ResponderEliminarMuy lindo :)
ResponderEliminarSuper, ya nacieron los mellis............... Amo esta historia definitivamente!!!
ResponderEliminarsuper Capitulo!!!! ya nacieron los mellis peeroo me hubiese gustados ,as detalles del parto para reir un poco con Alex...
ResponderEliminarNo te preocupes, Veva, con Alex te vas a reír siempre, jajajjajajajjajajajaja!! Ese siempre da motivos!
EliminarJajajajajajajaja excelenteee capituloooooo!!!! :D me encantooo que bueno q ya nacieron los bebes!! :)
ResponderEliminarAwwwwwwwwwwww ya nacieron los mellis que lindo... jajajaja este Alex celando a Angie que es una bebita recien nacida que ni piezan en novio todavia porque no sabe jajajaja no tener novio hasta los 45 años jajajajaja este Alex es un chiste
ResponderEliminarMe uniera gustado detalles de el nado miento de los mellizos y un poquito más de la pérdida de memoria de Dani en fin
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