Leandro había descubierto algo
muy importante para la recuperación de Tincho e intentaba explicarlo a su
paciente y a Tamara
LEANDRO: Que el gatillo que
dispara tus recuerdos, Martín, está directamente asociado con la memoria
sensorial. Ese estado de shock que tienes, te está impidiendo estimular a tu
cerebro de manera normal, pero, de alguna forma, cuando estás en ese
"remanso" del que hablamos, todo sale, fluye, sin necesidad de
esfuerzos. Mira, hace un momento, cuando hicimos el juego de palabras, fue muy
evidente. Las primeras diez, fueron cosas al azar y ninguna te produjo
reacción, pero al mencionar la palabra "esposa", te disparaste.
Empezaste a hablar de muchas cuestiones... (Les reproduce parte de la
grabación) ¿Ves? Luego, mencionamos a tu hija, y otra vez lo mismo.
MARTÍN: Mi estímulo son ellas...
LEANDRO: (Asiente) Precisamente.
Vamos a tener una sesión a la semana, como esta, mitad a solas y mitad contigo,
Tamara y una sesión con alguna otra persona, Tincho. Pueden ser tus padres,
hermanos, amigos, quien desees y vas a ver cómo, de a poco y con paciencia, esa
cabeza tuya, vuelve a la normalidad. Ahora, bien, ¿se animan a hacer un
ejercicio juntos?
MARTÍN: Yo si (Mira a su esposa)
¿Y tú, amor?
TAMI: Claro que si (Mira al
médico) ¿En qué consistiría?
LEANDRO: Es muy sencillo y
rápido. Necesito que se suelten las manos y no se miren. Voy a preguntar algo a
Tami y quiero que Martín diga si su respuesta es correcta o no...
TAMI: Está bien (Hacen lo que el
médico les dice)
LEANDRO: Entonces, Tamara, ¿en
qué posición duerme Martín generalmente?
TAMI: De costado
LEANDRO: ¿Bebida favorita?
TAMI: Sin alcohol, la coca cola y
con alcohol, el vino...
MARTÍN: ¿Los besos de mi esposa
cuentan como bebida?
LEANDRO: (Sonríe) No
MARTÍN: Entonces, igual, creo que
hay un error...
TAMI: (Lo mira) ¿Un error?
MARTÍN: Si, me gusta la cerveza
bien helada...
LEANDRO: ¡A mí también!
TAMI: ¿Seguimos?
MARTÍN: ¿Te enojaste, Mocosa?
TAMI: No...
MARTÍN: Si te enojaste, cuando
haces ese gesto con tus ojos es porque te molestas (A Leandro) ¡Siempre hace
eso! Como la vez que discutimos por lo de las ubicaciones en las mesas para la
boda...
LEANDRO: (Sonríe) ¿Qué pasó ese
día, Martín?
MARTÍN: Bobadas. Mis padres
estaban disgustados con mis suegros y no querían sentarse junto a ellos, se lo
dije a Tami y ella...
LEANDRO: ¿Ella qué?
MARTÍN: (Ensimismado) Se
enfadó...
LEANDRO: ¿Mucho?
MARTÍN: Se fue, no me dijo dónde
y luego la vi con un tipo, abrazada y me enojé mucho, quería agarrarlo y
romperle la cara, pero resultó ser su primo... (Los mira) ¿Esto buscabas?
Porque recuerdo perfectamente el coraje que me cargué ese día...
LEANDRO: No es exactamente lo que
buscaba, pero dio muy buenos resultados (Sonríe)
MARTÍN: Me duele la cabeza
LEANDRO: Eso significa que, por
hoy, es todo...
MARTÍN: Está bien (Sonríe) ¿Cuándo
tenemos que volver?
LEANDRO: El viernes y recuerda
que tienes que traer a alguien que no sea tu esposa...
MARTÍN: Está bien, pero a ella
también la traigo, ¿no?
LEANDRO: No va a participar en la
sesión, pero puede acompañarte, por supuesto. (Va con ellos hasta la salida) Y
si necesitas hablar o sucede algo en lo que creas que puedo serte de ayuda, no
dudes en llamarme, a cualquier hora y cualquier día...
MARTÍN: Gracias, doc... Puede que
haya algo
LEANDRO: Dime
MARTÍN: Mi hermano está
averiguando cosas del accidente y está tratando de conseguir que pueda ver a la
familia del piloto. ¿Quiere acompañarnos?
LEANDRO: ¡Claro! Avísame cuándo y
lo hago con todo el gusto
MARTÍN: Gracias
LEANDRO: No hay por qué darlas
(Le estrecha la mano y sonríe)
TAMI: Bueno, amor, vamos, tenemos
que pasar a recoger a Marti...
MARTÍN: ¡Y le dije que no fuera a
ponerle Martina, eh! Jajajaja... (Se despiden del médico y se van) Oye, Mocosa,
¿si te enojaste, no?
TAMI: ¿Por?
MARTÍN: Por lo de la cerveza
TAMI: No...
MARTÍN: Mírame y dime, ¿lo
hiciste a propósito? Tú sabes que me fascina la cerveza, pero dijiste que era
el vino, ¿por qué?
TAMI: Se que te encanta, pero
pensé que preferías el vino, Me equivoqué. Vamos a buscar a Marti...
MARTÍN: (La detiene) ¿Qué tienes?
TAMI: Nada, Martín, se nos hace
tarde (Se suelta poco a poco)
MARTÍN: Seré un desmemoriado,
pero no soy estúpido
TAMI: Nadie lo dice (Se encamina
al coche)
MARTÍN: (Entra al carro, enojado)
¡Cómo quieras!
TAMI: Ajá... (Se sube al carro,
marca el número de su madre, pone el manos libres y arranca) Hola, mamá...
CARMEN: Hola, bebé, ¿cómo fue
todo?
TAMI: Muy bien, ma, era para
decirte que ya vamos a recoger a Marti, para que puedas ir a tu cita...
CARMEN: Eso se canceló, princesa,
tu padre quiere quedarse en la casa, así que no hay prisa. ¿Martín está
contigo?
TAMI: Si, está aquí, a mi lado,
¿por?
CARMEN: Pura curiosidad. ¿Por qué
no van a dar una vuelta? El día está espectacular y aquí están Gabriel y Jana,
babeando por la niña, así que no hay apuro
TAMI: Entonces, nos vamos para la
casa... ¿Ustedes llevan luego a Marti?
CARMEN: Si no lo hacemos
nosotros, lo hace tu hermano. Eso si no te la secuestra, jajajaja...
GABO: (Le quita el teléfono a su
abuela) ¡¡TÍA!!
TAMI: Hola, renacuajo...
GABO: ¿Es cierto que el tío
Tincho está vivo?
TAMI: Si, mi amor, está aquí,
conmigo...
GABO: (Se pone eufórico) ¿Me lo
pasas?
TAMI: Te está escuchando,
enano...
GABO: ¿Tío? ¿Eres tú?
MARTÍN: Si, mutante... (Se le
empiezan a caer las lágrimas) ¿Cómo estás, campeón?
GABO: ¡¡¡Eres tú, estás
vivooooo!!!
MARTÍN: Si, goleador, gracias a
Dios... ¿Cómo va la liga infantil?
GABO: Muy bien, soy el máximo
goleador, como Messi...
MARTÍN: Si sigues así, lo vas a
dejar chiquito a Lio, Gabriel...
GABO: Espera, Jana quiere
hablarte...
MARTÍN: ¿Jana? ¡Pásamela!
JANA: Tío, ¿eres tú?
MARTÍN: (Cada vez lloraba más)
Si, muñequita, soy yo...
JANA: ¡¡¡Hola, tíooooooo!!!... Te
extrañábamos mucho, sobre todo tía Tata y lloraba mucho cuando pensaba que no
la veíamos, pero ahora que volviste, seguro que no llora más... Te quiero,
tío...
MARTÍN: Y yo te adoro a ti,
princesita... (Le hace señas a Tami porque no puede seguir hablando)
TAMI: Bueno, mi amor, te tenemos
que dejar, después nos vemos, ¿si? Hasta luego, muñeca (La niña se despide y
cuelga. En ese momento estaban llegando a casa y aparcan el coche) Recordaste a
los niños...
MARTÍN: (Asiente) Perdóname...
TAMI: (Lo mira) ¿Perdonarte? ¿Por
qué?
MARTÍN: Ya se que me vas a decir
que no fue mi culpa, pero no puedo evitar sentir que te destruí la vida cuando
me subí a ese helicóptero
TAMI: Se nos destruyó a los dos,
no a mí sola...
MARTÍN: Sigo sin poder creer que
no me odies
TAMI: No puedo odiarte por algo
que no tienes la culpa...
MARTÍN: (Se baja del carro) Pues,
deberías...
TAMI: (Ella hace lo mismo) ¿Por
qué debería?
MARTÍN: Por el año del infierno
que pasaste
TAMI: Por eso no tengo que
odiarte, además, me dejaste lo más bonito de mi vida...
MARTÍN: ¿Por qué estabas molesta?
Y ya dime las cosas de una vez...
TAMI: No era contigo, sino
conmigo...
MARTÍN: No te entiendo
TAMI: No me puedo perdonar, que
amándote como te amo, no sepa cuál es tu bebida favorita, pero déjalo ahí
(Sonríe) Vamos adentro...
MARTÍN: Ay, Mocosa, yo te amo más
de lo que puedo comprender y no se ni cuál es tu color preferido. Además, puedo
haber cambiado de gustos y no recordarlo, ¿no?
TAMI: No lo creo...
MARTÍN: Que no lo creas, no le
resta veracidad... (La coge de la mano) ¿Y si en vez de subir, salimos a
caminar? Así, tomados de la mano, como cuando éramos novios...
TAMI: ¿Qué te acuerdas de esa
época?
MARTÍN: (Empiezan a caminar) Muy
poco, en realidad... Íbamos mucho de fiesta, ¿no? Jajajaja... (Se sonroja)
TAMI: Si y siempre terminabas
borracho...
MARTÍN: Pero la resaca no era
sólo mía, tú también te ponías cuete y muy cachonda... (La atrae hacia sí) Se
me vienen ciertas cosas a la mente, ¿sabes?
TAMI: Tú no tenías resacas, no se
cómo lo hacías y, ¿qué cosas te vienen a la mente?
MARTÍN: Esa noche en la fiesta de
tu amiga, que me llevaste al baño y me ultrajaste... (Besote) Y aquella vez en
el parque, ¿recuerdas? Me pusiste contra el árbol y...
TAMI: Jajajaja, tienes memoria
para las cochinadas que hacíamos, jajajaja...
MARTÍN: Será como dijo el
psicólogo y mis sentidos son la clave. Recuerdo tu aroma, tus besos, tu piel,
tu corazón latiendo fuerte contra el mío. Dijiste que me amabas con locura y me
besaste de una manera, Tami, que me hizo perder la noción del tiempo y del
espacio...
TAMI: ¿Así? (Lo besa
intensamente)
MARTÍN: Si, así... De repente, se
me quitaron las ganas de caminar, mi amor...
TAMI: Caminemos hasta el
parque...
MARTÍN: Mmmm... ¡Está bien!
Jajajaja... Por cierto, las resacas te daban a ti, porque mezclabas las
bebidas...
Jajajajja, me parece que el detonante de Martín, son sus erecciones, jajajaj, cada vez que se pone cachondo, se acuerda de algo, JAJAJA!!
ResponderEliminarjajajajaja este Martin para algunas cosas no tiene memoria , pero lo cachondes los recuerda con lujo de detalles jajajaja
ResponderEliminarJajajajajajajaa que cosas che este martin no tiene remedio jajaja se acuerda de las cosas o momentos cuando esta cachondo y eso es todo un caso jajajaja espero se recupere x completo pronto excelente capitulo me encantooooo!!!! :D
ResponderEliminarSolo tengo que decir 2 cosas:
ResponderEliminar1.- Amo a Tami y Tincho :3
2.- YEAH! 200 capitulos! Cuantos son? 500? Jajajaj OJALÁ! No quiero que termine jamás!
No se sabe aún cuántos son exactamente, Danahe, pero hablé con Tami y seguro que supera el cap 350. Eso si, son caps relativamente cortos, jajaja, como hasta ahora. Si llega a juntar los que quedan y los hace más largos, no se cuántos irán a quedar. Saludos!
EliminarJjajajajajajajaja que cosas con este muchacho, jajajajajaja
ResponderEliminarSe deberia de llamar: Cachondo y su apellido Caliente. jajajajajaj