Capítulo 226

Martín y Tami caminaban por los muelles, tomados de la mano, hablando más que nada de Martina.

MARTÍN: Se parece mucho a ti, no digas que es igual a mí, Mocosa

TAMI: En carácter es igual a ti... ¡Y tiene tus ojos!

MARTÍN: ¿Cómo que tiene mi carácter? Eso es una burda mentira, es pura Mocosita, como tú y si, tiene mis ojos, pero nada más. Es hermosa, Tami, preciosa igual a su mamá, es toda tú... (Se detiene y le da un beso, abrazándola)

TAMI: ¡Mira que eres testarudo! Si te lo digo es porque lo veo y porque tus papás también lo dicen...

MARTÍN: ¡Pues seré testarudo y ciego! Pero mis ojos de padre y marido enamorado, ve a mis dos mujeres iguales de hermosas, ¿está mal?

TAMI: No está mal... (Lo besa) Te amo...

MARTÍN: Y yo a ti, mi Mocosa divina y no puedo creer que te haya olvidado...

TAMI: Ni yo, pero no dependía de ti...

MARTÍN: Lo se, pero de todas maneras me pesa, Tami. Y encima está lo de ese supuesto bebé y no quiero sonar como un mal tipo, pero tengo tantas ganas de que sea un invento, de que no exista. Así como me muero por tener más hijos contigo, preciosa, deseo que ese bebé no sea mío.

TAMI: Ya veremos lo que pasa, amor, no te precipites...

MARTÍN: No me precipito, digo lo que siento y no quiero tener un hijo con ella, la única madre de mis hijos, tienes que ser tú, no lo concibo de otro modo.

TAMI: Pero tienes que asumir las consecuencias...

MARTÍN: Y las voy a asumir, siempre y cuando me asegure que es mío, no soy un cobarde.

TAMI: Nadie ha dicho que lo seas.... (Lo besa) Pase lo que pase, voy a estar a tu lado...

MARTÍN: Esa es mi paz, mi tranquilidad, saber que no te pierdo, Mocosa de mi vida... ¿Te gustaría volverte a casar aquí? ¿O prefieres tu parque?

TAMI: Me da igual dónde, siempre que sea contigo...

MARTÍN: Dame un beso

TAMI: No tienes que pedirlo (Lo besa)

MARTÍN: (La abraza bien fuerte) ¿Sabes qué quiero hacer ahora?

TAMI: ¿Qué?

MARTÍN: El amor

TAMI: ¿Aquí?

MARTÍN: Me da igual dónde, siempre que sea contigo...

TAMI: Jajajaja, eres un copión, jajajaja (Lo besa)

MARTÍN: No te copio, sólo me inspiro contigo, jajajaja... (La lleva debajo del muelle, como era invierno, no había nadie allí, los pescadores y paseantes, estaban en el puerto) ¿Te animas, amor?

TAMI: ¿Qué crees?

MARTÍN: Que si hubieras traído una falda, sería más fácil...

TAMI: Eso no es inconveniente amor...

MARTÍN: Claro que no lo es, ven conmigo... (La lleva donde el muelle nace sobre la playa, ya que ahí, se formaba una especie de cueva, no había tanto viento y estaba oscurito, cosa que nadie los cachara) Te deseo mucho, Mocosa, siénteme...

TAMI: Te siento y te deseo...

MARTÍN: (Le desprende los jeans, colando su mano en ellos) ¡Me provocas tantas cosas, Tamara!

TAMI: Mmmmmm... Tú me haces sentir cosas que extrañaba...

MARTÍN: No me tienes que extrañar más, aquí estoy

TAMI: Lo se... Te extrañaba, mi amor...

MARTÍN: No se si me puedas creer, pero todo este tiempo, sentí como si hubiera estado encerrado dentro de mi propio cuerpo, desesperándome por salir y ahora que te tengo de nuevo, me doy cuenta que aunque mi cabeza estuvo muy lejos de ti, en mi alma estabas intacta...

TAMI: Te creo, pero hazme el amor...

MARTÍN: ¿No quieres jugar un ratito?

TAMI: Ya jugaremos en casa...

MARTÍN: (La besa y le suelta una pierna sola. Se arrodilla en la arena y se acomoda. Mientras se recuesta sobre ella, la penetra con urgencia) Ay, Mocosa, como me gustas, me encantas, me puedes...

TAMI: ¿Te gusto mucho?

MARTÍN: (Se mueve con vigor) ¿No sientes cuánto? Eres mi manjar preferido

TAMI: Si (Se movía con él, al mismo ritmo, compenetrados)

MARTÍN: Menos mal, porque si no, tendría que haberte hecho algo

TAMI: ¿Algo?

MARTÍN: Quiero decir que hubiera tenido que hacer algo que te demostrara cuánto me gustas

TAMI: Demuéstramelo...

MARTÍN: Tú te la buscaste, Mocosa...

Tincho le besa el cuello, la boca y se vuelve a arrodillar. Hace que Tami pose sus piernas sobre las de él y cuando ella lo hace, la toma de la cadera y le hace el amor a lo salvaje, con un frenesí que lo llevaba al límite de su fuerza física. Llegaron al orgasmo unos minutos más tarde, mirándose y prodigándose palabras de amor...

En casa del cumpleañero, más precisamente en el cuarto de Gabriel, se había armado un torneo de play. Era un juego de tiro al blanco y los dos más pequeños, ganaban cómodamente al par más grande.

JANA: ¡¡No, Ari!! Así no vas a darle nunca

ARI: Pues, enséñame...

JANA: Tienes que dar en el blanco. Apunta con este botón y con este otro, dispara. Es fácil...

ARI: Eso lo se, enana, jajajaja, pero mi puntería es desastrosa

JADEL: ¡¡Y la mía!!

GABO: Me aburro...

ALEX: (Entrando) ¿Por qué se aburre mi campeón?

GABO: Porque Jana y yo ganamos muy fácil, pa, ellos no saben jugar...

ALEX: Ahhhh... No puedo ayudarlos con eso, porque soy peor, pero podemos bajar a la sala y divertirnos con los abuelos que acaban de llegar, ¿no?

NIÑOS: ¡¡Siiiiii!! (Se levantan y bajan corriendo)

ALEX: (Coge a Martina) Y usted, princesita, venga su tío...

ARI: ¿Eras así conmigo, tío?

ALEX: Era más molesto aún, jajajaja...

ARI: No te creo

ALEX: Pregúntale a tus abuelos, desconfiada

JADEL: Jajajaja, ¿estás celosa, amor?

ARI: No, sólo me dio curiosidad...

ALEX: Si estás celosa, eres una mensita, Ari. Cuando naciste tú, fue un milagro para mí y te amé y te amaré, como a una hija, toda la vida. El tema aquí, es que a Martina puedo besuquearla y cansarla, ya que no puede defenderse, jajajaja

ARI: Yo también me dejo, jajajaja

ALEX: ¿Si? (Le da la niña a Jadel y alza a Ari) ¡¡Ven acá, pues!!

ARI: Jajajaja, para, tío, que me haces cosquillas, jajajaja

ALEX: ¡Te aguantas, niña! ¡¡Tú lo pediste!!

JADEL: Es cierto, amor, jajajaja y tú, muñequita, ven conmigo y saludemos a tus abuelos... (Baja)

ALEX: ¿¿¿Yaaaa, Ari???

ARI: ¡¡¡Siiiiii!!! Ya para, por favor....

ALEX: (La deja) ¡Eso te ganas, jajajaja! Vamos a saludar a mis padres, anda...

ARI: Vamos...

Gabriel estaba a upa de su abuela y Jana de su abuelo. Dani servía café y Jadel se babeaba por Martina...

EDUARDO: ¿Y ya tienes todo listo para la obra de la escuela, Jana?

JANA: Si, abuelo, mamá me cosió el traje que voy a usar...

EDUARDO: Vas a ser la más linda del colegio, princesa

CARMEN: Seguro que si... Dani, ¿cómo te sientes? ¿Ya tienes malestares?

DANI: No, todavía no aparecen, pero si es como cuando estuve embarazada de Jana, hasta la séptima semana más o menos, no tendré...

CARMEN: ¡Qué suerte tienes! A mí, los tres embarazos me volvieron loca desde el principio y aunque no lo creas, el más tranquilo, fue tu marido

ALEX: (Bajando con Ari) Al menos fui tranquilo para algo, jajajaja

JANA: Mami, ¿puedo mostrarle mi traje al abuelo?

EDUARDO: ¡Quiero verlo!

DANI: Claro, ve a buscarlo...

JANA: Ven, abuelo (Lo jala)

CARMEN: También quiero verlo, vamos, Gabo, acompáñame...

GABO: ¿¿Yo?? ¿¿Y para qué quiero ver un vestido, abuela??

ALEX: (Se acerca a Gabriel) Ya hablamos de esto, hijo y así como tu hermana te apoya con el fútbol y va a verte jugar, te ayuda a entrenar y con la escuela, tú tienes que ser igual de atento con ella.

GABO: Si, pa, tienes razón... ¡Vamos, nona! (La jala)

ARI: Y a todo esto, ¿dónde está Tata?

ALEX: Salió a dar un paseo con Tincho, muñeca... (Se sienta junto a Dani que estaba cargando a Martina) Mmmm, par de bellas... (Beso a ambas) ¿Sabes qué, Dani? Me da que tendremos un niño...

DANI: ¿Tú crees?

ALEX: Lo se... Tenía mis dudas, pero ahora lo siento muy nítido y ya sabes que no me equivoco en esas cosas, tendremos un Danielito...

DANI: ¡¡Jajajaja!! No quiero llamarlo Daniel, quiero que se llame David...

ALEX: ¿David? ¿No podría ser Pedro David?

DANI: Me gusta...

ALEX: Está, pues, así se va a llamar... (Le acaricia el vientre) Nuestro renacuajito menor... Te amo, Cosita

DANI: Y yo a ti...

ALEX: (Beso) Eres mi bendición, Dani... (Le suena el celular) Es un mensaje de texto (Lee) Qué raro...