Capítulo 191

Bautista seguía muy impresionado con lo de Martín y Maru intentaba hacerlo sentirse un poco más en tierra…

BAUTISTA: Es que está vivo, no se murió...

MARU: Lo se, precioso, ya puedes liberar esas culpas que no te dejan vivir en paz

BAUTISTA: (Empieza a llorar de nuevo y abraza a su esposa) Está vivo, está vivo, Chocolatita...

MARU: ¡Si, precioso! Tu amigote, tu hermano volvió y sabe que te dicen Titán. En su corazón estás bien nítido, Bau...

BAUTISTA: Si...

MARU: Entonces, reacciona, amor y disfruta que ese canijo está con nosotros, con tu prima y Martina

BAUTISTA: (Deja de llorar y sonríe) ¡¡¡Está vivo!!! (Grita y alza a su mujer, dándole vueltas)

MARU: Si, mi amor, ¡¡ESTÁ VIVO!! Pero bájame, porque...

BAUTISTA: ¿Por qué?

MARU: Porque me mareas, Bautista...

BAUTISTA: Nunca te ha mareado que te de vueltas, ¿qué tienes?

MARU: Nada, Chocolate, sólo que ahora si me mareó.

BAUTISTA: Ah, vale (La baja) ¿Segura que no tienes nada?

MARU: (No lo miraba) Nada, señor preocupón. Venga, vamos con las niñas, mi marida y Martín...

BAUTISTA: No, mírame y dime qué pasa...

MARU: Si haces memoria y recuerdas cuándo fue que me mareé porque me dabas vueltas, te vas a dar cuenta. Ahora, mueve esas pompas criminales y ve a disfrutar de tu amigo

BAUTISTA: (Sonriendo) ¿Otra Porotita?

MARU: Habrá que preguntarle a tu primo, "el adivino" Zavala... Si, tonto, me la hiciste otra vez...

BAUTISTA: (La besa intensamente) Te amo, te amo, te amooooooooooo...

MARU: Y yo a ti, muñecote semental... ¡¡No me das respiro, carancho!! ¿Me vas a llenar de críos, verdad? (Se reía) Voy a ser la señora coneja...

BAUTISTA: MI señora coneja, mía, mía, sólo mía (Sonríe) Vamos a contarle a mi prima y a Porotita mayor

MARU: Tuya, conejo cachondo, de nadie más y Tami ya sabe, se lo conté cuando me hice el test ayer...

BAUTISTA: ¿Y yo por qué no lo supe ayer?

MARU: Porque tenía pensado darte la noticia de una manera extra especial, romántica y calurosa, papacito...

BAUTISTA: ¿Esta noche? (La mira con sonrisa pícara)

MARU: Esta noche. Mi hermano iba a venir a buscar a Lu para dejarnos a solas, pero ya no tiene caso, YA LO SABES... ¿Ves lo que te pasa por metiche? Te quedaste sin noche HOT...

BAUTISTA: No, señora, yo quiero mi noche HOT, tenemos que celebrarlo...

MARU: Entonces voy a tener que hacer un gran esfuerzo y darte tu nochecita caliente... (Le da un besote bien cachondo) Pero ahora, vamos y así puedes contarle a Martín que su ahijado o ahijada viene en camino, porque supongo que el padrino va a ser él, ¿no?

BAUTISTA: Obviamente que sí (Sonríe) Vamos...

MARU: (Salen) Bueno, Martín, creo que tu amigo tiene algo que contarte... (Mira a Tami y le guiña el ojo)

MARTÍN: (Mira a Titán) ¿Y qué es eso que me quieres contar?

MARU: (Se sienta al lado de su marida y coge a Martina, ya que Lucía seguía en brazos de Tami) ¡¡Intercambio de gorditas!!

BAUTISTA: Que con tu regreso a nuestras vidas, soquete, me acaban de dar una noticia maravillosa...

MARTÍN: ¿Qué noticia?

MARU: Deja el misterio, Bautista y dile...

BAUTISTA: Pues, aunque no lo recuerdes, tú y yo somos hermanos de la vida, Tincho y bueno, ¡vas a ser padrino!

MARTÍN: ¿Van a tener un bebé?

MARU: Si, Martín, este conejo cachondo me plantó la semillita de nuevo... ¡¡Y me va a hacer un vivero!!

MARTÍN: (Abraza a Titán) Felicidades, hermano...

BAUTISTA: (Lo agarra muy fuerte) Gracias, compadrito... ¡¡¡Pero qué flaco estás!!!

MARTÍN: Eso mismo dice mi Mocosa (Mira a Tami y ella le lanza un beso volado)

MARU: Es cierto, pero se que aquí, mi marida, es muy buena cocinera y en poco tiempo, vas a estar todo chanchito... ¡¡IGUAL QUE YO!! (Hace como que llora)

TAMI: Jajajaja... Mi marida, la actriz, jajajaja (Lo abraza) Bueno, si aquí todo está bien, nos vamos (Mira el reloj) En media hora, mis suegros van a ir a mi casa para ver a Martín...

MARU: Vayan, maridita, más tarde te llamo para decirte si estás en lo correcto respecto de los dientitos de esta niña...

BAUTISTA: ¡Dios, Tincho soquete! (Lo vuelve a abrazar) ¡Qué bueno es tenerte de vuelta!

MARTÍN: Con falta de recuerdos y todo, estar en un sitio donde te llenan de amor, es siempre sentirse bendito...

MARU: (Nota que su marido sigue llorando) ¡¡Si Titán llora así, Alex va a chillarse el Mar Mediterráneo cuando te vea, compadre!

MARTÍN: ¿Alex es mi cuñado?

TAMI: Si, es el más chillón de los cuatro, amor...

MARTÍN: (Se ríe y ve una foto. Se acerca y la toma) Bautista, Alejandro, Andrés y yo... ¿Esta es la casa de tus abuelos, Titán?

BAUTISTA: Si, soquete...

MARTÍN: Andrés no llora nunca, ese es un golfo sin remedio...

TAMI: (Se mira con los otros dos, perplejos y después mira a su esposo) Amor, estás recordando (Sonríe)

MARTÍN: (Deja la foto) Quizás al estar con mis amigos y mi familia, las cosas fluyen, ¿no? Ya el psicólogo lo dirá cuando me vea...

BAUTISTA: Seguramente es como dices, Tincho y hacer terapia va a ser muy bueno, vas a ver...

MARTÍN: Estar con mi mujer y mi hija fue el detonante, lo se...

MARU: Vayan de una vez y llévate la foto, Martín... (Lo abraza) Es impagable que estés de regreso

MARTIN: No, la foto es de ustedes (Sonríe) Yo tengo una en casa, ¿verdad, Mocosa? (Ella asiente) Bueno, ¿me pasas a mi hijita hermosa?

MARU: ¡¡Tan codo con mi hijastra!! (Se ríe y le da a Martina)

BAUTISTA: Vamos que los acompaño afuera

TAMI: (Le entrega la niña a su madre) Creo que Lu quiere ir con su papá

BAUTISTA: Entonces, dámela, prima... (Coge a la niña de brazos de Maru) Claro, entre maridas, todo es para ellas...

MARTÍN: Jajajaja... Vamos de una vez, amor, ya sabes que a Doña Margarita Oviedo no le gusta que lleguen tarde...

TAMI: Cierto, vamos... (Se despiden y se van)

MARU: (Se sienta en el sillón y mira a su esposo y a su hija) ¿Quién lo habría dicho, eh? Los dos rebeldes, los viajeros empedernidos, ahora están casados, con una niña preciosa en brazos y con otro crío en camino...

BAUTISTA: El amor lo cambia todo, mi amor...

MARU: Tu amor me cambió a mí... (Se levanta y besa a la niña en la frente) Me voy a recostar y Lucía seguro se duerme rápido porque estuvo llorando durante horas. Cuando llegue el médico, me avisas, por favor...

BAUTISTA: Claro... ¡¡¡Te amooo!!!

MARU: (Besote) Sigue amándome así y tal vez, Chocolate, algún día puedas entender lo mucho que te amo yo...

BAUTISTA: (La besa) Vamos, te acompaño al cuarto y me acuesto contigo, hasta que te duermas...

MARU: Me fascina la idea. Hace mucho que no estamos los tres juntos en la camita, mimándonos... Bueno, ahora somos cuatro... (Suena el timbre) ¡¡Hasta que llega el doctor!! (Va a abrir)

DOCTOR: Perdón por la demora, pero hubo un accidente y tuvimos que parar para ayudar...

MARU: Por suerte, Lucía está más tranquila, pero pase...

DOCTOR: Gracias (Entra en la casa)

BAUTISTA: (Saluda) Hola, doc...

DOCTOR: Buenas... A ver, Lucía, ¿qué anda pasando, bebé?

MARU: No tuvo fiebre ni nada, pero lloraba y no quería comer, ni dormir. Una amiga le dio un mordedor y se le pasó un poco. ¿Sera que le están saliendo los dientes?

DOCTOR: Es lo más probable, pero vamos a revisarla bien... (La checa durante un rato) Está con muchos gases y eso le da dolor de panza. ¿Has cambiado tu alimentación, Maru?

MARU: No, ¿por qué?

DOCTOR: Porque como la amamantas, lo que comas tú, repercute en ella. ¿Has estado enferma?

MARU: Estoy embarazada

DOCTOR: ¡Felicidades!

BAUTISTA: Gracias (Sonríe) Entonces, ¿es por eso?

DOCTOR: No, para nada... Esta pequeña es una tragona y debe comer muy rápido. ¿Ya le das el yogur que te recomendé?

MARU: Si, desde que me dijiste.

DOCTOR: Entonces es eso, Maru, nada más y si, los dientitos quieren salir también. ¿Cuándo es la próxima revisación?

MARU: En dos semanas.

DOCTOR: Bueno. Si vuelve a pasar lo mismo, le vas a dar unas gotitas y si los dientes siguen saliendo, le va a dar fiebre. Para eso, hay un jarabe que puedes darle. (Saca su libreta y hace las prescripciones) Aquí tienes. Obviamente, de persistir, me llamas. (Anota algo más en otra hoja) Aquí tienes las indicaciones para ambas medicinas.

BAUTISTA: Gracias por venir, doctor...

DOCTOR: Por favor, es un placer ver a esta princesita y de nuevo, felicidades por el nuevo bebé... (Saluda y se va)

MARU: (Mecía a Lu) A ver, muñequita, vamos a la cuna que te estás durmiendo...

BAUTISTA: Si, que tu mamá y yo, vamos a jugar un ratito...

MARU: (La acuesta y le habla a Bau) ¿Jugar a qué? Estás muy equivocado, Chocolatito, este cuerpito, se va a dormir porque Lucía no me dejó hacerlo en toda la noche...

BAUTISTA: No me refería a eso, Chocolatita...

MARU: ¿Y a qué te referías? (Salen del cuarto de la niña)

BAUTISTA: Lu también tiene que jugar...

MARU: La pequeña está agotada, amor, se la pasó llorando... ¿Qué quieres hacer? ¿Qué juego es el que tienes en mente?

BAUTISTA: El de la muralla china...Quiero dormir con Lu y contigo, en nuestra cama y consentirlas a las dos... Las extrañé mucho

MARU: (Besote) Dejemos la muralla para la noche, precioso. Cuando Lu duerme con nosotros, tú no duermes por estarla viendo y no me dejas dormir a mí...

BAUTISTA: Jooo... (Pone cara triste)

MARU: (Lo agarra del pantalón) Quita esa cara, guapo, que pensar que querías otro jueguito, me espabiló... (Le guiña el ojo y lo mira con mucha picardía) Así que, muralla china, ¿no? (Comienza a irse hacia su cuarto, quitándose la camisa) ¿No te apetece algo de sexo ardiente? (Revolea la prenda y se quita el sujetador) Si quieres, sabes dónde encontrarme... (Se mete a su alcoba)

BAUTISTA: Espérame, quiero hacer chocolate caliente...

MARU: (Estaba metida en la cama) Si haces chocolate caliente, sírveme una taza, eh, porque este bebé es más tragón que su hermana...

BAUTISTA: El chocolate caliente, ya está hecho, pero quiero derretirlo por completo... (Se acuesta con su mujer)

MARU: ¿Y qué te lo impide, mi amor? A esta Chocolatita, ya hasta le saqué el envoltorio, no se qué esperas...