Aunque Daniela no pensaba en pasar la noche teniendo
sexo, Alejandro iba calentando el ambiente con sus besos y sus caricias. La
fotógrafa temía que por hacer el amor, a su licenciado le volviera a suceder
algo. Él le decía que estaba con reposo, no con abstinencia y ella, intentaba
mantener la cordura, pero su novio se la hacía difícil…
DANI: Una cosa es la otra... No me beses ahí, por
favor
ALEX: No, Daniela, cuando alguien no puede hacer
cositas porque su salud está en riesgo, es lo primero que te dicen... Sí que te
beso ahí, me encanta besarte ahí y aquí y aquí también... (Estaban acostados en
el sillón que era enorme y muy cómodo)
DANI: Ale, me haces cosquillas... ¡No, Ale, no
sigas, jajajaja!
ALEX: (Sigue) Me gusta cuando te ríes... ¿Tienes
cosquillas aquí? (Le besaba la parte de atrás de la oreja)
DANI: Si, amor, por favor, no sigas, jajajaja
ALEX: (Le va levantando la falda y tocando sus
muslos) Pero quiero seguirle...
DANI: Serías muy bueno en el oeste, jajajaja (Le
quita la camisa) Sobre todo por este cuerpazo que te gastas...
ALEX: Este cuerpazo es todo tuyo, amor, gózalo...
(Lleva sus manos hasta la zona sensible de Dani y acaricia con vehemencia)
Aunque odio que uses estas faldas que dejan tus hermosas piernas a la vista de
cualquier pelado mirón, amo el acceso que me ofrecen y más te amo a ti...
DANI: (Le aparta la mano) Todavía no... (Le llevó
las manos hasta sus senos y puso las suyas en las pompas de su novio)
ALEX: Me haces sufrir, Dani, pero, ¡vale! Te voy a
toquetear toda y ¿sabes qué? Pienso disfrutarlo hasta morir en ti. (Le acaricia
los pechos sobre la ropa, rodeándolos y se mueve sobre su novia, generando esa
tensión tan excitante) Dame esa boquita, que la deseo como si nunca la hubiera
besado...
DANI: (Lo besa apasionadamente) ¿Seguro que no va a
venir nadie?
ALEX: Nadie, amor, pero si quieres estar más
tranquila, te llevo a mi lugar especial de la casa...
DANI: ¿Y cuál es ese lugar?
ALEX: El único lugar de la casa al que nadie puede
entrar. De hecho, nadie lo ha hecho, ¿quieres ser la primera?
DANI: Quiero ser la primera en todo... Hazme tuya
donde desees
ALEX: Uyyyy (Traga saliva, esa frase lo excitaba
como a un loco) Ven... (La carga y la lleva a la última puerta. Busca la llave
y abre. Era un cuarto pequeño en el que había una cama, un equipo de música y
libros por todos lados) Es mi estudio. Aquí es donde me relajo. Pasa.
DANI: Éntrame (Se le dibujó una sonrisa pícara en la
cara)
ALEX: (La jala despacio, pero con urgencia. Cierra
la puerta con llave y pone música) ¿En qué estábamos?
DANI: En esto (Lo besa intensamente y comienzan a
bailar al son de la música) Te amo (Poco a poco, le va quitando los pantalones)
Eres la luz de mi vida...
ALEX: (Se dejaba desvestir, derritiéndose por ella)
A esta altura de las cosas, Dani, tú eres mi vida completa... (Se termina de
quitar los pantalones y le saca la camisa a ella, admirando el cuerpo que tanto
lo encendía) No se puede ser más hermosa que tú. (Se aprietan, sintiéndose)
Cómo te deseo, princesa, me despiertas un fuego que no imaginé tener
Se entregaron al amor con los libros como testigos. Los
dos sucumbieron dichosos a ese juego de seducción permanente, provocación
constante y deseo sublime, encontrando sosiego solamente en brazos del ser
amado. Los sutiles roces de su piel, por momentos perdían delicadeza y dejaban
la sutilidad para ceder paso a la fiereza, a lo concreto, brindando así,
eléctricas y placenteras descargas de gozo, que invadían a los amantes, sin
tenerles ningún tipo de piedad. Cada vez que Alejandro se hundía en Daniela,
sus manos buscaban aferrarse a la espalda del otro, intentando prolongar esa
sensación de unión perfecta, soñada y cuando algún gemido abandonaba sus
gargantas, la fantasía se volvía más real, nítida y dentro de lo ilógico que es
el frenesí, la lógica de su sentir, los reunía. Una vez y otra más, sus sexos
se fusionaban para llevarlos por el sendero de la euforia, haciendo que sus
nombres emanaran sin cesar de la boca del otro y llamándose, incrementaban las
sensaciones maravillosas de ser uno en cuerpo y alma.
Imposibles de detener, los latidos de esos dos
corazones, explotaban al unísono, abriendo paso a más gemidos y exclamaciones
llenas de lujuria. Cada grito, era un pedido de más: más pasión, más éxtasis,
más vigor. Casi llegando al final de ese viaje, un último grito en conjunto los
hizo estallar y mientras sus cuerpos agitados, sudados y temblando, se
aprisionaban, envueltos en placer, sus labios pronunciaban esos “TE AMO” que
les llenaban el espíritu de amor. Un amor que nadie comprendía y del cual, sólo
ellos dos sabían el valor que en él existía: el valor de haber encontrado a
quien pudiera compartir un sentimiento como ese.
Con Gabriel dormidísimo, Tami se alista para acostarse
y se mete a la cama. Saluda a Sergio con un besito, pero él pretende que la
cosa se ponga un poco más caliente.
TAMI: ¿Cómo llevas el estudio?
TORO: (Estaba acariciándola con la evidente
intención de hacer el amor y la pregunta de su novia, lo desconcierta) ¿Qué?
TAMI: Que cómo vas con el temario de las oposiciones
TORO: No se, Tami, ahora no quiero hablar de eso ni
de nada, mi amor, quiero estar contigo... (Retoma las caricias)
TAMI: Tengo sueño, amor...
TORO: (La deja) Tamara, ¡por Dios! Si tuvieras
sueño, no me estarías preguntando por mis estudios. ¿Qué te pasa? Has estado en
órbita desde que llegaste.
TAMI: Nada, sólo estoy cansada (Se acuesta de
costado, dándole la espalda a su novio) Ha sido un día muy largo...
TORO: No me mientas. Algo tienes y que no me lo
digas, no me da buena espina. ¿Qué pasa?
TAMI: Mañana cuando dejemos a Gabo, tenemos que
hablar, pero ahora no...
TORO: (Se recuesta, abrazándola
"cucharita" y vuelve a acariciarla) Ya, mi vida, deja el sueñito para
después, quiero que hagamos el amor. Te deseo, Tami, desde hace unos días que
no hacemos nada... ¿No tienes ganas de tu Toro?
TAMI: (No podía resistirse a él, así que se giró y
empezó a besarlo) Te amo...
TORO: Y yo a ti, mi cielo, te extraño... (La hace
ponerse boca arriba y se posa sobre ella) ¿Qué quieres que te haga? Estos días
a dieta, me pusieron creativo... (Le guiña el ojo)
TAMI: Demuéstrame lo creativo que estás, jajajaja
TORO: Así lo haré...
Sergio baja hasta la cintura de Tami y la desnuda...
TORO: ¿Sigo por aquí o me prefieres arriba?
TAMI: Sube, quiero mirarte a los ojos...
TORO: (Se baja su ropa interior y busca la boca de
Tamara, besándola apasionadamente) Hagamos el amor, Tami, ya no puedo aguantar
más, por favor...
TAMI: Hazme el amor como nunca antes...
TORO: (Completamente excitado y erguido) Pídemelo
otra vez, por favor (La besa muy cachondo) Pídeme que te posea y te haga
vibrar, me encanta escucharte excitada, con ganas...
TAMI: Vuélveme loca, amor...
TORO: (La penetra) Si, hermosa, volvámonos locos juntos...
(Se movía con un poco de rudeza, cosa que resultaba altamente placentera. Los
gemidos de Tamara, lo enceguecían)
Los sonidos eran amortiguados por los besos de
Sergio, que la devoraban en cada contacto. Ella lo abrazó fuerte para sentirlo
aún más...
Moviéndose como si estuviera poseído por sus bajos
instintos, el Toro entraba en su novia con urgencia casi desesperada. Habían
pasado algunos días sin poder tenerla así, a su merced, rendida a él, que la
lujuria lo sobrepasaba: Tamara lo activada de una manera que, a veces, se le
iba de control.
Tami quiso asumir el control del acto, asi que lo
detuvo y lo hizo recostarse en la cama, mientras se le montaba encima y
empezaba a cabalgar sobre el miembro erguido de su novio...
Sergio la agarró de la cintura y se incorporó para
poder besarla en la boca y en el cuerpo,
intensificando siempre las penetraciones: estaba
desquiciado, necesitaba llegar a la cima junto con ella, que lo necesitaba más
que nunca. Lo sucedido con Tincho la había dejado mal, ahora sólo quería pensar
en su novio y en ella y disfrutar juntos de una noche de amor. Se besaban con
desesperación, con ansias contenidas, tanto tiempo sin tener esa intimidad los
había vuelto salvajes...
TORO: ¡Dios, Tami, me estás matando, no pares, sigue
así!
Tamara no dijo nada, sólo siguió moviéndose,
llevándolos a ambos a un clímax espectacular...
TORO: (Ayudando a Tami a acomodarse a su lado, aún
agitado) Eso que me hiciste, fue fabuloso, amor... (Se puso encima de ella para
poder besarla) Te amo
TAMI: Y yo (Lo besa con angustia y desesperación)
TORO: (Tami se había aferrado a él con fuerza y pudo
sentir que lloraba) ¡Ey, amor! ¿Qué tienes, Torita, qué te pasa? (Le daba
besitos en la cabeza)
TAMI: Te amo
TORO: Yo te amo también, pero ¿lloras por eso? Estás
angustiada, Tamara, ¿qué sucede?
TAMI: No me preguntes nada, sólo abrázame fuerte...
TORO: Claro, cielo... (Se queda muy preocupado,
jamás la había visto así. La abrazó como nunca)
En casa de Alex, él y Dani estaban acostados en la
cama que había en el "cuarto privado, exclusivo e impenetrable".
Seguían desnudos y se acariciaban, jugaban y tonteaban como un par de
adolescentes, conversando sobre lugares del mundo que quisieran recorrer...
ALEX: A mí me gustaría conocer Grecia, pero el lugar
más hermoso del mundo es cualquiera donde estés tú, Dani...
DANI: ¿Por qué eres tan hermoso? (Le da un beso y
suena el celular de Ale) Amor, tu teléfono…
ALEX: ¿Lo puedo ignorar?
DANI: No, puede ser tu hermana, así que atiende
(Besote)
ALEX: ¡Bajo protesta! (Coge el celular) ¿Bueno?
*O* quien sera? amo a estos dos! Son unos calenturientos!
ResponderEliminarwow increibleeeeeeeeee =D
ResponderEliminarFabuloso... este capitulo si que ardioooo!!!
ResponderEliminarQUIERO MÁS!! Como fan número uno, exijo dos caps por día, jum! ¡¡HE DICHO!!
ResponderEliminarSiiii, estoy de acuerdo con Maru
ResponderEliminarpor favor otro capitulo
ResponderEliminarNiñas, hagamos campaña para que mi hermana suba dos episodios por día!
ResponderEliminarSIN PALABRAS FABULOSOOO JAJAAJJAJA SUPER CAP JAJAJAA
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