Capítulo 209

Daniela giró la cabeza y miró a Alex. No tenía idea de lo que estaba a punto de escuchar, pero de la boca de su esposo, además de los mejores besos del planeta, salían ideas muy peculiares. ¿Con qué iría a salir esta vez?

DANI: ¿De qué quieres hablar?

ALEX: (Se ríe) ¡No me pongas esa cara, mujer mía! No es nada del otro mundo... (Le da un

pico) Sólo me parece que sería bueno que contratáramos a alguien que se encargue de la

casa. Tú y yo nos vamos temprano, venimos a media tarde y siempre es un caos. Al final, no descansamos nada y tú, especialmente, que no puedes irte a la cama, si no queda la casa en orden.

DANI: Me parece bien y creo conocer a la persona perfecta...

ALEX: ¿Quién?

DANI: Mi segunda mamá...

ALEX: ¿Qué?

DANI: Ella puede ayudarme con la casa, la puedo llamar, si estás de acuerdo...

ALEX: ¡Claro que lo estoy! Será agradable tener a mi suegrita postiza, cocinando ese pescado que le sale tan bien... Llámala cuando lo desees y que empiece el día que disponga, señora Zavala, porque ya sabe que la que manda en esta casa, es usted... Hay algo más...

DANI: Mañana la llamo (Lo besa) Dime...

ALEX: Hace unos días, Jana me pidió algo y la verdad, quiero complacerla... (Ella lo mira de nuevo y él ríe otra vez) ¡¡Ya!! Deja de mirarme así, Cosita, parece que estás esperando escuchar la burrada más grande de la historia...

DANI: De ti, lo puedo esperar todo, mi amor...

ALEX: ¿Eso piensas de tu marido? ¡Qué bárbara! (Retoma los masajes) Mi princesita quiere un cachorrito, ¿qué dices?

DANI: Siempre ha querido un cachorrito y yo le decía que no, porque no podía. Sin embargo, ahora si podemos, así que si quieres regalárselo, hazlo...

ALEX: ¡Genial! ¡Ya se qué raza le voy a comprar, jejejeje! (Beso en el cuello) Oye, Cosita

divina, ¿salimos? Ya se me están arrugando los dedos...

DANI: (Sonríe) Si...

ALEX: (Sin cortar el masaje) ¿Sabes qué? Pensé que estando así, en la tina, ibas a

intentar seducirme, pero se ve que no...

DANI: En la tina no me gusta, esposito...

ALEX: ¿No te gusta? ¡Eso si que es una novedad! Siempre me pareció que lo disfrutabas y mucho, amor...

DANI: Disfruto haciéndolo en la tina, lo que no me gusta, es buscarte aquí...

ALEX: ¿Y dónde te gusta buscarme?

DANI: Si me sigues, te digo...

ALEX: (Se pone de pie en un segundo) ¡La sigo, mi capitana!

DANI: Vístete, primero...

ALEX: (La carga y la lleva a la cama) ¡Vísteme como más lo desees! Al fin que después, vas a ser tú quien vuelva a quitarme la ropa, esposita...

DANI: Jajajaja, vístete en lo que yo hago una cosa... Prefiero desvestirte y no te pongas una camisa, sólo las pantalones (Lo besa y se levanta) Te espero en el jardín...

ALEX: Mmmmm... Esos besos brujos... (Dani se pone algo de ropa y sale) ¿Qué tendrás pensado, hermosa? (Busca un pantalón liviano y va hasta donde ella le indicó) ¿Daniela? ¿Te escondiste, preciosa?

Alejandro miró al suelo y notó que Dani había puesto unos cartelitos con flechas, llevándolo hasta el cobertizo, que había remodelado y utilizaba como cuarto...

ALEX: (Entra, pero estaba a oscuras) ¿Amor?

DANI: (Susurra) Siéntate en el sillón (Cuando Alex se sienta, empieza a sonar música. Pocos minutos después, con un luz tenue y sutil, Dani aparece con ropa muy sexy y una máscara, bailando)

ALEX: ¿Se me permite babear? Daniela, luces como una diosa, mi amor

DANI: Shhhh... (Sigue bailando y lo va rodeando, tocándolo)

ALEX: Ok, me callo, pero, ¿puedo tocar yo?

DANI: No... (Se pone frente a él y empieza a hacer un striptease)

ALEX: Hermosamente cruel... (Sonríe ante el espectáculo)

DANI: (Una vez que quedó en ropa interior, extremadamente sexy, se subió sobre él y cuando Alex la iba a tocar, lo paró) No, no...

ALEX: Pero...

DANI: Pero, nada (Le besa el cuello) No puedes tocarme aún...

ALEX: (Pone sus manos a los costados y se muerde los labios) Haga lo que desee...

DANI: No voy a hacer mucho... (Lo besa y empieza a tocarlo por todos lados) Querías que te buscara y eso hago... (Besaba por doquier y al llegar a la parte íntima, lo rozó y se levantó, alejándose y buscando que Alex no aguantara más, las ganas de hacerle el amor)

ALEX: (La agarra del brazo) ¡Pues has hecho un trabajo magnífico, Dani! (La hace sentarse de nuevo) Porque me encontraste y muy bien encontrado, preciosa... (Besa a Dani en el cuello, con muchísima urgencia) Pero quiero más de ti...

DANI: ¿Qué quieres?

ALEX: (La carga y la lleva a la cama) Que me quites la ropa y termines de sacarte la tuya...

(La deja de pie y se recuesta, observándola) Termina de volverme loco y atente a las

consecuencias...

DANI: (Lo desviste, pero ella se queda con la ropa interior. Se acuesta sobre él) Mmm, ¡¡me encantas!!

ALEX: (Estaba muy excitado y agitado) Dani, por favor, quítate la ropa...

DANI: ¿Seguro?

ALEX: Si no te la quitas tú, te la quito yo y ya sabes cómo soy de impaciente con la ropa interior...

DANI: Esta me la compré para ti, así que, quítamela como quieras...

ALEX: (La pone boca abajo y va besando su espalda, mientras con una mano le desabrocha el sujetador y con la otra, va bajando sus pantys) Quiero quedarme aquí y hacerte mía así...

DANI: Hazlo...

ALEX: Quiero que me lo pidas, que me desboques y me provoques como tú sabes. Me haces perder la cabeza y rendirme a mis bajos instintos, Daniela...

DANI: Ajá... (Se gira y busca su boca. Agarra el general con una mano y empieza a moverla)

ALEX: (La besaba más embravecido a cada segundo) Te deseo, Cosita, más que antes de haberte tenido por primera vez... (Quita la mano de Dani de su miembro y entra en ella como potro desbocado)

DANI: A mí me pasa lo mismo, amor...

Alejandro la tomó de la cintura y mantuvo el ritmo largamente. Cuando la sintió cercana al cielo, vibrando debajo de él, salió de su interior y besó la intimidad de su mujer hasta que ella explotó de placer. Sabiendo que Dani aún disfrutaba de ese primer viaje y estando muy lejos de llegar él a su destino, volvió a llenarla, con más potencia y haciendo que ella quedara semi sentada, contra el espaldar de la cama, a su merced

DANI: Te amo, Cosito (Lo besaba con ansias)

Alex no podía hablar, no había palabras que pudieran expresar sus sentimientos, así que hablaba con su cuerpo, con su sexo, con esa pasión desenfrenada que Daniela despertaba en su interior: un fuego que lo consumía, que le quemaba cada fibra, cada poro, cada pedacito de su ser. Una vez y otra más, arremetía con su voracidad a una Dani que sólo alcanzaba a aferrarse a su esposo, clavándole las uñas en la espalda y gimiendo: Alejandro la estaba llevando a otro nivel...

DANI: ¡Dios, Ale! (Aunque había llegado al cielo anteriormente, estaba a punto de llegar por segunda vez, tras las embestidas de su esposo, que la volvían loca)

ALEX: (La abrazó y la hizo subirse en su regazo, besándole el cuello y devorando sus pechos, con el mismo deseo que al principio o más todavía. Mantenía el mando de todo) Quiero más, Dani

DANI: Y yo, toma todo lo que quieras, es tuyo...

ALEX: Quisiera que bajes... (Daniela se bajó de su esposo y empezó a saborear al general de Alex, haciéndolo delirar de placer) ¡Ay, Dani, sigue, llévame, por favor! (Se recostó en la cama, dejándola hacer)

La fotógrafa se concentró en hacer gozar a su esposo y llevarlo a la máxima cima del placer. Sabiendo que no podría contener los impulsos que se le despertaban a mansalva, Alejandro jaló a Dani suavemente de los brazos y la acostó, volviendo a ponerse arriba y abrazándola, moviéndose a una velocidad que llegaba al límite de sus cuerpos, prosiguió haciéndole el amor como un salvaje, poseído y atrapado en la lujuria que crecía en su interior y que nada podía detener. Unos segundos después, los dos llegaron al séptimo cielo, juntos, mirándose a los ojos, cogidos de las manos y besándose...

ALEX: Mmmm... (Mantenían la posición y él seguía moviéndose dentro de ella, despacio) No creo que dos cuerpos puedan experimentar mayor placer que este y se que nadie puede amar más de lo que te amo

DANI: Más no, pero hay una persona que ama igual que tú...

ALEX: ¿Serías tú?

DANI: ¿Eres adivino?

ALEX: (No se agotaba aún) Si, soy adivino... (Se vuelve a recostar sobre Dani, besándola) Veo el futuro...

DANI: Y otras cosas, jajajaja... (Lo besa intenso) Te amo...

ALEX: Y yo a ti... (Más besos) Creo que se me quitó el hambre

DANI: Jajajaja

ALEX: ¿A qué debemos la risa tan estrepitosa, señora? (Le muerde el lóbulo de la oreja)

DANI: Que a ti te quita el hambre hacerme el amor...

ALEX: No me quita el hambre, me da más, pero de ti y quiero mucho de eso, quiero llenarme, saciarme, pero eso no pasa, ni pasará jamás, porque nunca tengo suficientes porciones de "Daniela a la Zavala"...

DANI: Jajajaja, un buen filete ese, jajajaja

ALEX: (Le muerde un seno, provocándola) Es la mejor carne, mamacita...

A la mañana siguiente, sentados en el carro, Daniela sostenía el sobre con los resultados en su mano y le temblaba. Alejandro la miraba y estaba igual de ansioso.

ALEX: ¿Quieres que lea yo?