viernes, 21 de junio de 2013

Capítulo 229

De a poco, todos fueron saludando a los prometidos y pasaron a la mesa. A media tarde, llegó Alberto y al enterarse de la novedad, cogió a su hijo entre los abrazos y por poco lo ahoga.

ALBERTO: ¡¡Ese es mi campeón!!
DANI: No te alegraste tanto cuando te conté de mi boda, papá... Cierto, no recordaba que es tu preferido...
ALBERTO: No digas bobadas, Daniela. Es que tú eres mi única hija mujer y bueno, Alejandro será un gran hombre, pero hasta que él llegó, yo era el hombre más importante de tu vida. Después, ni me registrabas: era todo Alex de aquí y Alex de allá...
DANI: Eso no cambia nada, ahora vuelvo (Se va a su habitación)
ALEX: (Sube detrás de ella) ¿Qué pasa, Cosita? ¿Por qué te pones así, amor?
DANI: ¿No lo viste? Se que estoy exagerando un poco, pero no se alegró tanto por nuestra boda...
ALEX: (La besa) No seas celosita, Dani, eres la luz de los ojos de tu papá, pero es distinto. Antes no lo hubiera adivinado, pero desde que tengo a Jana, puedo entender. Hay un montón de cosas que con Gabriel no me preocuparían, pero que en la princesita me dan pánico y encima, crecen rapidísimo. Para el papá, una hija, es algo más que sagrado, amor y tu papá sintió que le quitaban de las manos su tesoro más preciado. Son estupideces de hombres, preciosa, todos sentimos así. Así como ustedes sienten que nunca, ninguna mujer va a ser suficiente para sus hijos varones.
ALBERTO: (Golpea) ¿Dani?
DANI: ¿Qué?
ALBERTO: ¿Puedo pasar?
ALEX: Amor... (La besa intenso, pero no cachondo) Dile lo que sientas y arregla eso. Sácalo de tu sistema
DANI: (Habla bajo) No, no puedo. Desde que me quedé embarazada, me dio la espalda. Y cuando me casé, no se alegró como con mi hermano, ¿qué quieres que arregle? (Ahora habla normal) No le encuentro el sentido, papá, baja a felicitar a tu hijo, yo estoy bien...
ALBERTO: Por favor, hija, no seas así. Escúchame y si después quieres que me vaya, se hará a tu modo
ALEX: Daniela, todo eso que te guardas, a la única que daña, es a ti. Lo más sano es que lo hables. ¿Recuerdas cómo fue todo con mis papás cuando Tata nos contó que se iba a casar con Tincho? (Ella asiente) Entonces también recuerdas lo bien que nos hizo conversar las cosas y decir lo que sentíamos. Míranos ahora...
DANI: Pasa, papá...
ALEX: (Alberto entra y Alex le da otro besote a Dani) Los dejo solos y tómense el tiempo que necesiten. Te amo, Cosita
ALBERTO: Gracias, Alex...
ALEX: Con permiso (sale)
ALBERTO: (Se sienta en la cama) ¿Entonces, Daniela Victoria? ¿Qué es lo que sucede?
DANI: Ya te lo dije antes, se que no soy tu favorita, que no estás orgulloso de mí, pero disimula un poco...
ALBERTO: ¿Qué ridiculez es esa, hija? ¿Por qué piensas algo así?
DANI: Lo pienso porque es lo que he visto desde hace siete años, cuando supiste me había quedado embarazada con 22 años...
ALBERTO: Mira, Dani, se que no reaccioné de la mejor manera y que te di la espalda y créeme que eso es algo de lo que no voy a dejar de arrepentirme nunca, pero gracias a esa estupidez que cometí, salió algo bueno y es que te transformaste en esta mujer fuerte, segura e independiente que eres hoy. Pero no pienses que no estoy orgulloso de ti, porque es un error, eres mi mayor orgullo, hija, siempre lo has sido y si soy duro o tosco contigo es porque no se ser de otro modo. Por lo de la boda, claro que me alegré. Para mí fue maravilloso que te unieras a Alejandro y que formaras esta familia que tienes. (Le levanta el mentón y la hace mirarlo a los ojos) Nunca estuve tan feliz, ni tan orgulloso como ese día, salvo por los nacimientos de ustedes. Hija, se que tengo defectos y que no hago las cosas bien, pero tú fuiste la bendición más hermosa de mi vida y lo sigues siendo. Nauzet fue mi primer hijo varón y Nano es el pequeño y son hombres, por eso se me hace más fácil lidiar con ellos, pero eso no los convierte en mis favoritos. Los tres, Dani, son los amores de mi vida y lo que me une a tu mamá para toda la eternidad y los amo por igual, pero tú fuiste la primera, mi hija mayor y eso, princesa, no tiene comparación con nada. ¿Te conté cómo fue que te vi por primera vez?
DANI: Si me lo contaste, papá, pero ¿por qué tratarme diferente por ser una mujer? A veces necesito que me demuestres que me amas y que estás orgulloso de mí, pero no, el señor sólo sabe hacerlo con sus hijos...
ALBERTO: Porque eres diferente, Dani, ¿no te das cuenta? Eres de otro mundo, hija y si, lo reconozco, soy bruto y severo contigo, pero porque te amo y porque me da vergüenza haberte tratado como lo hice cuando quedaste embarazada. Siento que no merezco que este mujerón sea mi hija y que me ame. Se te nota que eres hija de Angélica, eres igual de maravillosa que ella y, por suerte, no saliste tonta y burra como yo.
DANI: ¿Y me tengo que enojar para que me lo digas?
ALBERTO: (Sonríe) Parece que si, pero te repito, soy burro y no se cómo tratarte. La que entendía todo era tu mamá, ella siempre arreglaba las cosas, ¿recuerdas? Nos sentaba en la sala y hasta que no éramos todos paz y amor, no nos dejaba irnos, jajajaja
DANI: La extraño...
ALBERTO: Yo también, todos los días. Tu madre tenía la virtud de transformar cualquier sitio en un hogar y, ¿sabes quién tiene esa misma cualidad?
DANI: ¿Quién?
ALBERTO: (Le toma las manos y se las besa) Tú, hija, eres tan igual a ella... Basta ver cómo criaste a Jana y cómo te ama el hijo de Alejandro para darse cuenta. Ese niño te idolatra y eres su mamá, sin serlo. A mí me costó tanto mantener el hogar cuando Angélica se fue y eso que ustedes estaban grandes. En cambio tú, princesa, mira lo que has logrado. (Le besa la frente) Eres una mujer noble, generosa, trabajadora, ¿cómo no voy a estar orgulloso de ti y a amarte más que a mi vida?
DANI: ¿Y por qué no me lo dices, papá? He pasado siete años, pensado que para ti, era un fracaso...
ALBERTO: Lo siento, mi amor, no pensé que sintieras eso. En mi ignorancia, suponía que te dabas cuenta, pero no vuelve a pasar. A partir de ahora, te voy a hartar diciéndote todo el tiempo que te amo y que estoy tan orgulloso de ti, que me explota el pecho cuando te nombro. Y si, alguna vez, vuelvo a embrutecerme, nomás me dices y lo arreglamos. Me cuesta, hija y si me ayudas, nuestra relación va a ser idílica
DANI: Me alegra escuchar eso, papá... (Lo abraza)
ALBERTO: Y a mí me alegra que me abraces así, como cuando eras niña y tenías miedo por los truenos. Entrabas corriendo al cuarto y aunque tu mamá estaba, siempre te abrazabas a mí, como si sólo en mis brazos perdieras el miedo
DANI: Es que era así y pensé que por eso me ibas a apoyar cuando quedé embarazada...
ALBERTO: Lo lamento, Dani, pero sentí mucha rabia y no por el embarazo en si, sino por la situación. Deseaba tantas cosas para ti, hija y no las ibas a poder cumplir. Con el tiempo, entendí que si las tendrías, pero a tu modo y no al mío
DANI: Te tardaste mucho en entenderlo...
ALBERTO: Cada cual reacciona como puede, Daniela. A veces lo hacemos con corrección y otras veces, nos equivocamos. Lo importante es poder rectificar y enmendarnos.
DANI: En eso tienes razón... Te amo, papá...
ALBERTO: Dani, yo no te amo, hija, te adoro, no vayas a olvidarlo nunca, aunque sea un burro y un bruto. Fuiste, eres y serás toda mi vida, mi princesa, la luz de mis ojos.
DANI: ¿Vamos a celebrar con Nau?
ALBERTO: Celebremos, mi amor, festejemos que tu hermano se casa y que me vas a hacer abuelo otra vez, cosa que me tiene feliz, porque con Jana y Gabriel, ya no me alcanza, ¡quiero más nietos!
DANI: Si Dios quiere, los tendrás...
ALBERTO: ¿Si Dios quiere? Daniela, con lo hormonales que son mis hijos, al menos, voy a tener diez nietos más, jajajaja
DANI: Seguro...

Cuando Daniela y Alberto bajaron, ya habían llegado Sam y Andrés, que no habían podido ir más temprano. La tarde transcurrió con alegría y poco antes de anochecer, llegó la hora de los regalos y Alex, estaba peor que sus hijos, quería abrirlos todos

GABO: ¡¡Espera, papi!! Tata y Maru están afuera, jajajaja
ALEX: ¡¡Llámalas, renacuajo!! Quiero ver qué me tocó este año, jajajaja
DANI: No seas desesperado, amor (Lo besa y le habla al oído) Además, el mejor regalo, es el último... (Beso)
ALEX: Uyuyuyuyuyyyyyyy... ¡Ya quiero!
JANA: ¿Qué quieres, papi?
ALEX: Ehhhh, ¡mis regalos! Jajajaja
GABO: (Venía con sus tías, jalándolas) Aquí están mis tías novias
NAU: Oye, Gabriel, ahora que me case con Giselle, ya no va a ser tu novia, eh
GABO: ¡¡Sueña, tío!! Gise es mía también. Todas aquí son mías, sobre todo mi mamá, Jana, las bebés y Tata
MARU: ¡¡Me ofendes, Gabriel!!
GABO: Bueno, entonces, todas son sólo mías y ya
ALEX: Jajajaja, ¡ME ENCANTA!
DANI: Mi hijo tan amoroso con las mujeres, jajajaja
BAUTISTA: Si, con las mujeres ajenas, ¿no? (Agarra a Gabo) ¡Deja algo para los demás, niño!
GABO: (Titán le hacía cosquillas) ¡¡No, cosquillas, noooooo!! ¡Jana, ayúdame!
JANA: ¡Si, Gabo! (Se prende a la pierna de Bau) ¡Déjalo, tío!
BAUTISTA: ¿¿Tú también quieres, princesa?? ¡Vas a ver! (Se lleva a los dos niños afuera)
TAMI: ¿Vas a abrir ya los regalos?
ALEX: Cuando regresen los niños, si no los espero, me van a odiar. Mientras, voy a preparar más café, ¿quién quiere?
DANI: Te acompaño...
ALEX: (Entran en la cocina a puro arrumaco) ¿Cuál es el regalo que me espera al último?
DANI: Es una sorpresa...
ALEX: (Contra la pared, jugando tranquilos, besándose) Sorpresa, sorpresa, Cosita, jajajaja... ¿Pudiste hablar bien con mi suegro?
DANI: Si, hablé con él...
ALEX: ¿Y?
DANI: Todo arreglado...
ALEX: Me alegra que así haya sido, amor, no puedes estar enojada con tu padre... (Se separa un poco) Mmmm... Mejor hago el café, porque si le sigo, te llevo a los oscurito a la de ya
DANI: Hagamos el café...


4 comentarios:

  1. Jajajajajajjaja excelente capitulooo me encantooo q bueno q dani arreglo todo con su papa !! :D estupendoo!!!

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  2. Es cierto, esos rencores sólo lastiman al que los siente!

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  3. Awww que linda charla de Padre e Hija ya se lo debían Dani y su papa... y que bueno que también se aclaro todo entre ellos... algunas partes de la charla hasta me hizo llorar... hermoso bellisimo capitulo y la historia

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  4. Que hermoso capitulo!!!
    Bonita charla entre padre e hija!!!

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