Martín y Tami habían ido al
médico y todo estaba bien. El embarazo iba viento en popa, aunque Tamara estaba
comiendo un poco más de lo normal y su obstetra le recomendó que no lo hiciera.
Esto la había puesto un poco triste.
MARTÍN: Mocosa, no estás gorda,
lo único que te dijo el doctor, fue que te midieras con las comidas, nada
más...
TAMI: Me dijo que estaba gorda,
con sutileza...
MARTÍN: No, te dijo que tuvieras
cuidado con las comidas para que no ganaras más peso que el que debes tener en
el embarazo. (La agarra de la cintura y le toca las pompas) Además, hermosa, a
mí me encantas así, estás para comerte enterita...
TAMI: Si, porque parezco una
vaca...
MARTÍN: ¡Claro que no! Estás
preciosa y te amo y te deseo así... (La besa) No sabes las ganas que tengo de
tenerte toda para mí
TAMI: Estoy hecha una vaca,
mírame, tengo más culo que un rinoceronte y más barriga que un oso panda... (Se
aparta de él)
MARTÍN: Yo no veo nada de eso...
(La vuelve a agarrar y le besa) Mis ojos me dicen que eres hermosa y sexy y yo
les creo
TAMI: Soy un saco de grasa... No
quiero que me toques... (Se apartó de él) No me siento cómoda (Se fue a su
cuarto)
MARTÍN: (Golpeó) Amor, ¿me dejas
entrar?
TAMI: No...
MARTÍN: ¿Por qué no? Mocosa,
quiero estar contigo, aunque no me dejes tocarte...
TAMI: Quiero estar sola...
MARTÍN: Pero yo no
TAMI: Pues, vete y búscate una
flaca, que te de lo que quieres...
MARTÍN: Yo te quiero a ti, a
ninguna otra
TAMI: No te creo...
MARTÍN: Déjame probarte que digo
la verdad
TAMI: No quiero, lo haces por
compromiso, porque soy la madre de tus hijos...
MARTÍN: (Abre) ¡Basta de bobadas!
(Se acerca a ella y la besa) Lo hago porque te amo, porque me gustas, Tami, ¿no
lo entiendes? Me vuelves loco y no cambio ni una partecita de ti, ni de tu
cuerpo...
TAMI: ¿Ni aunque parezca un oso
panda?
MARTÍN: No pareces un oso panda,
Mocosa... (Se acuesta con ella) Eres una mujer hermosa, sensual, seductora de
pies a cabeza... (Le toma la mano y la lleva hasta su entrepierna) ¿No ves cómo
me pones?
TAMI: (Lo mira) ¿De veras que te
gusto así?
MARTÍN: ¿No le sientes, Tami? Me
enloqueces así y como sea, haces conmigo, lo que quieres...
TAMI: No me dejes nunca...
MARTÍN: (La ayuda a acomodarse
sobre él y la besa mucho) Dejarte no es una alternativa, me moriría sin ti,
Mocosa.
TAMI: ¿Me lo aseguras?
MARTÍN: Te lo juro, te lo firmo y
te lo prometo: nunca te vas a librar de mí
TAMI: No quiero librarme de ti...
MARTÍN: Entonces, estamos
perfectos... (Le abre la camisa y le toca los senos como a ella le gusta) Eres
hermosa...
TAMI: Mmmm, no me hagas esto...
MARTÍN: ¿Quieres que deje de
tocarte?
TAMI: No se...
MARTÍN: Pues, hasta que te
decidas... (Se incorpora y besa donde antes tenía las manos)
TAMI: No sigas... (Gimió de
placer) No me siento cómoda con mi cuerpo...
MARTÍN: Siéntete cómoda con el
mío...
TAMI: (Jadeaba) No puedo...
MARTÍN: Déjame intentarlo,
permíteme ayudarte...
TAMI: No... No quiero (Gime de
nuevo)
MARTÍN: (Sube los besos y con las
manos, le levanta la falda) Yo creo que si, mi amor, que tu cuerpo quiere, pero
tu mente se resiste... (Le mordió suavemente el lóbulo de la oreja) Te amo,
Tami, te deseo... (Le apretó las pompas contra su pelvis)
TAMI: Mmmmm, amor, por favor...
MARTÍN: (Continuaba con su plan
de provocarla, tocando y besando su puntos débiles) Por favor te pido yo...
TAMI: No puedo, no me tortures
así...
MARTÍN: La que me tortura, eres
tú, Mocosa, me besas, me tocas, me buscas... (La toma con firmeza de la cintura
y vuelve a hacerle sentir su erección) Y ahora me quieres dejar así...
TAMI: Yo no te busco...
MARTÍN: Si lo haces (Beso en la
boca) Cuando me sonríes, cuando me abrazas... (Besos varios y baja a los senos,
mientras se libera, porque ya estaba adolorido) Eres mucho más hermosa y sexy
de lo que piensas y yo te deseo como un loco, mi amor, quiero que seas mía de
nuevo, una y otra vez
TAMI: Soy tuya todos los días...
MARTÍN: Y yo tuyo, Mocosa, todo
tuyo, ¿me tomas?
TAMI: Tómame tú...
MARTÍN: (La besa y sin dejar de
hacerlo, la va bajando y acostándola en la cama) ¿Ya te dije lo mucho que te
amo? (Le quitó la falda y las pantys)
TAMI: No...
MARTÍN: (Hablaba mientras
terminaba de desnudarla) Muy mal por mí, porque te amo más que a mi vida,
preciosa... (Se bajó el pantalón y el calzón, se acomodó y entró en su esposa)
Te adoro, mi cielo, estoy más enamorado de ti que nunca antes...
TAMI: ¿Me deseas igual?
MARTÍN: Más, cada día te necesito
y te deseo más... (Penetración profunda) Me fascina que me apreses entre tus
piernas y me hagas sucumbir a tus instintos...
TAMI: (Ella lo hace) ¿Así?
MARTÍN: Si, mi amor, así...
(Comienza a moverse a un ritmo pausado, lento)
TAMI: Te amo, Tincho...
MARTÍN: Te amo, Tamara, más de lo
que puedes imaginar, mi amor, tienes mi vida en tus manos...
TAMI: Y tú la mía...
MARTÍN: Entonces, Mocosa, ¿dejo
de tocarte?
TAMI: No, nunca...
Martín le hizo el amor
intensamente, demostrándole a su esposa, con cada movimiento, lo mucho que la
amaba y que la deseaba. Después de un hermoso clímax, se fueron a la sala a
tomar un café y a esperar que Margarita llevara a Martina con ellos. Sin
embargo, fue otra la visita que llegó.
MARTÍN: (Abriendo la puerta,
después de escuchar el timbre) ¿Liliana?
LILIANA: ¡Tincho!! (Se abalanzó
sobre él y lo abrazó) Te extrañaba...
MARTÍN: (También la abrazó) ¿Cómo
has estado, loquita?
LILIANA: Extrañándote (Le da un
pico) Mirta me dijo que vivías aquí y vine a verte...
MARTÍN: ¡Mocosa, ven! (Estaba muy
contento y la jaló para que entre) ¡Dios, Lili! Tienes que conocer a mi esposa,
te va a encantar... ¡Tami, amor!
TAMI: Aquí estoy, Martín...
MARTÍN: Ven, mi amor, te presento
a Liliana Medina. Lili, ella es Tami, mi Mocosa, el amor de mi vida...
TAMI: Hola...
LILIANA: (La saluda con un beso
en cada mejilla y mira a Tincho) Me dijiste que era hermosa, pero te quedaste
corto, niño... Es un placer conocerte, por fin, Tamara, me han hablado mucho de
ti... (Le ve cara de pocos amigos) No me veas así, muñeca, no vengo a robarte
el marido...
TAMI: No te miro de ninguna
manera, bonita (Sonríe) Los dejo conversar tranquilos, en lo que yo voy a la
cocina a hacer una llamada, con permiso (Se despide con una sonrisa) ¡A saber
quién es esta! (Coge su celular)
LILIANA: ¿Es siempre tan celosa?
MARTÍN: Más o menos, pero está
embarazada y eso la tiene más sensible de lo normal
LILIANA: Te eché tanto de
menos... Cuando me dijeron lo del accidente, te lloré mucho, menso...
MARTÍN: Fue todo una locura, pero
aquí estoy, Lili, vivito y coleando, feliz con mi mujer, mi hija y el que viene
en camino... ¿Y tú? ¿Las cosas mejoraron algo o siguen patas arriba?
LILIANA: Un poco patas arriba,
pero pronto se solucionará, no te preocupes... Ya quiero conocer a tu hija, ¿no
está aquí?
MARTÍN: No, la tiene mamá, pero
en un rato la traen. Voy a buscar un poco de café, ¿quieres?
LILIANA: Si, por favor...
MARTÍN: En seguida regreso... (Va
a la cocina y pone a calentar el café. Mira a Tami) ¿Qué pasa? ¿No te
responden?
TAMI: No, deben de venir en
camino...
MARTÍN: ¿A quién llamaste?
TAMI: A tu madre...
MARTÍN: ¿Qué tienes? Mocosa, Lili
es una amiga...
TAMI: Nada, vete con ella, yo les
llevo el café...
MARTÍN: Tamara, es mi amiga y una
muy especial
TAMI: No te he dicho nada,
Martín, sólo te dije que fueras con ella, que yo les llevo el café, eso es
todo.
MARTÍN: Te conozco y se que estás
molesta y que es por ella. ¿Podrías confiar en mí?
TAMI: Confío en ti, vete y no
dejes a la invitada esperando (Sonríe y lo besa) Yo les llevo el café...
MARTÍN: ¡Si, claro! Como si no te
conociera... (Se va)
LILIANA: ¿Está muy celosa?
MARTÍN: Lo suficiente como para
negarme todo...
LILIANA: No te entiendo...
MARTÍN: Mi mujer es de las que
pueden sonreír como reinas y estar esperando el momento para ¡zas! Cortarte el
amigo fiel. Me sonrió, me besó y me dijo que estaba todo bien. Eso, en el
idioma de mi esposa, significa que estoy condenado a quedarme sin mis cosas
masculinas...
LILIANA: Jajajaja, debes de estar
exagerando...
MARTÍN: No lo estoy...
LILIANA: Tranquilo, si quieres
hablo con ella...
MARTÍN: No, Tamara tiene que
confiar en mí, así que no dices nada de lo que ya sabes...
LILIANA: Mi boca está sellada...
MARTÍN: Gracias... (Tocan el
timbre) Voy a ver quién es... (Abre y eran Margarita y Martina) ¿Pero quién
está aquí? Hola, mi amor... (Coge a su hija) Hola, ma...
MARGARITA: Hola, hijo (Pasa)
¡¡Liliiii!! (Va hasta la muchacha y la abraza) Cuánto me alegra verte...
LILIANA: ¡Lo mismo digo, Marga!
MARTÍN: Lili, conoce a Martina,
mi hija...
LILIANA: ¿Puedo cogerla?
MARTÍN: Claro... (Le da a la
niña) Cuidado con la cabeza...
LILIANA: Hola, Martina, eres
hermosa, ¿lo sabías?
MARGARITA: ¿Dónde está mi nuera?
LILIANA: En la cocina, mamá
Esta Tamara que celosa es jajajajja
ResponderEliminarQue sera lo q ya sabes ??? Mmmm.... Bueno excelente capitulooo!!! Me encantoo jajajja :D
ResponderEliminarTamara y sus altibajos en el embarazo y ahora celosa por la tal Liliana, a donde vamos a parar!!!
ResponderEliminar