Capítulo 206

Gabriel estaba expectante, quería jugar el partido a como diera lugar. Iba primero en la tabla de goleadores, pero su equipo iba segundo en las posiciones generales y jugaban contra el que iba liderando la liga infantil. Si ganaban, ellos serían líderes y casi campeones. Nada era más importante para el pequeño, que jugar ese partido…

DOCTOR: Si obedeces y haces todo lo que yo te diga, puede que tengas chances

GABO: Hago todo lo que usted me diga...

DOCTOR: Me gusta oírte decir eso. Lo primero que vas a hacer es quedarte en la cama y con la pierna en alto. Te voy a dar una inyección para que no se te inflame más el golpe, tienen que ponerle hielo y cada dos horas, masajearlo con una crema que les voy a prescribir. Mañana temprano, vienen a verme y si todo anda bien, podrás jugar. ¿A qué hora es el partido?

GABO: A las seis de la tarde

DOCTOR: Mejor aún, más tiempo para recuperarte, Gabriel

ALEX: ¿Algo más, doc?

DOCTOR: Pueden pasarle esa misma crema a Jana para acelerar el proceso y que se le vaya el moretón...

DANI: Eso haremos, gracias por atendernos sin cita…

DOCTOR: Ningún inconveniente, señora... Gabriel, te voy a dar la inyección, ¿si?

GABO: ¿Va a doler?

DOCTOR: Como un piquete de mosquito, pero tienes que ser valiente

GABO: (Le aprieta fuerte la mano a su mamá) Tengo miedo

DANI: Yo estoy contigo, no te va a pasar nada... (Le besa la frente)

JANA: (Mirando para otro lado) Se hombre macho, Gabo...

ALEX: (Tenía a su hija a upa) Eso mismo (Le guiña el ojo a Gabriel)

DOCTOR: ¿Listo?

GABO: Si

DOCTOR: (Le coloca la inyección) Ya está

GABO: ¿Ya? ¡No dolió nada!

DOCTOR: Es que le puse un poco de anestesia, porque la hinchazón iba a hacerte doler demasiado. Vas a sentir la pierna dormida un rato, pero en unas horas, todo vuelve a la normalidad y recuerda, REPOSO ABSOLUTO

GABO: (Hace gesto de militar) Si, señor...

DOCTOR: Jajajaja, ¡qué niño!

ALEX: Dígamelo a mí, doc...

DOCTOR: (Hace las prescripciones y se las da) Eso es todo, te espero mañana, Gabriel

GABO: ¡Si!

ALEX: Vamos y en el camino compramos la crema y...

GABO: ¿Y qué, papi?

ALEX: ¡¡¡Heeeeeeelado!!!

JANA: ¡Bien!

ALEX: Mamá nos va a hacer una súper comida, ¿cierto, amor?

DANI: Qué remedio, jajajaja. Vámonos ya, porque el doctor debe de tener otros pacientes...

Hasta mañana, doc, que tenga una buena tarde...

Todos saludan y se van. Alex cargaba a Gabo y Dani a Jana. Una vez en el carro, hablaban de los sabores de helado que querían y de la comida

GABO: ¡Yo quiero hamburguesas!

JANA: ¡Yo pizza!

DANI: No puedo hacer las dos cosas, así que, pónganse de acuerdo...

ALEX: No importa, amor, por esta vez, haremos las dos, pero no se acostumbren, eh. Mamá hace la pizza y yo preparo una hamburguesa para el lesionado...

NIÑOS: ¡¡Bieeeennnn!!

ALEX: (A Dani) ¿Estás de acuerdo, mi amor?

DANI: Si... (Le manda un beso)

ALEX: (Sonríe) Te amo...

DANI: Y yo...

Tamara y Martín salieron del médico y se fueron a buscar a Martina que estaba con sus abuelos paternos. Al llegar, Margarita les había preparado un almuerzo espectacular, así que se quedaron a comer allí.

VICENTE: ¿Anemia? ¿Y por qué tienes eso, Tami?

TAMI: Según dice la doctora, por una mala alimentación...

VICENTE: ¿Y cuándo están los resultados de los análisis?

TAMI: Dentro de una semana...

MARGARITA: Tienes que cuidarte, muñeca, ahora que están los tres juntos de nuevo, hay que estar bien...

MARTÍN: Mocosa, desde que salimos del hospital, estás en la luna. ¿Pasa algo que no me hayas dicho?

TAMI: Tengo miedo que no sólo sea anemia, si no algo más grave...

MARTÍN: ¿Grave cómo qué, amor? (La toma de la mano) ¿La médica te dijo algo?

TAMI: No, pero me hizo un electro para descartar que tenga alguna afección cardíaca y me da miedo tener algo...

MARTÍN: (Le besa la frente) No tienes nada, preciosa, tranquila. Sólo has pasado por muchas cosas y no es de ahora, llevas meses así.

VICENTE: Yo no te veo desmejorada o nada por el estilo

MARGARITA: Y si tuvieras problemas cardíacos, con todo lo que pasó con el niño ese que tienes por marido y durante el embarazo, hubiera surgido.

VICENTE: Es cierto. A las embarazadas les hacen los estudios completos, ¿o no?

TAMI: Si...

MARTÍN: Mocosa, ey, estás bien. La doctora hace lo que tiene que hacer, nada más. (Le da un besote) Todo está perfecto

TAMI: Ojala tengas razón (Le sonríe)

MARTÍN: La tengo, amor...

MARGARITA: ¿Tienen hambre?

TAMI: Yo no mucha, pero tengo que comer...

MARTÍN: No tienes hambre porque te estás llenando la cabeza de cucarachas, Mocosa. Piensa positivo y verás cómo te vuelve el apetito

MARGARITA: Comamos...

A medida que se alimentaba, Tami iba sintiendo más apetito y, para colmo, Margarita tenía una mano experta para la gastronomía...

MARTÍN: ¡Delicioso, mamá!

VICENTE: Si, vieja, ¡cada día te superas!

TAMI: Mmmm, suegrita, tiene unas manos divinas para la cocina... ¿Puedo repetir?

MARGARITA: ¡¡Claro!! (Le sirve) ¡¡Tienes que comer por dos, hija!!

TAMI: ¿Cómo?

MARGARITA: Y si, Tami, tienes que comer por ti y por Martina. Ella depende de la manera en que tú te alimentes...

TAMI: Si (Sonríe)

MARTÍN: (Se ríe) Mamá, por poco y la matas del susto... (Se miran con Tami) ¿Quieres tener otra Martinita?

TAMI: Por ahora, no, jajajaja, con una tengo suficiente...

MARGARITA: Entonces, se estarán cuidando...

TAMI: (Se sorprende) ¿Qué?

MARGARITA: Que si no quieres más niños, supongo que estás cuidándote. Bueno, los dos, es responsabilidad de ambos

TAMI: Pero, por ahora, no hay peligro, ¿no?

MARGARITA: (La mira) ¿De qué hablas?

TAMI: He leído que hasta que no dejas de amamantar, no corres peligro de embarazarte de nuevo...

MARGARITA: Eso es una generalidad. Mírame a mí. Mientras amamantaba a Ezequiel, me embaracé de Martín y aún amamantando a Tincho, quedé de Lucía

TAMI: (Mira a su esposo) No creo que tengas tanta puntería, jajajaja

MARTÍN: (Baja la mirada) Ni yo...

TAMI: ¿Por qué bajas la mirada?

MARTÍN: Porque en estas semanas, no hemos tenido ningún cuidado

TAMI: Lo se, pero no creo que pase nada, con Martina nos costó un triunfo...

MARTÍN: Pues a mí me parece que no quieres tener más hijos conmigo y lo entiendo, con un tipo que no sabe ni cómo se llama, ¿quién querría tener una familia?

TAMI: Nunca vuelvas a decir eso, claro que quiero tener más hijos contigo, pero aún es pronto, Martina sólo tiene seis meses y medio...

MARTÍN: Si, clarito como el agua, Tamara... (Se pone de pie) Paso al baño, con permiso (Se va)

VICENTE: (Tami se iba a levantar) Déjame hablar con él, muñeca... (Se va con su hijo)

MARGARITA: Los Ledesma son así de teatreros, no le prestes atención y sigue comiendo...

TAMI: No puedo sabiendo que está mal...

MARGARITA: (Se sienta junto a su nuera) No está mal, es un menso, pero ya va a comprender. Se que es difícil para los dos, pero que dejes de comer y más con esa anemia que se supone que tienes, no ayuda. Come, Tami, no me hagas enojar a mí

TAMI: (No pudo negarse ante la amenaza de su suegra) Está bien, ya como, jajajaja

VICENTE: (Entra al baño) ¿Qué te pasa, Martín? ¿Por qué le hablas así a tu mujer?

MARTÍN: ¿No viste la cara que puso? No quiere tener más hijos conmigo...

VICENTE: No, lo que vi es a una mujer que necesita tiempo... ¿Te piensas que todo esto es fácil para nosotros, Martín? Si, estamos muy felices, dichosos por tenerte de vuelta, hijo, pero fue un año llorándote. Nosotros, tus hermanos y tu esposa, no sabes lo que fue para ella y si esa mujer salió adelante, fue por el amor que te tiene y por lo que ama a Martina. ¿En qué cabeza cabe tu actitud?

MARTÍN: Yo no tuve la culpa de eso, soy tan víctima como ustedes y a cambio de ella, me muero por tener otro bebé...

VICENTE: Nadie dijo que no quiere tener más hijos, lo que dice es que es muy pronto. No es tu cuerpo, Tincho, es el de ella el que sufre los cambios. No seas necio, ¿quieres?

MARTÍN: Lo que digas, papá (Sale del baño, pasa por su esposa y por su madre y sale a la calle)

VICENTE: (Volviendo) Está muy cabreado, no entiende razones

MARGARITA: Hay cosas que no se olvidan...

TAMI: ¿A qué se refiere?

MARGARITA: A ese carácter de mierda que tiene tu marido, Tamara... (Sale tras su hijo, igual o más enojada que él. Lo alcanza en la puerta) ¡Martín!

MARTÍN: ¿Qué?