Capítulo 218

Martín se arrojó del helicóptero, contó hasta cinco y abrió el paracaídas. Unos momentos después, mientras se desesperaba por darse la vuelta y tratar de ver qué pasaba con el aparato, ya que caía de espaldas al mismo, escuchó una explosión y desde ahí, hasta despertar en el refugio, ya no supo más nada.

La realidad fue que la violencia de la explosión, golpeó a Tincho, dejándolo inconsciente y la misma violencia, hizo que el paracaídas, cambiara drásticamente su rumbo. Como Martín no podía dominarlo ni dirigirlo, el viento lo llevó de un lado hacia al otro. Al caer, lo hizo sobre una zona de árboles y eso lo salvó. Las tiras del paracaídas se enredaron en las ramas, amortiguando la llegada al suelo.

Jessica había vuelto a mentir, no lo encontró en la playa, sino entre esos árboles, que eran cercanos a la casa de sus abuelos. Obviamente, este pequeño detalle, Martín lo desconocía.

Volviendo a su casa, a su cama, Tami le masajeaba las sienes, intentando apaciguar el dolor de su marido...

MARTÍN: Escuché la explosión...

TAMI: ¿Recordaste el accidente?

MARTÍN: (Niega con la cabeza) El accidente solo, no, mi amor...

TAMI: ¿Qué más?

MARTÍN: (Levanta la vista y estaba llorando, pálido, nervioso) Creo que todo

TAMI: ¿Todo? ¿Qué recordaste?

MARTÍN: Todo, Mocosa, mi vida. Desde niño y hasta el accidente, todo. Las mudanzas, mi familia, mis amigos, Melina, mi hijo y a ti, mi amor, a ti, mi Mocosa y las ganas que teníamos de ser papás.

TAMI: ¿Cuándo nos conocimos?

MARTÍN: Cuando naciste, Tamara, tu hermano y yo ya éramos amigos desde antes que tu mamá quedara embarazada de ti

TAMI: ¿Cuándo fue la primera vez que dije tu nombre?

MARTÍN: ¿Mal dicho o bien dicho? Porque me decías "Patín" todo el tiempo y me dijiste Martín para mi cumpleaños. Pasaste de un "Feli cumpaños, Patín" a un "Feli cumpaños, Marrrrrrtínnnnn" Debemos habernos reído dos horas seguidas...

TAMI: Te amo, Martrrrrtínnnn, ¡recuperaste la memoria, amor!

MARTÍN: (Se abrazan) Parece que si, Mocosa... A ver, nací un 19 de abril, tengo 33 años, soy el segundo de cuatro hijos. Casado con la mujer de mi vida, enamorado de ella y ese día, el de "Feli cumpaños, Marrrrrtínnnn", me diste nuestro primer beso...

TAMI: ¿Si?

MARTÍN: Me estaban sacando fotos con todos y tocó una con Titán, contigo y Alex y te decían, "dale un beso, Tami, dale un beso para la foto" y tú me lo diste en la boca, jajajaja, ¡siempre tan precoz!

TAMI: Ya te amaba, cuando eso (Sonríe)

MARTÍN: Y yo a ti...

TAMI: Volviste, mi amor, volviste (Lo besa)

MARTÍN: ¡Volví! (Más besos) Me duele la cabeza, pero, ¿te acuerdas cuál es el mejor analgésico del mundo?

TAMI: ¿Yo?

MARTÍN: Exacto, tú y yo, juntos, haciendo el amor...

TAMI: En eso estábamos...

MARTÍN: Lo se... (Martina empieza a llorar) ¡Se despertó la princesa!

TAMI: Siempre tan inoportuna, como el papá (Lo besa y va con la niña) Hola, preciosa (La alza) ¿Tienes ganas de comer?

MARTÍN: (Se acercó lentamente, mientras Tami se acomodaba para amamantar a la pequeña) Cómo te deseábamos, Martina...

TAMI: Mucho...

MARTÍN: (Se sienta junto a ellas y acaricia a su hija) Eras nuestro sueño, Mocosita, el más grande de nuestros anhelos...

TAMI: Era lo único que deseábamos...

MARTÍN: Y aquí estás, hija... ¿Cómo fue el embarazo, amor? Hubiera querido estar contigo y vivirlo a tu lado, consintiéndote, apapachándote.

TAMI: Muy bien, pero gracias a Dios, a mi familia y a Sergio, todo fue mejor...

MARTÍN: (Traga en seco) Sergio... Tengo que hablar con él

TAMI: ¿Por qué?

MARTÍN: Porque me contaste todo lo que hizo por ustedes dos y aunque lo haya hecho por ti, porque se quieren mucho y no por mí, no voy a poder pagarle nunca que las haya cuidado, Mocosa.

TAMI: Me alegra que haya encontrado a alguien...

MARTÍN: (Asiente) Me parece que alguien ya no quiere comer más... (Martina se había dormido)

TAMI: Mejor la dejamos en su cuna (Sonríe, se levanta y recuesta a la niña)

MARTÍN: (Estaba detrás de Tami y la abraza) Creo que voy a desconectar el teléfono, el timbre y tu celular, se apaga...

TAMI: ¿Qué planes tienes?

MARTÍN: Jugar al ajedrez, ¿quieres?

TAMI: Mi juego favorito...

MARTÍN: Por eso mismo, ¿jugamos en la sala?

TAMI: Mejor en el cuarto de juegos...

MARTÍN: ¿Tenemos cuarto de juegos? Llévame...

TAMI: Ajá... (Lo lleva hasta un cuarto con un sillón, una televisión y miles de juguetes de Martina)

MARTÍN: (Mira alrededor) ¡Lo hiciste! Siempre habías querido transformar este cuarto y, ¡vaya que lo conseguiste, mi amor! ¿Por qué no me lo mostraste en este tiempo…
TAMI: Era tu estudio. Las cosas están todas guardas en el desván. Podemos volver a armarlo
MARTÍN: No, así está perfecto… (La abraza y besa) Juguemos de una vez, antes que alguien interrumpa de nuevo

TAMI: ¿Desconectaste todo? Jajajaja

MARTÍN: (Le besa el cuello y le aprieta las pompas) No, no puedo separarme de ti

TAMI: Mmmm, ni yo de ti y menos ahora...

MARTÍN: (Se sienta y hace que ella suba sobre él) Tengo muchas ganas de ti...

TAMI: Pues, aprovéchate, soy toda tuya... Aquí y ahora...

MARTÍN: (La baja de su regazo para desvestirla y desvestirse, luego, la acuesta en el sillón y la posee, como un demonio) Dios, Mocosa, te amo, te necesito mía

TAMI: Ya soy tuya, Insoportable, tuya eternamente...

MARTÍN: (Entraba una y otra vez en ella, hasta que en esa misma posición, llegaron al cielo) Mmmm... No me puedo saciar de usted, señora de Ledesma

TAMI: Añoraba escuchar eso, señor de Zavala... (Lo besa, aún agitada)

MARTÍN: No se, pero siento que yo te añoraba a ti... Este tiempo contigo, fue como si fuera un Martín diferente y ahora, el de verdad, volvió

TAMI: Si, volvió, y estoy feliz por eso... (Recuerda los exámenes que se hizo) Amor...

MARTÍN: Si, preciosa, dime...

TAMI: Tengo miedo...

MARTÍN: ¿Por?

TAMI: Por el resultado de los estudios que me hice, el lunes tengo que ir a recogerlos...

MARTÍN: (La besa) Nada va a pasar, no temas. Vas a ver que sólo tienes una anemia, Mocosa. Yo voy contigo y verás que todo sale perfecto... (La besa de nuevo) Bueno, no sólo tienes una anemia

TAMI: (Lo mira raro) ¿De qué hablas?

MARTÍN: (Hace presión con su pelvis) Todavía me tienes a mí, muy dentro de ti, mi amor... (Se miran) Te amo

TAMI: (Sonríe) Me encanta tenerte ahí (Lo besa) También te amo...

Después que todos se retiraran de la casa, Alex fue hasta su despacho a revisar unas cosas en la computadora y Jana se quedó con él. Dani, por otro lado, terminaba de vestir a Gabriel, para que se acostara a dormir. El pequeño estaba eufórico, emocionado y no lo podía desenchufar.

GABO: ¡Fue el mejor partido, mami! (Se le colgaba del cuello) Papá me ayudó a hacer mi remera para dedicarte los goles, jajajaja...

DANI: Pues, quedó muy bonita, mi amor...

GABO: ¡¡Si!! ¿Y me viste cuando le quité el balón al defensa de ellos?

DANI: Si, no me perdí un segundo del partido...

GABO: ¿Ni cuando te dabas besos con la gapatarra de mi papá? Jajajaja...

DANI: Jajajaja, ni cuando me daba besos con la garrapata. Estaba pendiente de ti, todo el tiempo...

GABO: (Le da un besote) ¿Puedo escuchar tu panza, mami?

DANI: Claro, pero todavía no se nota nada, mi amor...

GABO: (Lo hace) ¿Es muy chiquito?

DANI: Es como un granito de arroz

GABO: ¿¿¿TAN CHIQUITO??

DANI: Si...

GABO: (Le besa la panza a su mamá) Yo lo voy a cuidar mucho, mami, te lo prometo

DANI: Lo se, mi amor, y se que también le vas a enseñar muchas cosas, ¿verdad?

GABO: Si, le voy a enseñar de todo y lo voy a llevar a pescar con tío Toro y le voy a dejar usar todos mis juegos de la play... (Piensa) ¿Y si es niña, mami?

DANI: Si es niña, también puedes enseñarle a hacer todas esas cosas...

GABO: Pero no es lo mismo, además, ya están Tatita y Lucía, ¡toca que sea un hombre macho!

DANI: Pero eso no se puede elegir, precioso...

GABO: Ya se, toca lo que toca, jajajaja. Y si es una niña, también va a ser mi hermana novia y no se la voy a compartir a papá, jajajaja, el gapatarra de mamás, jajajaja

DANI: Jajajaja... Vas a tener muchas novias...

GABO: Pero tú eres mi preferida, mami...

En su despacho, Alex checaba sus mails y Jana, sentada en el regazo de su papá, hacía un dibujo y eso la tenía muy concentrada. Alejandro miraba de reojo y se daba cuenta que los estaba pintando a ellos dos, de la mano

ALEX: ¿Qué dibujas, princesita?

JANA: A ti y a mí, papi... ¿Te gusta?

ALEX: (Le besa la frente) Estamos muy guapetones, ¿no? Me encanta, hija... ¿Me lo vas a regalar?

JANA: Si, pero cuando lo termine (Le da un beso en la mejilla)

ALEX: Me parece muy bien, muñequita... (Recibe un mensaje de texto) ¡¡Ay, esta niña!!

JANA: ¿Qué pasa, papi?

ALEX: Arianis que no regresa, se queda con Jadel y mira a la hora que avisa... Pero sigue con ese dibujo que ya quiero ponerlo en mi alcoba...

JANA: (Sigue haciendo el dibujo) Papi, ¿te puedo preguntar algo?

ALEX: Lo que tú desees, princesa.

JANA: ¿Cómo sabes cuando un bebé va a ser niño o niña?

ALEX: Ah, niña curiosa, eh... Pues hay un estudio que se les hace a las mamás y que se llama "ultrasonido". Es un aparatito que le ponen a mami en su pancita y con eso se puede ver al bebé. Entonces ahí nos damos cuenta si es una Janita o un Gabito

JANA: ¿Es un video de la panza de mamá por dentro?

ALEX: Algo parecido, pero no es que se ve todo, sino que detecta al bebé y lo muestra. Nada más. ¿Quieres ver de qué te hablo? Tengo los ultrasonidos de Gabriel

JANA: (Lo mira) ¿De verdad?

ALEX: Claro, hija, espera... (Se levanta y busca en un cajón del mueble. Coge un disco y retoma su sitio, al igual que Jana) Lo podemos ver en la notebook, ¿quieres?

JANA: Si...