sábado, 29 de junio de 2013

Capítulo 247

Martín y Tami habían ido al médico y todo estaba bien. El embarazo iba viento en popa, aunque Tamara estaba comiendo un poco más de lo normal y su obstetra le recomendó que no lo hiciera. Esto la había puesto un poco triste.

MARTÍN: Mocosa, no estás gorda, lo único que te dijo el doctor, fue que te midieras con las comidas, nada más...
TAMI: Me dijo que estaba gorda, con sutileza...
MARTÍN: No, te dijo que tuvieras cuidado con las comidas para que no ganaras más peso que el que debes tener en el embarazo. (La agarra de la cintura y le toca las pompas) Además, hermosa, a mí me encantas así, estás para comerte enterita...
TAMI: Si, porque parezco una vaca...
MARTÍN: ¡Claro que no! Estás preciosa y te amo y te deseo así... (La besa) No sabes las ganas que tengo de tenerte toda para mí
TAMI: Estoy hecha una vaca, mírame, tengo más culo que un rinoceronte y más barriga que un oso panda... (Se aparta de él)
MARTÍN: Yo no veo nada de eso... (La vuelve a agarrar y le besa) Mis ojos me dicen que eres hermosa y sexy y yo les creo
TAMI: Soy un saco de grasa... No quiero que me toques... (Se apartó de él) No me siento cómoda (Se fue a su cuarto)
MARTÍN: (Golpeó) Amor, ¿me dejas entrar?
TAMI: No...
MARTÍN: ¿Por qué no? Mocosa, quiero estar contigo, aunque no me dejes tocarte...
TAMI: Quiero estar sola...
MARTÍN: Pero yo no
TAMI: Pues, vete y búscate una flaca, que te de lo que quieres...
MARTÍN: Yo te quiero a ti, a ninguna otra
TAMI: No te creo...
MARTÍN: Déjame probarte que digo la verdad
TAMI: No quiero, lo haces por compromiso, porque soy la madre de tus hijos...
MARTÍN: (Abre) ¡Basta de bobadas! (Se acerca a ella y la besa) Lo hago porque te amo, porque me gustas, Tami, ¿no lo entiendes? Me vuelves loco y no cambio ni una partecita de ti, ni de tu cuerpo...
TAMI: ¿Ni aunque parezca un oso panda?
MARTÍN: No pareces un oso panda, Mocosa... (Se acuesta con ella) Eres una mujer hermosa, sensual, seductora de pies a cabeza... (Le toma la mano y la lleva hasta su entrepierna) ¿No ves cómo me pones?
TAMI: (Lo mira) ¿De veras que te gusto así?
MARTÍN: ¿No le sientes, Tami? Me enloqueces así y como sea, haces conmigo, lo que quieres...
TAMI: No me dejes nunca...
MARTÍN: (La ayuda a acomodarse sobre él y la besa mucho) Dejarte no es una alternativa, me moriría sin ti, Mocosa.
TAMI: ¿Me lo aseguras?
MARTÍN: Te lo juro, te lo firmo y te lo prometo: nunca te vas a librar de mí
TAMI: No quiero librarme de ti...
MARTÍN: Entonces, estamos perfectos... (Le abre la camisa y le toca los senos como a ella le gusta) Eres hermosa...
TAMI: Mmmm, no me hagas esto...
MARTÍN: ¿Quieres que deje de tocarte?
TAMI: No se...
MARTÍN: Pues, hasta que te decidas... (Se incorpora y besa donde antes tenía las manos)
TAMI: No sigas... (Gimió de placer) No me siento cómoda con mi cuerpo...
MARTÍN: Siéntete cómoda con el mío...
TAMI: (Jadeaba) No puedo...
MARTÍN: Déjame intentarlo, permíteme ayudarte...
TAMI: No... No quiero (Gime de nuevo)
MARTÍN: (Sube los besos y con las manos, le levanta la falda) Yo creo que si, mi amor, que tu cuerpo quiere, pero tu mente se resiste... (Le mordió suavemente el lóbulo de la oreja) Te amo, Tami, te deseo... (Le apretó las pompas contra su pelvis)
TAMI: Mmmmm, amor, por favor...
MARTÍN: (Continuaba con su plan de provocarla, tocando y besando su puntos débiles) Por favor te pido yo...
TAMI: No puedo, no me tortures así...
MARTÍN: La que me tortura, eres tú, Mocosa, me besas, me tocas, me buscas... (La toma con firmeza de la cintura y vuelve a hacerle sentir su erección) Y ahora me quieres dejar así...
TAMI: Yo no te busco...
MARTÍN: Si lo haces (Beso en la boca) Cuando me sonríes, cuando me abrazas... (Besos varios y baja a los senos, mientras se libera, porque ya estaba adolorido) Eres mucho más hermosa y sexy de lo que piensas y yo te deseo como un loco, mi amor, quiero que seas mía de nuevo, una y otra vez
TAMI: Soy tuya todos los días...
MARTÍN: Y yo tuyo, Mocosa, todo tuyo, ¿me tomas?
TAMI: Tómame tú...
MARTÍN: (La besa y sin dejar de hacerlo, la va bajando y acostándola en la cama) ¿Ya te dije lo mucho que te amo? (Le quitó la falda y las pantys)
TAMI: No...
MARTÍN: (Hablaba mientras terminaba de desnudarla) Muy mal por mí, porque te amo más que a mi vida, preciosa... (Se bajó el pantalón y el calzón, se acomodó y entró en su esposa) Te adoro, mi cielo, estoy más enamorado de ti que nunca antes...
TAMI: ¿Me deseas igual?
MARTÍN: Más, cada día te necesito y te deseo más... (Penetración profunda) Me fascina que me apreses entre tus piernas y me hagas sucumbir a tus instintos...
TAMI: (Ella lo hace) ¿Así?
MARTÍN: Si, mi amor, así... (Comienza a moverse a un ritmo pausado, lento)
TAMI: Te amo, Tincho...
MARTÍN: Te amo, Tamara, más de lo que puedes imaginar, mi amor, tienes mi vida en tus manos...
TAMI: Y tú la mía...
MARTÍN: Entonces, Mocosa, ¿dejo de tocarte?
TAMI: No, nunca...

Martín le hizo el amor intensamente, demostrándole a su esposa, con cada movimiento, lo mucho que la amaba y que la deseaba. Después de un hermoso clímax, se fueron a la sala a tomar un café y a esperar que Margarita llevara a Martina con ellos. Sin embargo, fue otra la visita que llegó.

MARTÍN: (Abriendo la puerta, después de escuchar el timbre) ¿Liliana?
LILIANA: ¡Tincho!! (Se abalanzó sobre él y lo abrazó) Te extrañaba...
MARTÍN: (También la abrazó) ¿Cómo has estado, loquita?
LILIANA: Extrañándote (Le da un pico) Mirta me dijo que vivías aquí y vine a verte...
MARTÍN: ¡Mocosa, ven! (Estaba muy contento y la jaló para que entre) ¡Dios, Lili! Tienes que conocer a mi esposa, te va a encantar... ¡Tami, amor!
TAMI: Aquí estoy, Martín...
MARTÍN: Ven, mi amor, te presento a Liliana Medina. Lili, ella es Tami, mi Mocosa, el amor de mi vida...
TAMI: Hola...
LILIANA: (La saluda con un beso en cada mejilla y mira a Tincho) Me dijiste que era hermosa, pero te quedaste corto, niño... Es un placer conocerte, por fin, Tamara, me han hablado mucho de ti... (Le ve cara de pocos amigos) No me veas así, muñeca, no vengo a robarte el marido...
TAMI: No te miro de ninguna manera, bonita (Sonríe) Los dejo conversar tranquilos, en lo que yo voy a la cocina a hacer una llamada, con permiso (Se despide con una sonrisa) ¡A saber quién es esta! (Coge su celular)
LILIANA: ¿Es siempre tan celosa?
MARTÍN: Más o menos, pero está embarazada y eso la tiene más sensible de lo normal
LILIANA: Te eché tanto de menos... Cuando me dijeron lo del accidente, te lloré mucho, menso...
MARTÍN: Fue todo una locura, pero aquí estoy, Lili, vivito y coleando, feliz con mi mujer, mi hija y el que viene en camino... ¿Y tú? ¿Las cosas mejoraron algo o siguen patas arriba?
LILIANA: Un poco patas arriba, pero pronto se solucionará, no te preocupes... Ya quiero conocer a tu hija, ¿no está aquí?
MARTÍN: No, la tiene mamá, pero en un rato la traen. Voy a buscar un poco de café, ¿quieres?
LILIANA: Si, por favor...
MARTÍN: En seguida regreso... (Va a la cocina y pone a calentar el café. Mira a Tami) ¿Qué pasa? ¿No te responden?
TAMI: No, deben de venir en camino...
MARTÍN: ¿A quién llamaste?
TAMI: A tu madre...
MARTÍN: ¿Qué tienes? Mocosa, Lili es una amiga...
TAMI: Nada, vete con ella, yo les llevo el café...
MARTÍN: Tamara, es mi amiga y una muy especial
TAMI: No te he dicho nada, Martín, sólo te dije que fueras con ella, que yo les llevo el café, eso es todo.
MARTÍN: Te conozco y se que estás molesta y que es por ella. ¿Podrías confiar en mí?
TAMI: Confío en ti, vete y no dejes a la invitada esperando (Sonríe y lo besa) Yo les llevo el café...
MARTÍN: ¡Si, claro! Como si no te conociera... (Se va)
LILIANA: ¿Está muy celosa?
MARTÍN: Lo suficiente como para negarme todo...
LILIANA: No te entiendo...
MARTÍN: Mi mujer es de las que pueden sonreír como reinas y estar esperando el momento para ¡zas! Cortarte el amigo fiel. Me sonrió, me besó y me dijo que estaba todo bien. Eso, en el idioma de mi esposa, significa que estoy condenado a quedarme sin mis cosas masculinas...
LILIANA: Jajajaja, debes de estar exagerando...
MARTÍN: No lo estoy...
LILIANA: Tranquilo, si quieres hablo con ella...
MARTÍN: No, Tamara tiene que confiar en mí, así que no dices nada de lo que ya sabes...
LILIANA: Mi boca está sellada...
MARTÍN: Gracias... (Tocan el timbre) Voy a ver quién es... (Abre y eran Margarita y Martina) ¿Pero quién está aquí? Hola, mi amor... (Coge a su hija) Hola, ma...
MARGARITA: Hola, hijo (Pasa) ¡¡Liliiii!! (Va hasta la muchacha y la abraza) Cuánto me alegra verte...
LILIANA: ¡Lo mismo digo, Marga!
MARTÍN: Lili, conoce a Martina, mi hija...
LILIANA: ¿Puedo cogerla?
MARTÍN: Claro... (Le da a la niña) Cuidado con la cabeza...
LILIANA: Hola, Martina, eres hermosa, ¿lo sabías?
MARGARITA: ¿Dónde está mi nuera?
LILIANA: En la cocina, mamá


3 comentarios:

  1. Esta Tamara que celosa es jajajajja

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  2. Que sera lo q ya sabes ??? Mmmm.... Bueno excelente capitulooo!!! Me encantoo jajajja :D

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  3. Tamara y sus altibajos en el embarazo y ahora celosa por la tal Liliana, a donde vamos a parar!!!

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