Capítulo 210

A un sobre de distancia, existía una respuesta que el matrimonio Zavala - Villalta, deseaba conocer. Daniela seguía jugando con eso entre las manos, indecisa, nerviosa, agitada. Alejandro se ofreció a leer por ella y esperaba ver qué decidía su esposa

DANI: No...

ALEX: ¿Segura, Cosita? Me encantaría hacerlo y darte yo la noticia...

DANI: No, quiero verlo yo...

ALEX: Hazlo, amor, ya, por favor...

DANI: Lo abro en la casa...

ALEX: (La mira) ¿En casa?

DANI: Si... (Lo mira) Por favor...

ALEX: (Arranca) Está bien, hermosa, vamos a casa...

Unos minutos más tarde, llegaban a la casa de la familia Zavala-Villalta...

ALEX: (Entrando con Dani) ¿Quieres un te o algo, preciosa?

DANI: No... (Se acerca a la ventana y abre el sobre, luego mira a su esposo con cara sombría)

ALEX: (El gesto de Dani le parecía obvio y eso lo entristece) ¿No?

DANI: No... (Se acerca y le habla al oído) Lo siento...

ALEX: No importa, mi amor, será más adelante... (La abraza y se le cae un lagrimón, pero se lo enjuga al instante)

DANI: Si, será más adelante, cuando no quieras cambiar más pañales...

ALEX: ¿Pañales? (Seguía abrazándola)

DANI: Ajá...

ALEX: (La mira) ¿Lo dices por Martina y Lucía?

DANI: Nop...

ALEX: ¿No lo dices por ellas? (Dani sonríe, emocionada) Entonces, ¿estás? ¿Estamos?

DANI: (Asiente con la cabeza) Si...

ALEX: (La abraza y la alza) ¡¡SIIII!! (La baja, llenándola de besos) ¿Vamos a tener un hijo, Dani?

DANI: Si, un bebito o una bebita, mi amor...

ALEX: (No podía dejar de sonreír) ¡Dios! (Más besos) ¡No me la creo! (Comienza a llorar de emoción) ¡TE AMO TANTO, COSITA! ¡¡VAMOS A SER PAPÁS DE NUEVO!! (Lloraba y reía a la vez)

DANI: Si, vamos a ser papás, jajajaja

ALEX: (Le acaricia el vientre y lo besa por encima de la ropa) ¡¡Ey, Danielita o Danielito, soy papá!! (Mira a Dani) No se pueda amar más de lo que te amo en este preciso momento, hermosa...

DANI: Te amo, Cosito... Soy la mujer más feliz del mundo...

ALEX: Y yo te amo a ti, a nuestros renacuajos y este bebé, con cada latido de mi corazón...

ARI: (Había escuchado eso último) ¿Bebé, tío?

DANI: (Sonriendo) Si, Ari, bebé... Vas a tener otro primito o primita...

ARI: ¿De verdad?

DANI: Si...

ARI: (La abraza) ¡¡Qué bueno y qué lindo, tía!! ¡Te felicito!

ALEX: ¿Yo estoy pintado, niña?

ARI: No, tío, pero las mamás primero, jajajaja

ALEX: ¡Es cierto! (Abraza a las dos)

Martín despertó porque sintió que su pequeña se movía a su lado. A mitad de la noche, habían decidido pasar a la niña a la cama y dormir los tres juntos.

MARTÍN: (Alzándola) Hola, Mocosita... (La llenó de besitos y la puso en la cuna. Se higienizó, se puso un pantalón de gimnasia y cogió a la pequeña. Llegando a la sala, se dio cuenta que Tami hablaba por teléfono y, sin saber por qué, en vez de hacerse notar, se quedó ahí parado)

SERGIO: (Al teléfono con Tami) ¿Y cómo la estás llevando, enana?

TAMI: Bien, grandote, unas veces me cuesta más que otras, pero lo llevo bien. Gracias por preocuparte...

SERGIO: ¿Y él?

TAMI: Mal, le desespera todo esto...

SERGIO: Debe ser muy difícil. Querer saber quién eres, cómo eres y no poder hacerlo. ¿Entre ustedes están bien? ¿Cómo pareja? Digo, él sabe que eres su esposa, pero, ¿te acepta? ¿Acepta a Martina?

TAMI: Si, eso está todo perfecto, gracias a Dios...

SERGIO: Me alegro, enana... Me dijo mi hermano que te vio en el hospital. ¿Te pasó algo?

TAMI: Sólo me desmayé y la doctora me dijo que tengo anemia, pero con alimentarme bien y dormir lo correcto, todo va a estar bien...

SERGIO: ¿Por qué siento que hay algo que no me estás contando, enana?

TAMI: No hay más que contar, grandote, sólo que me hicieron unos exámenes y estoy preocupada por el resultado...

SERGIO: ¿Preocupada por qué?

TAMI: No se, siento que hay algo más aparte de la anemia y me da miedo descubrir que es cierto...

SERGIO: ¿Algo cómo qué? ¿Tienes algún malestar que te lleve a pensar eso?

TAMI: No, pero tengo un presentimiento. No se lo quiero decir a Tincho, porque no quiero preocuparle más, pero no puedo evitar preocuparme yo y contigo, me puedo desahogar...

SERGIO: Dime, Tami...

TAMI: Presiento que tengo algo malo...Que aparte de la anemia, tengo algo más... Tengo miedo, grandote...

SERGIO: Espera, no pongas a trabajar esa cabeza tuya, porque es un peligro. Cuéntame, ¿qué sientes además de los mareos?

TAMI: Siento que me faltan fuerzas, no se, como si estuviera débil. Del resto, no siento más nada...

SERGIO: ¿Problemas para dormir? ¿Cambios drásticos en tu cuerpo? ¿Cambios en tu apetito? ¿Se te cae el cabello? ¿Algo de eso?

TAMI: Problemas para dormir, puede que un poco... ¿Por qué?

SERGIO: Porque si no tienes nada de eso, no hay de qué preocuparse. Si tuvieras algo malo, tu cuerpo lo manifestaría de alguna manera, ¿no crees? Enana, no te hagas la cabeza. Has tenido un año tremendo, es lógico que por algún lugar explotes y la anemia es muy común. Bonita, tengo que colgar, me llama la patrona. Dale un beso a la pequeña y para lo que sea, ya sabes que estoy

TAMI: Gracias por estar, Sergio, te quiero mucho. Cuídate y Martina y yo, te mandamos besos. Hasta otra (Cuelga)

MARTÍN: ¿Sergio? (Tenía un gesto de molestia muy claro)

TAMI: (Se asusta y después se gira) Dios, mi amor, ¡qué susto me metiste!

MARTÍN: (Deja a Martina en su coche) ¿Era Sergio, TU EX, al que le decías que lo quieres mucho y que mi hija y tú, le mandas besos?

TAMI: Es que lo quiero, se ha vuelto una persona indispensable en mi vida. Este último año me ha ayudado mucho con el embarazo y con la niña, no le puedo dar la espalda sin más...

MARTÍN: Está bien, pero no pretendas que me encante. La niña quiere comer. (Se va al cuarto)

TAMI: (Coge a la niña del carrito) Tu papá es un poco enojón, Marti (Le empieza de dar de comer)

MARTÍN: (Se acuesta y habla remedando a su esposa) Marti y yo te mandamos besos...

TAMI: (Termina de amamantar a su hija, la vuelve a recostar en su carrito y va al cuarto) ¿Quieres algo de comer?

MARTÍN: No

TAMI: ¿Vas a seguir enojado?

MARTÍN: No estoy enojado

TAMI: ¿Entonces?

MARTÍN: Nada. No tengo hambre

TAMI: (Se acuesta con él) ¿Y por qué no tienes hambre?

MARTÍN: Tu ex me quitó el apetito

TAMI: No empieces, es un amigo, nada más

MARTÍN: Es un amigo para ti, que lo conoces. Para mí es el tipo que estuvo contigo todo el tiempo que yo te falté

TAMI: Sólo estuvo como amigo, está de novio con una chica

MARTÍN: ¿Y eso impide que quiera contigo o que tú quieres con él?

TAMI: Ni él quiere conmigo, ni yo con él (Se levanta) ¿Sabes lo que te digo, Martin Ledesma? ¡Que pienses lo que te de la gana! (Gira y mientras camina hacia la puerta) Ahora resulta que una mujer y hombre no pueden ser amigos, ¡hazme el favor! (Sale del cuarto)

MARTÍN: (Va tras ella) Pueden ser amigos, no digo lo contrario, pero me cuesta entender

TAMI: Pues, cuando lo entiendas, hablamos (Va a la cocina y empieza a cocinar)

MARTÍN: No quiero hablar después, quiero que me comprendas. Todo lo que para ti es normal, para mí es una novedad. Me puedes contar lo que quieras, Tamara, pero mi cabeza vacía, no lo sabe asimilar

TAMI: Por eso yo me tengo que aguantar tu mal humor...

MARTÍN: ¿Y qué quieres que haga? Me carcomen los celos

TAMI: Yo no tengo la culpa...

MARTÍN: No la tienes, Tamara, está bien. (Se va de la cocina)

TAMI: (Deja de cocinar y va detrás de su esposo) ¿Crees que tus celos son por mi culpa?

MARTÍN: No fui yo quien le mandó besos y le dijo que lo quería mucho, ¿o si?

TAMI: Es como si se lo hubiera dicho a mi hermano...

MARTÍN: ¡Lo dudo! Con ese tipo te besabas y te acostabas, ¿no?

TAMI: Tú lo has dicho, besaba y me acostaba, pero ahora no...

MARTÍN: Quiero conocerlo

TAMI: Ya lo conociste, el día que te encontramos...

MARTÍN: ¿Ese es?

TAMI: Si...

MARTÍN: Ah... Bueno, perdón, no sabía que era él...

TAMI: ¿Perdón por qué?

MARTÍN: Por los celos y la discusión

TAMI: ¿Por qué cambia todo que sean el mismo hombre con el que hablé por teléfono y el que estaba conmigo cuando te encontramos?

MARTÍN: Por como actuó ese día. Él fue quien me dijo quién eras. Cuando tú te desmayaste y, pues, si ustedes tuvieran algo, podría haberme dicho que me largara y hacerse el tonto

TAMI: ¿Pensabas que teníamos algo? Esto es lo último que me faltaba (Pasa por él y se lleva a la niña al cuarto para recostarla en la cuna)

MARTÍN: No pienso que tengas algo con alguien ahora, no me malinterpretes. Pero pudiste tenerlo antes, Tami. Fue un año entero creyéndote viuda

TAMI: Viuda o no, no cambiaba nada de mis sentimientos. Mi única razón para vivir era Marti. Nada, ni nadie más...

MARTÍN: ¿¿Cómo puedo saberlo?? Quizás, el Martín de antes no tendría estas dudas, pero este que soy ahora, no sabe nada, no te conoce. Lo único que se es que te amo y a mi hija, pero no se nada más... (Se sienta y se agarra la cabeza) Esto nos va a terminar volviendo locos a los dos