Capítulo 204

De a poco, Tami fue reaccionando...

TAMI: (Se mueve) ¿Qué pasó?

MARTÍN: Te desvaneciste, amor, ¿cómo te sientes?

TAMI: Bien, un poco mareada, pero bien...

ALEX: Es que han sido unas semanas muy movidas, Tata...

MARTÍN: Es cierto, amor, desde que volví que no paras un segundo. Tienes que relajarte, descansar más

TAMI: No puedo, tengo mil cosas que hacer y dentro de una semana, vuelvo al trabajo...

ALEX: No, Tami, antes de volver a ningún lado, vas a hacerte un chequeo y ver que estés bien.

TAMI: Sólo fue un desmayo, todo está bien, no se preocupen. Vamos a cenar...

MARTÍN: Mocosa, tu hermano tiene razón. Mañana a primera hora, vamos al médico. Y no voy a discutir, ¿queda claro?

TAMI: (Lo mira, sorprendida) Clarísimo...

MARTÍN: Entonces, si, volvamos a la mesa... ¿Puedes?

TAMI: Si, puedo (Se levanta y van a la sala)

Un rato más tarde, Ari, Jadel, Alex y Daniela, se despidieron. Los dos más jóvenes, se fueron a encontrarse con algunos amigos. Los dos más grandes, se fueron a casa.

ALEX: (Entrando el carro en la cochera) ¿Ahí voy bien, Dani?

DANI: Si, muy bien, sigue...

ALEX: (Termina de acomodar el auto) ¡Ya puedes hacer que baje la puerta, amor!

DANI: (Le da al mando de la puerta) Listo...

ALEX: (Se baja) Esto es tuyo, preciosa...

DANI: ¿Qué?

ALEX: (Le ofrece la mano y cuando ella la toma, la jala y la aferra) Todo este cuerpito, mi amor

DANI: Jajajaja, eres un caso, precioso...

ALEX: (La apoya contra el carro) Desde que me diste ese besote en el auto, estoy que hiervo, hermosa... (Le da varios besos en el cuello y le acaricia todo lo que puede)

DANI: ¿Qué besote?

ALEX: Ese besote que me diste cuando paramos en el semáforo

DANI: Ah, ese beso (Sonríe)

ALEX: (Concentrado en ella) Ajá, ajá, ese beso... (Se quita la chamarra y la tira al suelo)

DANI: ¿Por qué no entramos a la casa?

ALEX: ¿Para qué?

DANI: Aquí hace frio...

ALEX: (Levanta la chamarra y se la pone a Dani) ¿Mejor? (Sigue besando y tocando por todos lados y con una de sus manos, levanta una pierna de su esposa. Se apoya deliberadamente sobre ella, para que pueda sentirlo)

DANI: Mmmm... ¿Cómo resistirme a ti?

ALEX: No te resistas, mi amor. Si me deseas como yo a ti, déjate llevar...

DANI: No me resisto...

ALEX: (Le levanta la falda y toca por allí, pero en su apuro, sin querer, rompe la ropa de su esposa) Lo siento...

DANI: Jajajaja, ya sabes que me tienes comprar ropa, jajajaja (Lo besa intensamente) Pero no pienses ahora en eso...

ALEX: Te compro la tienda que elijas, mi amor... (La levanta un poco, estaba casi fuera de si y le besaba como nunca) No se qué poder tienes conmigo

DANI: ¿Te lo enseño? (Toca sus bajos)

ALEX: (Se contrae) No, mejor te enseño yo lo que siento, hermosa... (Corre la ropa interior de Dani, se libera y entra en ella)

DANI: (Gime) Me fascinas, amor...

ALEX: (Como puede, abre la puerta trasera y la va recostando en el asiento) No se ni cómo empezar a describir lo que tú me provocas

DANI: Demuéstramelo, no hace falta que lo describas...

Alejandro estaba muy enloquecido y le hizo el amor con desenfreno. Fue salvaje, eufórico, casi rudo y al momento del orgasmo, se abrazaron, completamente aferrados al cuerpo del otro.

ALEX: (Agitado) No se qué me das, pero no dejes de dármelo nunca, por favor

DANI: Nunca, pero vamos adentro, quiero seguir la fiesta en casa (Sonríe)

ALEX: Llévame dónde quieras...

Al otro día, la médica, recibió a Tami y a Martín, bien temprano. Por precaución, Tamara había ido en ayunas. La señora de Ledesma, explicó sus síntomas.

DOCTORA: ¿Cuánto llevas sintiéndote así?

TAMI: Hace unos días, pero no le di importancia...

DOCTORA: Nunca debes pasar por alto los malestares, Tamara, sobre todo si estás amamantando. Vamos a hacerte estudios de sangre, ¿si? Por lo que me dices, lo más probable es que tengas una anemia fuerte, pero quiero descartar cualquier otro problema.

MARTÍN: ¿Y si es anemia? ¿Qué se hace?

DOCTORA: Una dieta rica en hierro. La alimentación es vital para una vida sana. (Se pone de pie) Déjame checarte la vista...

MARTÍN: ¿Por qué puede producirse la anemia?

DOCTORA: Hay muchos factores, pero se van descartando según el paciente. Por ejemplo, una causa es la pérdida de sangre. Como Tamara no ha tenido accidentes, ni ha pasado por una situación que amerite eso, pues, nos enfocamos en otros aspectos... (Le revisa los ojos) Si, en efecto, tienes anemia y seguramente sea por mala alimentación

TAMI: He tenido unas semanas ajetreadas, pero he comido...

DOCTORA: Comer, no es sinónimo de alimentarse, no confundas una cosa con la otra... (Anota algo) ¿Me dijiste que estás en ayunas?

TAMI: Si...

DOCTORA: Perfecto. Acompáñame y te llevo para que te hagan la extracción de sangre

TAMI: Está bien (Le deja el bolso a su esposo y se va con la doctora)

DOCTORA: (Mientras caminaban) ¿Tu período te ha bajado bien?

TAMI: No, no me ha bajado, pero pensaba que hasta después de amamantar, no me iba a bajar... ¿Por qué?

DOCTORA: No te preocupes. Hay mujeres que dejan de tener la regla durante meses. Un embarazo, genera tantas revoluciones en las hormonas, que es impredecible lo que puede dejarte como secuela. Cada cuerpo reacciona distinto. ¿Tienes algún otro síntoma que quieras comentarme?

TAMI: No, sólo los mareos, ¿por qué?

DOCTORA: (Sonríe) No te asustes, como tu médica, quiero saber cada una de las cosas que suceden en ese cuerpo tuyo... (Llegan al laboratorio) Toma asiento y mientras esperamos, terminamos tu historia clínica. ¿Cuántos meses tiene tu pequeña?

TAMI: Seis meses y medio...

DOCTORA: ¿Parto normal o cesárea?

TAMI: Normal...

DOCTORA: Bien. ¿Fue en embarazo a término o nació antes de tiempo?

TAMI: Martina nació prematura por dos semanas.

DOCTORA: Ajá. Ahora, dime, ¿hay alguna patología congénita? Es decir, en tu familia, ¿hay antecedentes de enfermedades de algún tipo? Desde alergias, hasta casos graves.

TAMI: Mi hermano tiene una afección cardíaca, pero aparte de eso, no hay nada...

DOCTORA: ¿Es sólo tu hermano? ¿Tus padres, abuelos?

TAMI: No, que yo sepa, sólo es mi hermano…

DOCTORA: Está bien... (Sigue preguntando hasta terminar la ficha) Pues, por el momento, el interrogatorio, terminó. Además de hacerte los análisis de sangre, te vamos a hacer un electrocardiograma, ¿si?

TAMI: Está bien...

DOCTORA: (La mira) ¿Pasa algo?

TAMI: No, es que creo que hay algo que no me quiere decir, ¿sospecha que pueda tener más que una anemia?

DOCTORA: (Sonríe abiertamente) ¡Para nada! Tamara, no seas tan suspicaz. Si quiero atenderte como corresponde, tengo que hacerte todas las preguntas habidas y por haber. Lo que si noto, es que estás un poco pasada de revoluciones. Hay algo que quiero preguntarte, pero no me animaba a hacerlo frente a tu esposo.

TAMI: Dime...

DOCTORA: Es que lo reconocí de las noticias. ¿Ustedes están bien? ¿Él es el muchacho que estuvo un año perdido y dieron por muerto, no?

TAMI: Si, es él...

DOCTORA: ¿Y cómo la están llevando? No lo pregunto por curiosa, sino porque la tensión y los nervios, también afectan tu salud

TAMI: Pues, como puedo. Fue una impresión encontrarlo después de un año y lo peor es que no se acuerda de nada, ni de mí, ni de su hija. Poco a poco va recordando, pero es frustrante...

DOCTORA: Comprendo... ¿Me dejas darte un consejo? (Tami asiente) No te concentres en

lo frustrante que puede llegar a ser. Deja eso de lado y enfócate en que está contigo y con tu

hija. Mira, Tamara, tú no creerías las cosas que se ven a diario en un hospital. Este lugar es

testigo de las noblezas y las miserias humanas más grandes que puedas concebir. Hazme

caso, disfruta hoy, porque mañana, no sabes lo que puede suceder...

TAMI: Eso intento, gracias por el consejo...

DOCTORA: Siempre que pueda... (Entra una enfermera) Vienen por ti. Cuando salgas, te

espero en el consultorio... (Le entrega las órdenes para los estudios a la enfermera)

TAMI: Hasta después...

En Frama, Alejandro estaba más dormido que despierto, ya que la noche anterior, casi no había conciliado el sueño, por estar de cachondo con Dani, quien, por cierto, estaba más o menos igual que su marido. Mientras revisaba unos presupuestos, una llamada del colegio de los niños, lo espabiló.

SUSANA: (Por el interphone) Alejito, te llaman del Buenaventura

ALEX: Pásamelo, bonita y trae otro café, por favor y más cargado que nunca

SUSANA: En seguida...

ALEX: (Toma la llamada) ¿Si, bueno? (Le cambia el gesto) Pero, ¿qué pasó? ¿A los dos? Busco a mi esposa y en media hora estamos allí (Cuelga y sale de la oficina) Susy, tengo que salir

SUSANA: ¿Pasó algo con los niños?

ALEX: Nada grave, pero Dani y yo tenemos que ir

SUSANA: No te preocupes

ALEX: (Saluda a Susy y busca a Daniela) ¿Amor, se puede?